Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ZOMBIE por kawai13

[Reviews - 63]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lamento la demora, y espero les guste este corto cap.

 

Disclamer: Los personajes de Naruto Manga/Anime no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto, solo los uso, para darle vida a mis historias SIN FINES DE LUCRO.

— Pu paru pum pum, Pu paru pum pum — Tararea Temari, mientras golpea suavemente sus palmas contra la cabecera del asiento del piloto. El asiento donde YO, estoy sentado. Y luego empieza a cantar. —“Hemos estado acá por mucho tiempo. Tratando de llevarnos bien. Pretendiendo que eres muy tímido.”(*) — No es que tenga mala voz — “Soy una chica normal Tratando de hacer todo lo que puedo . Mi temperatura está subiendo” — Bueno, tampoco tiene la mejor del mundo.

 

Está feliz, como todos nosotros, por eso la aguanto, por eso todos la soportamos.  Ahora nos encontramos saliendo de la pequeña ciudad donde nos abastecimos, en una hermosa y amplia camioneta cuatro por cuatro, con la batería buena,  llave incluida, tanque repleto, con lunas impenetra (1) y en perfecto funcionamiento.

 

No fue el primero que probamos. Ya habíamos pasado cerca de un par de horas intentando conseguir un carro y empezábamos a dejar el optimismo y remplazarlo por cansancio, obviamente no hubiéramos dejado nuestra tarea de búsqueda aunque tuviéramos que provar en cada carro de la pequeña ciudad, pero aun así las ganas iniciales se acaban de forma pausada; cuando haces una misma acción una y otra, Y Otra vez sin resultados favorecedores, cualquier ser humano vivo se llega a desanimar.

 

“Lloro por la noche

No hay nadie a la vista

Y tenemos mucho que compartir

Estamos hablando bien

Si tienes tiempo

Pero yo no tengo tiempo para desperdiciar

Sí”

 

Era creo que el vigésimo o vigesimoprimer carro, como siempre, Gaara abría el capote y desconectaba los cablecitos que activaban la alarma. Neji con una delgada hoja de una de sus alargadas cuchillas especiales, la metía entre la luna de la ventana y la unión con la puerta. La movía un poco y luego de un “click” sacaba su cuchilla y el seguro estaba destrabado. Dentro del carro, no había ninguno de ellos atorado, estaba todo limpio y con las llaves escondidas en el porta-lentes del medio. Neji no tuvo que romper y conectar otro tipo se cables para que encendiera, simplemente metió la llave y el carro encendió.

 

Temari y yo estábamos de espalda protegiendo al castaño de cualquiera que se acercara. Mientras Gaara veía el funcionamiento del motor y luego lo cerraba.

 

Ambos jovencitos casi saltaron al encuentro y a la loca de Temari se le escapó un gritito que llamó la atención de un solo ser. Corrí hacia el con la espada lista, pero si logró olernos y lanzó el grito antes de que le cortara la cabeza por la mitad; podía notar como se caía y el cerebro salía de su lugar.

 

 

“¿Quieres tocarme? (Sí)

¿Quieres tocarme? (Sí)

¿Quieres tocarme ahí? ¿Dónde?

¿Quieres tocarme? (Sí)

¿Quieres tocarme? (Sí)

¿Quieres tocarme ahí? ¿Dónde?

¿Ahí? ¡Sí!

 

Sí, oh sí, oh sí”

 

— ¡Mierda! — Dije viendo a la derecha en esa intersección de calles. — Habían unos diez en camino y si gritaban estaríamos en serios problemas. Corrí de vuelta y les indiqué a todos que se metieran a nuestro nuevo transporte.

 

Entré trotando y apenas cerré la puerta arranqué el carro. Aun sin camuflaje era peligroso usarlo en el interior de los pueblos, llamar la atención no era lo mejor. Pero al auto le tomaría cierto tiempo tomar el olor de una persona viva, por lo que nos encontrábamos seguros temporalmente.

 

El plan inicial (si el carro no tenía mucha gasolina) era pararnos en la salida de la ciudad, matar un par y bañar el carro en tripas y sangre de los muertos para volver a una de las gasolineras de esta ciudad, pero como el tanque estaba lleno, se decidió el alejarnos de las enormes masas y atropellar a un par en el camino. Recargarnos y abastecernos en los grifos y listo.

 

A buscar provisiones.

