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ZOMBIE por kawai13

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Notas del capitulo:

¡¡¡NI HAO NIMEN!!! (Hola a todos)

:,V ¿Ya acostumbrados a mi lentura? Imaginen que este cap lo tengo escrito desde hace más de un mes, casi dos XD, pero no lo editaba. En fin…

Sin más que decir UwU.

A leer pimpollos.

 

Disclamer: Los personajes de Naruto Manga/Anime no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto, solo los uso, para darle vida a mis historias.

CAPÍTULO VII

 

Después de almorzar el gran festín de Temari y haberles contado nuestro plan a los hermanos Uchiha, el ambiente estaba en un incómodo silencio.

 

El menor de todos se había acurrucado como casi siempre sobre su hermano mayor, mientras apresaba la gabardina negra que usaba y respiraba pausadamente.  Como siempre, el bocón de Sai tenía algo que comentar.

 

— ¿Van a traer a un recién nacido al infierno? ¿Es una broma?

 

— No lo es. — Contesté firme con mi decisión, apegado más el cuerpo de mi pequeño Neji hasta el punto de sentarlo en mi regazo, me calmaba sentir su peso sobre mi cuerpo; su respiración calmada me decía que estaba aún vivo y protegido por mis brazos.

 

— ¿No deberían intentar escapar de estas amenazas? ¿No ser comidos? ¡¿SOBREVIVIR?!

 

— Llevamos casi un año, solo escapando y no soñando con ser mordidos. — Alcé un poco la voz, demostrando cuan inamovible era nuestra decisión.

 

— Ya nos cansamos de solo sobrevivir. El vivir es lo que buscamos ahora. — Y fue mi precioso Neji el que completó la frase.

 

Sai se calmó un poco con eso, el susurro que había dado Neji fue hasta cierto punto lastimero, pero en su rostro pude leer que aún no se encontraba conforme con la idea, los negros ojos del Uchiha se pasearon por todo el grupo hasta posarlos en la única mujer y el pelirrojo.

 

— ¿Y ustedes que opinan?  — Ya no lo escuchaba exaltado, pero tal vez la desesperación era uno de los sentimientos que su voz me mostraba ahora, como intentando tener el apoyo de otras personas.

 

— Me agradaría tener un lugar fijo en el cual quedarme. — Respondió el pelirrojo, calmado y sin mirarlo con desprecio, como siempre hacía. — Como dijo Naruto, llevamos casi un año corriendo y escondiéndonos, sin un lugar en el cual realmente nos podamos sentir seguros.

 

Había empezado a pasar mi mano por el bello y hermoso cabello largo de mi principito, el hacerlo era otra manera de relajarme, mi mirada viajó nuevamente hacia los Uchiha, sabiendo que ese no era el futuro que ellos buscaban.

 

— Como les dije al inicio, no los estamos obligando a seguirnos. Después de tanto tiempo, solo buscamos paz, un lugar en el cual poder descansar, y el seguir con nuestras vidas; eso es lo que realmente deseamos.

 

Sai, se volvió a sentar un poco frustrado, había casi saltado del piso cuando terminó de escucharnos. Como la familia importante que eran supongo que él quería buscar una forma de volver a estar en contacto con su nación, y lo mas probable es que pensara que nosotros nos adecuaríamos a sus deseos mientras los escoltábamos para protegerlos, pero ahora le había quedado totalmente en claro, que sus mentas no eran las nuestras.

 

— Como Uchihas. — Escuché susurrar a Itachi— No podemos asentarnos en un terreno olvidado y calmado, desentendernos de lo que hicieron por nosotros, sería deshonrar sus sacrificios — El menor alzó su rostro, aquel que se veía un poco triste y abatido, como si un mal recuerdo pasara nuevamente ante sus ojos. —  Aun cuando lleguemos y encontremos todo destruido, aunque tardemos una eternidad en volver y posiblemente muramos en el interno. Debemos intentarlo. Ir a China es nuestro objetivo.

 

Alzó los ojos mirándome decidido y firme con su palabra, esperando mi palabra, deseanso hacerse entender ante mis ojos y el de mi grupo.

 

— Y nosotros respetaremos la decisión que tomen, eso lo saben.

 

Asintió ahora sin tensión en sus hombros al haberle confirmado mi nula necesidad de retenerlos o impedirles su objetivo y volvió a tomar la palabra.

