-No. De ninguna manera-me repitió por tercera vez exasperado mi tan amado director.
-¿Por qué?-pregunté yo todavía más exasperado. No me puedo creer que a una hora de que empiecen las visitas me venga con estas.
-Tus padres no autorizaron a nadie a verte.
-Sabe que eso no es verdad. Me prohibieron salir, no que vieniese nadie a verme.
-¿Te atreves a decirme lo que se autoriza o lo que no?-dijo al borde de perder los nervios Xemnas-no te la juegues Roxas.
-En primer lugar, sí. Me atrevo a decirle lo que se me está prohibido y lo que no-dije con aires de superioridad. Sabía perfectamente que odiaba cuando le hablaba así-y en segundo lugar-dije cortando su intento de réplica-sí que me juego algo: mi relación sentimental con mi pareja. Asique dejesé ya de tantas pegas.
Nadie puede hablar de silencio incomodo si no estaba presente en esta conversación. La tan acalorada discusión que estábamos teniendo desde hace quince minutos se acaba de cortar. Así, tras haber terminado yo mi frase. Ninguno decía nada, esperábamos a que el otro dijese algo. Mientras tanto nos analizábamos con la mirada. Yo le miraba de forma retadora pero sincera, no suplicando pero sí tratando de transmitirle la verdad en mi última declaración. El solo se limitaba a verme cabreado. Con ganas de darme un guantazo seguramente pero guardando para sí esa incertidumbre de no saber qué hacer. Se ve que se estaba pensando lo que hacer. Espero que diga que sí y sin ningún truco. Aunque por la sonrisa que se le acaba de formar en el rostro creo que sí que habrá truco al final.
-¿Y qué gano yo?-preguntó suavizando su mirada. Estaba claro que no me daría esto gratis.
-¿Qué es lo que quieres?
-¿Qué estás dispuesto a ofrecer?-me preguntó haciéndose el desinteresado. Se sentía más cómodo ahora que volvía a tener el control de la situación.
-¿Cualquier cosa que me pidas?-dije medio preguntando, tratando de que eso le valiese.
-Vaya, tan preocupado que estabas y ahora no se te ocurre ofrecerme nada. Me pregunto si de verdad te importa tu supuesta pareja o solo disfrutas sacándome de quicio-dijo mientras se giraba a su ordenador para hacer su trabajo.
-Prometo no volver a causarle problemas.
-Si eso es todo lo que te quedaba por decir puede..
-Prometo dejar de fumar en los terrenos de la escuela-dije cortándole en su oración. No iba a dejar que se acabase ya la conversación. Y surtió efecto. Se quedó levemente sorprendido. Algo que casi nadie hubiese notado pero que debido a mis continuas visitas a su despacho en solo dos semanas habían hecho que me familiarizase con sus expresiones.
-Hablas en serio, ¿Verdad?-me preguntó serio. Yo solo le asentí-corre no llegues tarde. Pasillo cuatro planta baja. Ahí tienes que esperar. Luego puede ir a su habitación con su visita.
