Menudo aburrimiento de semana. Estuve metido en la biblioteca todas las tardes para así no ver a mi hermano por casa. ¿La razón? A parte de porque tenía que estudiar, porque después de lo de la muerte de Génesis el lunes, Sora había faltado el martes, el miércoles y el jueves. Menos mal que hoy viernes ya viene a clase. Le comentaré ahí lo de la fiesta por el cumpleaños de Naminé, aunque está difícil que quiera ir. Algo normal, una de las personas que más le ayudaba a muerto en ‘extrañas’ circunstancias. Resulta que murió de un infarto. Algo normal, de no ser porque nada más que tienes treintainueve años y ningún problema cardiovascular. Y además Sora estaba empecinado en que no había muerto porque no había visto el cuerpo. Resulta que nadie lo podía ver salvo el forense militar. Sí, Génesis estuvo en el ejército parece ser. Menos mal que Cloud movió algunos hilos para que al menos él al ser policía pudiese verlo para que Sora se tranquilizase. Pero yo no dejo de darle vueltas al hecho de que mi hermano tuvo algo que ver. Pero no puede ser. Mi hermano nunca ha sido un asesino…por lo menos antes de irse. Sé que es una locura el pensar que le haya matado pero es que me da rabia no haber podido escuchar lo que Génesis me tenía que decir. ¿De qué se conocerían? Muchas veces pensé en preguntarle a mi hermano pero lo descartaba en seguida. Sigo sin pensar hablar con él. Y ahora se ha puesto MUY pesado. Se levanta todas las mañanas para hacerme el desayuno, siempre que llego me pregunta que qué tal el día, me ha regalado unas zapatillas que lleva tiempo mirando pero que eran algo caras… ¿Cómo se habrá enterado de que las quería? Y lo más importante, ¿de dónde ha sacado el dinero? No sé si trabaja ni nada…y la verdad me da igual. Se está intentando currar el ser un buen hermano pero no pienso hablarle. No. Aunque cada vez resultará más difícil. Mis padres están planeando una salida familiar para el fin de semana siguiente. Solo rezo para que me pongan algún examen y no poder ir. Y por si fuera poco, tengo otro problema, algo que hasta ahora no había supuesto ningún problema: no he follado en cuatro días. Desde que lo hice con Sora la última vez de esa manera tan excitante, estoy que me subo por las paredes. Cada vez que lo recuerdo se me pone dura y tengo que aliviarme para poder hacer algo. Pero es que Sora no está ahora para ‘eso’. Le he llamado todos los días y se le oía triste. Excepto ayer por la noche. Me dijo que tenía un montón de ganas de verme. Solo con esa frase se me olvidó en ese momento todos los problemas que tenía y sonreí de forma tonta como una colegiala enamorada.
Y si esto os parecen todos los problemas, os volvéis a equivocar. Naminé está muy rara. Ahora me habla todos los días, me vuelve a mandar mensajes para quedar, e incluso se intentó sentar conmigo estos días. Menos mal que Demyx se la adelantó y la invitó amablemente a ponerse en el sitio del fondo. Nótese la ironía. El al ver su mochila en el sitio de al lado mío, al lado de la ventana, llegó, plantó su mochila y tiró la suya por la ventana. Naminé se puso echa un basilisco y encima Demyx la vacilaba, la decía que había sido un tifón pequeñito. Si no sabe ni lo que es un tifón. Y aún así, Demyx estaba empecinado en colarse en la fiesta de Naminé. Dice que si lleva una botella de algo pasará sin problemas. Yo lo dudo. Pero bueno, si va mejor, así me lo pasaré mejor. No quiero tener que aguantar las miraditas de algunos de mis amigos a los que no les hace gracia que vaya. Y así tampoco tendré que soportar al genio de Zack. Sí, Naminé ha invitado a la mayoría de la clase. Aunque si echamos cuentas el único no invitado era Demyx…pero bueno. Y hablando de Demyx, él también era un problema ahora mismo. ¿Por qué? Sencillo. Saliendo de mi casa para ir a por Sora, él justo pasaba por ahí y me ha enganchado del cuello y me ha llevado junto con él. Asique no he podido ir a por Sora. Y ahí estoy ahora, pasando por la puerta de la clase junto con el ruidoso este. Ya le soporto más e incluso me cae bien, pero sigue sin gustarme que sea tan escandaloso. Y obviamente no le voy a decir que me cae bien. Aunque sea menos frío, no pienso rebajarme a eso.
-¿Entonces hoy ya viene Sora no?-preguntó Demyx sacándome de mis pensamientos.
-Sí, ahora vendrá.