 

Ahora mismo Temari se encontraba cantando a todo pulmón era debido a que husmeando en el carro encontró un CD de Joan Jett. Una de sus cantantes favoritas y predilectas. Gritó cual quinceañera al verlo y cuando funcionó y el carro se llenó de la música. Ya nadie pudo pararla.

 

“Cada chica y chico

Necesita un poco de alegría

Todo lo que hacen es sentarse y mirar

Rogando de rodillas

Cariño, ¿no quieres

Enroscar tus dedos en mis cabello?”

 

— Te agradecería que al menos no me revolvieras el cabello mientras tienes tu orgasmo musical, por favor — Dijo Gaara que ahora era la víctima de los ataques de emoción de Temari.

 

— Acaba esta canción y bajo el volumen Temari. No quiero atraerlos a ellos. Ni a otros humanos— La vi por el retrovisor mientras seguía cantando a todo pulmón que asentía conforme al pequeño gusto que le daba.

 

“Mi, mi, mi

Whisky de centeno

¿No te hace sentir tan bien?

Bien o mal

¿No te excita?

¿No te das cuenta que estamos perdiendo tiempo? (Sí)”

 

Lo que más me asustaba en este momento no era el encontrarnos con una horda de ellos, porque fácilmente podríamos dar vuelta con el carro e ir por otra ruta, no, eso no daba miedo, sino  el pensar en el final de la canción, si Temari se ponía a cantarlo, estaríamos escuchándola gritar como si estuviera teniendo relaciones sexuales con alguien y estuviera a punto de llegar al orgasmo. Y doy gracias a Dios que tengo que mirar obligadamente hacia la carretera, porque fácilmente empezaría a toquetearse mientras cantaba… o bueno, gritaba sus gemidos fingidos.

 

Ay, Dios… Si la va a cantar.

 

 

“¿Quieres tocarme? (Sí)

¿Quieres tocarme? (Sí)

¿Quieres tocarme ahí? ¿Dónde?

¿Quieres tocarme? (Sí)

¿Quieres tocarme? (Sí)

¿Quieres tocarme ahí? ¿Dónde?

¿Ahí? ¡Sí!

 

Mi pequeño Neji se ha movido del asiento de la ventana al central de la parte delantera y ha ocultado su cabeza en mi pecho; en solo un segundo que fijo mi mirada por el retrovisor, veo a Temari contorneándose y Gaara tapándose los oídos y tan rojo como su cabello. En este momento me arrepiento de haberla dejado cantar hasta el final.

 

Ruego y rezo mentalmente porque la canción acabe lo más pronto posible, mientras siento a mi Neji abrazarme y apretar un poco más su agarre.

 

Apenas Temari da su último grito-gemido, bajo el volumen a casi cero y escucho una pequeña caída en la parte trasera.

 

— ¡Loca! ¡Ya te dije que dejes de molestarme! — Temari había caído encima de Gaara y había empezado a acariciarlo torpemente mientras se reía de las quejas de su pelirrojo familiar.

 

Me aclaré la garganta llamando la atención de los dos primos y sintiendo como mi Neji por fin dejaba de aferrarse a mi pecho para mirarme expectante. Como siempre esperaban las nuevas órdenes.

 

— Ya que dejamos de escuchar gemir a una MUY necesitada Temari — Un pequeño reclamo se escuchó de su parte — Debemos continuar con la siguiente fase. Temari, empieza a repartir los implementos necesarios de los que me hablaste.

 

La rubia mujer dejó de estar tirada entre las dos hileras de asientos en la parte trasera y metió medio cuerpo a la amplia maletera donde los cuatro habíamos colocado nuestras enormes mochilas.

 

— Obvio que estoy necesitada — Los susurros de Temari eran acompañados por el sonido de cierres y el movimiento de telas, tal vez su ropa en la mochila — Es decir, no hay ni un maldito hombre disponible a kilómetros a la redonda, como quieren que siga con mi sana vida sexual antes del bonito apocalipsis. — Se empezó a oír el abrir de paquetes, seguramente  de los guantes. — Fácil y a esos caminantes ni se les para.

 

— ¡Temari! Ya, entendimos que no es tu culpa — Neji se apresuró a recibir los accesorios para él y para mí.  — Pe-pero tampoco es que tengas que decirlo en voz alta.

 

— Pero si lo estaba diciendo en mi mente, peque Neji.

 

— No era asím, tonta prima — Ahora fue un enfurruñado Gaara.

 

— Bueno, solo dije la verdad.

