Mi nombre es Fenix Genovia, tengo actualmente 25 años de edad. Los hechos que voy a relatar acontinuacion son los que acontecieron en mi vida a partir de mi adolescencia hasta el dia de hoy.
Cuando tenia 15 años vivia en un barrio poco alejado de la zona centrica de mi pais. Como era costumbre, solia frecuentar el centro por la noche, solo. Iba a clubs nocturnos y siempre amanecia en algun hotel barato al costado de la ruta. Me acostaba con hombres mayores a mi todas las noches.
Mi vida durante el dia era totalmente normal, nadie notaba nada, en la escuela me iba bien. Lo tenia todo ganado. Recuerdo que un viernes, por la tarde, un auto freno frente a mi, me abrio la puerta y me invito a pasar. Le respondi que no, que preferia caminar. Insistio. Me volvi a negar, esta vez casi con furia.
-bien... mira, te acostaste conmigo la semana pasada, me diste tu numero y la direccion del lugar donde estudiabas. Creeme que hasta que no salgas conmigo te esperare aqui y te llamare todos los dias- me dijo eso y sonrio, apreto un boton en su celular y el mio comenzo a sonar- Bien, ahora se que este es tu numero.- miro al frente, sosteniendo el volante de su coche con una mano y con la otra se quito las gafas negras.
Sus ojos eran hermosos, de un color marron claro, su cabello tambien era negro, su piel palida, con un lunar en la mejilla derecha. Quede atonito, no podia creer que me habia acostado con aquel hombre. Me ruborise al notar como me miraba y baje la cabeza.
-eres muy joven... cuantos años tienes? 15?- me pregunto con una mirada calida.
-Si...- respondi timido.
-Quieres un helado? Yo invito
-pues... yo... esta bien- respondi y subi a su volvo negro, que brillaba como si fuese nuevo.
-bonito cabello, rubio.- no aparto la mirada de la calle mientras pronunciaba esas palabras.
-gracias, el tuyo igual.
-no mientas, es comun.- rio.
-a mi me gusta... se te ve bien.- moria de verguenza diciendo aquello, jamas habia alagado a alguien- que edad tienes? - cambie de tema rapidamente.
-26, soy un poco mas grande, no?
-si, un poco...
-te molesta?
-no, no, me gusta. -freno el veiculo de repente, habiamos llegado a la heladeria. Cuando estaba por abrir la puerta para bajar, aquel hombre me tomo del menton.
-mirame a los ojos... tú me gustas.- mientras lo miraba a los ojos el me examinaba mas alla de lo que se veia. Sin previo aviso, sus labios se chocaban con los mios, su lengua luchaba con la mia para ganar territorio. Me tomo de la cintura, de mi pequeña cintura, y me puso sobre sus piernas. En ese momento me senti observado, abri los ojos de golpe, los vidrios eran polarisados. Era obvio que nadie estaria viendo entonces. Quien me besaba se detuvo al notar mi comportamiento. Nos miramos.
-quiero hacerte mio una vez mas.- me dijo sin tapujos y me empujo contra los asientos traseros.
Empezo a deborarme la boca con brutalidad y luego fue calmandose, como teniendo mas conciencia de lo que hacia sobre mi cuerpo. Me desabotono la camisa, mi estomago gruño.
-tienes hambre, Fenix?- me dijo sonriendo.
-si- dije de manera aniñada, agregando una mueca con los labios.
-vamos, arreglate la camisa y te compro tu helado- le sonrei mientras hacia lo que me pedia.
-disculpa, no quiero quedar mal... pero me dirias ru nombre? No lo recuerdo...- me afliji.
- no hay problema, crei que no lo recordarias. Me llamo Cain.- abrio la puerta del coche y me tendio la mano para salir.
Me comporte como un niño durante todo el dia, notaba como lo iba volviendo loco poco a poco, y admito que yo tambien estaba empezando a ilusionarme.
-es tu telefono el que suena?- pregunte.
-no, el mio esta en silencio- era mi movil el que estaba sonando y era mi madre.
-lo siento, debo irme ya. Gracias por el helado y por la tarde, estubo bien.- sonrei. Él se hagacho, me tomo del trasero y me levanto, tenia mis piernas al rededor de su cadera. Me beso con amor y me volvio a dejar con los pies en el suelo.
-Adios, te veo mañana, si quieres.
-si... Adios Cain.- respondi mientras me alejaba.