Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi historia por khr

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenassss. Como dije, intentaría actualizar en plazo de dos semanas y lo he conseguido (no se como pero bueno)

Bueno, para mi gusto este cap ha quedado mejor.  He contado datos interesantes que indican ya que el fic entra en la etapa final. Bueno, este cap es todo desde el punto de vista de Roxas y tiene de todo. INCLUSO LEMON.

Asique nada, que disfruten leyendo.

Fue más fácil de lo que me pensaba el escaparme. A fin de cuentas aunque sea un castillo muy vistoso por fuera es como cualquier instituto a la hora de escaparse. Me bastó con coger una gabardina negra con capucha que estaba en un armario de la enfermería para camuflarme por la noche y listo. El saltarse las rejas que bordeaban el castillo fue como cuando me escapaba del instituto para saltarme alguna clase. Y ahí estaba ahora, sentado en el tren rumbo a la parada de Villa Crepúsculo. Llevaba la capucha puesta para que nadie me reconociese por si me cruzaba con alguien. Las otras personas que estaban en el tren (solo dos) me miraban de forma rara. No sé si amenazante o sorprendidos por mi aspecto. A fin de cuentas esta gabardina no es muy común. Según creo es la Xemnas regalaba a todo el personal del internado pues él tenía una colgada en su despacho.

 

-Tú, niño-oí me gritaba uno de los del tren-o niña, si te quitas la capucha lo descubrimos jajaja

 

Solo giré un poco mi cabeza para observarles. Los dos se estaban riendo de mí. En otro momento me habría molestado, pero tenía cosas más importantes en qué pensar asique les ignoré. Hecho que pareció no gustarles mucho pues se levantaron de sus asientos y se sentaron al lado de mí. Uno a cada lado. Eran más o menos de mi edad, aunque tenían unas pintas que no inspiraban confianza. Uno era rubio, con el pelo largo y una camisa blanca que le hacía lucir muy elegante. El otro era más musculoso, aunque tenía pinta de ser más tonto también.

 

-Parece que no te ha oido bien, Joshua jajaja-dijo el más grandullón.

 

-Eso parece, Rai. Tendremos que decírselo de otra forma-dijo mientras me pasaba el brazo por encima del hombro como insinuándose.

 

-Oye Joshua, no tomes la delantera como siempre-dijo mientras el otro ponía su mano en mi pierna demasiado cerca de mi ingle-siempre me dejas sin diversión.

 

-¿Sigues sin decir nada ricura?-soltó el rubio mientras me tocaba los pectorales por encima de la gabardina buscando mi pezón para apretármelo. Hasta aquí hemos llegado.

 

-Me parece que se están equivocando-solté con voz amenazante mientras me levantaba apartándome de ellos. Aunque el tal Joshua me detuve agarrándome la muñeca.

 

-Así me gusta, que te resistas un poco-dijo sonriendo y mordiéndose el labio inferior.

 

-Suéltame de una vez bastardo.

 

-Acaso no ves como me la pones-me susurro en la oreja mientras me acercaba mi mano a su ya duro miembro mientras subía y bajaba mi mano haciendo que ñe rozase el miembro por encima del pantalón.

 

-Parece que no me has oído bien-y acto seguido apreté con mi mano su miembro haciendo que soltase un grito de dolor. Aunque no me detuve ahí. Incluso apreté más fuerte consiguiendo que se le escapasen unas lágrimas.

 

-¿Qué haces animal?-soltó retorciéndose de dolor-me la vas a arrancar.

 

-¿A sí?-dije retorciendo un poco mi brazo disfrutando de los gritos de dolor del otro-supongo que no es la primera vez que tratas de violar a alguien. Y seguro que te decían que parasen y tú no lo hacías. ¿Verdad?-ya me había encendido. Desde que empecé mi relación con Sora y desde que por pocome violan a mí, me he vuelto muy sensible con los temas de violación. Me dan asco ese tipo de personas.

 

-¿No..haces nada..Rai?

 

-Ya voy Joshua-el grandote trató de levantarse pero una patada mía en su pecho le hizo volverse a sentar.

 

Aunque por torpe me distraí, momento que aprovechó Joshua para darme un puñetazo y hacer que le soltase. Debido al golpe me tambaleé por lo que no pude hacer nada cuando Joshua me estampó contra la puerta de salida del tren que aún permanecía cerrada pues no llegábamos. Faltaba un minuto más o menos para llegar según el aviso del tren.