 

Los chicos de atrás empezaron a ponerse sus accesorios al igual que mi bello príncipe. Al acabar vi uno de ellos cruzando la carretera, en vez de esquivarlo como a los otros pocos que nos encontramos en el camino. Lo atropellé y  de la parte trasera tanto Temari y Gaara salieron para dar el alcance al no muerto que seguía retorciéndose. Neji me pasó los Lentes, mascarilla y guantes.

 

Una vez fuera del carro con la llave en el bolsillo y el automóvil asegurado, vi como Gaara limpiaba su flecha y la guardaba. El caminante ya no se movía más. Me acerqué y sin delicadeza alguna le incruste el cuchillo de caza que saqué de mi cinturón.

 

— Como doctor hubieras muerto de hambre y asesinado a todos tus pacientes — Admito que no fui nada meticuloso con el corte, pero ellos no lo merecían.

 

Neji lo cogió de su tobillo cuando ya le había abierto todo el torso y lo jaló un par de metros hasta dejarlo más cerca al carro.

 

Los cuatro empezamos a sacar tripas y órganos medio pútridos de ese desagradable cuerpo.  Esparciéndolos por todos lados menos la ventana delantera y la de atrás.

 

Neji y Gaara hablaban sobre una árbol que se veía desde donde estábamos ubicados, podía ser un árbol frutal y querían investigar para ver si podía comer una jugosa fruta fresca, la que sea estaría bien. Yo solo escuchaba a Temari tararear la misma música en voz baja mientras aplastaba lo que antes fue un pulmón y esparcía el viscoso líquido por la puerta del piloto. La camioneta era más grande de lo en un principio pensamos encontrar, era muy útil, es verdad, pero este caminante solo no nos serviría para acabar de cubrir toda su superficie.

 

Mientras pensaba en una forma de atraer a un solo caminante o buscar uno en las cercanías para no entrar sucios al carro vi como un helicóptero de color petróleo volaba muy por lo alto de nosotros. Ignorándonos olímpicamente, pero admito que a esa altura, no seríamos más que una mancha en un fondo terroso.

 

El sonido de ese motor en funcionamiento paró la conversación de todos y de un momento a otro vimos cómo  empezó a caer en picada y bambolearse en el aire.

 

Intentamos ignorarlo, pensar en confiar en otros humanos era tonto y menos en la milicia, ellos realmente no sabían cómo manejar esta situación, además, nosotros hemos sobrevivido solos por casi un año, por lo que realmente no necesitábamos de nadie más que nosotros mismos. Los jóvenes donceles seguían expectantes de ese árbol que los llamaba a su búsqueda, cuando  de pronto se escucharon los pasos torpes y disparejos de un caminante.

 

Volteé a verlo y con el mismo manchado cuchillo caminé hacia el y se lo incrusté en la sien derecha. Luego lo arrastré hasta donde los demás me esperaban expectantes.

 

— Gaara, guardia arriba de la camioneta — El pequeño pelirrojo asintió y se subió al carro sacando su arco simple y su carcaj.

 

Fue un total descuido de nuestra parte no poner a alguien desde el inicio que vigilara nuestras espaldas.

 

Gaara era como nuestro centinela, de mejor puntería y gran vista. Apodado Légolas por Temari, era la opción clara para ponerlos como un confiable vigía.

 

Los minutos pasaban mientras destrozábamos el segundo cuerpo, embadurnando el carro por casi toda su superficie. Gaara ahora hablaba con Neji pero sin verlo siempre atento a su exterior y Temari se había unido al juego de adivinar que fruto tendría ese frondoso y verde árbol.

 

Al terminar con nuestra tarea, todos nos sacamos los guantes y mascarillas para tirarlas a un costado, mientras limpiábamos con alguna parte no manchada de sangre de nuestra ropa, los lentes que si eran más importantes y no remplazables.

 

Yo deseche toda mi ropa superior, me había sacado el chaleco al igual que los demás antes de bajar a ensuciarnos por completo, y tanto Temari como Neji también hicieron  lo mismo. Como Gaara fue relegado a centinela en menos de un par de minutos, no tuvo más que desechar los guantes que había dejado a un costado  apenas se subió a hacer guardia. Lo demás lo pudo guardar.

 

Cuando ayudaba al pequeño pelirrojo a bajar de un salto un fuerte sonido de explosión se escuchó desde lejos y a mi mente solo pudo llegar el recuerdo de ese helicóptero mal maniobrado.