Y dicho todo me fui corriendo a donde me había dicho. Había conseguido que me dejase ver a Sora, no me lo puedo creer. Aunque el precio fuese no fumar más, pero bueno. De todas formas si me reconciliaba con él el precio sería el mismo asique ya mataba dos pájaros de un tiro. Estaba tan emocionado que ni siquiera miré el reloj para ver la hora que era. Aun me quedaba más de media hora de espera. Pero la hice gustoso. No puedo esperar más por verlo. Es cierto que anoche me desesperó con la llamadita que le hice. Pero logré aguantar sin perder los nervios. Y eso que me resultó difícil, pero lo hice. Por él. Asique solo espero que todo eso me lo tenga en cuenta. Ya tengo muy claro lo que voy a decirle, le explicaré que lo siento, que yo no tuve nada que ver con lo de Naminé, que me emborraché mucho y no supe apartarla a tiempo. Y también que Riku me drogó y todo eso. Aunque la parte de Zack la omitiré. No quiero contarlo demasiado pronto…o bueno no sé la verdad. No quiero empezar mintiéndole. Yo creo que debería decírselo pero… ¿cómo? No es algo fácil de decir, aunque mirándolo por otro lado, estaba drogado. No es culpa mía. En ese momento me habría puesto así con el primero o la primera que me hubiese besado. Pero bueno. Solo espero que el tiempo pase rápido y que todo me salga bien…
Xxxx Punto de vista de Sora xxxxxxxx
¿Voy o no? No me puedo creer que me esté pensando el ir justo ahora, cuando ya estoy en la estación esperando a coger el tren que me llevaría al internado ese donde está Roxas. Pensé que durante el camino decidiría qué era lo que debería hacer, pero no. Me he tirado todo el camino pensando en lo guapo que debería estar Roxas, en la cara de antipático que tendría al llegar yo pero que se iría suavizando hasta mostrarme una de esas sonrisas que tanto me encantan…y por eso, por estar en las nubes, no he meditado si lo mejor para él es que vaya a verle. No me puedo quitar de la cabeza las palabras de sus padres y sus miradas de desprecio. Ni Cloud pudo objetar nada pues desde que llegué a la vida de Roxas le he puesto en peligro. He sido muy egoísta y va siendo hora de pensar un poco en los demás y no tanto en mí. Lo más seguro para él será que me aleje. Aunque me duela. Aunque él sufra. Aunque me odie. Aunque a quién quiero engañar…no soy capaz. Soy demasiado débil para alejarme de él. No hay nada que pudiese pasar que me convenciera para alejarme de él…he desarrollado una dependencia de la que no me había dado cuenta hasta ahora al haber pasado dos semanas lejos de él.
-Asique él tenía razón-escuché a alguien, sacándome de mis pensamientos.
-¿Qué haces tú aquí?-pregunté sin entender.
Xxxxx Punto de vista de Roxas xxxxxx
No. De todas las personas que podrían venir a verme… ¿por qué tuvo que ser mi hermano Ventus? No lo entiendo. ¿Por qué viene justo ahora? Es como si supiese que había quedado con Sora…aunque no…no puede ser, no seas paranoico Roxas. Génesis decía que él trabajó para Sephirot, vale. Veamos hasta que punto es verdad. Es lo mejor que puedo hacer ahora.
-¿No te alegra verme?-me preguntó Ventus preocupado…o fingiendo preocupación, no lo sé.
-No me lo esperaba la verdad-dije frío-es más, había quedado con otra persona.
-¿Con ese tal Sora no?
-Sí. Hace mucho que no le veo-dije cortante. Me da mala espina.
-No me gusta que te juntes con él-esto ya es el colmo-papá y mamá me han contado todo lo que te ha pasado desde que le conociste y..
-Vamos mejor a otro sitio, ¿no te parece?-pregunté girándome ya hacia las escaleras que llevaban a mi habitación-estaremos más tranquilos y sin nadie que escuche.
Acto seguido comencé a andar escaleras arriba. No me giré en todo el recorrido a mi habitación. No me hacía falta. Escuchaba sus pisadas detrás de mí. ¿Asique ha subido para alejarme de Sora? Es mucha casualidad la verdad. Que justo cuando le llamo para hacer las paces aparece mi hermano en medio…se me ocurre un modo de probar hasta qué punto puede ser cierto. Pero mi hermano es un maestro ocultando sus emociones ahora…quizá no funcione me quede peor de lo que estaba…pero bueno. Rápidamente me saqué el móvil del bolsillo y lo tiré al suelo pisándolo por el camino. Todo ello con disimulo, como si hubiese sido sin querer.
-Mierda, ¿no me jodas que se ha roto?-dije fingiendo estar cabreado. Sutilmente le miré de soslayo para ver su expresión. Nada. Solo tenía una sonrisita estúpida como aguantándose la risa para no cabrearme.
