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Mi historia por khr

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Notas del capitulo:

Emmmm si, se que me tarde muuuucho pero tengo excusa XD 

 Era justo el final de curso, luego tenia las pruebas de acceso a la uni y despues me fui de vacaciones y hasta hoy no he tenido internet para subir un cap

 

Asique bueno, aqui esta el nuevo cap. No es muy largo en parte porque no tuve tiempo para escribir tampoco, y porque decidi que este cap fuese bueno...una sorpresa :)

 

Asique nada mas, que siento mucho la demora, muchas gracias por sus reviews, que aunque no responda los leo todosss y que disfruteis del capitulo

pd. punto de vista de Roxas como casi siempre

Cuando llegamos a su casa le cogí a horcajadas y le puse contra la pared de al lado del baño y empecé a besarle con ansia. Sora solo se dejaba hacer, me dejaba besarle mientras él rodeaba con sus piernas mi cintura y me acariciaba la mejilla con una mano mientras la otra la enredaba en  mi pelo. Me estaba poniendo a cien. Se dejaba hacer de todo, daba igual que quisiese un beso lento, o meterle la lengua hasta casi ahogarlo, Sora se adaptaba y continuaba acariciándome. Al notar que las piernas me fallaban de tanto tenerlo cogido, le llevé al salón y me tiré al sofá de espaldas, quedando yo sentado y Sora sentado encima de mí. No paramos de besarnos en ningún momento, solo lo justo para coger aire. Dejé de besarle para dirigirme a su cuello y marcarle como mío. El gemido que salió de Sora me animó a continuar, esta vez alternando mis besos con mordidas en el cuello y en la oreja. Tanto Sora como yo estábamos ya bastante faltos de atención en nuestras partes, asique Sora empezó a mover su cadera, haciendo que nuestras erecciones se rozaran por encima de nuestros pantalones. Aunque el roce era mínimo, a mí me bastaba para ahogar gemidos en su boca y en su cuello, para así deleitarme con los gemidos de placer de mi Sora. Justo entonces recordé la conversación con Génesis, y paré.

 

-¿Te está gustando…Sora?-le pregunté susurrando en su cuello haciéndole suspirar.

-Mucho…-me dijo sinceramente.

-Dímelo…dímelo bien-que diga mi nombre, tengo que oírlo para estar seguro de que no piensa en su padre. No quiero que en mi primera vez el otro tío esté pensando en su violador, ya discutimos la última vez por ello.

-Ay mi Roxas-me dijo sonriéndome entre tierno y lascivo.

 

 Creo que me había cazado en lo que estaba pensado. Se acercó y me besó, pero no un beso dulce, sino que en mitad del beso me mordió el labio para que lo abriera y metió su lengua en mi boca. Traté de volver a controlar la situación pero no podía, estaba yo más recostado en el sofá y no me dejaba subir. Se acabó separando al ver que me quedaba sin aire, pero solo para empezar a chuparme el cuello y a darme mordidas en él. Sabía que eso me volvía loco y no se lo oculté, gemía para él, para que se enterase. Tras hacerme un chupetón entre el hombro y el cuello, subió a volver a besarme para silenciarme. Traté de acariciarle un poco pero no me dejó, me cogió las manos y me las puso en el sofá. Yo me dejé hacer, me excitaba bastante el sentirme dominado por Sora. Supongo que porque siempre había soñado esta situación con Zack…pero eso es el pasado, y a Sora no le cambiaría por nada. Paró de besarme y se dirigió a mi oído.

 

-Disfruto mucho de ti…Roxas-me dijo lentamente en el oído para después mordérmelo-¿cómo quieres que te lo demuestre? ¿No te basta con que me derrita cada vez que me acaricias como si fuese un helado?-dijo bajando y besando mi cuello-¿Ni con que tenga esta erección?-dijo pegándola más a la mía haciendo que gimiese roncamente, acto que él aprovecho para darme un beso corto y silenciarme-¿Y tampoco te vale con que gima, con que gima solo y exclusivamente para ti?

-Gime diciendo mi nombre.

-¿Cómo?-me dijo un poco descolocado y riéndose de forma coqueta-¿Quieres que diga tu nombre cada vez que me apetezca gemir?-dijo acercando su sonrisa a mi cara provocando que me sonrojase y apartase un poco la mirada. Reconozco que era un idea un poco gay pero… ¿acaso lo que estamos haciendo ya no lo es?

-Así sabré…que sigues conmigo-le dije ya mirándole claro a los ojos.

