He notado que a pesar de que soy siempre el sumiso en la relación hago gozar a Sasuke, se supone que esa es la idea, pero, he notado también que jamás lo he oído gemir desesperado como el logra que yo lo haga, jamás lo eh notado desesperado…para nada, el siempre lleva el control, siempre me hace rogar, siempre logra que mi cuerpo se descontrole que mi cabeza no formule frases coherentes y solo logre gemir.
Gemir, de su garganta solo salen sonidos excitados, pero siempre aplacados por mi voz, mi voz que grita por mas, que le suplica que se hunda mas en mi…mi auto control se esfuma siempre que lo hacemos….y solo por una vez me gustaría que no fuese así.
Me gustaría hacerlo desear, que pierda por completo el control, que delire por mi, que ruegue entrar en mi…que gima una y otra vez con aquella voz gutural que me vuelve loco.
Suspiro mientras me miro en el espejo, mi piel acanelada, y mis cabellos rubios están un poco mas largos de lo habitual, recorro con mis dedos las marquitas de mi rostro y mis ojos azules me devuelven la mirada…desato mi bata de baño y la dejo caer lentamente por mis hombros, como una delicada caricia y entonces …lo se.
Me visto rápidamente y preparo lo que necesito para mi mas alocado plan, aprovecho de ordenar la habitación para que todo este en perfecto estado y posición a su llegada, miro el reloj que marca ya medio día, tan solo un par de horas para su llegada.
El calendario marca sábado 2 de junio, y como tal debe llegar temprano del trabajo, y yo no tengo mas trabajo hasta el lunes, el día esta perfecto para realizar mi gran misión.
Las 1 de la tarde y escucho las llaves en la puerta de entrada, llevamos conviviendo ya poco mas de un año y todo es realmente genial, hemos aprendido uno del otro y hemos sorteado una suerte de obstáculos en nuestra relación, como la aparente apatía de mi abuela con el, así como también que su hermano mayor tenga la manía de correrme mano y si…y las miles de locas mujeres que han intentado un sinfín de veces robarle de mi lado, la mas persistente de todas es Sakura, una chica que fue compañera de curso de él mientras estudiábamos en la universidad.
Creo que nuestra relación quedo clara para el mundo, por que en un comienzo era prácticamente un secreto, aquel día en la fiesta de la facultad de arte cuando un chico, Sai, se me lanzo en sima para besarme frente a todos, según el ,era entonces yo su mas loca obsesión y su musa inspiradora…basta decir que Sasuke le dio un buen golpe y lo detuvieron entre dos para que no lo dejara medio muerto y no es que Sasuke diera explicaciones, para nada, tan solo me tomo de la cintura con alta posesividad y me reclamo como suyo ante todos los presentes, ha sido uno de los besos mas delirantes que hemos tenido, recuerdo que después de eso literalmente huimos al motel mas cercano para hacer el amor hasta el amanecer.
Le doy la bienvenida al que es mi pareja desde hace ya 3 años 5 meses y 9 días, le sirvo la comida en la mesa del comedor y conversamos de todo un poco, sus ojos negros me miran detalladamente, como tratando de leer mis pensamientos, le ofrezco postre mas el se niega, sin embargo acaricia lascivamente una de mis piernas colando sus manos dentro de mi yukata…yo lo dejo ser, por que hoy será el gran día, hoy el rogara por un poco mas.
Me muerdo el labio y suelto un pequeño jadeo al sentir sus grandes manos recorrer con lentitud mi pierna acercándose peligrosamente a mi miembro…se que le gusta que yo demuestre cuanto me agradan sus caricias…mas de pronto simplemente me levanto anunciando que mejor lavo los platos, el asiente tranquilamente.
Lavo los platos cuando siento su presencia tras de mi y nuevamente sus poderosas y deseosas manos atacan mi ser, tocan mis caderas por sobre la ropa y acerca su cuerpo al mío…puedo sentir por completo su calor…una de sus manos desciende hasta mi trasero donde acaricia con necesidad….oigo de su garganta un sonido estrujado de placer…se a dado cuenta, lo se por que casi con desesperación mete un de sus manos bajo mi yukata….y nuevamente un ronco y gutural gemido se escapa de su garganta.
- No llevas ropa interior- susurra en mi oído y yo solo puedo gemir quedito ante el cumulo de sensaciones que me hace sentir…su voz en mi oído, su mano que se pasea libre en mi trasero y la otra se a colado también tocando uno de mis pezones…los platos tiemblan en mis manos al menos ya estoy terminando sino seguramente caerán al suelo.
Cierro el grifo del agua cuando siento ambas manos en mis caderas y como con fuerza tira de mi hacia atrás para hacerme sentir con mis glúteos que hay algo realmente duro dentro de sus pantalones.
Y yo gimo…es que no me puedo contener, todo es tan ardiente…en algún momento me monta sobre uno de los muebles de la cocina y mientras batalla con su cinturón me besa desenfrenadamente, yo solo serpenteo para que nuestros cuerpos se rocen una y otra vez…su boca tironea de mi yukata para tener acceso a mi hombro y así poder morder suavemente mi piel.
Intento enfriar ligeramente mi mente, se me esta escapando de las manos…nuevamente esta haciéndome perder el control de mis actos…así que lo miro con deseo y le pido entre gemidos que me lleve a nuestra habitación…con un gemido resignado me carga entre besos hasta la habitación donde me deja caer casi despreocupadamente en la cama y yo puedo ver sus ojos negros enceguecidos de lujuria mientras desata su corbata.
