Hola, mi nombre es Oliver “Snow” Swan, tengo 16 años y voy en segundo de preparatoria. Mi vida es sencila y tranquila, un poco solitaria quizá por mis padres, mi padre en un medico reconocido como David Swan y mi madre, una poderosa abogada de mexico llamada Angela Swan. Los dos son excelentes padres y me apoyan en todo. Ellos saben que me gustan los hombres y lo aprueban… solo mi madre, mi papa es un poco celoso, pero fuera de eso me apoya y me ama como soy. Soy afortunado por tenerlo. Mi físico es un poco diferente a mis padres, mi papa es rubio de ojos azules y mi madre de pelo castaño claro con ojos color miel, ambos tenían pieles caucásicas pero rosadas y eran muy altos. Y guapos, yo, por el contrario, no: era lindo, de piel palida, quizá demasiado palida, pelo negro y ojos verdes. Mi historia comienza en el fin de mi primer ano de preparatoria, sali de vacaciones el 12 de julio y no entraria a la escuela hasta el 1 de septiembre, me mudaría de mexico a estados unidos, nueva york, para ser exactos. No quería hacerlo, pero siento que debo hacerlo. Hoy mismo me despedi de mis amigos y partiría mañana solo, mis padres se fueron a una sexta luna de miel y no regresarían hasta el 13 de septiembre, por lo que disponía de tiempo y dinero libre sin limite…
En fin, ¿ya mencione mi vida romantica? ¡Ja! Lo digo como si de verdad hubiera alguna, la verdad es que siempre soñé con un príncipe de cuento…. ¿y quien no? De esos que te juran amor eterno y son increíblemente guapos… sueño con conocer a alguien así, y algo me dice que en esta nueva etapa de mi vida, lo conoceré.
…
Cuando llegue al aeropuerto, corrí como nunca en mi vida, pues se me había hecho tarde y mi avión ya estaba embarcando, cuando llegue a la estación, me forme, pero sabrá dios como me las arregle para tropezar con mis pies y tirarle los papeles a un muchacho muy alto en frente de mi. Me puse rojo y me agache para recogarlos, el hizo lo mismo:
-lo siento- murmure- ¿Qué va a pensar de mi?- pregunte al aire.
-No te preocupes- me contesto el muchacho con una voz increíblemente sensual- No son importantes estos pape..-alzo la mirada en ese momento y pude ver sus ojos, y me perdí en ellos. Eran de un azul asombroso. Hasta el momento no le había visto la cara pero era extremadamente guapo, rubio, con labios rosados, nariz perfecta y el pelo corto. Despedía un aroma a perfume varonil muy agradable. Me quede mudo. Sentí un cosquilleo en mi estomago. Me refleje en sus ojos y el en los mios. Me tomo de un brazo y me ayudo a levantarme, yo me deje llevar. Mientras lo hacia, me dijo:
-Hola- no dejo de mirarme-
-Hola- conteste de modo inmediato- me llamo Oliver, Oliver Swan, mucho gusto- sonreí y el hizo lo mismo.
-Yo soy James, James Gray- levanto una mano, que era enorme y me la tendio para que lo saludara. Lo hice y de inmediato sentí una corriente eléctrica alrededor de nosotros dos.
Nos soltamos y nos sonreímos, la fila avanzo y le entregamos nuestros boletos a la señorita que los recibia. Cuando llegamos a la puerta del avión, me dolio un poco pensar que estuviéramos separados, pero, con sorpresa note que el avión era de dos asientos por persona y a el le tocaba junto a mi. Nos acomodamos y comenzamos a charlar.
-¿Qué edad tienes?-cuestione
- 20- contesto con esa voz que me seducia- ¿tu?- pregunto mirándome. Siempre lo hacia.
-16- conteste sinceramente. Sonreí ante su mirada. Asi pasamos platicando el resto de las cuatro horas de viaje a NY. Nos conocimos muy bien. Cuando bajamos del avión, James bajo primero y me dio la mano para que no resbalara. Enrojecí. Había unas cuantas chicas mirándonos y cuando hizo eso soltaron grititos de alegría y sorpresa. Caminamos juntos y pude notar que era mucho mas alto que yo, fácil alcanczaba el 1.95, mientras que yo, solo llegaba al 1.67. Mi cabeza tocaba su hombro. Fuimos por nuestro equipaje y nos dirigimos a la salida. El me condujo para que no me perdiera. Me sorprendio que lo conociera también y cuando le pregunte como lo conocía, me conto que el vivía aquí. Salimos a buscar un taxi y en lo que llego, platicamos
-¿Hacia donde te diriges?- me pregunto, aunque a mi me parecio una explicación.
- A BlueRoyal- le dije leyendo la dirección en un papelito que me dio mi papa antes de irse. Me miro con ojos indescriptibles
-Yo vivo ahí- me dijo con emoción. Me entusiasme ante la idea. Viviríamos cerca el uno del otro. Tomamos un taxi y me ayudo con mis maletas. Pasamos por el Times Square y Central Park, Broadway…aunque mi mayor distracción era el príncipe de cuento que tenia a mi lado y me sonreía. Me estaba enamorando de el y eso estaba mal, pues tenia menos de 12 horas de haberlo conocido, pero me sentía correspondido. Llegamos a BlueRoyal e indique al taxista el numero de casa, (117) llegamos y me quede con la boca abierta: esa no era una casa, era una MANSION, pero eso no me sorprendio, lo que lo hizo fue la revelación que James me hizo a continuación….