-Pues entonces me siento detrás de ti-dijo tan calmado.
-Sí, claro. A ver si Naminé se quiere sentar contigo-no os lo había dicho pero ahora se sentaba justo detrás de mí la pesada.
-No hay problema-dijo mientras cogía su mochila y se la volvía a tirar por la ventana. No os alarméis. Es solo un primer piso.
-DEMYX-le grité molesto.
-¿Queeeeeé? ¿Acaso es tuya?-dijo riéndose.
-QUE HAS HECHO OTRA VEZ DESECHO. ENCIMA DE QUE TENIA PENSADO INVITARTE-chilló con la voz más aguda que tenía Naminé.
-Pues…-empezó a decir Demyx hasta que le callé de un codazo.
-He sido yo Naminé. La tenías apoyada en la ventana y sin querer la he dado y se ha caído. Lo siento-en el acto se calmó y me miró más tranquila.
-Entonces no pasa nada Roxas-dijo alegremente.
-Claro. Y Demyx la va a recoger de ahí fuera como disculpa por la última vez y como agradecimiento de que le hayas invitado.
-Pero si yo no..-le volví a callar de un codazo. Saltó la ventana, se la dio a Naminé y ya se fue tan feliz-¿SE PUEDE SABER QUE HA SIDO ESO?-me preguntó de forma dramática-le he hecho un favor a esa bruja de pelo rubio. Que sea la última vez que me haces esto, ya sabes que odio a esa bruja por…-y así empezó Demyx a enumerarme por quinta vez desde que nos hablamos los motivos por los que odia a Naminé. Yo ya no le hacía ni caso. Acababa de cruzar por el umbral de la puerta mi Sora. Estaba algo serio pero al verme sonrió sutilmente. Una sonrisa que solo yo capté, y que iba dedicada a mí. Me estaba diciendo con solo ese gesto muchas cosas: hola, buenos días, te amo, me alegro de verte, ya estoy mejor al estar contigo, te he echado de menos…tantas cosas me transmite a la vez que no puedo evitar sonreírle también mientras se acercaba a nuestro sitio-…y entonces me rompió la guitarra después del festival según ella sin querer, ese es el último motivo por el que se la tengo jurado a esa…
-Por Dios haz el favor de callarte ya-dijo Saix desde detrás de nosotros.
-Vaya, ¿aburrido porque no está Zack?-preguntó Demyx sonriendo de forma triunfante al haber sacado de quicio al amargado de Saix. Y así se enzarzaron en una pelea de insultos. Yo ya no les hacía ni caso. Sora había llegado y se había sentado ya a mi lado.
-Tienes ojeras-le dije rozando de forma imperceptible su mano y sonriéndole.
-Y tú el pelo más revuelto que de costumbre-dijo imitando el gesto.
-Que va, será que se te ha olvidado por no verme en tanto tiempo.
-¿Crees que me olvidaría de ti?-me dijo en un susurro para que solo yo lo escuchase. Solo sonreí más ampliamente. Habría continuado este tonteo de no ser porque el profesor Marluxia hizo acto de presencia y se puso como una fiera con Saix y Demyx por estar empleando ese vocabulario en horario lectivo. Saix se libró pero Demyx como siempre desaprovechó la oportunidad de quedarse callado y dijo tan sonriente que estaban echando un concurso para ver quién tenía más vocabulario y capacidad de cohesión. Marluxia se cabreó de sobremanera lo primero por replicarle y encima por meterse con su asignatura: lengua. Por lo que Demyx fue castigado a hacer una redacción. Un castigo que todos sabemos que no haría. O haría un corta y pega rastrero de wikipedia. Y así transcurrió la primera parte de la mañana, sin nada interesante. Hasta que faltaban solo cinco minutos para el recreo y me hizo el profesor Xehanort una pregunta que nunca me habría imaginado.
-Señor Roxas, ¿ha regresado ya su hermano cierto?-me quedé helado. Y la mayoría de la gente confusa. No sabían que tenía un hermano.
-Así es señor-le respondí con pasotismo.
-Dígale de mi parte que se pase por aquí un día de estos-dijo antes de salir de clase tan tranquilo.
-¿Tienes un hermano Roxyyy?-cuestionó una molesta voz a mi espalda.
-Sí.
-¿Por qué no me has hablado de él?-me preguntó con fingido dolor.
-Porque no era relevante en ningún momento-dije sin más.
-Bueno…tienes razón-dijo sonriendo tras pensarlo un rato-bueno me voy, tengo que dormir para la fiesta de esta noche.
-Quedan tres horas.
-Ya, ¿y?-dijo mientras se iba, quedándonos solos Sora en clase con algunos más al fondo.