 

— Pero somos conscientes de que apenas nos alejemos de ustedes no duraremos ni unos cuantos minutos — Sai lo miró un poco molesto y Sasuke se separó de su hermano apreciando, al igual que yo, como este maquinaba una solución a una velocidad sorprendente. — Si nos permiten guiarlos hacia las embajadas propicias para revisar, y estar un tiempo con ustedes…

 

Y vi como Sasuke entendió lo que yo también había llegado a comprender. Itachi era una persona de verdad inteligente, ya desde antes habían aceptado darnos las ubicaciones de los consulados, pero con la ayuda de ellos, podríamos saber exactamente donde buscar, bodegas o accesos escondidos.

 

— Hasta que podamos valernos por nosotros mismos. — Dijo el menor, ganándose un asentimiento de Itachi y una sonrisa cómplice de mi parte.

 

Su hermano lo miró un tanto orgulloso, mientras que ahora teníamos la atención y los ánimos renovados de todos a nuestro alrededor.

 

— Exacto, así ustedes logran conseguir provisiones de forma rápida y precisa, nosotros aprendemos a defendernos y nada perdemos con revisar esas pequeñas tierras nuestras en el país ajeno.

 

— Todos saldríamos ganando. ¿Cierto? — agregué mientras asentía, con formé con su plan. — Nosotros no tenemos realmente una ruta establecida, o un punto fijo al cual deseamos ir. Mientras recojamos provisiones, podemos acercarlos a diversos lugares que les sean convenientes para su futuro viaje.

 

Itachi asintió muy animado y contento con haber sido entendido de forma tan célere por mi grupo. En menos de 15 minutos, ya todos nos encontrábamos casi en círculo alrededor del mapa extendido; Itachi y yo coordinábamos la ruta principal y recibíamos ciertos comentarios del resto, la tarde y la luz solar fue bien aprovechada mientras trazábamos el futuro que tendríamos por los siguientes meses.

 

***Zombie***

 

Ese día preferí que no se armaran las carpas para pasar la noche, aparte de no tener una adicional para los nuevos miembros temporales, decidimos ya no perder mas tiempo y ponernos en marcha hasta la primera parada. Una gasolinera más, era mejor tener combustible de sobra.

 

Después de terminar de coordinar con Itachi y escuchar varias intervenciones y comentarios del resto del grupo, ya estábamos preparados. De todos los consulados existentes, solo tres eran viables para ser revisados, Neji aportó un par de consulados japoneses de los que el tenía conocimiento y que estaban en la ruta ya trazada y todos estaban listos para dar el siguiente paso.

 

El sol estaba por ocultarse cuando di la orden de que limpiáramos todo lo que habíamos usado y movido en el claro a las orillas del rio, más que preocuparnos por el impacto ambiental (pues ya no había muchas personas para destruir el planeta), lo que buscábamos era borrar las huellas de nuestra presencia de futuros y posibles peligros.

 

Me puse tras el volante, para tomar el primer par de horas, tanto yo como Temari nos turnaríamos para la conducción. Lo más probable es que en camino al primer consulado encontremos nuestro objetivo fácilmente, por lo que, si llegábamos, solo detendríamos el carro (de ser posible camuflarlo con otros carros inservibles del lugar, para que no llame la atención) y avisaríamos al resto. Luego haríamos guardia hasta que el sol salga y tengamos luz natural para poder estar atentos a la cercanía de ellos.  

 

Aunque Itachi se ofreció a tomar una guardia de conducción, había sido completamente claro con el hecho de que aun no confiaba en ello y que mi cautela era aceptada por todos los de mi grupo. Calmado asintió a mi palabra y se sentó en la parte de atrás de la enorme camioneta.

 

Ya en el carro con Temari, Sasuke y Neji dormidos, mientras Gaara vigilaba a los nuevos integrantes en la parte de atrás, era momento de recordarle a Itachi un tema que me preocupaba.

 

— No me he olvidado sobre el hecho de que aceptaron dejarnos entrenar al pequeño.

 

— Y yo sigo en contra de eso.

 

— No te hablaba a ti Sai. — Gaara se rió, amortiguando un poco el ruido por compasión a los dormidos, apoyando su mano sin la daga sobre sus rojos labios. — Hablaba con Itachi.

 

El Uchiha bocón solo chistó un poco y supuse que, como niño engreído, volteó el rostro a ver por la ventana. Era realmente, demasiado predecible.

