— ¡Yamashita Toru, exijo una disculpa antes de que te patee las bolas —
En realidad al guitarrista alcanzó a controlarse lo mejor que pudo, siendo un sobreesfuerzo humano después de presenciar tal desfechaste por parte de su compañero para con su amado (Estaba furioso y no reconocía que el tercero en discordia no tuviera conocimiento de sus sentimientos).
—Tskkk… no te pediré disculpas… —
Terminó la petición azotando la puerta del vehículo, ofensiva que Taka pasó desapercibida por su berrinche pero que a Tomoya llego a atemorizarle (era sensible, compréndanlo xD)
—¡¡¡¡Yamashita!!!! — Sí, Taka retomaba su modo cavernícola para salirse con la suya abalanzándose a atacar al guitarrista con puñetazos directo al pecho; el agredido en realidad no parecía inmutarse profiriendo suspiros de cansancio y el baterista que no quería ser partícipe del supuesto conflicto mejor abordó por el lado contrario la camioneta para verificar el estado de su compañero dejando a los otros dos arreglar sus asuntos como los adultos que eran (supuestamente).
— ¿Ryota, que te hicieron?, no debí haberte dejado solo con Taka, seguramente te vendió y y… vete nada más… si pudieras — El chico parecía lloriquear observando el aspecto moribundo zarrapastroso bien a la pordiosero de su compañero que hasta olía a callejera, el olor a macho urgido. Mejor le hecho como perfume del desodorante del auto por si las dudas el viaje se ponía feo, más de lo que podía estar ya.
…
—Grrr, me las pagaras Toru juro que me vengaré o me dejo de llamar Takahiro Morita
—Lamento informarte que ya no te quedan apellidos, a menos que quieras usar el mío… — Sonrió de soslayo al ver colorearse las mejillas del pelinegro conflictivo, quien sin decir más huyó cobardemente al interior del vehículo donde para su mala suerte le tocaba el asiento del copiloto junto a Toru.
— ¡Demonios! —
—Shhh, guarda silencio que Ryota duerme— Silencio susurrando el baterista
—No es mi culpa Tomoya, ¿qué te parece sí intercambiamos de asientos?
—Nada de que cambian, te quedas ahí y es una orden— Intervino al subir antes de que el menor le diera una respuesta, exclamación que lo intimidó y por la que se colocó en posición fetal en su asiento. En definitiva no sería un buen viaje con Toru y su humor de perros, Taka que a saber que le pasaba y Ryota con su condición lamentable y preocupante.
—Bien, esto haremos y no quiero ninguna queja al respecto— Dijo el líder quien ponía en marcha el auto en dirección a la casa del bajista. —Tomoya tu cuidaras a Ryota y mientras tanto Taka y yo les traeremos lo que necesiten—
— ¡¿Por qué tengo que ir contigo?! — Reclamó el tercer nombrado insatisfecho con la orden.
—Porqué sí y te jodes, seguramente sí tu cuidas de él terminarás incendiando su apartamento o creando una clase de gas toxico que atente con la vida de todo Japón…—
A Tomoya le parecía exagerada la respuesta pero tratándose del vocal todo era posible.
Taka le veía feo, la atmósfera volvía a tornarse tan sombría que parecía formarse entre los chicos conflictivos una especie de aura pesada a punto de hacer colisión en el no tan espacioso sitio. No era una situación normal y el más cuerdo de los cuatro lo sabía, Tomoya…
—Jajaja… Toru yo puedo acompañarte, no tengo problema con ello—
—No— Respondió lacónico con la mirada fija en la carretera
— ¡Idiota Yamashita!— Gritó enfadado el vocal golpeando el parabrisas.
— ¡Ya por favor tranquilícense! —
Tomoya fue ignorado y para colmo el rubio no tomó a bien el comportamiento del vocal. ¿Por qué insistía tanto en quedarse con él?, ¿prefería a Ryota más que a él?, ¿en realidad sí había algo entre esos dos? Todas esas dudas surcaban lastimosamente su mente, no quería pensar a Taka con otro que no fuera ¡él!
— ¡¿Por qué…. — El ruido extraño que solamente Toru tuvo el ¨privilegio¨ de escuchar se interpuso en la cuestión con la que al fin tenía pensado aclarar el problema.
