Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi historia por khr

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, lo siento pero se me olvidó subir el cap antes de irme de vacaciones XD 

 

Asique para mis pocos lectores, aquí está el nuevo cap, disfrutenlo.

Muy a mi pesar me desperté y tuve que separarme de mi Sora pues me estaban llamando por teléfono. Tras buscarlo un poco lo encontré en mis pantalones que estaban casi fuera de la habitación.

 

-¿Quién?-pregunté sin rodeos.

-Roxas cariño soy mamá.

-¿Qué necesitas? Por cierto Sora me ha invitado a dormir a su casa hoy.

-Vale, mejor. Llamaba para decirte que este fin de semana te quedarás solo. Tu padre y yo hemos tenido que irnos de la ciudad a…unos asuntos. Ya hablaremos el domingo. Adiós besooos-y colgó.

 

¿Qué me estarán ocultando? En fin ya saldré de dudas. He de disfrutar de mi Sora. Me duele un poco mi parte trasera pero no es nada que no pueda disimular. Además, ha merecido la pena. Por fin Sora y yo hemos dado este paso. No de la forma en la que a ambos nos habría gustado (siendo yo el activo) pero bueno, ha sido precioso. Y por suerte ya no asocia el sexo a su cautiverio, espero. Pero aun así le seguiré pidiendo que gima mi nombre…me excita bastante el hecho de que se deje la voz por mí y para mí.  Tras darle una mirada de cariño a Sora dormido, me metí a la ducha a limpiarme. A los quince minutos salí y me cambié poniéndome ropa de Sora. Incluso unos calzoncillos suyos me puse pues con el calentón no pasamos por mi casa a por ropa. Vestía unos pantalones cortos rojos y una camiseta blanca de manga corta normal. Me dirigí a despertar a Sora para que se duchase y después cenar directamente la comida china que tenía pensado pedir. Cuando estuve a su lado me tumbé. Observé su cara, dulce y feliz descansando. No es para menos, sus penetraciones se las curraba bastante. Empecé a hacerle cosquillitas en la cara. Sora no paraba de gesticular y de darse manotazos en la cara donde le hacía cosquillas. Yo me reía suavemente. Era tan mono…

 

-Soraaa, despiertaaa-le dije de forma muy dulce.

-Cinco minutos máass-dijo mientras se giraba y me daba la espalda. Me acabé de recostar a su lado y le pegué mi miembro a su trasero.

-Vaya…¿quieres devolverme ya el favor?-le dije moviendo mi cadera para que notase mi miembro en su culo. Se tensó ligeramente y se volvió a girar, quedando frente a frente.

-Salido. Acabamos de hacerlo, ¿sabes?-me dijo riéndose.

-Me tendría que quejar yo que soy el que ha puesto el culo ¿no?-le dije mordiéndole una mejilla de forma juguetona.

-¿Acaso no te gustó?-me preguntó enarcando una ceja y sonriendo a su manera.

-Yo no he dicho eso-dije incorporándome un poco mientras me reía-pero ambos dos estamos deseando que te posea yo, ¿no?-Sora se incorporó y me besó apasionadamente cogiéndome dulcemente de la nuca.

-Nada me hará más feliz que eso-me dijo cuando se separó-la próxima vez así lo haremos-dijo mientras se levantaba-que será dentro de poco, ¿verdad?-me dijo guiñándome un ojo mientras se iba a la ducha.

 

Desde luego mi Sora es adorable…y excitante a la vez. Me estoy volviendo demasiado dependiente de él. No quiero que esto se convierta en un amor peligroso como el que le tenía a Zack. Pero es que por otra parte era medio entendible el que quisiese estar siempre cerca de Sora después de la amenaza de su padre. Por mucho que Cloud me haya dicho que no tenía de qué preocuparme, eso no era verdad. Sephirot era capaz de eso y más. A fin de cuentas era un hombre rico sin nada que perder. ¿Qué le detenía? Nada. No tenía ni tan siquiera miedo a Cloud. Y encima Cloud va y se larga de la ciudad dejando a Sora sin protección. Bueno, en teoría está ese tal Axel pero no me fío mucho de que sea capaz de proteger a Sora. Desde luego, siempre me enamoro de personas difíciles…

 

Con estos pensamientos por mi cabeza empezó a sonar el móvil de Sora que estaba sobre la mesita. No sé si debo cogerlo, es su móvil y no tengo derecho a espiarle. Pero por otra parte, solo le están llamando, es tan fácil como coger la llamada y decir que está en el baño…sí, eso haré.

 

-¿Si?-pregunté al coger su móvil.