 

— No estoy acostumbrado a una perspectiva donde mi pequeño hermanito tenga armas en sus manos — susurró un poco abatido — pero… — Se apresuró a agregar cuando supuse me vio abrir los labios para replicarle. — Sería muy estúpido de mi parte, el no permitirle el aprender a poder defenderse.

 

Asentí conforme con sus palabras.

 

— Sasuke aprenderá desde cero, por lo que iremos poco a poco con él, pero ustedes dos aprovecharan el día de mañana, para empezar a perderle el miedo a ellos.

 

Vi por el retrovisor un par de segundos y me encontré con la mirada un poco asustada y los hombros tensos del mayor. La primera vez siempre es horrible, pero poco a poco se acostumbrarían, y lo necesitaban si más adelante querían llegar a hasta un lugar tan lejano como China.

 

—Tranquilos— contesté calmado mientras volvía a mirar a la oscura carretera, desgraciadamente tenía las luces apagadas para no llamar la atención, y para no chocarnos con algún poste o árbol caído, la velocidad era un poco reducida. Poner especial atención a la superficie de la gran pista, era más que necesario. — Deben entender que mientras más rápido aprendan a defenderse, será mejor. A parte que estaremos a su lado mientras llegan a valerse por si mismos en este ámbito.

 

— Entendido. — Lo escuché responder. — Y es por ello que nos encontramos completamente agradecidos.

 

El cansancio de su voz era notable, pero también les dijimos a los Uchiha que empezaría a acostumbrarse a las amanecidas para que aprendan a tomar guardia.

 

Las primeras dos horas le tocaban a Itachi, las siguientes a Sasuke y luego a Sai, y aunque no pasaban de las ocho de la noche, se notaba el cansancio en la voz del mayor.

 

— Abre los ojos Itachi. Ya falta poco para que cumplamos las dos horas. —No escuché una respuesta, pero lo más probables es que hubiera asentido a mis palabras.

El resto del tiempo pasó calmado y más rápido de lo esperado la pequeña y calmada alarma del reloj en mi muñeca sonó. Detuve el coche y le avisé a Temari que ya era su turno de manejar. La rubia en un par de minutos se despejó y arrancó el carro mientras yo volvía a poner mi una alarma.

 

Gaara se acurrucaba en mi costado y ahora Neji vigilaba a los Uchiha mientras sutilmente movía al pequeño Sasuke, para que inicie sus horas de vigilancia.

 

Sabía que, si fuera por Neji, lo dejaría dormir toda la noche, el ver a alguien tan joven después de tanto tiempo, despertaba su lado de mamá gallina, pero era necesario que el chico se acostumbrara. Le dije a Itachi que lo mejor era descansar y que aprovechara las horas de sueño, calmado asintió y cerró los ojos mientras su hermano se separaba de el y se tallaba los ojos. Le recomendé lo mismo a Sai, pero el fue otra historia, un poco quejumbroso siguió mirando por la oscura ventana evitando cerrar los ojos.

 

Yo también aproveché estas dos escasas horas de sueño.

 

****Zombie****

 

Con unas cuantas horas de manejo por la carretera indicada encontramos una gasolinería que parecía calmada y un poco deshabitada, sobre todo no presentaba signos de haber sido saqueada la tienda interior (algo realmente alentador para nuestros inicios de recolección de víveres), pero que también nos mantenía alertas.

 

Estacionamos la camioneta muy lentamente, ubicándola al costado de un par de sucios carros sobre la tierra a un lateral de la gasolinera; luego las guardias continuaron hasta las 5 de la mañana, donde el sol poco a poco iba saliendo y nuestro día empezaba.

 

Al no encontrar más energía eléctrica que unas cuantas linternas y pilas no echadas a perder, mi grupo había aprendido a valorar la luz solar y aprovecharla al máximo.

 

Apenas salimos del carro, con una Temarí estirando todo su cuerpo con ruidos incluidos, escuchamos algo que en la noche no se hizo presente.

 

En la van a la derecha de nuestro transporte, un par de manos podridas empezaron a chocar contra el vidrio. El despertar de Temari les había anunciado nuestra presencia, y como ya no estábamos protegidos por el pútrido olor de la capa de sesos que tenía nuestra camioneta, recién iniciaban a hacer el ruido característico, cada vez que intentan alcanzarnos.

 

Cuando todos estuvimos por fin fuera de la camioneta miré significativamente a los Uchiha, Sai se encontraba más cansado de lo normal por ser un terco y no dormir desde temprano, pero Itachi estaba atento a lo siguiente que diría. Sabía que era momento de afrontarlos.

