Estaba sediento, y no sé cómo, aún tenía fuerzas como para correr, pero no corría como cualquiera de nosotros, sino que parecía un humano. Y parece que me topé con uno.
-Hola, estás bien? -me pasó una mano y me ayudó a levantarme, y me fijé en su rostro, era guapo
-S-sí… estoy bien, lo siento mucho
-No eres un poco joven para estar a estas horas en la calle?
-No sé a qué te refieres, tengo 100 años -se le abrieron los ojos como platos
-Niño, conmigo a estos jueguecitos no juegues
-¿Niño? -reí -Usted quién se cree que soy? Un humano? -reí
-Eres un niño y humano
-Entonces, ve que estos colmillos -le mostré -esta piel blanca y este pelo tan suave es de un humano como usted? -enarcó una ceja
-Ya, déjate de jueguecitos, los vampiros no existen -reí
-Qué gracioso, será porque nunca te encontraste a uno -me mareé -por cierto, no me prestarías un poco de tu sangre, llevo sin beber unos dos o tres días, y si sigo así, moriré
-A cambio de algo
-¿De qué? -sonrió
-Sé mío
-¿En qué sentido? ¿Sexo?
-No en ese, vive conmigo, te daré toda la sangre que quieras
-¿No cree que es demasiado por un poco de sangre?
-No, no lo creo
-Bueno… me lo pensaré -mi mareo aumentó y casi caigo al suelo si no fuera porque unos brazos fuertes me agarraron -s-sangre… -olisqueé su brazo
-Bebe -puso su muñeca a unos centímetros de mi boca
-¿Estás seguro?
-Sí -clavé mis colmillos en su muñeca
Su sangre era diferente a la de cualquier persona a la cual le bebí sangre, era más sabrosa, más dulce… creo que aceptaré su propuesta. Saqué mis colmillos y lo observé, estaba pálido.
-Creo que necesitarás comer un poco de más a partir de ahora si no quieres morir
-Eso quiere decir que aceptas mi propuesta
-Tu sangre es diferente a la de otras personas -vi como sonreía
-Me llamo Jonghyun, tú cómo te llamas?
-Kim Kibum
-¡Qué coincidencia! El mismo apellido
-Me recuerdas a mi bisnieto -toqué su pelo, estaba muy limpio, demasiado como para ser de una familia pobre -la última vez que lo ví, fue cuando cumplió sus diez años… de eso hará unos diez años más
-¿Tú família sabía que eras un vampiro? -nos levantamos, sonreí
-Claro que lo sabía, pero por alguna extraña razón, cuando mi bisnieto cumplió sus diez años, me sacaron de la família diciendo que me volvía loco estando a su lado -empezó a caminar, yo le seguí
-¿Y era verdad?
-Extrañamente me gustaba como olía, siempre estaba a su lado, con todas las ganas de beber su sangre, pero nunca lo hice, no quería que muriera, estaba demasiado sano como para convertirse en un monstruo como yo o morir
-¿Y no te paraste a pensar que soy yo ese niño?
-No lo creo, aunque sepas tan dulce como él… él ni siquiera vivía aquí, vivía en…
-Gangnam? -se paró y me miró
-Entonces eres tú… Será por eso que eres tan bonito -lo despeine -¿Aún sigue viviendo mi niet?
-Desapareció una noche y lo encontraron muerto después de dos años
-No parece que te duela mucho
-Claro que no, él fue quien mató a mi madre
-Ahora entiendo porque quieres que viva contigo -asintió y me abrazó
-Gracias -me susurró en el oído -ven -me agarró de la mano y me arrastró hacía una mansión
-Seguís teniendo el mismo negocio ¿Verdad?
-Si te refieres al teatro más conocido aquí en Seúl y un hotel carísimo, sí, ese mismo
-Entiendo… y tú cantas?
-Oh claro! ¿Tú también? -asentí y sonreí
-Fui una de las mayores estrellas en mis tiempos, desde que me pasó esto, entonces… no pude salir a cantar, sabía de mis consecuencias, todos notarían que no envejezco y en esos tiempos sabían que existíamos y lo que podíamos hacer
-Buenas noches, seño-se… señor Kim! -era el mismo mayordomo -Señorito ¿Usted sabe quién es?
-Claro que lo sé, no soy tan estúpido como para no saber quien es mi bisabuelo
-Buenas noches -le saludé
Entramos en la mansión, era de un color dorado el interior, y había dos escaleras que llevaban al mismo sitio, dos puertas a cada lado y muchas mujeres y hombres corriendo de un lado para otro.