-Pues te joda o no parece que se ha roto Rox-dijo agachándose para cogerlo y mirando tratando de ver si es muy grave-mira, al menos la tarjeta sim está intacta, toma.
La cogí en silencio y comencé a caminar otra vez. O una de dos, o no me había puesto ningún micro en el teléfono y he hecho el imbécil. O sí que tenía un micro y al cogerme el móvil y quitarle la tapa me lo ha quitada. En cuyo también he hecho el imbécil y me he quedado sin medio de comunicación. Y está claro que a Ventus no le puedo pedir que me traiga un móvil, si no me fío del que tenía, como para hacerle del que me traiga. Bueno, espero que Sora no me llame cuando venga y pregunte por mí en secretaría.
-¿Falta mucho para llegar a tu habitación?-me preguntó harto de tanto silencio.
-No, es esta-dije con un tono monótono mientras abría la puerta y pasaba.
-Es un internado bastante bonito la verdad, este blanco inmaculado me recuerda a..
-¿Por qué has venido Ventus?-dije cortándole mientras me sentaba en mi escritorio. El aún estaba al lado del marco de la puerta.
-¿A qué viene de nuevo esa actitud de imbécil Rox?-dijo cabreado mi hermano-¿ya se te ha olvidado la conversación del hospital?
-No. ¿Y a ti?-le devolví la pregunta.
-Pues claro que no, y si he venido es para terminarla-dijo decidido.
-¿Pues por qué has sacado el tema de Sora?
-Porque es algo que llevo queriendo sacar desde que te mandaron aquí.
-¿Por qué?
-Joder Rox, pues porque por poco te violan, y después te drogan. Por eso. Y todo por ese chico al que apenas conoces-soltó elevando el tono de voz. Hasta yo podía notar la preocupación en su voz.
-¿Y sabes quién fue el que por poco me viola?-dije calmado.
-Un tal Sephirot Masamune-soltó distraído.
-¿Qué apellido has dicho?-dije incrédulo. No me lo puedo creer. Génesis tenía razón. Nunca había oído el apellido de Sora (que es el mismo que el de Sephirot), ni él mismo me lo había dicho. Mis padres tampoco lo sabían. ¿De dónde lo había sacado? Según Sora, era un empresario famoso…digo yo que en el extranjero porque si no no me lo explico.
-Masamune-dijo dudando.
-¿Cómo has sabido su apellido? Sora nunca me dijo el apellido de su padre, por mi seguridad según él. Al ser ahora su padre una especie de mafioso, supongo que tendrá influencias y por eso lo mejor es que nadie escuchase ese apellido…aunque ese no es el caso, era la contestación que me daba Sora a no responderme por su apellido. ¿Cómo lo sabías?
-Al oír su descripción lo asocié directamente a Sephirot Masamune, dueño de una de las grandes empresas farmacéuticas que distribuyen medicamentos en el extranjero. Bueno, antes de estar en busca y captura por motivos cerrados a la prensa desde hace poco-dijo sin mudar la expresión de su rostro
-¿Has trabajado para él?-pregunté sin rodeos.
-¿Qué? Pues claro que no Roxas, todos los bioquímicos sabemos que sus negocios empezaron a ser muy turbios desde la muerte de su esposa. Nadie legal iría con él-dijo medio sonriendo para aliviar la tensión.
-¿Cómo lograste estudiar bioquímica?-si se piensa que voy a parar con mi interrogatorio lo lleva claro.
-¿A qué viene eso? He venido aquí para solucionar las cosas contigo.
-Y ese es el primer paso, explícame qué has estado haciendo todo este tiempo.
-No quiero hablar de eso ahora Rox.
-Desaparecisteis tú y también ese amigo tuyo con el pelo negro y ojos ambarinos, ¿cómo se llamaba?-pregunté dudando. Me acabo de acordar de su mejor amigo del instituto y he atado cabos yo solo. Desapareció el mismo día que mi hermano. Aunque dijeron que no tenía relación, que se estaba drogando y probablemente estaría muerto.