-Cógeme-me dijo hinchando sus mofletes de forma infantil. Le hice caso y me levanté con él en brazos-súbeme a mi habitación, estaremos más cómodos.

 

Sin perder más tiempo me puse rumbo a su habitación subiendo las escaleras. Aunque el camino no fue fácil. Sora no paraba de comerme el cuello y de acariciarme la espalda. Y por si fuera poco, al subir, mi erección rozaba con su culo, provocándome aún más dolor en ella. Deseaba quitarme los pantalones y darle la atención que se merece a mi miembro y al de Sora pues esto también le estaba gustando. Al llegar a su habitación le tiré a la cama, el quedó recostado viendo como yo me quitaba los pantalones. Me dolía demasiado mi erección. El no paraba de mirarme, en cierta manera me incomodaba un poco. No paraba de mirar mi miembro pues se notaba perfectamente por debajo del calzoncillo. Creo que se había puesto nervioso. Empecé a acercarme lentamente.

 

-Sora no pasa nada, tranquilo, tenemos todo el..-no pude ni terminar pues me cogió y me acercó a él para besarme como un loco. Recorrió con sus manos mi cuerpo, acariciando mi espalda, mis piernas y parándose en mi culo, apretándomelo y disfrutando del contacto. Para qué negarlo, yo también disfruté de ello, incluso pasó por mi cabeza el que Sora me penetrara a mí y todo. Acabé sentado en sus piernas y sin la camiseta, Sora se encargó de quitármela.

-De acuerdo.

-¿Eh?-me quedé un poco descolocado.

-Que gemiré con tu nombre, entiendo que es para nuestra seguridad-me dijo-aunque como sigamos así, sufres el riesgo de que te raye el nombre de tanto decirlo.

 

Ese comentario me puso más que cualquier otro. Le volví a besar. El se volvió a dejar hacerse por mí. Pero esta vez no me paré. Le quité su camiseta, haciendo que nuestros torsos se rozasen haciendo que Sora pegase un suspiro entre beso y beso. Le mordí el labio y le miré, haciéndole recordar nuestro acuerdo. Me miró y sonrió al recordarlo. Le mordí de nuevo el cuello para probarlo y mi nombre dicho por él suspirando llegó como música para mis oídos. Entre beso y beso le empecé a desabrochar el pantalón y se lo quité dejándole en calzoncillos como yo. Noté como se volvía tensar. Subí y le bese tiernamente en los labios acariciándole la mejilla haciendo que se relajase. Me separé y le miré a los ojos, el no apartaba su vista de mí. Dirigí mi mano hacia el elástico de sus bóxer rojos con dibujos de coronas y lentamente empecé a bajarlo. No dejaba de mirar a Sora y él solo se tensaba un poco. De repente cerró los ojos, justo cuando estaba a punto de quitárselos del todo y ver su miembro de una vez.

 

-Sora abre los ojos y mírame-le dije con calma.

-No…no por favor no-dijo entre sollozos. Le cogí y le di la vuelta, sentándole en mis piernas dándome la espalda para poder abrazarle bien desde atrás y darle besos en el cuello.

-Sora, ¿quién soy?-le pregunté apretándole un poco entre mis brazos.

-¿Rox…Roxas?-preguntó dudando.

-Pues claro que soy Roxas tonto-le dije-soy tu novio y sabes que no te haría daño nunca. Asique, abre los ojos y mírame por favor-Lentamente abrió los ojos. Se giró y me vio ahí, abrazándole y sonriéndole. Lágrimas amenazaron con salir de sus ojos pero le di un tierno beso.

-Gracias por tenerme paciencia pero…creo que nunca podremos pasar de aquí-me dijo tristemente.

-¿Me estás diciendo que te vas a quedar con esa erección entre las piernas?-le dije de forma pícara mordiéndole la oreja.

-Pero…es que yo no..aahh Roxas joder…-dijo cuando apreté uno de sus pezones y le mordía el cuello marcándole de nuevo.

-Coge mis manos con las tuyas-le dije. El obedeció. Bajé mis manos teniendo las suyas enganchadas hasta el elástico casi bajado de sus bóxer-ahora decide tú. Baja al ritmo que quieras tus bóxer con mis manos-se quedó dudando un rato, bueno un rato, ni treinta segundos y empezó a bajar de nuevo el elástico mientras me miraba a los ojos y me besaba de vez en cuando arqueando su espalda para llegar. Al final se los bajó del todo y levantó sus piernas para sacar del todo su calzoncillo. Le miré el miembro, me excitaba un montón. No estaba mal de tamaño, era grande. Y el grosos era…mayor que el mío, un poco. Tenía el capullo hinchado y rojo síntoma de la necesidad de cuidados.

