Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi historia por khr

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí teneis una conti...estoy bastante contento ultimamente y he encontrado inspiración para continuar el fic...asique aunque cueste terminarlo, terminare el fic lo prometo.

 

Este cap se lo dedico a crystalpm, pues nunca se olvida de dejar un review, lo cual ayuda y mucho.

 

AVISO ESTA NARRADO DESDE EL PUNTO DE VISTA DE !!VENTUS¡¡

Nunca sabes a qué te llevará la vida. Dicen que no se sueña la vida, sino que se vive un sueño. Y eso es lo que traté de hacer hace tres años. Yo era ya un adolescente de 18 años. Vivía en Villacrepúsculo  con mis padres y mi hermano de 14 años. Mi hermano era una copia exacta de mí a su edad. Quizá él con una piel algo más morena y una expresión algo más seria.  Mi vida era sencilla. Lo tenía todo. Una buena casa, a mis padres no les faltaba dinero, mi hermano no era pesado, había acabado mi bachillerato y me había dado  la nota para la carrera universitaria que quería: bioquímica. Cualquiera puede decir que cambiaría su vida por la mía, pues ojalá alguien lo hubiese hecho. No me gustaba esa vida. Me parecía aburrida, monótona, predecible…No me veía en esa vida. No encajaba. De pequeño siempre me gustaba mirar las estrellas. Mi maestro de artes marciales, Eraqus, decía que cada estrella es un mundo, que aunque parezca que todos brillan, la mayoría ya se han apagado. Eso pasaba con mi vida. Aunque pareciese que era bella, hace mucho que dejó de serlo. No sabría decir desde cuándo. Seguramente desde que mis amigos se empezaron a drogar. Es desde que tenía dieciséis años. El ver cómo se destrozaban la vida, destrozó la mía. Me vi impotente ante esa situación. Mi mejor amigo, Vanitas,  fue quien empezó a drogarse primero. Al principio no era nada muy serio, pero la cosa se fue complicando…demasiado diría yo. Lo perdió todo, se quedó sin dinero…vivía él solo. Lo empeñó todo: la tele, el sofá, vendió la casa.  No supe qué hacer esos dos años…y todavía hoy pienso que podría haber hecho algo mejor. Únicamente trataba de distraerle y de que no fumase mucho delante de mí. Pero claro, no fue suficiente. Cuando me di cuenta ya era muy tarde. Estaba completamente enganchado. Pero lo más preocupante no era eso. Vanitas debía mucho dinero a su camello, y no era uno cualquiera. Su camello, era Sephirot. Un hombre bastante peligroso y con gustos un poco…especiales. Aún recuerdo el día en el que decidí que me iba de casa…

 

Flashback

-Ventus…por favor, solo por esta vez. No te pido mucho tampoco.

-Eso me dijiste la última vez Vanitas-dije apenado-por favor me prometiste que lo dejarías tío…

-¿Te crees que es fácil?-me gritó mientras me agarraba del cuello de la camiseta-No me hables como si no lo intentase.

-¿Pues qué quieres que piense?-dije sin mirarle-Si el día de mi dieciocho cumpleaños me vienes a pedir dinero otra vez, ¿!Eh¡? Paso de seguir ayudándote a matarte. No puedo…-acabé llorando. Duele mucho el ver como tu mejor amigo de la infancia se ha jodido la vida.

-¿Es tu cumpleaños?-me preguntó asombrado mientras me soltaba lentamente.

-¿Qué pasa? Ya ni te acuerdas de mi cumpleaños-dije mientras sonreía burlón con lágrimas en los ojos-no solo te estás jodiendo la vida a ti mismo, sino a todos los que te rodean…

-Es que no me entiendes…-dijo Vanitas mientras se ponía a llorar-el dinero no es para seguir drogándome

-¿Cómo?-sé que podía mentirme…pero esta vez no. Le conozco bastante bien y sé que no me miente, no si está llorando-Explícate.

