“Mi madre me abrazaba en un lugar muy oscuro y demasiado aterrador, su rostro empezó a sangrar y corrí a un lado por el miedo… repentinamente, mi madre cambió su forma y apareció un hombre, creo que lo conocía… Él lloraba, pero nadie dejaba que me acercara a él, aunque no había nadie a excepción de nosotros dos.
El hombre levantó su rostro, supe quien era… era mi hermano, empezó a levantarse lentamente solo que iba cayendo, pero poco a poco iba acercándose a mí, y esta vez, reía, de la manera más fea posible…”
Mi móvil sonó despertándome del tan horrible sueño que me había dejado empapado el cuerpo entero. Agarré el móvil leyendo quién me llamaba. Era mi hermano, Seunghyun.
-¿Sí? -contesté contesté con voz ronca
-¿Te he despertado?
-Sí… ¿Qué quieres?
-Como ya son las doce y creía que ya estabas despierto, quería felicitarte y que volveré hoy -sonreí
-Estoy muy feliz de que vuelvas hoy, muchas gracias hyun ¿Te quedarás por mucho tiempo?
-Una semana… pero no te preocupes, el próximo mes me darán vacaciones para un mes entero y haremos todo lo que quieras -no podía sonreír más
-¿A qué hora llegas?
-Sobre las tres de la tarde, así que quiero una comida deliciosa
-¡De acuerdo hyung! No te fallaré -reí
-Ya cuelgo, que si no llegaré tarde al avión
-Siii… hasta luego hyung!
Me levanté dando pequeños saltitos de alegría, recogiendo la ropa tirada en el suelo y toda la basura que echaba cada día. Miré la hora, eran las doce y cuarto, y me hice un pequeño horario: limpiar el piso en tan solo una hora, ducharme, vestirme y todo lo necesario para estar limpio y guapo en media hora y preparar la mesa en el tiempo restante.
Mi hyung me gusta mucho, aunque él no lo sepa, pero creo que ya lo intuye e intenta no hacérmelo saber para no sentirnos incómodos, pero yo ya lo sé o creo saberlo… Seunghyun tuvo unas cuantas novias pero las dejó a todas por mi estúpida opinión, y luego él me contaba que tampoco quería ir muy en serio con ellas, lo decía como si lo único que hacían ellas es molestarlo.
Mi hyung también es el único en mi família, mi mamá desapareció hace muchísimos años, casi que cuando tenía cinco y mi padre murió de cáncer cuando tenía dos. Y mis abuelos han muerto ya hace mucho tiempo, antes de que yo naciera. Nos mandaron al orfanato y cuando mi hermano cumplió los dieciocho, pudimos salir aunque hubo unos problemas conmigo, que aunque yo sea su hermano, en verdad, no tenía ningún derecho a llevarme, o al menos eso es lo que dijeron.
Hace tres meses mi hermano vino a visitarme, yo tenía pensado en declararme, pero no me atreví y por eso me he decidido declararme la próxima vez que viniera, es decir, hoy y por eso estoy haciendo todo esto. Pero claramente sé de las consecuencias y no estoy preparado para ellas.
-Hyung… -bufé y seguí con mis tareas
Acabé de recoger mi habitación y empecé a limpiar el piso restante, que tiene: tres habitaciones, una muy grande, la cual me quedé yo, dos baños, uno de ellos está en mi habitación, y una cocina enorme para mí, la reformamos junto con el salón haciendo que sea una cocina americana. ¡Ah cierto! Y tenemos una enorme terraza llena de flores, de muchos tipos, Seunghyun me ayudó a plantarlas.
Tardé un poco menos de una hora, así que pensé en desayunar un poco, no vaya a ser como me ha pasado la última vez, me mareé y me desmayé, y gracias a Seunghyun que vino que si no, acabaría muy mal.
Me hice unas tostadas, poniéndoles por encima mantequilla y miel y un vaso de leche. En tan solo unos minutos, ya había acabado de desayunar y para entonces corrí a encerrarme al cuarto de baño para ducharme.
Después de la parte de la higiene, salí del cuarto de baño y me dirigí a mi armario, demasiado lleno de ropa, pero aún no sabía qué ponerme. Agarré un camisón negro con un dibujo en blanco y negro y unos pantalones negros.
Caminé la cocina,agarrando mi delantal y empezando a pensar en qué haría.
Cociné platos como bulgogi y kimchi al interior de una masa como la de una pizza acompañada de arroz. Saqué la Coca Cola fría de la nevera, quedando observando el pastel que hice el día anterior, de color rojo y turquesa con algunos retoques dorados…
-La tarta se ve más deliciosa -cerré la never casi tirando la botella, aún así dejándola en el suelo
-Hyu… ¡Hyung! -salté a abrazarlo -te he echado mucho de menos
-Yo también Yonggie, no sabes lo aburrido que es leer y firmar papeles y estar en reuniones demasiado aburridas
-Espero no tener tu mismo futuro -lo solté y miré la hora -qué tan rápido se me pasaron las horas
-Esto huele genial! -vi su hermosa sonrisa
-Deberás de estar cansado, si quieres ve a ducharte y te espero de mientras
-¡Aish Yonggie! No sabes el hambre que he pasado queriendo probar tu deliciosa comida y rechazando cada cosa que me daban
-Hyung… -de seguro que me puse rojo -sabes que me molesta que halagues todo lo que hago -oí su risa
-Ahí está la gracia, que te moleste y te moleste, pero voy en serio, tengo hambre
-Eres muy cruel Hyung -lo agarré de la camiseta gris y lo observé -a la próxima cocinas tú si me vuelves a molestar de esa manera
-Eso sí es cruel pequeñajo -hice un puchero
-No y tú lo sabes
-Aish… ya no aguanto más -me agarró por el cabello
-Aguan...