La corbata, eso es…de alguna forma logro ponerme sobre el y con una sonrisa le digo que quiero jugar un poco…jamás me negaría ese placer…sonríe maquiavélicamente antes de notar como termino de hacer un nudo atando sus manos…su sonrisa se borra y me mira sorprendido mas jamás molesto.
Juego son su oreja…se que le gusta, lo desespero ligeramente, desabrocho su impecable camisa y recorro su blanca piel del pecho con mi lengua y mis dientes…jugueteo cerca del broche de su pantalón…lo noto agitados…intenta acelerar el proceso mas lo detengo.
Gime necesitado y sorprendido cuando desabrocho su pantalón solo con mis dientes…lo siento temblar ligeramente…bajo la ropa, la quito toda y la lanzo al suelo, soplo solo un poco sobre su miembro erecto y el serpentea sobre la cama para acercar su necesitado miembro a mi boca…mas yo le rehúyo.
Paseo mi lengua cerca de aquel delicado lugar, y beso suavemente la punta de su miembro, avece utilizo solo la punta de mi lengua para jugar con sus pene y el gime…pero seguiré con mi juego hasta que me pida lo contario…
- Mételo…ya!- suplica desesperado y yo sonrío con malicia…sus ojos negros tienen su pupila totalmente dilatada, no pierde detalle de lo que hago…y mientras nos vemos a los ojos con rapidez meto todo su miembro dentro de mi boca, oír aquel gemido delirante que salió de su garganta fue el mejor pago.
Juego con su miembro, de arriba a abajo, lamiendo, succionando y jamás perdiendo el contacto visual con sus ojos, solo cuando sus ojos se cierran para controlarse un poco…sus manos aun atadas presionan un poco mi cabeza para alejarme…mas se que realmente no desea que pare por que cuando yo dejo de moverme es el quien impulsa con sus caderas a que su miembro se pierda una vez mas dentro de mi boca.
- De..detente- habla entre cortado, su miembro hinchado palpita dentro de mi boca, se correrá en cualquier segundo…una lamida mas y me separa, gime resignado en cierta forma, por que no ha alcanzado el orgasmo deseado.
Me alejo ligeramente y me paro frente a el, sus ojos negros recorren todo mi ser, mis manos desatan lentamente el nudo del cinto de mi yukata y con sensualidad dejo que esta acaricie mi cuerpo antes de llegar al suelo, oigo como gime quedito e intenta acercarse a mi…mas yo lo alejo.
Roso mi cuerpo con el de el, besos sus labios y dejo que su lengua entre desesperada a mi boca, la recibo con deseo, restriego nuestros miembros necesitados, me incorporo un poco y noto su mirada de reproche yo solo sonrío ante eso, me ubico sobre su miembro y hago que la punta de su miembro roce mi entrada…gime desesperado y nuevamente mueve sus caderas intentando entrar en mi…mas yo no lo dejo, sus manos atadas intentan atraparme mas no lo dejo…me acerco a su oreja y luego de lamerla un poco le susurro un “disfruta”, el suelta un notorio gemido y asiente.
Me alejo un poco de el y me masturbo para el, sus ojos no pierden detalle, se lame los labios y me pide que me toque mas..y yo lo obedezco, obedezco cada una de sus palabras…incluso cuando me pide que me prepare…así lo hago.
Le miro directamente a los ojos mientras lo hago, chupo mis dedos y lo incito a la locura, entonces los meto en mi…y gimo para el, jugueteo un poco mas con mi entrada mientras veo su pecho subir y bajar aceleradamente, incluso, pequeños gemidos estrangulados se le escapan.
- Déjame tocarte…- me habla ronco y yo sonrío, sonrío por que no le dejare…quiero que ruegue, que me necesite realmente.
Gimo mas, mas fuerte, le llamo, lo prendo aun mas con la mirada, entonces suelta aquellas palabras, las que tanto quería escuchar “ por favor”
Entonces yo abro mis piernas para el, que a pesar de tener sus manos atadas se las ingenia de buena forma para meter su lengua en mi, grito, grito de placer por que mi cuerpo en verdad lo necesitaba, pero pronto lo alejo no quiero terminar aun.
Luego me acerco a el que esta recostado y acerco mi entrada a su erecto miembro, y juego un poco mas, solo con la punta, lo dejo ingresar y luego lo saco, sus manos intentan aferrarme de alguna manera para poder meterse por completo de dentro de mi, mas no lo dejo, sigo así, solo dejo ingresar la punta, sus ojos se pierden avece y suelta una y otra vez pequeños gemidos roncos…mas cuando le tomo por sorpresa y me dejo caer por completo, muerdo mis labios para que mi grito de placer no acalle el suyo…y oír su voz en aquel grito gutural fue la gloria, el mejor pago de todos, comienza a serpentear desesperado para así moverse dentro de mi y yo lo dejo, y cabalgo una y otra vez…con mas fuerza y el grita una y otra vez mientras me ruega que le desate…cuando siento que estoy próximo a correrme lo libero de su miserable atadura y es entonteces que sus manos se clavan en mis caderas profundizando con un exquisita fuerza cada movimiento, no son necesarios muchos antes de que sienta aquel calor abrazante de sus semillas en mi interior, y me corro con un gran grito mientras siento sus dientes clavarse en mi cuello.
Caímos rendidos, le beso el cuello y el acaricia mi cabello, no relajamos un poco, le miro y veo en sus labios una sonrisa de satisfacción.
Me susurra que me ama y yo le susurro un “yo también” antes de dormirme.
Fin