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Frío, blanco puro. Un copo de nieve se posó sobre el hombro de Thor, este lo miro para después dirigir su mirada al cielo, el invierno estaba ya llegando y para ser verdad, era la época que más odiaba, tanto que se encerraba en su cuarto sin probar ningún bocado, cortando sus brazos, derramando tanta sangre que el piso se volvía de un color rojizo demasiado oscuro, tan oscuro como hace 4 años atrás.
-Flashback-
Jadeos y jadeos se escuchaban desde el cuarto más lejano del palacio, un cuarto donde casi nadie llegaba… solo Thor y Loki, ellos estaban ahí uniendo sus almas en un movimiento coordinado, silencioso para después juntarse todo en un grito liberador, terminando hasta quedarse profundamente dormidos, pero un descuido, un pequeño descuido de los dos termino lo mejor que podían hacer juntos.
Odín, el padre de todo, caminaba por los largos pasillos, algo que no era muy habitual en él pero quizás un presentimiento lo hizo hacerlo, todo iba bien hasta que al llegar a la torre más alta del castillo escucho un grito, luego dos… luego dos gritos unidos en uno solo.
-¡¿PERO QUE DEMONIOS ES ESTO?!- azoto la puerta con toda la rabia que podía desbordar en aquel lugar.
-Padre, por favor cálmate-
-¿CÓMO QUIERES QUE ME CALME CUANDO ENCUENTRO ESTO?- La imagen que podía tener de ellos dos desnudos, cansados, manchados, Thor aun dentro de Loki, era lo peor que le podrían hacer.
-¡POR FAVOR DETENTE QUE LO VAS A MATAR!- Thor forcejeaba con Odin y aunque la fuerza de Thor era brutal en aquel momento el dolor de un padre era mucho mayor y más porque aquel individuo que lo había criado como un hijo, no lo era y además, convertía al mayor en algo que ningún padre quisiera de su hijo.
La piel de Loki pasó de un blanco terciopelo a un violeta profundo, sus ojos se ensanchaban más, cada vez más con cada palabra que Odin decía.
-¡TU NO ERES MI HIJO, NUNCA DEBÍ TRAERTE AQUÍ!- Las lágrimas de Thor no dejaban de cesar y su fuerza se escapaba de su cuerpo cada vez que veía la cara de su amado loki que en esos momentos se encontraba lleno de miedo, terror, llegando a su final.
La mano de Loki llego al cuello de Odin, pero para eso ya fue demasiado tarde, esta cayó, cayo lentamente deslizándose por el brazo de aquel que siempre juro fue su padre y sus ojos se convirtieron en el dolor más profundo que nunca nadie pudiera soportar.
-Fin Flashback-
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