-Louis-
Otro día más. Otro puñetero día más sin poder estar realmente contigo. Otro día en el que no puedo besarte, otro día en el que no puedo mostrarte realmente lo que te quiero. Todo por culpa de ellos.
Estaba empezando a odiar haberme vuelto famoso. Pero claro… si no lo hubiésemos conseguido, jamás habría vivido tantas experiencias con él. Harry…
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta de que ya no estaba solo en la habitación. Suspiré. Sabía perfectamente quien era. Eleanor. Solo ella usaba esa marca de colonia. Me pasó un brazo por el hombro y yo comencé a tensarme. Ya ni podía soportar tocarla, ni sentir sus frías manos sobre mí. Sé que ella no tenía culpa de nada, era una simple marioneta, igual que yo.
- ¿Quieres que demos una vuelta? Hay rebajas en tu tienda favorita.
Le miré e intenté sonreír, negando con la cabeza. No quería salir. ¿Para qué? ¿Para que todos nos hicieran fotos y tuviésemos que jugar a la pareja feliz?
- Lo siento, hoy no me apetece.
Ella solo asintió con la cabeza, me dio un pequeño beso en la mejilla y salió de la habitación del hotel.
Me tumbé en la cama y miré el reloj. Solo faltaban unos minutos para que llegasen los demás. Pensar en Harry me hizo feliz, pero al mismo tiempo… sentía tristeza y malestar.
Aún recuerdo cuando por fin admitimos nuestros sentimientos, lo que sentíamos el uno por el otro y que habíamos intentando esconder durante bastante tiempo. Mis labios se curvaron en una sonrisa. Todo aquello pasó por una maldita discusión acerca de que ambos queríamos dormir en la litera de arriba de la habitación de hotel que nos tocó cuando viajamos a Escocia.
Es increíble como algo tan pequeño e insignificante podía desatar cosas tan grandes y especiales. Sobretodo especiales.
-Flashback-
- ¡Yo quiero dormir en la litera de arriba!
- Sí, hombre, ¡yo soy el mayor, por lo tanto la cama de arriba es mía, enano!
Zayn suspiró y nos dejó solos en el cuarto al grito de “Son como niños”.
Harry me miró poniendo esos enormes ojos de cachorrito. Dios, odiaba que hiciese eso, no podía apenas resistirme. Soplé fuertemente.
- No creas que esa cara funciona conmigo, pelo escarola*.
Le alboroté el pelo, cosa que le ponía nervioso, aunque siempre intentase fingir que le daba un poco igual. Fingió enfado, aunque se estaba aguanto la risa, y me empujó.
- ¿Quieres guerra, hombre-ralla?
Empecé a reírme por la forma en la que me había llamado e intente ponerme serio, poniendo cara de “malvado pirata”.
- ¿Qué sí quiero guerra, señor? ¡Tomé guerra!
Antes de que pudiese contestarme, le empujé a la parte baja de la cama, empezando a hacerle cosquillas.
- L-louis, ¡para o te arrepentirás!- intentó gritar Harry, sin parar de reír.
- Uy, que miedo, estoy temblando.
Estuvimos por lo menos cinco minutos haciendo la guerra de cosquillas, hasta que gané y nos cansamos finalmente.
- Gané, la cama de arriba es mía.
Al acabar de decir aquella frase me di cuenta de que estábamos en una situación algo… comprometida.
Estaba encima de él y nuestros rostros estaban demasiado cerca el uno del otro. Notaba su cálido aliento, y sus ojos, tan verdes y perfectos, brillaban con intensidad.
Yo solo podía escuchar mi corazón, que iba demasiado rápido para mi gusto.
Y entonces ocurrió. Harry quitó la distancia entre los dos. Al principio me quedé petrificado, me pilló completamente por sorpresa.
Pero pronto le correspondí aquel beso. Dios, que bien sabían sus labios. Harry me apretó más contra él, abrazándome contra él. Sin poder evitarlo, me reí en sus labios.
Nos separamos unos instantes y él me miró como enfadado por haberme reído. Yo solo me acerqué a su oreja y susurré:
- Te quiero, Harry Styles.
Él me sonrió, amaba como lo hacía. Esos hoyuelos deberían estar en un museo, por Dios.
- Yo también te quiero, Louis Tomlinson.
Y seguimos besándonos, hasta que el aire nos faltaba. Entonces, escuchamos pasos y rápidamente nos separamos, poniéndonos cada uno en una esquina de la cama.