—Nghhh amhhh— Los tres pasajeros quedaron anonadados, impresionados pero cada uno a su modo. Toru freno de golpe y vio enfurecido al emisor inconsciente, traidor que no tiene conocimiento de pudor (así pensaba de él al creer que seguro el vocal saldría a flote en sus ruidos impúdicos), Taka boquiabierto, reteniendo las ganas de reír igual observaba a su compañero y Tomoya tan sonrojado como un tomate prefirió pegar su frente a la ventana con tal que ninguno se percatara, que Ryota gimiera no era nada bueno…
—De nuevo lo está haciendo…—
— ¿Cómo que de nuevo?, ¿ya lo había hecho antes, Toru? — Asiente el aludido, rechinando los dientes por el coraje que volvía a tomar el control de su cuerpo. Pese a que Taka se mostrará desconocedor del suceso, el guitarrista no estaría tranquilo hasta descartar las supuestas sospechas de un romance entre ellos.
—Sí, y dijo un nombre que todos conocemos aquí… —
Tomoya que estuvo tratando de pasar desapercibido el momento al fin veía a sus compañeros…
— ¡¿Qué nombre?! — Dijeron vocal y baterista al unísono a lo que el interrogado bufó con pesadez; nuevamente el interés doliente de Taka.
—Dijo T-T…T…—
— ¿Tetete? — Cuestionaron otra vez en sincronía los interesados que se miraron más confundidos que hace unos segundos.
— ¿Conoces a esa, Tomoya? — Él mencionado naturalmente negó tratando de no verse afectado por la conversación, le dolía pensar que Ryota tuviera esa clase de sueños con alguien, o peor aún ese alguien acaparara su corazón.
— ¡No es eso y ahora escuchen ambos… en especial tú Taka— Aclaró el líder antes de que siguieran sacando sus propias conclusiones. Tomó una gran bocanada de aliento donde parecía inhalar del valor para que carecía para proseguir a responder la duda de los presentes (despiertos) —Él dijo… Ta…—
—Umaghh Toru— interrumpió gimiendo el bajista
— ¡Toru! — Gritó Taka saltando de la sorpresa en su asiento.
—Nooo a Ryota le gusta recibir— Lloriqueo Tomoya que pronto se desmayó sobre su compañero de lugar. Y el nombrado no comprendía lo que pasaba, anteriormente había escuchado a Taka en los actos impúdicos ¡¿Pero él?! Eso era peor, que fantaseara consigo quien sabe que clases de vulgaridades no iba a perdonárselo, pero al intentar despertarlo con violencia Taka lo detuvo del brazo.
— ¡Por qué demonios Ryota hace eso?!
— ¡¿A qué te refieres?!
— ¡Gimió tu nombre, no te hagas el inocente Yamashita!por eso querías que escuchará con atención…
—No es eso…
Taka lo interrumpió —O dios Yamashita, no creí que te acostaras con Ryota, nada más alardeas y das alas a quien tienes cercas…
— ¿Qué diablos? — lincredullidad sustituyó a la ira en el guitarrista.
El vocal resopló molesto y sin perder de vista la mirada de su compañero, además que cada segundo ceñía dolorosamente el brazo diestro del rubio entre sus brazos.
—Taka me vas a arrancar el brazo.
—No me importa, al menos tendré algo tuyo…
— Medito su dicho y pronto rectifico para el asombro del mayor. —No, no quiero solo tu brazo… ¡quiero todo de Toru! — Y sin darle tiempo de rebatir se adueñó de los definidos labios salvajemente, sin respiros, sin oportunidad de una queja a la que obviamente Toru prefirió desechar. Besaba a Taka, le correspondía y podía sentir los bombeos frenéticos semejantes a los de su corazón por la cercanía que el pelinegro pronto impuso abrazándolo con tal intensidad que impedía un futuro arrepentimiento o lejanía, con eso cada duda fue muriendo.
Mientras tanto en el asiento trasero del auto un baterista se recuperaba del shock y de las secuelas de un corazón roto que seguramente tardaría mucho en sanar… abrió lentamente los ojos y los talló con suavidad al incorporarse como toda persona normal que viaja en un auto, pero lo que vio no fue algo que se encuentra todos los días o que siquiera hubiera visto en lo largo de su vida en vivo y a todo color… Frente a él sus dos compañeros parecían comerse el uno al otro mediante semejante beso erótico donde se olvidaron que no eran los únicos tripulantes en el vehículo. Sonrojado, confundido, impactado pero con muchas interrogantes ya resueltas cayó conmocionado en dirección a la puerta concluyendo que la heterosexualidad entre todos (sí es que alguna vez la hubo) se fue por la borda.