-Le debo mucho dinero a mi camello…Y Sephirot no es alguien con quien puedas bromear. He escuchado muchas historias sobre él…Ven ayúdame por favor…

-¿Pero qué quieres que haga?-pregunté impotente-ve a la policía, pide ayuda.

-NO-gritó alterado-al último que le denunció le desgarró la piel a tiras…

-Dónde te has metido Van…-no sé qué recomendarle. ¿Qué le puedo decir? ¿Qué puedo hacer?

-Acompáñame ahora a hablar con él. Hablaré yo, pero por favor ven conmigo.

 

No me pude negar. Ver tan nervioso a Van por hablar con alguien…no es típico de él, y eso es sinónimo de que es muy peligroso e intimidante el tal Sephirot. Y tengo la sensación de haber oído ese nombre hace poco…en las noticias o algún comentario de alguien. Me giré para ver a Vanitas, pero solo me llevé una visión lamentable. Son ojos, ambarinos de por sí, estaban irritados y enrojecidos. En parte por llorar, y en parte por toda la mierda que se metía. Estaba delgado…muy delgado. No quedaba nada de ese Vanitas musculoso que era mi amigo. Iba con ropa vieja y desgastada. Parece que la ha cogido del contenedor donde la gente echa la ropa que quiere donar. Habrá vendido la suya digo yo…Su expresión no era esa expresión seria y burlona que solía adoptar, tenía una expresión de preocupación y miedo…los andares eran rápidos y vacilantes. En todo el camino ni tan siquiera me miró, ni habló ni nada. Yo tampoco lo hice…estaba asustado sí, pero trataba de tranquilizarme y mantener la calma para este momento…menudo regalo de cumpleaños me había dado Vanitas. Pero no me puedo cabrear con él o reprochárselo. Es mi mejor amigo, no puedo enfadarme con él. Nos pasa desde pequeños. Discutíamos continuamente pero no dejábamos de hablarnos por mucho tiempo. Al poco tiempo volvíamos a hablar como si nada. La gente no lo entendía, decía que éramos como novios. Pero eso no era así. No negaré que experimentamos los dos juntos nuestra sexualidad, pero solo eso. Tuvimos una noche de sexo y después de eso nada. Vanitas descubrió que le gustaban los hombres y que yo era bisexual, pero nada más. Ninguno nos sentimos atraídos el uno por el otro…en teoría. Este último año apenas veía a Van por lo que quizá solo siento nostalgia, no que me guste.

 

-Ven…-me dijo Vanitas delante de mí sin girarse-Ya hemos llegado. Que sepas que eres mi mejor amigo, y lo siento mucho-dicho eso volvió a avanzar sin esperar respuesta y sin mirarme. Yo le seguí.

 

Estábamos en un bar de las afueras de la ciudad. No había mucha gente, y nos miraban a ambos dos descaradamente. A Vanitas de forma burlona y riéndose, y a mí algunos con curiosidad y otros con deseo. No lo entendía hasta que vi a un niño de unos diez años en paños menores en las piernas de un viejo. Ese era un local de trata de blanca. Sentí miedo, mucho miedo. Aceleré el paso para alcanzar a Vanitas y traté de darle la mano para sentirme seguro como cuando éramos niños. Pero Vanitas me dio un manotazo sin tan siquiera mirarme.

 

-Ni se te ocurra tocarme Ventus-me dijo frío mientras continuábamos-en un sitio como este no podemos parecer cariñosos o que estamos muy apegados.