-¿Qué fiesta?-me preguntó Sora sin entender.
-Sí bueno verás. ¿Te acuerdas que te dije que Naminé y estos querían volver a hablarme? Pues hoy Naminé celebra su cumpleaños y ha alquilado un local y nos ha invitado. ¿Te apetece ir para despejarte?
-No sé…no está Cloud en casa, se ha tenido que ir a hacer unas gestiones dice.
-Venga, no se enterará-le dije como siendo el diablillo para convencerle de hacer algo malo.
-Lo decía porque tenía pensado no dejarte salir de la cama en toda la noche de hoy-me dijo dejando caer de forma nada sutil que se moría porque hiciésemos el amor. Ambos pensábamos igual.
-¿Pero es eso incompatible con ir a la fiesta?-dije divertido.
-Bueno vale, iremos.
-Dichosos los ojos Sora. ¿Qué tal?-preguntó Naminé acercándose a nosotros. Parece tener un radar para romper buenos momentos-¿vendrás a la fiesta?
-Sí me lo acaba de decir Roxas asique allí estaremos.
-Me alegro-dijo mirándome de reojo antes de irse.
-¿Qué le pasa a esa?-soltó Sora cabreado.
-¿Cómo?-no entendía.
-¿Has visto la mirada que te ha echado?-dijo indignado
-La verdad es que lleva rara toda la semana-dije recostándome en la mesa.
-Eso pasa porque sonríes demasiado.
-¿Qué tiene que ver?-dije medio dormido.
-Pues que estás más guapo-dijo mientras me guiñaba un ojo.
-Entonces es culpa tuya. Tú me convenciste para sonreir más.
-Pues deja de hacerlo-dijo haciéndose el cabreado.
-¿Dejar de sonreír? ¿Contigo a mi lado? Eso no es posible.
Y así en nada sonó la sirena y se reanudaron las clases. La verdad es que yo no era tonto. Ya sabía yo que Naminé tramaba algo. Vale que fuese gay y no me fijase en las chicas pero puedo deducir cuando están ligando. Y creo que Naminé lo estaba haciendo conmigo. Y si me cabían dudas hasta Sora se ha dado cuenta. La verdad es que me ha gustado un poco que se pusiese celoso. ¿A quién no le sube el ego eso? Aunque no se lo diré. Se cabrearía o peor aún, me haría lo mismo. Y eso si que no. Mi Sora es mío. Y de nadie más. Sé que es muy posesivo pero es que el solo imaginarme a Sora besándose con otro…me mata. Si por mí fuese me lo llevaría lejos de aquí, lejos de todos nuestros problemas. A una isla desierta. En Indonesia por ejemplo. Seríamos solos él y yo. Sin nada más. Y tampoco necesitaríamos nada más. Sería vivir en un sueño continuo. El hacerlo todo juntos, el vivir juntos, el que lo único que viese fuese Sora, el que todas sus sonrisas y sus risas fuesen para mí…trataría de enamorarlo día a día para no perder la magia ni caer en la rutina. Y aun así eso tampoco sería posible. Nunca me cansaré de Sora y nunca le olvidaría. Lo que sale en las noticias de que alguien después de un accidente pierde totalmente la memoria y no se acuerda de nadie, a mí eso no me pasaría. Mi vínculo con Sora es tan fuerte que nada lo podría romper. Ni siquiera la muerte. Para ser honestos ya lo he pensado más de una vez. No soy pesimista pero he barajado todos los posibles escenarios y uno de los más probables es que Sephirot acabé recuperando a Sora y lo mate o vete tú a saber qué. Procuro no pensar en ello pero…tengo miedo. He perdido tranquilidad al salir a la calle. Observo bien todo por si encuentro algo sospechoso. No se lo he contado a Sora pero el martes me apunté a clases de artes marciales para así poder protegerle de cualquiera. Solo llevo dos clases pero bueno…me ha dicho que tengo el mismo potencial que tenía mi hermano. Sí, mi profesor era el antiguo maestro de Ventus: Eraqus. No conocía a nadie más y como mi hermano aprendió bastante pues pensé que yo también podría. Es un hombre muy listo. Sabe que hay un motivo detrás de que me haya apunado y poderoso según él. No sé, es un poco místico el hombre la verdad. Dice bobadas sobre no se qué de un corazón lleno de luz, no de oscuridad que si no te consume…ni idea de que habla. Tampoco me respondió cuando le pregunté. Me dijo que ya entendería. Lo único que sé es que defenderé a Sora, no importa qué.
-Eh, empanado, despierta-oí a Sora mientras me zarandeaba-ya han acabado las clases. ¿En qué estabas pensando?