-No hay demasiada gente trabajando?
-La casa es grande, hoy habrán invitados
-Supondré que no serán cincuentones que me puedan recordar
-No, son amigos míos, y tienen la misma edad
-¿Y qué celebramos hoy?
-Mi cumpleaños -se me iluminó la cara y salté encima suyo
-¡Felicidades mi amor!
-Serás mi primo a partir de ahora
-Sí, y come un poco, sigues estando pálido -miré por los lados y localicé la cocina y lo tiré para allá
-Vamos a comer en media hora
-No pasa nada… ¡Eh vosotros! Hacedle algo para picar
-Y tú quién crees… -lo miré seductoramente -claro que sí
-¿Cómo lo haces?
-¿Hacer el qué?
-Lo que acabas de hacer
-Es la magia de la noche Jonggie
-¿Con cuantos te acostaste?
-Mujeres… miles, hombres ni uno, pero creo que eso no va a durar para mucho -sonreí -¿Y tú?
-Zero y zero
-No creo que por mucho tiempo -sonreí y me colgué en él agarrándome por su cuello
-Señorito, ya está lista la comida -me giré y vi como dejaba el plato en la mesa más cercana,era un trozo de pastel relleno de fresas, me quité de su cuello y fui a coger el plato, eran un trozo de pastel relleno de fresas, y se lo puse en la cara
-Come!
-Yah, de acuerdo -se lo comió, y cogió un poco más de color
-Ya vas recuperando tu energía, no sé ni cómo pudiste estar tanto tiempo sin desmayarte
-Será porque estoy super sano y tengo mucha sangre
-¿Qué talla tienes?
-¿Por qué lo quieres saber?
-Para cambiarte de ropa
-Y tú te crees que lo sé?
-Creí que lo sabías… Supondré que tengo algo tuyo ya que me lo llevé todo de esa casa. ¡Sebastian!
-¿Sí mi señor?
-Tiene algo de su talla
-Sí, claro
-Entonces trae la ropa a mi dormitorio, estaremos ahí -asintió y se fue
Caminamos por las escaleras, giramos a la izquierda y la última puerta era su habitación. Entramos en ella y era bastante grande, había una cama matrimonial con las sábanas blancas. Había varios armarios y la puerta hacia un baño y una ventana enorme.
-Supondré que esa ventana por la mañana estará tapada
-Es cierto… no puedes estar en la luz
-Ah y una cosa que deberás de recordar a partir de ahora -lo agarré de la camisa y acerqué mis labios a los suyos -a partir de ahora, eres mío y de nadie más
-Eso lo debí de haberlo dicho yo, pero qué más da! -pegó sus labios a los míos -voy a odiar tus colmillos por el resto de mi vida
-A lo mejor algún día odiarás también los tuyos
-No creo que los odie para ese entonces -escuché los pasos de Sebastian y me aparté, abrió la puerta
-Aquí tiene Señor Kim
-Gracias
Me empecé a quitar mi ropa, pero sentía su mirada fijarse en mi espalda. Me giré y puse mis manos en las caderas.
-¿Nunca has visto a un hombre desnudo?
-Sí… lo que pasa es que tu cuerpo es demasiado perfecto
-Era de esperar que dijeras algo así
Me desvestí del todo y me puse la ropa que me dejó Sebastian, era una blusa blanca, por encima una pajarita negra, los pantalones negros, calcetines que van por debajo de las rodillas y unos zapatos.
-Mmmm… aquí falta algo -me miré
-Sí, y ya sé lo que es -sacó de su armario uno de sus trajes y le sacó un abrigo negro -esto es lo que falta, espero que no te vaya grande -me lo puse
-Perfecto me va -entró nuevamente el mayordomo
-Señorito Kim, han llegado sus amigos
-De acuerdo, ahora bajamos, diles eso -asintió y salió
Me acerqué a él para besarlo por última vez, el cual duró un poco más de lo esperado, y acabó con una mordedura en su labio inferior.En el cual salía sangre y yo tuve que lamer.