Entraron los demás; Zayn, Niall y Liam. Nos miraban algo impacientes, ya que tendríamos que empezar a ir al escenario a preparar nuestro concierto.
- ¿Ya habéis decidido quién se queda con qué cama?
Ambos nos miramos y nos sonreímos.
- Sí, ¡venga, vámonos!-grité, corriendo hacía ellos y aplastándolos.
Harry solo comenzó a reírse y también se apuntó al abrazo grupal. Cuando salimos de la habitación, nos quedamos un poco atrás y entonces me cogió de la mano y me susurro:
- Nuestro pequeño secreto.
Esa misma noche los dos dormimos en la litera de arriba, abrazados y gastando nuestros labios. La noche perfecta para ambos.
-FIN FLASHBACK-
Quien iba a decir que todo se acabaría volviendo en nuestra contra, haciendo que aquel pequeño secreto se convirtiese en una pesadilla.
Yo solo quería estar junto a él. Pero a nuestro mánager no le pareció tan buena idea.
Y es que Harry y yo no podíamos ocultar lo felices que éramos. Sabía que todos se iban a acabar enterando, aunque la verdad me daba igual. Pero jamás pensé que las fans, nuestras directioners serían las primeras en saber que algo pasaba entre nosotros. Primero empezaron a comentarlo algunas por Twitter, casi nada importante.
Pero luego la cosa fue a más. Incluso se inventaron un nombre, una mezcla entre los nuestros: “Larry”. La verdad es que me gustaba mucho como sonaba, siempre se lo recordaba a Harry, que se quejaba diciendo que su inicial debería estar antes. Aunque menos mal que las fans no pensaron lo mismo, “Houis” hubiese quedado horrible en mi opinión.
Pero bueno, el caso es que empezaron también a hacer videos, escribir historias… (Harry y yo nos leímos alguna que incluso acabó traumatizándonos de lo maniáticas sexuales que eran algunas).
Los cinco nos lo tomábamos a cachondeo, diciendo que Larry era un amigo nuestro. Pero nuestro mánager… no le hacía nada de gracia. Decía que todas esas cosas acabarían dañando al grupo, que la gente podía ser muy mezquina respecto a la homosexualidad, aunque no fuese cierta. (O eso pensaba él)
Así que un día me decidí y hablé con él en su despacho. Le dije toda la verdad, que el resto no lo sabía, aún no habíamos tenido tiempo de decírselo, porque es algo bastante fuerte. Pero que yo y Harry queríamos hacerlo público.
No le hizo nada de gracia. Aún recuerdo lo que me dijo.
- A Harry no podemos echarlo del contrato musical del grupo, es muy importante. Es el más querido por las fans y su voz es perfecta. ¿Pero tú? Apenas eres reconocido entre las fans. No nos costaría nada echarte. Eso es lo que pasará si decidís hacerlo público. Y sí, es un chantaje, Louis.
- ¿Por qué? ¿Qué más da que seamos gays? ¡Esto no es justo!
Recuerdo levantarme y tirar el vaso de té al suelo, esparciéndolo por la moqueta. Me daban ganas de romperlo todo y sobretodo… me daban ganas de llorar.
- Es lo que hay. Quiero lo mejor para el grupo. Deja de ser tan egoísta.
¿Yo? ¿Egoísta? ¿Por querer seguir en el grupo y a la vez estar con Harry?
- ¡Yo no soy egoísta! Además, ya has visto que las fans lo aceptan.
- Solo algunas y la verdad, muy pocas. Te voy a proponer un trato. Pasaré por alto todas las cosas que me has dicho, a cambio de que… hagas una cosa para no tener que echarte.
Apreté los puños, estaba dispuesto a negarme pero… no quería perder todo lo que nos había costado conseguir a los cinco. ¿Qué haría yo sin la risa de Niall? ¿Y sin Liam, nuestro “dad”? ¿Y Zayn, mi compañero de bromas? ¿Y sin Harry…?
- ¿Qué cosa?
- Debes salir con una chica. A ser posible una fan. Eso facilitaría las cosas. Las “directioners” se olvidarían de “Larry”.
Tragué saliva. ¿Qué debía hacer?
Y por desgracia, tomé la decisión más egoísta, todo por mi bien en el grupo. Juré renunciar a mi relación con Harry y salir con Eleanor, una chica de mi edad que era familiar de un amigo de nuestro mánager.
Hice daño a Harry.
Y nunca lo volvería a tener entre mis brazos, ¿a quién quería engañar? No fue culpa de mi mánager y del equipo directivo, fue todo por mi culpa.
“Te quiero…”