 

Comprendí al instante. Van lo hacía para protegerme de esa gente. Por cosas como esa era su amigo…aunque el amigo que conocí ya no existe, aun sigue una parte de él en el fondo. Seguimos avanzando por un pasillo hasta una puerta. Vanitas pasó sin problemas pero cuando iba a pasar yo el hombre que había al lado me cogió del hombro bastante fuerte. Vanitas le puso la mano en el brazo y le hizo una seña. Me soltó en el acto y continuamos el camino. Llegamos a una sala con unos sofás en una esquina al lado de una pantalla de plasma. Una estantería en una pared repleta de libros y en frente una mesa amplia con un portátil y diversos papeles. Sentado en una butaca  frente al escritorio estaba un hombre de pelo plateado y largo. Era imponente, era musculoso y se le veía con una mirada con una mirada penetrante y una mueca que parecía que eras un simple bufón a su lado. Parece que le gustaba torturar y ver en ese estado de nervios a sus clientes.

 

-¿Quién es el rubio Vanitas?-preguntó fijando su mirada en mí.

-Un amigo-dijo Vanitas con un ligero tartamudeo.

-¿Y a qué te lo has traído?-preguntó interesado.

-A pagar la deuda-¿qué?  No creo que esté pensando en lo que yo creo.

-¿Tanto dinero tiene?

-Vengo a vendértelo.

-¿Qué ESTAS DICIENDO VANITAS?-le chillé mientras le giraba pero con una rapidez pasmosa me dio un puñetazo a la altura del labio con tanta fuerza que me lo partió. Me estrelló contra una pared y con unas cuerdas que había me ató fuertemente las muñecas-Van… ¿por qué?-pregunté llorando mientras él se alejaba susurrando (creo) un ‘’lo siento’’.

-Vaya, que buen amigo que eres Van jajaja-se rió Sephirot-¿Y crees que vale todo lo que me debes?

-Es un rubio esbelto y con un buen miembro. Ya no es virgen, yo mismo he follado con él una vez y aparte ha tenido más relaciones con otros hombres por lo que ya tiene su entrada algo dilatada. Tú disfrutarías con él y también podrías sacar mucho dinero si le pones a trabajar en algún local como este-no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Mi  mejor amigo me está vendiendo para que me violen?

-Vanitas por favor no me hagas esto-le lloré-tu y yo somos buenos amigos…no puedes hacerme esto…por favor.

-Como tú mismo dijiste hace unos meses: éramos amigos. El Vanitas que conocías ya no existe. Te pedí dinero y no me lo diste, por lo que te toca pagarlo con tu cuerpo.

-Qué cruel Vani…-dijo Sephirot mientras miraba algo en el portátil y levantaba una ceja con cara de sorpresa-Bueno Vanitas, pasa a por esa puerta y ve al final del pasillo a la derecha. Ahí te encontrarás a Terra. Ponte cómodo mientras evalúo la mercancía-dijo sonrieno pícaramente.

 

Vanitas se fue sin tan siquiera mirarme, ni siquiera una lágrima. Por eso me pidió perdón antes de entrar al local este. Lo tenía planeado desde el principio…me siento traicionado, roto por dentro. Soportaría esta traición de cualquiera excepto de él, no de mi mejor amigo. No puedo evitar que las lágrimas salgan de mis ojos y que sienta miedo. Ya veo lo que no se me avecina. Traté de mantener la respiración para así morir y no pasar por lo que seguramente me esperaba.

 

-Un chico listo como tú debería saber que es imposible suicidarte así. Los pulmones se abren inconscientemente para coger aire-me dijo burlón Sephirot. Lo peor es que tenía razón, por lo que volví a respirar-Sabes, estoy asombrado por tus calificaciones en el instituto, y encima te han cogido en bioquímica, enhorabuena.

-¿Cómo sabes tú eso?-pregunté atónito.

-Bueno, tengo mis contactos dentro del ministerio de educación, tengo acceso directo a tu expediente desde mi ordenador-dijo mientras giraba la pantalla para que la viese. Era mi ficha, tenía hasta una foto mía.

-¿Para qué me cuenta esto?

-Sencillo. ¿Odias a Vanitas ahora mismo?

-Sí…-dije amargamente. Aunque sea mi mejor amigo, esto es imperdonable.

-¿Te quieres vengar?