-Eres demasiado dulce Jonggie
-Nunca creí que sería el muñeco dulce de mi bisabuelo
-¿Muñeco? no eres mi muñeco, sino que eres mi amor -me relamí los labios -quien diria que mi amor lo encontraría en 100 años encima ser uno de mis familiares
-Aish… vayamos abajo, nos están esperando, además si seguimos aquí a solas no aguantaré más -lo agarré de la blusa y lo tiré fuera de la habitación -Ah y por cierto, ni se te ocurra decir que tienes 100 años, tu tienes quince y punto
-Siiii primo! -reí y me colgué en su espalda
-¿Qué haces?
-¿No tenía quince? -rió
-Va, serás niño -olisqueé su cuello, olía tan bien…
-Jonghyun felic… ¿Quién es ese?
-Es mi primo, sus padres hace poco murieron y me pusieron a cargo de él
-Pobrecito, lo estará pasando mal -comentó uno, tenía pelo rubio y vestía muy blanco
-Al revés, estoy demasiado feliz por poder estar con mi primo -lo abracé más fuerte
-Jonghyun, tú família es muy rara
-Lo sé, pero no es mi culpa que yo lo sepa cuidar mejor que ellos, Onew
-¿Cómo os llamáis? -pregunté observando a los otros dos
-Yo soy Minho, encantado -sonrió y le devolví una sonrisa sin mostrar los dientes
-Y yo Taemin, encantado ¿Tú cómo te llamas?
-Me llamo Kibum, espero que nos llevemos bien a partir de ahora -bajé de la espalda de Jonghyun haciendo una reverencia a los tres -Vayamos a comer!
-¿Cuánto hace que llegaste Kibum?
-Hace una hora más o menos
-Eres monísimo -se me echó Taemin encima
-Lo sé, sé que soy mono, pero no me gusta que cuelguen de mí -lo eché a un lado
-¿No eres demasiado pálido?
-No, para nada, simplemente yo no salgo al sol, estudio en casa y salgo de paseo solo por las noches con mis… papas, pero supondré que Jonggie ahora podrá salir conmigo por las noches -lo miré
-Claro
-Con él no te enfadas que te llame así y con nosotros sí?
-¡Eh! No os dejo llamar así porque solo a él y mi mamá dejo llamarme así -bajé la cabeza
-Genial! Su cumple y ya la fastidiais -lo abracé
-L-lo siento… ah por cierto, hablando de cumpleaños ¡Chicos el regalo!
Cuatro hombres trajeron un enorme cuadro de ellos cuatro donde Jonghyun sobresale y quedaba hermoso con su rostro sonriente.
-Es perfecto chicos! Gracias! -corrió a abrazarlos, dejándome sonriente
-Es bonita la amistad
-Tuve unos cuantos… pero desgraciadamente me dejaron por otros, pero bueno, tengo a mis hyung ahora! -sonreí -¿Verdad?
-Sí! -gritaron todos y aplaudieron
-Vayamos a comer, empiezo a tener hambre -dijo jonghyun
Fuimos al comedor y nos sentamos en una mesa de diez personas, empezamos a comer, pero me fijé en mi vaso, no contenía lo mismo que en todos… Seguro y es su sangre. Miré a Sebastian y me hizo una reverencia, yo sonreí para agradecerle.
-¿Qué es esto? ¿Vino?
-N-no… es zumo de granada -sonreí -aún no puedo tomar vino, soy demasiado pequeño -di un trago
-P-por qué tienes los labios manchados? -Minho tembló
-Claramente porque eso no es ni vino ni zumo, eso es sangre -miré a Onew, sabe demasiado -su piel es demasiado blanca como para ser la de un humano y por alguna razón aún no ha sonreído mostrando los dientes, y además de eso, Jonghyun tiene la manga de su blusa con sangre seca
-No serás un caza vampiros ¿verdad?
-No, pero me informo muy bien, tampoco me extrañaba, he notado cada mentira en vuestras palabras -miré a Minho y Taemin, estos estaban con la boca demasiado abierta
-Me sorprende que esos dos aún no se hayan ido corriendo -rieron
-¿Por qué nos íbamos a ir corriendo? Es impresionante encontrarte a una criatura mitológica, la mayoría murieron a causa de nosotros
-Pero chicos, yo no soy pura raza, a mi me convirtieron, soy el bisabuelo de Jonghyun y este año cumplí mis 100
-¿Cuando?
-El 21 de Agosto, pero chicos, por favor, no se lo digáis a nadie
-Tendríamos de no pronunciar tu nombre, es reconocible por todos lados -dijo Minho
-Tanto me recuerdan? Nada más actué cinco años
-Y fue lo suficiente para que supieran de tu talento
-Y cuanto tiempo piensas quedarte aquí?