 

-Ya me he cansado de tus tonterías.

 

Y me quitó la capucha a pesar de mis forcejeos. Al verme la cara se frenó unpoco, para sonreír después como un cazador que ha encontrado una buena presa. No me sorprende, soy consciente de mi atractivo. El otro se iba a levantar y a venir hacia mí también. Como estaba tan ensimismado admirando mi rostro no vio venir la patada que le dí en la nariz rompiéndosela seguramente por el chasquido que se escuchó y los gritos y la sangre del tal Rai. Y otra vez se volvió a aprovechar de mi distracción Joshua y me apresó las muñecas con una mano por encima de mi cabeza y metió su rodilla entre mis piernas presionando sobre mi miembro para evitar que me moviera. Yo forcejeaba pero era imposible, y más cuando me cogió del mentón con su mano libre y levantó mi mirada hacia la suya.

 

-Nunca había visto a ningún chico tan bello como tú-dijo mientras aspiraba el aroma en mi cuello y me lo mordía un poco. Tuvo que reprimir un gemidito mordiéndome el labio inferior. Soy extremadamente sensible en esa zona-te prometo que solo por eso, lo disfrutarás.

 

Y acto seguido me besó de forma ruda. Yo traté de separarme pero me era imposible. Notaba como me apretaba más contra la puerta. Como mis muñecas ya dolían de tanta presión y como masajeaba con su rodilla mi miembro tratando de se despertase. Notaba como trataba de que abriese la boca para profundizar el beso. No le dejaba. Pero la mordida que me dio en el labio haciéndome sangrar hizo que gritase un poco, momento que aprovechó mi agresor para introducir su lengua en mí. Dejé de forcejear e incluso le correspondí. Al ver que me relajé me fue soltando las muñecas poco a poco. Pasó su otra mano por mi cuello para profundizar aún más ese beso. Yo solo dejaba mis manos en sus costados. El tren se estaba deteniendo ya.

 

-¿Ves como no era tan difícil?-dijo al separarse de mí para mirarme. Yo le dirigí una mirada a suamigo comprobando que siguiese tumbado-tranquilo, él ni te tocará. Serás solo mío-dijo mientras me daba un beso en el cuello.

 

-Ni en tus sueños-dije mientras le alcanzaba un rodillazo en el abdomen y le empujaba. Al tenerle lejos pulsé el botón que abría las puertas y salí corriendo mientras me ponía la capucha.

 

-No creas que escaparás.

 

Oí que chillaba mientras también se disponía a perseguirme. Se tendría que sentir como un idiota al haber sido engañado por mí. ¿En serio se pensaba que disfrutaba de verdad del beso? En otras circunstancias sí que lo habría disfrutado. El chico era mono, pero estoy enamorado de alguien mejor. Aunque ahora no es tiempo de pensar en eso. Mientras corría sentía que el otro se acercaba más a mí. Por lo que decidí despistarle. En cuanto estuvimos cerca de la puerta giré a la izquierda hacia las escaleras de la izquierda. Estas escaleras subían a la azotea de la estación. Aunque para eso tenías que saber llegar. Si subías más de la cuenta llegabas a la zona donde estaban los guardias durmiendo en vez de vigilar, por lo que estarás perdido.

Y eso fue justamente lo que le pasó a Joshua. En cuento llegamos a uno de los últimos pisos en vez de seguir subiendo, seguí recto, hacia la oscuridad donde estaba la puerta que te daba acceso a la azotea. La crucé y me quedé callado. Escuché como seguía corriendo y subiendo. Perfecto. Mi plan había funcionado. Me dejé caer apollado en la puerta suspirando. Había pasado miedo por un momento. Pero ya estaba a salvo.

 

Me quité la capucha. Necesitaba respirar aire fresco. Levanté la cabeza. Ahí estaban unas pequeñas escaleras que daban a una puerta que siempre estaba entornada. Por ahí salías a la torre del reloj. Me traía recuerdos. Lo descubrí con mi hermano hace diez años. Nos acabábamos de mudar a Villa Crepúsculo. Salimos a dar una vuelta por el pueblo y vimos esta estructura desde abajo. Por lo que decidimos subir. Quedamos maravillados por la belleza del lugar. Todas las tardes volvíamos a subir ahí, aunque todo cambió hasta que empezó cursos más difíciles y ya no salía conmigo. Subía yo solo. Aunque no volví a subir después de que Ventus se marchase. No sé por qué, pero me apetece salir a ver el paisaje. Quizá así despeje mi mente y encuentro las palabras adecuadas para hablar con Sora. Pues sí, me he ido del internado sin tener todavía muy claro el qué decirle y cómo hacerlo.