-Vaya, si me coges tú el móvil supongo que mi plan funcionó-escuché la voz de Génesis al otro lado.

 

Colgué inmediatamente. ¿Pero qué clase de psicólogo llama a su paciente para ver si ha hecho el amor con su pareja? Es un pervertido. Espero que no vuelva a llamar porque si lo hace, la próxima vez que vaya a acompañar a Sora a su consulta está muerto…muerto y enterrado. Joder ya está volviendo a sonar el móvil…y encima es desconocido. Espero que no sea él porque sino…

 

-Como seas Génesis y vuelvas a preguntar algo sobre eso volveré a colgar-dije cabreado nada más coger el móvil.

-Tranquilo, no me hace falta preguntar cosas obvias-será gilipollas-pero espera un momento antes de colgar. He llamado a Sora pero porque quiero preguntarte una cosa a ti.

-¿A mí? ¿El qué?-dije confuso.

-¿No tendrás por casualidad un hermano mayor?

-Emmm ¿por?

-Deja esa desconfianza de responder con una pregunta y di sí o no-me dijo impaciente. Pero qué creído se lo tiene.

-Sí, tengo un hermano mayor que dicen que es clavadito a mí. ¿Por?

-¿Cómo se llama?-me dijo más nervioso.

-Ventus. ¿Por?

-…

-¿Génesis?

-Sí, si, vale vale. Pero… ¿seguro?

-Hombre, aunque se largase hace tres años sin decir nada me sigo acordando de su nombre-le dije un poco hastiado de tanta insistencia.

-¿Hace tres años?-me dijo más alterado-sí, vale. La próxima vez que venga Sora a la consulta pásate tú también. ¿De acuerdo?

-¿Para qué?-no entendía nada.

-¿Acaso no quieres saber por qué conozco a tú hermano aun sacándole unos diez años?

-Me da igual la vida del cabrón de mi hermano-dije empezando a cabrearme. Y colgué.

-¿Qué hermano?

 

Me quedé helado. Sora estaba con solo una toalla a la cintura en la puerta del baño mirándome sin creerse lo que acababa de escuchar. Todo el esfuerzo hecho para que Sora no se enterase de lo de mi hermano antes de yo estar preparado para contárselo tirados a la basura. No podía ni mirarle. Estaba aún con el teléfono en la mano, mirando a los pies de Sora. ¿Qué decirle ahora? ¿Contarle la verdad de todo y decirle cómo me siento? Sé que eso es lo más lógico pero aún estaba receloso a ello. No estoy tan listo como para abrirme a ese extremo y contar como me destrozó lo de mi hermano. Sé que es Sora, que es mi novio, que confío en él y que no dirá nada pero…soy muy orgulloso. Aunque Sora me haya contado cosas peores como lo de su padre, sigo sin poder abrirme. Y sé que eso le duele a Sora. Algo lógico. ¿A quién no le dolería que una persona en la que has confiado no confíe en ti luego? Te sientes como si a esa persona no la importases en lo más mínimo pues no confía en ti. Y si encima esa persona es tu pareja, el sentimiento es peor. Mi pobre Sora se tiene que sentir fatal ahora mismo…

 

-Roxas te he hecho una pregunta. Y mírame por lo menos…-me dijo Sora algo cabreado de mi evasiva mirada.

-Sora…no es lo que piensas yo..

-¿Qué no es lo que pienso? ¿El que no me hayas contado nada de un supuesto hermano tuyo? ¿O que tienes un hermano?-me cortó mientras trataba de excusarme.

-…

-¿Confías en mí Roxas?-me cuestionó como…desilusionado.

-Claro que confío en ti Sora. Eres mi novio…-le dije volviendo a mirar al suelo al ver lo irónico de las palabras después de ocultarle eso.

-¿Entonces por qué no me contaste esto antes?

-Pues…porque no sé como decírtelo…es algo que no le he contado nunca a nadie y me cuesta…no soy mucho de hablar de ese tema.

-¿Y podrías confiar ahora en mí?-me preguntó Sora acercándose y haciendo que le mirase cogiéndome suavemente de la barbilla con una mano mientras con la otra me acariciaba tiernamente la nuca. Todo para dedicarme la mejor de sus sonrisas…

-¿No estás…cabreado?

-Hombre, contento no estoy como comprenderás-me dijo endureciendo un poco su rostro-pero…te amo. Y entiendo que es difícil para ti contar eso. Y como no se puede cambiar el hecho de que aún no me lo hayas contado, prefiero que me lo cuentes ahora.