-No sigas por ahí Roxas-dijo con un tono sombrío que decidí ignorar.
-Ah sí, Vanitas. Me caía bien.
-Roxas…
-Es extraño que desapareciéseis el mismo día, ¿no crees?
-Para…
-¿Fuisteis al mismo sitio? ¿O le fabricaste la droga que le mató?
-QUE TE CALLES TE HE DICHO-dijo soltándome un guantazo que me tiró de la mesa donde estaba apoyado-PARA DE UNA VEZ. No sé qué te ha dado Roxas, pero sé por qué es. No quieres que hablemos de ese “amigo” tuyo y de tu homosexualidad-dijo mirándome y sonriendo con sorna-sí Roxas, tanto Sora como tú sois muy evidentes y cualquiera se daría cuenta. Y no te viene bién irte con ese chico. ¿No te das cuenta de que solo le gustan los chicos debido a las violaciones de su padre?
-Calla…-dije aún tirado a los pies de Ventus mirando el suelo.
-Y no me vengas con que tengo esa información porque trabajé para ese tal Sephirot. Esa información se la dio Cloud a papá y mamá cuando estabas en el hospital tras tu casi violación. Quizá por eso también te sientes atraído por hombres.
-Te he dicho que pares…-dije empezando a cabrearme mientras apretaba los puños haciéndome daño en el proceso.
-Ah, vaya, qué tonterías digo. El gusto por los hombres te viene de antes. Seguro que estabas enamorado de ese tal Zack por los comentarios que he oído…
-Te he dicho…QUE TE CALLES-le grité mientras levantaba la mirada del suelo y le miraba con odio y lágrimas en los ojos.
-¿Qué ocurre Rox? ¿No te gusta que suelte verdades que duelen no?-me dijo sonriendo con superioridad-pues imagínate lo que es escuchar gilipolleces que son obra de una mente paranoica y demente que cree que hay un complot a gran escala para separarle de esa mierda de novio que se ha buscado para superar el trauma que le quedó cuando su hermano le dejó abandonado hace tres años.
Esas últimas frases fueron la gota que colmó el vaso. Me abalancé contra él y le di un puñetazo en la nariz que acertó. No se esperaba esta reacción. Aunque yo tampoco me esperaba ese rodillazo en mi abdomen que me sacó todo el aire y me dobló. Pero no me paré quieto. Agarré la rodilla que aún reposaba sobre mi abdomen. Le cogí la otra pierna que usaba como punto de apoyo y le tiré al suelo con esfuerzo, quedando yo encima. Traté de darle un par de puñetazos en su rostro pero él fue más rápido y con un puño que creo que me partió el labi0. Debido al impulso consiguió invertir los papeles y quedar él encima de mí. Inmovilizándome completamente debido a la clara diferencia de fuerza, peso y altura. Traté de zafarme pero no me lo permitía.
-Vamos, pégame si así piensas que Vanitas volverá-dijo con la clara intención de cabrearle. No hay que ser un lince para saber que ha sido eso lo que le ha sacado de sus casillas-en el caso de que siga vivo normal que se haya cansado de ti y no vuelva-un golpe que alcanzó mi rostro me silenció impidiendo seguir con mi plan.
-Ni lo menciones niñato-dijo con una mirada de odio que nunca pensé que me dirigiría.
-¿Así es como pretendes arreglar las cosas?-dije riéndome-me das asco. Sé que trabajaste para Sephirot. Y Génesis lo sabía. POR ESO LO MATASTE.