 

— Bien Itachi, vas a ser el primero.

 

Sentí un jaloncito desde mi polera y vi los enormes y rasgados ojos del menor, mirándome atentamente. He de admitir que estaba un poco sorprendido, era la primera vez que me hablaba directamente y estando tan cerca de mí. Sonreí sin poder evitarlo asintiendo y esperando a que hablara.

 

— Mi… mi hermano está mal del brazo. — La preocupación se notaba en el tono de su voz. — ¿No sería mejor esperar a que se recupere?

 

Ok, debo admitir que el menor me dio mucha ternura. Inconscientemente había formado un pucherito y fruncido el ceño. Creo que intentaba ser serio y firme. Ya veo porque a Neji le daban tantas ganas de pellizcarle las mejillas.

 

Sin poder evitarlo despeiné sus negros cabellos en una caricia amistosa y con calma empecé a explicarle la situación.

 

— El lastimarse va a ser algo más o menos constante con una vida tan acelerada como la que tenemos. El caernos, golpearnos, tropezarnos o pelear por nuestras vidas siempre van a dejar secuelas dañinas a nuestro cuerpo. — El menor me miraba con sus ojos ahora un poco resignados — Depende de nosotros el poder defendernos aun en nuestros momentos más débiles.  ¿Entendido, pequeño?

 

El menor asintió, con las mejillas un poco encendidas y con un leve gracias fue trotando hasta donde su hermano para desearle lo mejor, o eso me explicó Neji, pues lo había dicho en Chino y no había entendido palabra alguna de lo que dijo.

 

Me dirigí a la parte trasera de la van, donde las dos puertas tenían las ventanas un tanto opacas, hice un par de sonidos intentando dirigir a esa cosa aun en el interior hasta la puerta más amplia y que le brindaría mayor movimiento a Itachi.

 

Unos cuantos segundos de cojeo fueron lo que se escuchó antes del golpeteo en las grandes puertas traseras y las siluetas de las manos empezaron a aparecer en los pequeños espacios vidriados.

 

Miré hacia mi costado e Itachi ya se encontraba esperando mis indicaciones.

 

— ¿Surdo o Diestro? — El mayor me miró con una sonrida de superioridad que hasta ahora no la había presenciado.

 

— Ambidiestro.

 

Una leve carcajada escapó de mis labios y le tendí el cuchillo de caza en la mano buena.

 

— Entonces es tu momento de brillar, Itachi. — Intentando no demorarme mucho para que el muerto no empezara su llamado, le expliqué lo más rápido que pude las cosas que tenía que hacer. — No lo vas a hacer solo, por ser el primero, yo lo sostendré y tu le asetarás el cullichazo certero. La parte más blanda del cráneo es el Pterion*, está un poco más arriba de la cien — Dije tocando la mía y moviendo los dedos hacia el lugar donde le estaba indicando. — Clavas el cuchillo y al dañarles el cerebro, los desgraciados por fin dejan de caminar. — ¿Entendido?

 

Itachi asintió lo más firmemente que podía, mientras mis chicos les indicaban a los otros Uchihas que se pongan detrás de Itachi,  al menos a cinco pasos.

 

Me acerqué a la puerta metálica, donde los gruñidos empezaban a escucharse, al maldito se le estaba acabando la paciencia.

 

— Voy a dejar que camine hacia ti Itachi, quiero que te empieces a familiarizar con la cercanía, pero no dejes que te afecte demasiado, recuerda que voy a estar para ayudarte. — Vi como le dio una vuelta al cuchillo con maestría y asintió nuevamente. — No te demores mucho cuando lo coja, No queremos que el mordido sea yo. —Intenté bromear un poco pero su mirada un poco preocupada se dirigió hacia mí. — Lo harás bien Itachi.

Pero realmente no le fue muy bien. Apenas abrí la puerta, Gaara apuntó al deforme que salía del automóvil casi tropezándose, yo me cubrí detrás de la puerta y vi la reacción de Itachi.

 

Como él era el ser humano más cercano al desgraciado, empezó a caminar a un paso tambaleante, tenía la tibia rota y salida de su pierna, a cada paso que daba, se podía ver el movimiento del hueso ya amarillento con rastros de sangre marrón y podrida.