 

-Roxas…-dije suspirando un poco-¿te importa…masturbarme? Pero no vayas muy rápido por favor…lo justo.

 

Yo sonreí y le besé mientras agarraba su miembro con mi mano derecha y empezaba a masturbarle lentamente. Sora ahogaba mi nombre entre besos. Incluso acompañaba con su cadera el movimiento de mi mano. Subía hasta arriba y bajaba hasta la base, hasta tocarle su vello púbico que tenía poco pero algo había. Además con la mano izquierda le acariciaba los testículos, apretándolos sutilmente de vez en cuando. Le estaba torturando con este ritmo lo sabía, pero quería que me rogase por más. Quizá era cruel pero oye, esto me excitaba también. Son bastantes las cosas que me excitan de Sora ahora que pienso.

 

-Aahh Roxas…por favor…aahh rápido-me dijo entre gemidos cuando se alejó. Asique dicho y hecho. Aceleré el ritmo de mi mano haciendo que Sora arquease su espalda y por el placer, provocando que tuviese más espacio para darle un beso y meterle la lengua saboreándola entera, incluso dejando hilillos de saliva cuando nos separábamos. Tras un rato así Sora se separó de mis besos, yo no paré de masturbarle en ningún momento y al fin llegó, Sora explotó manchando toda mi mano y su pecho del semen que expulsó en el orgasmo al que le llevé, gritando como un loco mi nombre y gimiendo más que nunca. Espero que no nos escuchase ningún vecino. Paré un poco para que Sora normalizase su respiración.

-Deduzco que te ha encanto, ¿no?-dije sonriéndole.

-Deduces bien-dijo sonriéndome-y…bueno, ahora toca que me…lubriques para penetrarme ¿verdad?-me dijo con un poco de miedo en su voz.

-Sora, ¿estás listo para que te penetre?-le dije preocupado.

-Pues…me muero de ganas de que pase eso, y más después de lo que me has hecho disfrutar hoy pero no sé…sigo sintiendo pánico a eso un poco-me dijo triste.

-Bueno…se me ocurre una alternativa a eso-dije de forma pícara.

 

Le levanté de encima de mí. El se quedó de pie mirándome. Yo me quité el bóxer como si nada. Entonces, aún dudando un poco de lo que hacía, recubrí mis dedos bien con el semen de Sora y mirándole fijamente, empecé a introducir uno en mi entrada, gimiendo un poco por dolor y mucho por el placer y el morbo que me daba auto penetrarme en frente de Sora. El se quedó flipando, no me quitaba ojo de encima. Incluso volvió a empalmarse.

 

-Aaaahhh Sora…-le dije acabando de meter uno de mis dedos enteros-¿me ayudas a llegar a mí al orgasmo?-le dije provocándole, haciéndole entender que quería que me penetrase.

-¿Seguro?-dijo tratando de controlarse un poco.

-Seguro…el que te hagan a ti estas cosas lo llevas mal pero yo creo que ahora después de todo…el hacérmelas tú, te cuesta menos…por no decir nada-le dije sonriéndole mientras metía y saca mi dedo de mi entrada para dilatarla.

 

Se acercó a mí y se tumbó encima de mí y me besó de forma apasionada. Con una mano empezó a masturbar mi miembro, haciéndome ahogar gemidos, mientras con la otra dirigía el dedo de mi mano que tenía dentro. Lo metía y lo sacaba, lo giraba. Todo sin parar de masturbarme. Paró de besarme para meter sus dedos en mi boca. Yo empecé a lamerlos y lubricarlos bien, gimiendo sutilmente con mi boca abierta a la mitad con sus dedos dentro de mi boca. Tras un rato los sacó y retirando mi mano lejos de mi culo, metió dos dedos a la vez en mi entrada. Gemí fuerte un poco por el dolor, que se pasó rápido pues aumentó el ritmo de su masturbación y empezó a comerse los rastros de su semen que quedaban en mi mano. Eso fue con diferencia lo que más me excitó. Me quedé embobado mirándole aun sin parar de gemir pues además empezó a hacer círculos con sus dedos dentro de mí. Tras un par de besos más, metió un tercer dedo el cual entró sin mucho esfuerzo, ahí sí que me empecé a dejarme la garganta a gemir. Incluso paró de masturbarme hace rato porque me correría antes de tiempo.

