Tengo que volver a casa. Aquí no me siento seguro, aunque hace ya cinco minutos que Sephirot se ha marchado. ¿Por qué se han complicado tanto las cosas? ¿Por qué me tuve que enamorar de Sora? Si tan solo hubiese seguido aguantando la dolorosa situación que llevaba con Zack…Mi vida no habría cambiado, seguiría teniendo a mis amigos, hablando de vez en cuando con Zack y lo más importante: no tendría a un psicópata vigilándome. No sé cómo afrontar esto…no tengo ninguna opción nada más que esperar a que Sephirot quiera volver a por Sora. Y si yo estoy en medio no tendrá reparo en matarme…o en llevarme a mí con él también. La única opción es alejarme de Sora, lo siento mucho por él pero no puedo llevar esta situación. Le quiero pero tampoco quiero morir o que me violen…!Es todo culpa de Sora¡ Si no hubiese aparecido en mi vida esto no habría pasado. ¿Por qué tuvo que hablarme esa vez?
Esos eran los pensamientos que surcaban mi mente mientras pasaba el umbral de la casa. Quiero irme a mi casa. Seguramente Sephirot esté vigilando la casa o vete tú a saber qué. Pero no sé qué hacer, ni ver a Sora, ni hablar con él ni nada. Tengo demasiado miedo.
-Roxas, ¿qué te pasa?-me dijo Sora saliendo de la cocina. Ni le respondí -Roxas, me estás asustando, qué te pasa-preguntó mientras me tomó del brazo.
-¡Ni se te ocurra tocarme!-le grité apartándole bruscamente la mano. No quiero que me toque. Sephirot podría cabrearse y pagarlo conmigo.
-¿Pero se puede saber qué mosca te ha picado?-me dijo hastiado y sin comprender mi actitud. No pude seguir mirándole y subí escaleras arribas.
Me metí en la habitación de Sora y la cerré. Empecé a deslizarme por la puerta hasta quedar sentado en el suelo. Encogí las piernas y metí entre ellas mi cabeza y me puse a llorar. Lloraba de miedo, de desesperación, de frustración. ¿Cómo he llagado a esto? Siento en el alma la mirada de preocupación que me ha echado Sora al llegar. Y yo le respondo así. No me entiendo ni a mí mismo. Digo que no quiero ver a Sora cuando es lo que más ansío. Digo que no quiero que me toque cuando su tacto es mi mejor medicina. Digo que todo es culpa suya cuando el pobre no tiene la culpa de nada. Digo que desearía haberlo conocido cuando es lo mejor que me ha pasado en mi corta vida. ¿Pero qué me pasa? Este no soy yo. Estoy actuando como un niño pequeño.
-Roxas, abre la puerta-oigo que dice Cloud mientras llama a la puerta.
-No, vete por favor-dije con la voz más firme que pude y levantándome. Cloud era capaz de tirar la puerta abajo.
-No me digas que me vaya cuando estás así. ¿Qué te ha pasado?-pude notar la preocupación en su voz-¿pero qué estoy haciendo? Es mi casa no necesito tu permiso para pasar.
Dijo mientras abría la puerta. Yo me giré y me puse a mirar a la ventana. No quiero que me vea llorando. Aún tengo mi orgullo, aunque no sé dónde.
-Habla. ¿Qué te pasa?-me dijo de forma directa.
-Nada.
-Ya tuvimos una conversación sobre respuestas estúpidas a preguntas serias-dijo perdiendo la paciencia-Y mírame cuando te hablo.
-No me obligues a contártelo…por favor-le pedí. No quiero humillarme de esta forma.
-¿Qué no te obligue? Has hablado de esa forma a Sora y parece que estás al borde del colapso nervioso. No te obligo a contármelo, te exijo que me lo cuentes. Por el bien de ambos-no me queda otra nada más ceder. Me giré para tenerle de frente-vaya, incluso has llorado. ¿Qué ha pasado?
-Sephirot.
-¿Cómo?-dijo dando un paso adelante y cogiéndome bruscamente de los hombros-¿Le has visto? ¿Dónde?