 

Itachi lo miró entre anonadado y asustado, aun así sostuvo el cuchillo firme, pero de un momento a otro su firmeza se volvió pavor al escucharlo gruñir. Al estar a tres pasos de Itachi, y que este no se moviera, avancé yo lo más rápido que pude y detuve su andar, lo agarré con sus mugrosos cabellos marrones, llenos de lodo o sangre.

 

— Ahora Itachi — Le dije sin alzar tanto la voz, pero el no se movía, y el desgraciado estaba intentando encajarme sus dientes en el antebrazo.

 

Esperé un par de segundos más en los que el mayor se había quedado congelado y retrocediendo un par de pasos aun agarrándolo fuertemente de esos asquerosos cabellos, de un fuerte tirón lo hice tambalearse y que callera de espaldas hacia el piso.

 

Le puse el fuerte botín montañero que usaba en el cuello y con el otro pie de un solo movimiento le rompí uno de los brazos. El maldito animal, apenas calló, parecía una tortuga volteada, sin poder realmente levantarse al tener un impedimento que lo dejara levantarse.

 

Un poco enojado y serio miré a Itachi que respiraba agitadamente.

 

— Itachi. — Llamé calmadamente. — ITACHI — Alcé un poco la voz llegando a llamar su atención por un par de segundos, pero rápidamente volvió su temeroso mirar hacia el caído en el piso. — Itachi, mírame. — Ordené y por fin capté su atención por completo. — Debes matarlo. No puedes quedarte parado ahí, mirando todo perplejo.

 

Me miró y tragando pesadamente asintió, temeroso empezó a acercarse.

 

El pútrido ser abría y cerraba su mandíbula y movía de lado a lado su cabeza. Itachi se agachó y volvió a sujetar fuertemente el cuchillo.

— Justo aquí Itachi — Dije colocando mis dedos en mi propia cabeza. — Ponle fin a su infierno después de la vida.

 

Y como si esas palabras fueran lo que necesitaba esperó a que el cráneo se moviera hacia un costado y de un certero y rápido golpe le clavó al cuchillo.

 

Rápidamente el cuerpo dejó de moverse e Itachi pudo respirar tranquilamente. Cuando estaba por felicitarlo mientras sacaba mi pie de ese asqueroso cuello, el de largos y negros cabellos derramó un par de lágrimas mientras ponía la mano en el pecho del hombre.

 

Mi sonrisa, desapareció céleremente al entender lo que pasaba.

 

Lo conocía.

 

Aquel al que le había clavado el cuchillo, era alguien que Itachi conoció cuando estuvo vivo. Ahora entiendo el porque de su cambio repentino, del motivo por el cual su firmeza cambió tan céleremente a un rostro de horror.

 

Escuché un par de trotes y un gemido ahogado del menor de todo el grupo.

 

Los hermanos volvieron a hablar en chino, y Sasuke empezó a derramar lágrimas fuertemente y Sai apartaba el rostro dolido.

 

— Fue nuestro jefe de seguridad. — Comentó Itachi con la voz un poco ronca — Salió con el primer grupo de exploración.

 

Miré la van llena de polvo y sucia, cerré una de las puertas y limpié cierta parte hasta presenciar un logro y letras en chino alrededor. Dentro de la van había un par de cajas con las proviciones que habían estado recolectando. No era mucho, para toda la gente que los Uchiha me comentaron que eran dentro de la protección de la embajada. Pero si era una buena suma de comida enlatada para nosotros y una gran botella con cajas de agua.

 

Saqué ambas cajas y las puse al costado del cuerpo, frente a Itachi.

 

— Cumplió con su meta, Itachi. — Le susurré mientras apoyaba mi mano en el hombro un poco abatido del Uchiha mayor — Consiguió vivieres para ustedes. — Alzó la mirada hasta las cajas y luego con su vista un poco apagada, me miró frente a frente. — Y ahora a llegado a tus manos. Está protegiéndolos aun después de la muerte.

 

— Pero se convirtió en esa cosa tan desagradable — El enojo se escuchaba en su voz, enojo e impotencia.

 

— Y es por ese motivo que al final tu encontraste los víveres que el estuvo buscando para llevarles. Su caminar después de la muerte le permitió cumplir con su última misión.

 

La gente asiática, sobre todo los chinos y japoneses, siempre hablaban de honor y sabiduría. No se me ocurría una mejor forma de que Itachi dejara de pensar en lo desagradable que fue el hecho de que uno de sus allegados se llegara a convertir en uno de ellos, que brindándole honor a esa misma y desagradable metamorfosis.