 

-Sora..aaaahhh, por fa aahhh vor…-le dije gimiendo entre beso y beso.

 

No le tuve que decir nada. Sacó sus dedos de mí y tras colocar la punta de su miembro palpitante en mi entrada, empezó a empujar, metiendo la punta lentamente y tras un buen empujón y un poco más de tiempo el resto del miembro. Dolía bastante, no podía abrir los ojos. No me equivocaba al decir que el miembro de Sora era bastante grueso. Sora esperó paciente un poco mirándome y acariciándome el miembro y el pecho.

 

-Sora empieza a moverte por favor-le dije suplicándole.

-Te quiero Roxas-me dijo mientras se le escapaba una lágrima-el dejarte penetrar por mí…tú…solo para que supere mis…-estaba llorando de felicidad supongo. Me incorporé para besarle y callarle.

 

Sora empezó a moverse lentamente para que me acostumbrase. Tras un rato así, me la sacó, me puso a cuatro y me la volvió a meter de forma rápida, empezando un mete saca mientras me masturbaba al mismo ritmo provocándome gemidos que no dudaba en soltar. Me sentía en el cielo ahora mismo, no era lo que me esperaba hacer con Sora, pues yo me moría por penetrarle, pero bueno. Se sentía bastante bien. Su miembro entrando y saliendo frenéticamente de mí, su mano masturbándome y acariciándome los testículos mientras con su otra mano me acariciaba el torso, la espalda, me tiraba del pelo…y gemía. Yo gemía, y él gemía mi nombre intercalando pequeños besos y mordidas en mi cuello, donde él sabía que me encantaba.

 

-Aaahh…aahh SoraAahh…quiero verte-le supliqué mientras seguía embistiéndome con ganas.

 

Me cogió y me volvió a cambiar de postura quedando esta vez Sora tumbado y yo encima. Empecé a auto penetrarme y a masturbarme mientras besaba a Sora con ansia y pasión. Tras un poco más no aguante y gimiendo el nombre de Sora me corrí como nunca sobre su pecho.

 

-AAAAHHH…Sora…-dije entrecortadamente-te amo.

-Roxas, ayúdame a correrme-me dijo mientras me levantaba de su miembro y me hacía señas                                                                                                 para masturbarle.

-¿No quieres…correrte en mí?-le pregunté. En todos los vídeos que he visto se corrían dentro y la verdad…cuando yo le penetre lo pienso hacer.

-No, no quiero. Quiero que lo hagas tú…eres el activo, ¿no?-me dijo sonriendo-Sé que me has dejado serlo a mí para disfrutar del sexo y ayudarme a superar del todo a mi padre y lo has conseguido-me dijo sonriendo.

 

Yo le sonreí también y comencé a masturbarle rápido de nuevo. Sora volvió a gemir mi nombre como loco. Cogió mi mano, la untó sobre el semen que tenía en su pecho y dirigió mi mano a su entrada. Entendí el mensaje y le metí un dedo y empecé a sacarlo y meterlo. Con solo hacerle eso tres veces, se corrió mientras le besaba saboreando su lengua.

 

Tras eso, nos quedamos así, tumbados en la cama, desnudos y respirando tratando de no quedarnos dormidos. Ninguno lo conseguimos. Sora fue el primero en dormirse tras darme las gracias. Al fin había conseguido que Sora no asociase el sexo a su padre. Tengo la sensación de que ha sido demasiado fácil…Sora no es un chico normal. Es muy fuerte. Espero que la próxima vez pueda ser yo quien le penetre. Que no le dé tanto miedo espero. Aunque bueno…si esto se repitiese tampoco me importaría la verdad. Me ha hecho gozar bastante Sora. Cualquiera lo diría, con lo dulce y tranquilo que parece pero con qué ritmo penetra luego. Se lo pienso devolver cuando volvamos a…ponernos cariñosos. Nos tapé con la sábana y le acerqué más a mí para recostarlo sobre mi pecho y tumbarnos los dos a dormir en la cama. Bueno, eran las siete de la tarde más o menos, será solo dormir un poquito.

 

-Buenas noches Sora-le dije dándole un beso en la mejilla-eres la luz que ha iluminado mi vida, y no pienso dejar que nadie te apague.

 

Notas finales:

¿Dudas? ¿Sugerencias? ¿Ganas de matarme por el cap? ¿¿Reviewsss??jaja Bueno espero que os haya gustado. El siguiente lo intentare tener  la primera semana de agosto, antes imposible.


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