-En la playa, me ha amenazado…me ha dicho que le cuide por un tiempo a Sora…tengo..tengo miedo. No sé qué hacer…
-Quieres a Sora, ¿no es cierto?-me dijo mientras rebuscaba por la habitación buscando algo.
-Sí pero..
-Pero nada entonces. Si has encontrado a alguien a quien amas, no lo dejes escapar o te arrepentirás toda tu vida-no tengo palabras. Nunca me esperaría una respuesta así por parte de Cloud.
-Tengo miedo de que Sephirot nos haga algo…soy un cobarde lo sé, solo estoy pensando en mí-dije agachando la cabeza. Me daba asco a mí mismo.
-No te preocupes, yo os protegeré-dijo mientras se levantaba con…¿Con una pistola?
-¿Qué haces con eso?-le dije alarmado.
-Hacer lo que debería haber hecho hace mucho-dijo con un aire macabro.
Acto seguido Cloud bajó. Me había decido…creo. Protegería a Sora, no dejaría que nada malo le pasase. No sé cómo he podido pensar estas cosas. Me avergüenzo de mí mismo por ser tan débil y meter la pata de esta forma. Bajé las escaleras dispuesto a abrazar a Sora y disculparme. Pero no había nadie… ¿DONDE ESTA SORA? Al ver la puerta abierta corrí afuera como un loco. No puedo dejar que Sora salga de casa y que le pueda pasar algo. Al verle ahí dispuesto a salir corriendo detrás de Cloud le cogí del brazo firmemente y le pegué a mí.
-No, Sora no salgas…por favor, por favor…no salgas…quédate conmigo-le dije en la oreja mientras le abrazaba por la espalda.
-¿Pero qué ocurre? ¿Qué te ha pasado antes? Explícame-me exigió. Me siento demasiado mal conmigo mismo al verle ahora.
-Antes prométeme que me perdonarás y que mantendrás la calma-le pedí de forma preocupada. Desearía tener esta conversación dentro y no aquí fuera.
-Te lo prometo pero por favor cuéntame-me dijo de forma suplicante.
No sé cómo decírselo. Temo su reacción. Además sé que también tendré que contarle lo de que casi me violó. Pero aquí no se lo puedo contar. Y en cuanto se lo cuente se vendrá abajo y tendrá una reacción peor que la mía…pero he de ser fuerte. Por él, y por mí, por los dos. Le giré para que mirase a los ojos. Tomé aire, y lo solté.
-Sora, tu padre ha venido a hablarme.
Nada más decir eso, en la cara Sora apareció el terror en sus ojos. Empezó a hiperventilar y a agarrarme fuertemente del brazo. Yo solo le metí dentro de la casa como pude y le llevé al salón. En ningún momento Sora me soltaba o disminuía la fuerza de su agarre. M estaba destrozando el brazo. Pero lo entendía. Le senté en el sofá e intenté soltarme para ir a la cocina a por una valeriana o una tila o algo pero no me dejó. Me pidió de forma inaudible que no me fuese, o eso entendía pues solo movió los labios. No podía ni hablar. Todo esto es culpa mía. Si hubiese mantenido la calma nada de esto habría pasado. Sora seguiría sin saber que su padre nos estaba vigilando y podría recuperarse mejor.
-¿A qué viene tanto jaleo?-preguntó su abuela mientras pasaba al salón. Se quedó impactada al ver a su nieto así-Sora cariño, ¿qué ocurre?
-Su padre ha estado por los alrededores-le dije. Sora no podía ni hablar.
-¿Qué?-dijo la abuela mientras tomaba asiento. Incluso se había mareado de la noticia-pero eso no puede ser, no puede ser tan imprudente de acercarse hasta aquí sabiendo que está Cloud…
-Pues créelo. Cloud está fuera buscándolo y..-me detuve pues de repente Sora se levantó y me apartó de él-¿Sora?
-No dejaré que os pase algo por mi culpa-dijo Sora reuniendo la poca voz que tenía.
El resto de cosas pasaron muy rápido. Sora saliendo rápidamente de casa y yo persiguiéndolo hasta darle alcance un par de metros fuera de la casa. ¿Pero en qué está pensando? No pienso dejar que se arriesgue de esta forma. Si es necesario le encadeno a mi muñeca para que no se mueva de mi lado. Forcejeamos un poco hasta que logré tumbarle y ponerme encima mientras le apresaba los brazos sin lastimarle.