-Estoy atado y a punto de ser violado, como tú comprenderás…

-Bien, estrechemos el círculo un poco-me dijo mientras se levantaba-Tienes ahora mismo dos opciones. Elegir libremente venir conmigo y trabajar para mí, o elegir irte con tu familia. Te doy una pista, con tu familia no volverás aunque lo elijas.

-¿Trabajar contigo? No quiero ser la puta de nadie-le dije con odio.

-Si trabajas conmigo, quizás no trabajes de puta como tú dices. Lo voy a decir para que lo entiendas, si elijes irte con tu familia, trabajarás en un burdel. Si elijes trabajar conmigo hay una posibilidad de que no.

-Pero mi familia…

-¿Tu familia qué? Se te ve en la cara que quieres aventura, viajar, trabajar en algo diferente, cambiar de vida. No estás conforme con tu vida. Te doy la posibilidad de darle un giro radical-ahí tiene razón. Quiero un cambio, y quizá este es el momento.

-De acuerdo…trabajaré para ti.

-Bien, sigamos. Te doy otras dos opciones: yo te pago en el extranjero la carrera de bioquímica. Necesito a un químico que fabrique los estupefacientes que consumen mis clientes. Con tus buenos resultados, estoy seguro de que tendré una mercancía de buena calidad. Si no aceptas eso, pues al burdel jajaja-dijo Sephirot mientras se reía de mi desgracia.

-¿Y me lo das así? ¿De gratis?-pregunté sin creérmelo.

-No se te escapa una. Quiero que mates a tu amigo Vanitas

-¿Qué? No pienso hacerlo.

-¿No te querías vengar? Te estoy dando la oportunidad.

-Pero…

-Puedes divertirte con él antes de matarlo, una buena diversión: sexo y venganza. ¿No te parece?

-PERO ES MI AMIGO DE LA INFANCIA-dijo gritando tratando así de convencerme a mí mismo también.

-Vaya…entonces te tendré que dar motivos para querer matarlo.

 

Dicho eso me cogió de la cara y me empezó a besar de forma salvaje. De la impresión abrí la boca, oportunidad que aprovechó Sephirot para meter su lengua en mi boca y explorarla. Mientras tanto sus manos recorrían mi cuerpo. Me sobaba mi miembro. Lo preocupante es que lo disfrutaba muy a mi pesar. Aunque no quería. Finalizó el beso cuando vio que me quedaba sin aire, mientras me mordía el labio inferior y chupaba la sangre del labio que me partió Vanitas. Se separó. Se bajó los pantalones junto con los bóxer mientras conmigo hacia lo mismo, dejando a la vista mi miembro casi erecto. Me cogió las piernas y me las puso en su cintura, quedando mi entrada totalmente expuesta. Era una posición muy abierta pues tenía aún mis manos atadas a la pared. Sin previo aviso metió su miembro en mi entrada. Sentí como si un cuchillo desgarrara mi recto. La tenía muy grande y gruesa, y encima yo no estaba dilatado por lo que me dolió horrores. Sin tan siquiera esperar a que me acostumbrara a la intromisión, empezó a bombear sacando y metiendo su miembro casi entero. Notaba cómo caía sangre de mi trasero, pero no podía hacer nada. Solo lloraba de dolor. Pero poco a poco empecé a disfrutar. Me daba asco a mí mismo pero el miembro de Sephirot llegaba directo a mi próstata en cada embestida por lo que me derretía en placer y gemía. Hasta mi miembro se puso duro. Pero él no me tocaba. Tras unas embestidas más se corrió dentro de mí. Sacó su pene de mi entrada y con un cuchillo cortó las cuerdas que me ataban a la pared. Apoyé mis piernas en el suelo pero me fallaron y me caí al suelo. Aún no era consciente de lo que acababa de pasar. Sephirot me había violado, y todo por culpa de Van…

 

-Bueno, creo que ya tienes un motivo para matarle-me dijo mientras se subía los pantalones y me habría una puerta, la puerta por la que había ido Van. Me levanté rápido y pasé por ella directamente-al fondo a la derecha.