 

— ¿Qué fue eso? — Temari se había acercado al grupo buscando protección inconscientemente. Una cosa eran caminantes que puedes matar con un simple cuchillo, otra muy distinta, personas vivas y crueles poseedoras de armas de fuego.

 

— No lo sé, pero no quiero averiguarlo — Susurró Gaara.

 

Neji, que era el único dentro del carro se asomó por la puerta del piloto.

 

— Vamos chicos, intentemos ignorarlo y vayamos por ese llamativo árbol.

 

Todos nos metimos en el carro. Neji me dio un polo nuevo que había sacado de mi mochila, por eso ingresó antes, y todos nos empezamos  a cambiar más tranquilos sintiéndonos protegidos por la enorme capa de metal que era el carro, ahora camuflada ante nuestros enemigos diarios mediante el olor.

 

Menos de cien metros manejando el carro y a la derecha de la pista, un poco alejado, se podía ver un árbol que sobresalía de la escasa fauna del lugar.

 

Temari corrió  como una niña entusiasta mientras yo cerraba y aseguraba el carro nuevamente. Gaara la perseguía ahora con su ballesta por si alguno de ellos salía de entre la maleza sin aviso alguno y Neji desdoblaba uno de mis enormes polos de manga larga. Y lo anudaba por las mangas y el cuello de tortuga.

 

— Hey. ¿Qué le haces a mi hermosa camiseta? — El solo se reía mientras negaba con la cabeza y seguía anudando mi prenda de vestir.

 

— Sé que es una de tus favoritas, pero también es la más grande y en ella podremos llevar muchos frutos.

 

— Eso no importa, el punto es — Pasé una mano por su cintura y lo atraje a mi cuerpo mientras seguíamos caminando — Que el agarrar mis cosas sin mi permiso tiene un pequeño castigo.

 

Le di una nalgada y satisfecho por haberle sacado un gemido de sus acorazonados labios, caminé hasta donde una Loca Temari contenía su grito de júbilo. Neji sabía que no lo decía enserio, solo era una excusa para poder hacer cosas un poco más atrevidas en la noche con su bello cuerpecito. Sabía que podía agarrar cualquiera de mis cosas y nunca me molestaría.

 

— Manzanas — Su chillido ahogado no pudo más que sacarme una sutil sonrisa. — Enormes y jugosas manzanas.

 

Ahora yo era el que vigilaba el área y el carro a lo lejos, escuchando cada sonido de nuestro entorno. Mientras animados, mis compañeros llenaban la amarrada prenda de todas las manzanas que pudieran coger. Hasta se llenaban los bolsillos de los pantalones y mi pantalón también fue ultrajado por una pálida y traviesa mano.

 

— Espero y me castigues como se debe en la noche, mi Kitzune. — Susurró Neji dando un beso en mi descubierto brazo y metiendo un par de manzanas mas en mi otro bolsillo.

 

Con todos contentos por el gran botín recaudado. Nos dirigimos a nuestro transporte y seguimos el recorrido planeado en la mañana. A un unos cuantos kilómetros más encontramos una gasolinera.

 

No entramos al edificio a buscar provisiones, ni mis acompañantes ni yo queríamos hacer una limpieza del lugar, ya el sol empezaba a ocultarse y nosotros nos encontrábamos cansados. Solo habíamos almorzado un par de manzanas y habíamos seguido manejando, nuestros cuerpo exigían descanso.

 

Pero mientras Gaara, guardaba el tercer galón de gasolina en la maletera. Y rellenábamos el tanque hasta el tope, fue que pudimos apreciar una enorme columna negra elevándose en el cielo.

 

Nos miramos unos a otros y rápidamente subimos con el combustible ya recargado y las reservas en la parte trasera.

 

Todos nos quedamos en silencio e inmóviles.

 

— Creo que al menos deberíamos ver que es lo que pasa, dentro de la camioneta estamos seguros de ellos e iremos con las luces apagadas.

 

— Así nos camuflaremos en la oscuridad creciente — Completó Gaara al pequeño discurso de Neji.

 

Solo pude ver como mi joven pareja me miraba y volvía la vista preocupado a esa humareda. Solo pude lanzar un suspiro. Mi Neji y su conciencia moralista.

 

— ¿Que dices tú, Temari? — Le pregunté a la rubia, dando por sentado que Gaara lo apoyaba al continuar con  el argumento de mi príncipe.

 

— Que si las cosas se ponen feas, tengo un arma en mi mano derecha y estoy dispuesta a todo.