-Roxas suéltame por favor-me gritó.
-¿A dónde pensabas ir? Es peligroso estar aquí fuera, ¿entiendes?-le grité yo también.
-El que no lo entiendes eres tú. No quiero que te pase nada, por eso me voy a ir con él, para que os deje en paz a todos. Es a mí a quien quiere-dijo llorando y gritando al mismo tiempo. No aguanté más y le callé con un beso.
-Si te vas de mi lado con él, me muero. No decidas por mí lo que me es mejor. Y no digas tonterías por favor. Vamos a dentro de una vez-le dije mirándole serio. El me miraba atónito.
-¿Estás dispuesto a arriesgarte de esta forma por estar conmigo? ¿Acaso sabes de lo que es capaz mi padre?-dijo volviendo a forcejear para intentar soltarse, cosa que consiguió y me aparto bruscamente de encima. Trató de levantarse pero le agarré del tobillo y le tiré al suelo.
-Lo sé mejor de lo que piensas-dije mientras le levantaba y le sujetaba los brazos y ponía rumbo a la casa.
-¿A qué te refieres?-me dijo sin entender. Parece que ya se ha cansado de pelear.
-Esta noche te lo explico en la cama pero vamos a dentro o Cloud se enfadará.
Dicho esto pasamos por fin dentro. Su abuela estaba en la puerta preocupada. Nada más ver a su nieto se abalanzó a abrazarlo mientras le decía que no se preocupase que Cloud se haría cargo de todo. Al rato llegó Cloud al fin. La abuela dijo que se iba a la cama que tenía que descansar que las pastillas que se tomaba eran bastante fuertes y necesitaba reposo. Asique cenamos los tres lo poco que pudimos y nos quedamos sentados en la mesa de la cocina en silencio. Sabía que tarde o temprano Sora nos preguntaría por lo que pasó y que le tendría que contar.
-Bien, ¿me vais a decir alguno qué ha pasado exactamente?-dijo Sora intentando sonar seguro.
-Sora no sé si debes de saberlo..
-No Cloud, decidme qué está pasando-dijo cortándole. Se notaba que estaba sufriendo por esa información que se le negaba-pues verás Sora-.empezó a decir Cloud.
-No Cloud, déjame decírselo a mí-le dije. Cloud solo asintió y se calló-Verás Sora, al irse Seifer al acabar de hablar con él, apareció tu padre. Y me dijo que…-no me salía la voz. Esto sería un mazazo terrible para él.
-Roxas por favor dime-exigió suplicante.
-Me dijo que te cuidara hasta que él viniese a por ti, que sería la última vez que te vería-dije todo rápidamente y de un tirón. La cara de Sora no fue de sorpresa ni de miedo, sino de tristeza-
-Entiendo…bueno, ya me dijo a mí la última vez que disfrutase hasta que me volviese a llevar.
-No te preocupes, he inspeccionado los alrededores y no he encontrado nada sospechoso. Parece ser cierto lo que dijo y se ha ido por un tiempo. Pero aun así no bajaré la guardia otra vez, lo prometo-dijo Cloud con un claro tono de culpa en su voz tras un tiempo-bueno, deberíais iros a la cama y terminar de hablar de vuestras cosas. Yo también me voy a la cama.
Nos levantamos los tres y nos fuimos a la planta de arriba. Cloud se fue a su habitación y Sora y yo a la nuestra. Nos desvestimos y nos metimos a la cama, yo en bóxer y Sora con un pijama de verano (pantalones y camiseta de manga corta). Ya en la cama fui a apagar la luz pero Sora encendió la luz de la mesilla y se incorporó un poco.
-¿A qué te referías con lo de que ya sabes de lo que es capaz mi padre?-me preguntó. Yo suspiré y le empecé a contar TODO lo que me había pasado relacionado con su padre. Sora no articulaba palabra alguna.
-Bueno Sora dime algo por favor, me he sincerado. Lo siento por ocultártelo pero no te quería preocupar.