 

Dijo Sephirot mientras cerraba la puerta. Fui con paso rápido. Ni tan siquiera me había puesto los pantalones, iba desnudo de cintura para abajo. Mi miembro estaba duro como una piedra. Muy a mi pesar me había excitado. Antes de matarle, pasaré un buen rato con él, por los viejos tiempos…definitivamente esta experiencia me ha servido para darme cuenta de que en verdad estaba enamorado de Vanitas…Al llegar al final del pasillo había otro adolescente, quizá dos años mayor que yo. Era musculoso, expresión seria y pelo marrón peinado en una cresta. Me tendió una pistola y abrió la puerta para que pasase, para después cerrarla. Estaba Vanitas atado a una cama de matrimonio, con la ropa quitada y mirando mientras lloraba.

 

-¿VEN? ¿Qué hace con esa pistola?-preguntó Vanitas-En verdad lo siento todo…

-Y más que lo vas a sentir-dije mientras dejaba la pistola en el suelo y me acercaba a él para besarle a la fuerza.

-¿Pero qué haces?-preguntó sin entender.

-¿Acaso no ves cómo me han dejado?-dije mientras acercaba mi duro miembro a su abdomen para restregarme. Dejé escapar un gemido mientras a Van se le ponía dura.

-Vas… ¿a matarme?-preguntó llorando mientras le comía el cuello y le hacía mordidas y chupetones

-¿En serio te preocupas por eso ahora?-le dije mordiéndole el lóbulo de la oreja-Preocúpate luego de eso, ahora disfrutemos del sexo.

-Pero no entiendo nada…

-¿Que no entiendes nada? Pues mira, me han violado por tu culpa, y ahora tengo la oportunidad de matarte rápido, despacio o lento. Pero como ME GUSTAS  quiero matarte rápido y que antes de morir te lleves mi amor. ¿Entendido?-dije mientras volvía a besarle como una fiera y le acariciaba la espalda y se la arañaba. Vanitas empezó ahora a corresponderme tratando de tocarme también, pero como tenía esposas que le ataban a la cama, no podía.

-Ven…-me dijo Vanitas mientras me separaba para coger aire-Lo siento…tu también me gustas, esto no tendría que ser así.

-Pues un poco tarde para lamentarse-le dije mientras le besaba y chupaba su torso desnudo dirigiéndome a su miembro.

 

En cuanto estuve a la altura, empecé a lamerlo con ansia como si de un caramelo se tratase. Tras un poco de torturar a Van me metí su miembro en mi boca y empecé  a tratar de metérmelo entero mientras enrollaba mi lengua en su miembro y subía y bajaba. Vanitas se derretía en gemidos y me pedía por más. Mientras, yo con una mano le masajeaba los testículos y con la otra le empecé a dilatar su entrada metiendo dos dedos de golpe. Eso hizo que Van soltara un grito de dolor y placer pues había aumentado el ritmo de la felación. Tras un rato así, se acabó corriendo en mi boca. Me tragué parte de su esencia y la otra parte se la di a probar a él con un beso con lengua bastante excitante. Yo no soportaba más mi erección asique retiré mis dedos y le empalé con mi miembro. Se lo metí rápido, de una estocada. Van estaba tan estrecho que me era imposible esperar a que le gustase por lo que empecé a embestirle mientras le besaba con ansia. El ahogaba sus gemidos en mi boca. Gemidos de placer pues entre que le estaba embistiendo y le masturbaba rápidamente. Con la otra mano recorría su cuerpo, que antes era más musculoso y excitante. Mientras le embestía no podía evitar pensar en que después, le mataría. Ahora que habíamos confesado nuestros sentimientos…que lamentable. Vanitas dejó de besarme para ahora chuparme mis lágrimas. Le miré sine entender mientras seguía embistiendo. El me sonrió cerrando los ojos. Esa imagen fue suficiente. Decidí acabar rápido. Le embestí un par de minutos más mientras le masturbaba aun más rápido y rudo. Van se corrió manchando mi abdomen mientras yo por la contracción de las paredes de su recto me corría también inundando completamente su ser con un gran gemido para después recostarme en su hombro para recuperar al aliento. Tras un par de minutos así me levanté de su lado. Con las sábanas me limpié el abdomen y mi miembro manchados de semen. Me puse la ropa que había en una mesilla, supongo puesta ahí aposta. Tras vestirme fui a por la pistola. Me serené antes de girarme. Pero la imagen me rompió el alma. Vanitas me sonreía con cara de arrepentimiento.