-NO DIGAS TONTERIAS-dije apretándome más contra el suelo. Me empezaba a faltar el aire-sí, conocí a Sephirot. Sí, él me pagó los estudios y a cambio tuve que fabricar un par de drogas para él, ¿Vale? Todo después de que Vanitas tratase de venderme a ese malnacido-dijo mientras una pequeña lágrima se le escapaba-Y en cuanto pude me escapé de sus garras. Por eso he tardado tanto en volver. Me saqué la carrera en dos años y medio marcando historia y me he tirado los últimos seis meses huyendo para que no me encontrase. Pero no aguantaba más no poder volver a casa. Por eso volví. Y no toleraré que pongas eso en duda, porque yo te quiero hermano-me dijo aflojando el agarre que ejercía sobre mí y levantándose.
Me quedé ahí. Tirado en el suelo mirándole extrañado. No era exactamente lo que esperaba escuchar. A grandes rasgos me había contado toda su historia y yo no sabí que sentir…o qué pensar. Por una parte quería creerle pero…todo lo que había dicho anteriormente…me había dolido. El que se metiese con Sora no lo podía permitir.
-Caballero, creo que su visita ha terminado-dijo una voz desde la puerta que hizo que ambos dos nos girásemos.
-Xemnas…-murmuré para mis adentros.
Xxxx Volviendo a punto de vista de Sora xxxxx
-Ni que fuese tan raro verme en una estación-dijo la persona frente a mí con las manos en los bolsillo y mirándome con odio.
-¿Qué quieres Zack? Tengo prisa-dije cansado. Esto me daba mala espina.
-¿Vas a arreglar las cosas con tu novio verdad?
-¿Qué? No digas tonterías-dije disimulando.
-A mí no me engañas Sora, él mismo me lo confesó. Minutos antes de clavársela por detrás haciendo que se corriera tres veces en una sola noche-Me quedé estático. No puede ser. Tiene que estar mintiendo. No puedo creer que Roxas me haya sido infiel con Zack, es imposible. A la par que improbable. Zack tiene novia y es hetero. Está mintiendo. Pero… ¿por qué?-que pasa Sora, respóndeme al menos.
-No digas tonterías-dije mirando al suelo-Roxas nunca me haría eso.
-¿A no? Ya besó a Naminé en la fiesta, y tan poco creíste que haría eso. ¿O sí?
-¿Qué es lo que quieres Zack?-dije apoyándome un poco en la pared. Me empezaba a marear de la noticia.
-Que lo dejes en paz. Ya le has hecho bastante daño. No sé por qué desde que apareciste no le han ocurrido más que desgracias, una detrás de otra. Y tú siempre estabas en medio.
-Tú qué sabrás-dije sin mirarle.
-He rebuscado en algunos informes de mi primo Axel-levanté la cabeza como si tuviese un resorte. ¿Ha dicho Axel? Es el compañero de mi tío Cloud. El lo sabe casi todo de mí también.
-¿Quién es ese?-pregunté intentando hacerme el desentendido.
-No me vengas con esas ahora Sora, mientes fatal. Sé lo que te hacía tu padre-no, otra persona que lo sepa no-me repugna hasta hablarte. No sé como Roxas se ha atrevido a metertela. A saber las enfermedades que le puedes pasar.
-¿!Y tú que sabes!?-dije cabreado.
-¿Acaso he dicho una tontería? Sé honesto de una vez Sora. Das asco. Te repugnas tú mismo no te atrevas a mentirme. Por eso ibas a un psicólogo. A ese tal Génesis que salió en las noticias que murió de un infarto.
-Ni se te ocurra hablar de lo que no sabes, ¿entendido?-dije mientras me acercaba a él y le cogía del cuello de la chaqueta.
-Lo mismo digo. ¿Qué vas a saber tú de amar a alguien si nadie te ha amado? Ni siquiera tú has amado a alguien. Todos los que caen cerca de ti acaban mal. A fin de cuentas mataste a tu madre-escupió con odio mientras me empujaba para alejarme de él.
-No…no hables de…cosas que no sabes-dije empezando a hiperventilar. ¿Cómo sabía tantas cosas de mí? ¿Y por qué era tan cruel?