-Roxas, ¿quieres que terminemos?-me preguntó con tristeza.
-¿Qué? ¿Estás tonto? Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. ¿Cómo puedes pensar algo así?-dije mientras le abrazaba y él recostaba su cabeza en mi pecho.
-Como reaccionaste así al volver a casa, pensé que te arrepentías de salir conmigo-me dijo mientras se le escapaban un par de lágrimas-no quiero que nada malo te pase, y quiero que seas feliz. Aunque eso signifique alejarme de ti.
-No digas tonterías. Es cierto que al principio pensaba eso pero era víctima de mis miedos. Ahora lo veo más claro que nunca, quiero estar contigo hasta las últimas consecuencias-dije .El inmediatamente se giró y me besó de forma dulce y cariñosa.
-No te merezco-me dijo-tú te mereces a alguien mejor que yo. Mereces ser feliz Roxas, esa felicidad que conmigo no vas a encontrar.
-No digas eso Sora. El que no te merece soy yo. Tú eres el que ha sacado lo mejor de mí, si no fuese por ti estaría solo y habría vuelto a intentar suicidarme-mierda. Se me escapó ese pequeño detalle.
No penséis raro. En los primeros cursos del instituto no tenía muchos amigos y todos se reían de mí y me llamaban maricón y esas cosas. Muchas veces pasó por mi mente el acabar por todo, y alguna vez lo intenté, pero nada serio. La típica de intentar ahogarte con la almohada sin éxito. Sora se me quedó mirando sin creérselo. Aunque la imagen de un chico duro que nada le afecta, en realidad no es así. Sora ya sabía esto pero nunca se habría imaginado nada como le acabo de decir.
-Prométeme que no lo volverás a intentar-me dijo incorporándose un poco y mirándome a los ojos.
-Pero Sora no tiene la menor importancia que..
-Prométemelo-me repitió.
-De acuerdo, prometo no volver a intentarlo-no tenía la menor importancia algo como eso pero parece que a Sora le había impactado-siempre y cuando a ti no te pase nada.
-Pero Roxas eso no es justo para ti.
-Entiende que si tú no estás no hay nada que me quede en este mundo. Por eso haré todo lo que pueda por protegerte y si no lo consigo será el final para ambos-dije decidido. Sora me besó casi por inercia y entrelazó sus piernas con las mías.
-Eres un tonto…no sabes lo que me gustaría que lo hiciésemos ahora pero…
-Ya te he dicho que no tengo prisas Sora. Obviamente me encantaría disfrutar de eso contigo pero si todavía no podemos esperaré gustoso. A fin de cuentas el premio que aguarda es el mejor de todos.
Dicho esto Sora me sonrió y tras darme un beso de buenas noches nos dormimos abrazados. Yo le abrazaba de forma posesiva temiendo que se fuese a algún lado. No dejaré que nada le pase, lo juro. Al día siguiente nos volvimos para Villa Crepúsculo. Cloud no quería que pasásemos más tiempo en el mismo lugar donde había aparecido Sephirot. Al llegar Sora y yo nos despedimos y quedé en ir a buscarle para ir al día siguiente al instituto. No pudimos pasar el día juntos pues yo tenía que estar un poco con mis padres para mi desgracia y además ambos teníamos que terminar la tarea que nos había puesto para esas vacaciones.
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Mientras tanto en otro lugar, un hombre alto y fornido con el pelo castaño iba andando por la calle hasta llegar a una casa. Abrió la puerta y se adentró. En cuanto vio a un chico con los ojos azules se paró en frente y le miró serio.
-Va siendo hora de que vuelvas. Me ha llamado Aqua y le ha visto con él. No sé en qué estará metido pero sería conveniente que te enteraras e hicieras algo por él si todavía te importa-le dijo con un tono un tanto serio. El otro rechistó y se incorporó pesadamente.
-Pues tendré que volver a Villa Crepúsculo entonces-dijo dándole la espalda para empezar a irse tras un pasillo-él es más tiempo que nuestro jefe-dijo mostrando un poco de nostalgia en su voz ocultando sus rubios cabellos con la capucha de su sudadera y poniéndose unas gafas de sol para no mostrar esos ojos tan azules como el cielo.
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