-Mucho tiempo, supongo hasta la muerte nos separe -me levanté y me senté en el regazo de Jonghyun -verdad jonggie?
-A ver, os acabais de conocer y...
-Es algo difícil de explicar...nunca había probado una sangre tan deliciosa, y recuerdo que tan bien me olía el cuando tenia diez y menos de eso... creo que es eso lo que hizo que me acercara más a él
-Así es como sabéis quien es tu amor platónico?
-Realmente no lo sé
-Oye Jonghyun, nosotros dos nos tenemos que ir -dijo Taemin agarrando el brazo de Onew -mamá nos dijo que tendríamos que llegar un poco antes hoy, mañana tenemos trabajo
-Oh cierto, yo también -nos levantamos, para acompañarlos a la salida
-Lo siento si los hice pasar un mal momento -hice una reverencia para disculparme
-Ah qué va, al revés, así ahora podemos saber más de vuestra raza, aunque me hubiera gustado como está hecho vuestro cuerpo, qué tan perfecto es
-No se preocupen, algún día -sonreí y despedí con la mano porque ya se estaban yendo -Buenas noches y adiós
Cerraron la puerta y me acerqué a Sebastián, el que me miraba serio pero a la vez reflejaba aquel miedo que siempre tenía en su rostro.
-No hace falta más de tu sangre, tú mismo lo sabes, ya no estás hecho para eso
-G-gracias, señor Kim
-No, gracias a usted
Busqué con la mirada a Jonghyun pero no lo encontré, lo olisqueé y el olor provenía de su cuarto, entonces corrí como cualquier otro día lo hacía y al estar a escasos centímetros de la puerta, paré y caminé lentamente y la abrí. Escuché la cerrarse el grifo, entonces tuve una idea. Me quité toda la ropa en unos pocos minutos, sin siquiera la ropa interior. Cuando me tumbé en la cama con pose seductora, Jonghyun salió del baño.
-Y luego me dicen que aguante hasta casarme -se quitó la toalla de la cintura, quedando al descubierto
-Grrr~ hazme un hombre de verdad
Se tiró encima mío, repartiendo besos por todo el cuerpo, mordiendo suavemente algunos lugares. Subió su rostro hacia mi cara y me besó, tuvimos un ritmo salvaje de beso además que este me empezó a masturbar.
-Mmm… Jonggie, fóllame, hazme tuyo, no podría esperar más
Lo giré y quedé encima de él, se me quedó observando, sonriendome. Pasé mis colmillos por todo su cuerpo, arañando partes de su pecho y abdomen, aún así él gemía y eso me acababa de gustar, una mujer siempre se quejaba de por qué dolía, pero con él era diferente.
Dónde le salía sangre, lo chupé para que se le curara más rápido, claramente ése era mi método para que un humano sobreviviera.
Me restregué sobre su miembro dándole el placer que nunca tuvo, y lo agarré para metermelo en mi entrada, lo cual me supuso puro placer.
-¡Oh siiiii! -gritamos los dos al unísono
-E-eres estrecho…
-Eres placentero -lo besé
Nuestro vaivén había empezado lento, pero a los pocos minutos estaba yendo a un ritmo salvajismo y aún necesitaba de más.
-Ponte de cuatro
Le hice caso y me puse de cuatro, sintiendo como su miembro nuevamente entraba en mi y empezaba con ese ritmo que yo pedía. Además de eso, empezó a masturbarme y darme besos en la espalda.
-M-me voy a co-correr…
-Hazlo dentro! -me relamí los labios
Al cabo de unos minutos más, él se corrió en mi interior y mi semilla acabó en las sábanas. Salió de mi interior y nos dimos un último beso.
-Supondré que no vas a dormir…
-Que sea vampiro no significa que no pueda vivir, babbo… ¿Qué pasa? Todos pensáis que dormimos en tumbas y en las mañanas
-Sí… así es como os describen
-No, dormimos en camas decentes, por la noche o mañana, depende de cómo nos sintamos, eso sí, la luz me toca y ya es piel muerta
-Supondré que el mayordomo se hará cargo…
-Él lo sabe todo de mí -sonreí -lo hará bien
Nos abrazamos, cerramos los ojos y nos fundimos en un sueño que nunca conseguí tener. A lo mejor dormía… pero nunca soñé nada, y gracias a ello, supe que aquella… era la persona a la que amaba.