Era una de las tantas veces que lo espiaba, pero esa vez era diferente, según él, aquel chico que tanto espiaba había alzado la vista. Por inercia se escondió, y ahora se encontraba ahí.
“Eh estado así por mucho tiempo, siempre observándote de lejos, pero, a pesar de todo sé cómo te llamas…Jung Yunho, hermoso nombre, hermoso…como tú”
Jaejoong logró tranquilizarse y entonces decidió ir a su casa, luego de dar un pequeño vistazo para ver si Yunho aún estaba ahí, y al ver que no era así, se marchó.
Jaejoong ha estado mucho tiempo observándolo, por no decir que acosándolo, estudiaban en el mismo establecimiento, sin embargo Yunho le llevaba dos años.
“Luego de que un profesor te llamara por tu apellido una vez que llegaste a mi curso, comencé a investigarte más. Lo que has causado en mí, es más fuerte de lo que pienso”
De alguna forma Jaejoong ha sido algo realista, pues Yunho tiene novia, él lo sabe perfectamente, y aun así, sigue buscándolo.
Muchas veces Jaejoong ha soñado con Yunho, incluso ha llegado a masturbarse por pensar en una situación “subida de tono” con Yunho.
“He pensado a veces que estoy enfermo, soñar cosas así contigo, algo que nunca pasaran, y de alguna forma no puedo dejar de hacerlo, no puedo decirte simplemente adiós. Te amo”
¿Cuánto tiempo Jaejoong iba a seguir con eso? El mismo no lo sabía, su “amor” u “obsesión” lo tenía totalmente cegado, pero lo sabía ocultar muy bien.
“¿Debería de salir y decirte lo que siento? No, quizá no, no sabes siquiera quien soy, quizá… ¿Debería de convertirme en tu amigo primero? Sí, eso haré.”
Jaejoong salió y poco a poco se fue acercando a Yunho, pero disimuladamente regreso a su sitio, porque la novia de Yunho llegó.
“Con tu novia presente no podré hacer nada… Yunho… Te amo”
Se sonrojó por su pensamiento y fue a su casa.
-Jaejoong hace mucho tiempo que no nos vemos ¿Qué te has hecho? –dijo su amigo al otro lado del teléfono.
-He estado muy ocupado Yoochun –dijo en un todo serio y enojado.
-Sé que hay algo que me ocultas ¿Qué es? –insistió.
-No es nada… Chunnie~ -dijo lo último muy meloso para que dejara de preguntar.
-Solo espero que no sea malo, Jaejoong –dijo serio. –Me voy, Junsu y yo saldremos toda la tarde.
-Claro que no –se hizo el ofendido.
“Claro, estar acosando a alguien no es nada malo” Dijo el lado que siempre ve el bien.
-Junsu te manda saludos –y sin más, cortó.
Jaejoong como envidiaba aquella relación que tenían sus mejores amigos.
Y siempre que los veía se imagina a él y a Yunho de la misma forma.
Por el momento, solo era eso, un sueño.
Hizo lo “poco” que podía hacer en su casa, y nuevamente, se fue en busca de Yunho.
Jaejoong, a esa altura, ya podía considerarse un ‘verdadero acosador’, pues sabía donde se encontraba Yunho a esa hora.
Información que obtuvo, claramente, por seguirlo siempre.
Y esto era, lo único que no le había dicho a su mejor amigo, a su alma gemela, Yoochun.
Los días pasaban, y era todo igual.
Yoochun lo llamaba para reclamarle la poca atención que le estaba poniendo, incluso llegó a decirle que si era porque tenía pareja, se lo dijera, pero, como siempre, Jaejoong lo negaba.
Cuando al fin, Jaejoong y Yunho terminaron sus estudios, Jaejoong se volvió, prácticamente, la sombra de Yunho, sin su consentimiento, claro está.
El tiempo pasaba, Jaejoong vio como en varias ocasiones, Yunho terminaba con su novia, y un tiempo más tarde, se hacía novio de otra.
Eso le dolíaa, mucho, pero su miedo y cobardía era mayor a eso.
Tuvo, quizá, muchas oportunidades, para tener una oportunidad de parecer “desconocidos”, y así, poco a poco, entablar una amistad.
Pero no lo hizo.
Se lastimaba a sí mismo, pero su excusa a si mismo siempre era “Por verlo feliz”.
Pero no se detuvo hasta que, un día, mientras veía hacia la casa de Yunho, se enteró que se casaría.
“Maldita”
Pensó, pero en realidad, ella poca culpa tenía.
De alguna forma, el único culpable de ser infeliz era el mismo Jaejoong.
Por su cobardía, por su miedo, por su falta de confianza en sí mismo y en lo que podría pasar, bueno o malo.
Pero no lo admitiría, nunca.
Triste, se marchó de aquel lugar.
Iba pensando en todas las veces que “compartió” felicidad al lado de Yunho.
Realmente solo recordaba las veces en que había visto muy feliz a Yunho, sin que haya tenido una chica a su lado.
Él lo fue también, eso no se podía negar, el veía su felicidad al lado de Yunho, pero lo seria más, según él, si Yunho ya era feliz.
Sus sentimientos eran algo confusos, pero él de alguna forma, sonreía.
Decidió no tomar ningún vehículo para irse a su casa.
Iba pasando por un puente, y de pronto le cruzó una loca idea en la mente.
Tirarse.
Si Yunho se casaría, al fin sería feliz ¿no?
Ahora, ¿qué caso tenía que él siguiera vivo?
“Ninguno, yo seré el único que sufra en todo esto. Se feliz Yunnie~ se feliz por los dos, aunque sea así. Te amo”
En ese mismo momento iba pasando Yoochun en su auto, cuando visualizó a Jaejoong casi ocasiona un accidente.
Rápidamente vio la forma para regresar hacia donde estaba Jaejoong, para no perder tiempo valioso.
Jaejoong tenía lágrimas en sus ojos, una parte de si no reaccionaba para que no se tirara.
No era lo correcto.
Pero él no lo veía así.
Yoochun estacionó su auto cerca y salió lo más rápido posible.
-¡Jaejoong! –grito, quizá, ya era tarde, pero lo intento.