-Sí que sé de lo que hablo. He investigado. He atado cabos sueltos. Ya sé quién eres, Sora. Y no te mereces a Roxas. Al principio Roxas me quería a mí, y por tu culpa dejó de hacerlo. Todo es culpa tuya. Por ti he perdido a Roxas, y no pienso dejar que me lo vuelvas a arrebatar o que lo pongas en peligro-dijo decidido.
-¿Por qué no dejas que decida él, eh?-solté con rabia en los ojos. Me estaba empezando a encontrar fatal. Me falta el aire y es como si lo viese todo desde tercera persona.
-Porque alguno de los dos tiene que pensar en su bien. Dado que tú eres tan egoísta que lo único que te importa es no sentirte como la mierda que en verdad eres-me quedé callado reprimiendo las lágrimas. No sabía qué contestar. Estaba soltando todo lo que yo estaba pensando antes. No puedo defenderme de lo que echa en cara…tiene razón-¿no dices nada entonces? Vaya, supongo que tengo razón.
-…-no tengo fuerzas. Solo miro al suelo y aprieto los puños. Puedo sentir su divertida mirada sobre mí. ¿Pero qué le ha pasado? Zack antes no era así…
-Bueno, haz lo que quieras. Ya te he advertido-dijo poniéndose a mi lado sin mirarme-no pienso hacerlo dos veces. Que quede claro.
-¿Qué…te ha pasado?-me atrevía a preguntar antes de que se alejase más de mí-antes no eras así.
-Digamos…que una charla con una persona que se preocupa mucho por Roxas me ha abierto los ojos.
-¿Y esa persona sabía que yo iría a ver a Roxas hoy?-pregunté incrédulo.
-Yo que sé. Como no estabas en tu casa he venido a la estación porque seguro que vendrías, o esa era mi corazonada. Y ahora si me disculpas, déjame en paz de una buena vez. Y a Roxas también.
No entiendo nada. ¿Por qué tantos problemas para estar con la persona que quiero? No sé que he hecho para merecer todo esto. Yo no pedí nacer en esta vida. Y la vida no para de castigarme. Supongo que lo mejor es olvidarme de todo…mi tiempo con Roxas acabó. Aunque quisiese que volviera a ser como antes, hay demasiados obstáculos. No puedo saltarlos todos. Además, ya es algo tarde y Roxas no me ha llamado…imagino que solo estaría cabreado y anoche descargo su estrés en mí…
Xxxxx Punto de vista de Roxas xxxxxxX
Ya han pasado cuatro horas desde que Xemnas ha echado a mi hermano del internado entre gritos y forcejeos. Según pude escuchar a mi amado director, Ventus nunca jamás podría volver a poner un pie en este internado. Ha sido una gran sorpresa que Xemnas tuviese tanta fuerza. No me lo esperaba. Ha echado a Ventus en tiempo record. Imagino que habrá escuchado los gritos que estábamos dando desde el pasillo.
Aunque por una parte estoy feliz de que le haya echado, por otra no me gusta un pelo. Ahora que las cosas se ponían interesantes…aunque sinceramente no me apetece pensar en mi hermano ahora, ya le he dado bastantes vueltas a la cabeza y a la única conclusión a la que he llegado es a que de todo lo que me ha dicho…parte es verdad, y parte es mentira. Estoy seguro de ello. No ha controlado muy bien sus emociones y se ha ido en algunos momentos de la lengua creo…Pero eso ahora mismo me da igual. No quiero más quebraderos de cabeza por esta noche. Solo deseo saber el motivo por el que Sora no habrá venido a verme. ¿Me habré equivocado y no me quiere ni ver? No puede ser. Estoy seguro que ese Ventus ha tenido algo que ver…
En fin. Soy un hombre de palabra. Dado que no ha venido él, me tocará ir a mí. Son ya las diez de la noche. Nadie vigila la enfermería (que es donde estoy ahora) debido a que están cenando. Asique es el momento para escaparme e ir a casa de Sora a pedirle explicaciones.