 

Itachi asintió, calmándose y levantándose del piso, con paso calmo cogió ambas cajas y caminó hasta nuestra camioneta, trotando fui a ayudarle abriendo la parte del equipaje, donde descansaban unos cuantos galones de gasolina y nuestras mochilas. Acomodó las cajas en un lateral y el mismo cerró la cajuela.

 

— Ahora son víveres para todos en el grupo. — Dijo mirándome con una calma parcialmente recuperada. — Y sé que tu las distribuirás como se deben.

 

Asentí y le di otro par de palmadas en su hombro bueno.

 

— ¿Qué te parece si le damos una buena sepultura? — Itachi asintió con una sonrisa de agradecimiento.

 

El resto de ese día, pasó rápidamente. Desayunando unas agradables manzanas, y pasando un par de horas cavando con las escasa herramientas que contábamos, por fin pudimos darle la profundidad necesaria a la futura tumba del amigo de Itachi.

 

En la tienda de la gasolinera no tuvimos contratiempo alguno y conseguimos unos cuantos víveres útiles, y los menores (Gaara y Sasuke) se cogieron unas cuantas golosinas supervivientes.

Recargamos más gasolina para el camino para emprender nuevamente el camino y finamlente nos metimos a la camioneta

 

Cuando aprecié a toda la gente en el carro con unas bolsas de aluminio y frituras medio naranjas me di cuenta de que faltaba Itachi.

 

A unos cuantos pasos al costado de la gasolinera, se encontraba Itachi frente al gran montículo de tierra con una cruz hecha de madera de forma exageradamente rustica, me puse a su lado y guardé silencio por respeto.

 

— Fue mi amigo desde que tengo memoria — Susurró — Aprendí a caminar a su lado, compartimos nuestras primeras palabras y nuestras primeras peleas. — Alzó el rostro hacia el cielo despejado con un radiante sol — Era como un hermano y juntos protegíamos y celábamos mucho al pequeño de Sasuke.

 

— Lamento tu pérdida Itachi. — Dije sin realmente querer interrumpirlo, solo hacerle saber que estaba ahí para escucharlo.

 

— Desde que no volvió a la embajada supe que su muerte era un hecho casi asegurado — Me miró aun un poco abatido — Pero el verlo y comprobarlo por uno mismo, siempre es más de lo que se puede soportar.

 

— Tal vez debí ser yo…

 

— No — me interrumpió antes de terminar la frase — Me alegro de haber podido ser yo el que le otorgó el descanso que se merecía.

 

Asentí comprensivo.

 

— Eres alguien ejemplar, Itachi. — Sonrió ante mis palabras.

 

— Al igual que tú Naruto — Dijo más calmado y sereno. — Es por eso que te estoy confiando mi vida y la de mis únicos dos familiares, aquellas únicas personas que me están quedando en este mundo.

 

— Y yo haré todo lo posible por no perder ninguno de los miembros de nuestro grupo.

 

Esa charla culminó con una Temari impaciente llamándonos desde la ventana del carro y unas cuantas risas de nuestra parte.

 

Dicen que los ojos son las puertas a tu alma, y yo creo fervientemente en esa simple frase que muchos ignoran. El ver en los ojos de Itachi, la confianza casi ciega que ponía hacia mí, me hizo saber que podía contar con el para lo que fuera, que mientras yo diera todo de mi para proteger a los suyos, el haría todo lo que estaba en sus posibilidades para hacer lo mismo con mi gente.

 

Habíamos hecho una buena elección al momento de salvarlos.

Notas finales:

* Pterion, literal la partecita más delicada por ser la unión de 4 huesos, san Google les explicará si desean saber más.

 

Me salió creo que un aprox de 4000 palabras y un final inesperado hasta para mí UwU pero debo admitir que me agradó.

 

CREO CREEEEOOO, que desde el próximo cap, inician los saltos de tiempo, así que no se sorprendan mucho.

 

Y aun así buscaré algún momento para poner el lemon NARUNEJI que quería >:D VENDETTAAAA. Pero pondré alertas para los que no les gustan XD.

Así que tranqui.

 

Por ahora nos despedimos y espero leer sus lindos comentarios. Me encanta saber sus opiniones. :,v solo que a veces me olvido de responder…

¡¡¡Nuevamente gracias!!!

 

Nos leemos pronto*.

* Recuerden que el tiempo es relativo :V 


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