-Eh? Bienvenido Okumura-sensei, ¿Qué no es un poco temprano para la reunión?-
-Usted sabe muy bien que esa no es la razón por la que estoy aquí director Mephisto-
-Ehhhhhhhhhhh? ¿Por qué me está hablando así?-
-Estoy hablando en serio director-
-Nee! Ani-ue el hermano de Rin se ve muy preocupado, deberías de tomarlo en serio- se oyó. Al voltear Yukio vio a un peliverde, cuya presencia no había notado al entrar, sentado en el marco de la ventana mirando indiferente hacia afuera.
-Está bien, está bien, estas aquí porque no sabes lo que le sucede a tu querido hermano mitad demonio ¿no es así?-
Yukio se le acercó violenta e intimidantemente y le dijo casi gritando
-Usted parece saber muy bien lo que le sucede, entonces ¡exijo que me lo diga!-
-Haaa? ¿Acaso es preocupación lo que veo Okumura-sensei? Pensaba que usted odiaba a su hermano por ser mitad demonio-.
Al oír esto de pronto se desataron sentimientos de ira y frustración en el interior de Yukio. Se escuchó un fuerte sonido que llamó la atención de aquella persona en la ventana, que al voltear vio a Mephisto siendo sujetado con firmeza del cuello por el castaño exorcista.
Mephisto pareció ignorar el comportamiento de Yukio, pues no se alteró en absoluto, siguió teniendo esa expresión despreocupada de siempre. Esto irrito Yukio, apretó los puños y frunció el ceño dedicándole una mirada fulminante, pero se contuvo por el bien de Rin.
Mephisto soltó una ligera risa y por fin dijo
-Bueno Okumura-sensei en que esta es una enfermedad propia de los demonios no se ha equivocado, aunque no debería sorprenderse ya que ustedes son hijos de Satán era obvio que tienen sus particularidades, sin embargo yo no conozco con exactitud la solución a este problema, el suyo es realmente un caso especial. Lo único que podría decirte es el lugar en el que quizás puedas encontrar las respuestas que buscas; que no será fácil y que es arriesgado ir es lo único que te puedo asegurar.-
Yukio, que ya se había tranquilizado un poco , desvió su mirada hacia un lado y comenzó a pensar en Rin, en cómo había estado esa mañana y en lo mucho que significaba para él; Rin era lo único que quedaba de la familia que amaba , no lo dejaría ir por nada, no le importaba si era arriesgado , no permitiría que algo le suceda, iba a responderle a Mephisto cuando de pronto cayó al piso , no por un momento de desequilibrio, si no que toda la habitación había retumbado: al parecer Amaimon había hecho enfadar a Mephisto.
-No tienes porque molestarte Ani-ue, solo que según lo que he visto, tú tienes el peor gusto para vestir de todos-
-A…MA….IMOOOON!!!
-Oh!, parece que de verdad se enojó, creo que lo dejaré por un momento .Nos vemos, espero que Rin-kun se mejore, quiero volver a pelear con él-
-Vuelve aquí Amaimon-dijo Mephisto mientras se disponía a seguir al menor.
-Espera!!.....aún no me ha dicho a dónde debo ir.-
-¿No es evidente? ¿Quien podría saber más que tu propio padre? Okumura-sensei, si quieres ayudar a tu hermano debes entrar a Gehenna, pero una vez que entres……. Quién sabe si salgas y ahora si me disculpas…Amaimon!!!
Yukio se quedó en el suelo, lo que acababa de escuchar lo había impactado.
¿Entrar a Gehenna? ¿Cómo podría? ¿Quién podría asegurarme que volveré con Niisan a tiempo? ¿Al menos volveré?
Se levanto rápidamente y mientras se dirigía a la puerta de la oficina pensó
Nunca dejaré a Niisan, aun si solo existe una mínima posibilidad de que esto resulte, lo haré .Todo estará bien, no nos separaremos, lo prometo.
Caminaba apresuradamente hacia el lado oeste de la academia donde se encontraba su dormitorio y el de Rin, mientras iba pensando en lo último que le dijo Mephisto: “Si decides hacerlo, quizás podría ayudarte a abrir la puerta a Gehenna “.-No se imaginaba que es lo que planeaba Mephisto.
-Se trae algo entre manos-dijo para sí mismo
Siguió caminando a prisa...
Apenas llego a los dormitorios subió rápidamente las escaleras, aun cuando casi cae continuo corriendo hacia el cuarto de Rin; giro la perilla de la puerta con brusquedad y sin querer la rompió. Antes de entrar al cuarto se forzó a tranquilizarse, respiro profundamente y…….
-Niisan, ya volví… ¿Niisan?-
Todo estaba muy tranquilo en la habitación de Rin, empezó a inundarlo un sentimiento de angustia en el pecho, entonces prendió la luz. Todo el cuarto estaba muy desordenado como si hubiera habido una pelea, pero lo que más lo impacto fue que al acercarse a la cama Rin no estaba ahí; el cobertor estaba en el suelo junto con sus almohadas, incluso la lámpara que le regalo en navidad yacía rota.
Yukio ahora sí estaba realmente histérico.
-¡Niisan!-gritó
Empezó a buscarlo en todo el departamento
-¡Niisan! ¡¿Dónde estás?!- Repetía mientras lo buscaba en la cocina, en el baño, el comedor, lo terraza; lo busco en todas partes y no lo encontró. Se apoyó en una de las paredes exhausto, pensaba “¿Dónde está? ¿Que está pasando aquí? ¿Por qué no está aquí? "Ya busque en todos los lugares” decía mientras golpeaba la pared.
Pasaron unos segundos en absoluto silencio, de pronto Yukio se enderezó abruptamente
-Espera, aún falta un lugar…-
Respiro hondo y empezó a caminar lentamente a su propia habitación, era la última esperanza el que Rin estuviera ahí.
La puerta no estaba cerrada, así que la empujó con cuidado; mientras se abría los rayos de luz de la habitación anterior invadían sutilmente su cuarto mostrando apenas algunas sombras…
*(Cabe recalcar que en esta historia dormían en cuartos separados)*
De pronto distinguió en el suelo la silueta de una persona, inmediatamente distinguió a su hermano mayor. Corrió hacia el lugar y se arrodilló junto a aquella fina silueta.
-¡¡Niisan!!¿Qué sucedió? ¿Estás bien? ¿Estás herido?-
No dejaba de preguntar Yukio, sin embargo Rin no le respondió...