 

Sonriendo y negando por las locuras de mi grupo, puse en marcha el carro. Con un pequeño presentimiento en el pecho. La íbamos a pasar mal. Tal vez saldríamos heridos, pero era necesario saciar nuestra maldita curiosidad.

 

Los nervios estaban a flor de piel y en menos de quince minutos y con los últimos rayos de sol presentes en la bóveda celeste. Nos acercamos a la enorme fogata que el helicóptero estrellado causaba.

 

Apreciamos a tres personas subidas en un árbol, rodeados de la enorme hola de muertos vivientes atraídos por el calor que emanaba el transporte aéreo destruido, junto con el sonido de la explosión.

 

Pudimos apreciar como uno de los jóvenes estaba inconsciente en los brazos de otro, mientras el tercero buscaba una forma de escapar de ese lugar. Algo muy iluso e ingenuo si pensaba que podría hacerlo sin ayuda.

 

Habiendo visto la situación, dirigí mi mirada a mi grupo. Todos ellos  tenían el temor plasmado en sus rostros, pero era imposible para ellos dejar a personas de bien desamparadas y a una suerte no muy alentadora.

 

— Entonces… — Todos me vieron, temiendo que dijera las palabras que aun así deseaban que dijera — Hagamos un plan.

 

Los ojos de Neji, se volvieron acuosos y asintió con fervor, tanto él como Temari y Gaara estaban decididos a al menos intentar ayudar a esos jóvenes de cabellos negros y piel pálida, con una ascendencia asiática imposible de poner en duda. Todos nos miramos sabiendo que tal vez esta puede ser una despedida.

 

En mis manos estaba trazar el mejor plan de todos, porque no estaba dispuesto a perder a ninguno de los miembros de mi equipo, ninguno de ellos. Ni al amor de mi vida, ni a mi consentido pelirrojo, ni mi loca amiga rubia. No ahora que habíamos decidido vivir y no simplemente sobrevivir al día.

 

Poco a poco, el plan se trazaba en mi mente y empezaría a contárselo a ellos. Para que lo analizaran y vieran si hay huecos en el e intentar resolverlos.  Juntos éramos indestructibles, no por eso seguíamos vivos en un mundo lleno de caos.

 

Cuando el amanecer  emergiera de ese lugar en nuestra camioneta, no habría solo cuatro personas, sino siete. Eso lo prometo, o dejo de llamarme Naruto Namikaze Uzumaki.

 

Continuará…

Notas finales:

(*) Letra traducida al español de la canción “Do You Wanna Touch Me?” Admito que la he puesto traducida, porque se supone que el idioma de ellos es el inglés, pero nosotros entendemos todo. XD ¿Por qué la canción no? Aun así me gusta poner las referencias musicales en su idioma nativo, que eso quede claro XD.

(1) En mi país es una marca de vidrios especiales para autos o más cosas, que pueden resistir , según el grado de resistencia que tu compre, golpes, choques, bujías calientes y hasta un par de balas, no es  como los blindados, obvio, pero sirven y mucho. .w. Mi tía se salvó de un robo por ellos.

 

:v Y pos…  Dije que aparecería, pero nunca dije como.  Si se lo están preguntando. SI. Esos pequeños (No tan pequeños) Son los Uchihas atrapados en el árbol.

¿Saben quiénes son? ¿Ya lo dije por ahí? ¿Quieren intentar adivinar? XD Inténtenlo, realmente está fácil LEL XD

Ammm y pues… Los Uchihas acá tendrán ascendencia china, pero como no sé ni un *** AJO del idioma XD (y eso que ella tiene ascendencia china y alguno de sus familiares si sabe bien el idioma o en su defecto un poco de el) :’v lo pondré creo que en cursivas o con asterisquitos al inicio y al final. XD.

 

Realmente no tenía planeado que el cap se desarrollara de esta forma, simplemente pasó -0-)r aunque el final si lo tenía previsto. Si o si quería que acabara en ellos encontrando a los Uchihas en peligro. XD

 

Me retiro y les doy apapachos y besos, denme love con su Review. Si el rescate sale bien van a haber cosas muy picantes en la noche de nuestros tortolos enamorados *3*  NaruNeji  is Love. 

 

Lo siento Sasu, pero tu momento de brillar aun está muy lejos, al menos en este fic. XD

 

Sasu: Perra.

 

PAGINA PARA SEGUIR ACTUALIZACIONES

https://www.facebook.com/groups/168180026717513/

PAGINA PARA SEGUIR ACTUALIZACIONES

 

 

~Nos leemos pronto~ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).