 

No le merecía. Era tan alegre y considerado. Yo no habría reaccionado así. Bueno, es más, no reaccioné así al ver las marcas en su espalda hace unos meses. En lugar de tratar de comprender y de que me contase por las buenas, lo hice de una forma algo más agresiva. En eso nos diferenciamos. Sora es pura despreocupación, pura alegría. Una sola de sus sonrisas puede hacer que te olvides de tus problemas. Y fueron esas sonrisas las que me hicieron enamorarme de él sin yo darme cuenta de ello. Su rostro es bello y transmite la misma alegría que sonrisa. Si está preocupado no lo notarás. Siempre mantiene la misma cara alegre para el mundo. El único punto donde podrías verlo es en su mirada, en esos ojos azules que transmiten pura paz. Que no juzgan. Que miran y no se quedan en la envoltura sino que ven más allá, como hicieron conmigo. En cambio yo siempre miro con la misma cara al mundo, una cara recelosa y prepotente. Desconfianza es lo que transmito y mis ojos no reflejan nada bueno, solo enfado y desinterés. Excepto cuando estoy con Sora. El saca lo mejor de mí. Es cierto que los opuestos se atraen pues Sora y yo no podríamos ser más distintos pero tampoco podríamos estar más enamorados.

 

-De acuerdo, te lo contaré todo ahora. Empezaré por el día en que mi hermano se fue. Ese día me desperté incluso más rápido que otros días pues era el cumple de mi hermano Ventus. No le pude felicitar por la noche porque salió con su amigo Vanitas, asique tenía muchas ganas de felicitarlo. Para mí mi hermano era un ejemplo a seguir. Era gracioso, divertido, muy inteligente y tenía un montón de amigos. Era todo lo que yo quería ser. Además como nos parecemos tanto muchas veces los profesores que nos conocían a los dos me lo decían, que era clavado a mi hermano. Y eso me llenaba de orgullo y lo disfrutaba. Lo teníamos todo pensado mis padres y yo para ese día. Le despertaríamos a las tres de la tarde, así descansaría de haber salido de fiesta. Le felicitaríamos y le llevaríamos a comer a su restaurante favorito. Luego nos iríamos a ver una película que llevaba tiempo queriendo ver y por último le daríamos sus regalos. Le habíamos comprado un portátil para que lo usase en la universidad. Y además yo le había escrito como una carta donde ponía todo lo que el significaba para mí…Pero nada salió como esperaba. Cuando bajé estaba mi madre llorando y mi padre hablando por teléfono…estaba muy alterado también. Pregunté qué pasaba pero no me hacían ni caso. Vi una nota en la mesa, asique me acerqué. Era la letra de mi hermano y ponía: ‘’Mamá, papá, me voy. No aguanto más esta vida, es demasiado monótona y predecible. No me busquéis, no necesito nada, tengo cubierto todo. Decidle adiós a Roxas de mi parte’’…

 

-Roxas… ¿estás bién?-me preguntó Sora preocupado por mi silencio-no tienes que seguir si no quieres…-no le pienso hacer ni caso

 

-Después de aquello, mis padres empezaron a buscar incansablemente a Ventus por todas partes. Se olvidaron de mí…se olvidaron de que yo también sufría esto. Me volví más cerrado y desconfiado, no hablaba con nadie sobre mis sentimientos o mis problemas, me los guardaba todos para mí. No podía tener un mejor amigo en condiciones, por miedo a que también me abandonase…y aún tengo ese miedo…a mis padres no les he perdonado el que se olvidasen de mí, y ellos lo saben. Por eso  no me suelen regañar ni decir nada…Y por ese motivo no quiero saber nada de mi hermano, por mí como si está muerto. Me jodió la vida cuando se fue, eso nunca se lo perdonaré-dije mirando al suelo aguantando las lágrimas.

-Pero Roxas, quizás tenía

-NO SORA-le corté gritando-no me digas nada…por favor-dije mientras me caían un par de lágrimas-te lo he contado todo, ya lo sabes. Pero no digas nada sobre el tema…nada.

-¿Por qué no me lo contaste antes?-me preguntó.

-Esto, comparado con lo que has sufrido tú, no es nada…no tenía derecho a hacer que cargases también con el peso de mis problemas…

 

Entonces Sora se acercó y me abrazó. Escondí mi cabeza en su hombro y lloré…eché todas las lágrimas que había guardado durante tanto tiempo. El solo me acariciaba la espalda. No hablaba. No quería que hablase. Con estar en sus brazos, sintiendo su calor y su compañía, era suficiente para mí. Y encima, me di cuenta de que en verdad, no había superado lo de mi hermano. Y que si volviese, le terminaría perdonando…muy a mi pesar, aún sigue siendo una de las personas más importantes para mí.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).