-¿Eh? No en nada, en qué ponerme esta noche, en dónde cenar, en lo que te iba a hacer por la noche…-dije sonriéndole de soslayo. Pude ver como se sonrojaba un poco y me hacía avanzar rápido hacia la puerta. Y así ya salimos y le acompañé a casa. Quedamos en vernos a las diez en su portal para ir a cenar nosotros solos y después ir a la fiesta. Y tan feliz me estaba volviendo para casa cuando vi correr hacia mí a Demyx justo cuando iba a abrir la puerta de mi casa.
-ROOOOOOXY-ya estamos.
-QUE NO ME LLAMES ASÍ TE HE DICHO-le grité molesto mientras le ponía la zancadilla al pasar por mi lado. Obviamente se cayó de bruces. Sé que puede parecer cruel pero ya le avisé que pasaría esto si continuaba. No se iba a tomar mal esta caída. Demyx es un ‘poco’ hiperactivo. Eso si se toma la medicación y no toma nada con cafeína. Tengo miedo de que un día se le olvidé…debe ser muy irritante.
-Auchh Eso duele sabes-me dijo Demyx medio fingiendo llorar tapándose la nariz. Había puesto las manos antes de caer el victimista.
-Vaya, te molestan todos los apodos según parece-oí a mi hermano decir mientras salía por el portal y me saludaba con una sonrisa.
-¿Qué quieres Ventus?-solté acentuando bien su nombre para que viese mi desagrado.
-Pues sí que me he dado bien, veo doble-dijo Demyx preocupado mientras pasaba su mirado de mí a Ventus una y otra vez.
-Es mi hermano idiota-solté cabreado controlándome para no arrearle una patada en la boca. ODIO que me digan que nos parecemos.
-No te enfades con él Rox, nos parecemos mucho-dijo mi hermano despreocupado.
-Que no me llames así te he dicho. ¿A qué has salido?
-Es verdad, me iba a comprar lo que falta para la comida. ¿Me acompañas?
-¿No me escuchaste bien lo que te dije el primer día de tu regreso? Olvídame-acto seguido se fue según pude apreciar… ¿triste? No podía ser. Serán imaginaciones mías.
-Vaya, que relación más tensa.
-¿Qué quieres Demyx?-dije sin rodeos.
-Ah, cierto. ¿Qué te iba a decir?-se paró a pensar un rato-Ah ya me acuerdo. ¿A qué no sabes de qué me he enterado mientras iba a la sala de profesores? Porque ya sabes el festival de música que hacemos todos los años que consiste en que…-por Dios ya estamos.
-Demyx al grano por favor-dije cortando su historia.
-Vale. Naminé se te va a lanzar en la fiesta de hoy.
-¿Cómo?-no podía creérmelo.
-Sí, ya sabes. He escuchado a Xion contarle a Larxene que le gustabas a Naminé, que no se qué, que desde que te ríes más estás más guapo, que resulta que es que de pequeños le gustabas por lo mismo, que si no se qué que si no se cuantos, que si está mirando la forma de separarte de Sora durante la fiesta y más cotilleos a los que no he atendido. En definitiva: ¿qué vas a hacer?-dijo mirándome expectante. No sé qué responderle. A ver, obviamente no pienso hacer nada con esa bruja pero no puede decirle que es porque Sora es mi novio, que soy gay.
-Pues rechazarla obviamente. ¿Qué si no?-dije de la forma más tranquila que pude.
Y así ya se fue feliz a su casa. Quedamos a las doce en su casa para ir a la fiesta. Me invitó a cenar pero le dije que es que tenía que cenar en casa. No iba a decirle que es que iba a cenar en plan romántico con Sora. Y así pasó la tarde también. Comí con mi hermano. Que por cierto no me habló. No entendía por qué pero tampoco pregunté. Le noté preocupado por algo pero volverán a ser imaginaciones mías. Cuando llegaron mis padres les avisé de que iba a dormir en casa de Sora y que teníamos una fiesta esta noche. Discutieron un poco diciendo que no podía ir, que es que no se qué, pero ahí intervino Ventus otra vez convenciéndoles…ya le debía varias y eso no me gustaba nada. Y así entre unas cosas y otras llegaron las diez. Y ya con Sora nos fuimos a cenar. Nos reímos, comimos, nos besamos BASTANTE la verdad…pero siempre es poco. Y así entre pitos y flautas ya eran las doce y media y estábamos junto con Demyx cerca del local, listos para que empezase la fiesta. Ellos al menos. Yo no sé por qué tenía un mal presentimiento. Creo que esta fiesta acabará mal…muy mal para mí