 

-¿A qué esperas?-me dijo-Venga dispara. Me lo merezco. Bastante has hecho con hacer que me sienta amado antes de morir. Eres lo mejor que me ha pasado Ventus, y yo no te merezco. Asique venga, mátame…

-Pero…-dije comenzando a llorar y bajando la pistola.

-Por favor…Ven-dijo mientras me sonreía con lágrimas. Me acerqué a él y le di un tierno beso. Sin lengua. Solo un pico cariñoso cargado de amor, amor que con su muerte él se llevará para siempre de este mundo.

-Te amo-le dije susurrando mientras me separaba y levantaba la pistola. Le apunté directo en la cabeza. Le miraba a los ojos, pero no soportaba su mirada. Antes de apretar el gatillo, aparté mis ojos de los suyos y finalmente disparé. El ruido inundó la habitación. Dejé caer la pistola en la cama, junto al cuerpo muerto de Vanitas. Me giré directo a la puerta para irme pero antes de salir observé mi reflejo, con la mirada triste y apagada, con lágrimas aun en los ojos y salpicado de la sangre de Vanitas…mi primer y único amor.

 

Fin Flashback

 

 

Tras eso, dejé una nota a mis padres de que me iba y me fui con Sephirot sin mirar atrás. Antes de irme de mi casa, le di un tierno beso en la frente a mi pequeño hermano Roxas. Le echaría mucho de menos y sabía que le destrozaría. Era un niño muy cerrado y demasiado serio y sé que era un gran apoyo para él…me tiene que tener mucho odio ahora mismo. Me gradué con calificaciones excelentes en dos años en lugar de en cuatro. Sephirot no tenía ninguna queja conmigo o con mi trabajo. Ni tan siquiera me molestaba.

 

En estos años forjé una buena amistad con Terra, el hombre que estaba en la puerta de la habitación donde retenían a Van esa vez. Era bastante serio pero había pasado por algo parecido a lo que yo por lo que hicimos migas enseguida. Si no fuese por él, no habría soportado esta vida. Su trabajo era algo especial. Se encargaba de vigilar junto con su novia Aqua a un tal Sora, el hijo de Sephirot que se había escapado y denunciado por sus violaciones. Por eso mismo he decidido volver a casa ahora. Para evitar que a mi hermano le pase algo por estar saliendo con  ese Sora. No será una tarea fácil pues encima Roxas me odiará pero bueno. Sé cómo hacer que me perdone, sigue siendo un niño.

 

-Ventus… ¿eres tú?-me dijo mi madre mientras me veía pasar a la cafetería donde les había citado a ella y a mi padre.

-Sí mamá, quiero volver a casa-le dije con una sonrisa falsa. Mi madre solo se abalanzó sobre mí para abrazarme y llorar de felicidad. Mi padre lo mismo pero de un modo más varonil.

 

Espérame, Roxas. No dejaré que te pase nada malo. No pude salvar a Vanitas, pero a ti sí que lograré salvarte del cruel destino que te espera como no te separes de Sora.

 

 

Notas finales:

Ale se acabo, dejen reviews si quiereen... o si no noo XD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).