Me levanté y volviendo a colocarme la capucha fui directo a la puerta que daba hacia fuera. Sentía como el aire de la noche chocaba contra lo poco de mi rostro que se veía a través de la capucha. Me resultaba relajante. Aunque no fue lo único que noté. También escuché como había dos personas hablando. Como no era un coquitalla decidí salir, pero al escuchar mi nombre me paré en seco y decidí pegar la oreja para enterarme.

 

-¿Entonces le quitaste las ganas de ir no?-escuché la voz de mi hermano.

 

-Eso espero-¿ese es Zack?-pero, ¿por qué?

 

-¿Por qué qué? No entiendo a que te refieres.

 

-¿Por qué quieres que rompan? Es tu hermano, sabes que lo pasará mal.

 

-Lo sé. Pero no es de tu incumbencia.

 

-Vaya, no te tembló el pulso cuando me recomendaste mirar en los informes de mi primo Axel.

 

-Porque eso no tiene nada que ver conmigo. No te entrometas en mi vida crío, podrías aslir mal parada-oí que le amenazaba.

 

-Oye…estoy empezando a asustarme Ventus. No quiero que a Sora le pase nada malo tampoco, solo que lo dejo con tu hermano.

 

-¿Ves eso?-soltó mi hermano mirando hacia algún punto del amplio suelo bajo la torre del reloj.

 

-¿El qué?-preguntó Zack acercándose. Craso error. Mi hermano le cogió de la nuca y le empujó hacia fuera de la torre para que quedase con la mitad superior del cuerpo más allá del bordillo que se suele usar para sentarse-¿Qué haces Ventus?

 

-Enseñarte donde acabarás como sigas haciendo preguntas-dijo de forma sombría-tú asegurate de que Sora no vaya a ver a mi hermano nunca en esta semana. Si lo consigues al final Roxas será tuyo, te lo aseguro.

 

 

No pude seguir escuchando y decidí irme sin hacer ruido. Una vez estuve fuera de la estación me fui por el túnel subterráneo hacia el centro de la ciudad. A fin de cuentas no me puedo fiar de mi hermano a fin de cuentas. No sé por qué pero todo se está saliendo de control. Necesito ver a Sora. El ver esa faceta de mi hermano me ha asustado. ¿Y si no vuelvo a ver a Sora? ¿Y si le pasa algo? No me lo perdonaría. Y menos sin haber arreglado las cosas. Hace tanto que no siento sus labios sobre los mios que ya ni me acuerdo de cómo sabían.

Continué yendo por el subterráneo hasta la salida número tres. No había nadie por las calles. Solo me cruzaba con algunos mendigos durmiendo en un banco. A fin de cuentas no me sorprende. Estaba yendo por los barrios menos concurridos por si acaso.

Al llegar a una fuente decidí beber un poco de agua y quitarme la sangre seca que tenía en mi labio debido a la mordida que me había dado Seifer. ¿De dónde habrá salido ese tipo? Era muy raro. Con lo guapo que era no creo que tuviese problemas para llevarse a nadie a la cama. Pero bueno. Decidí darme prisa debido a que ya era tarde. O eso creo, no tengo móvil y no he cogido ningún reloj. Aunque me siento un imbécil, ni me acordé de mirar la hora en el enorme reloj de la estación.

 

--

 

Ya estaba en la calle de Sora. Pero...haber como lo cuento…¿si sentís una pistola en la nuca cómo se reacciona? Yo no podía ni moverme. Solo atiné a levantar los brazos en señal de que no haría nada. Ni siquiera me había girado. Tenía pavor de lo que pudiese ver si me giraba. Supongo que ver tantas películas de crímenes pasa factura. Pensé que podría ser cualquier cosa. Desde Sephirot hasta un vampiro que merodea por el barrio buscando sangre fresca. Y pasando por Joshua también.

 

-Quítate la capucha despacio amigo-esa voz me es demasiado conocida. Nada más escuchar eso suspiré con alivio. Lo cual no pareció sentarle bien al dueño de la pistola-Si yo estuviese en tu situación no me reiría tanto-dijo mientras cargaba la pistola. Ahí si que empecé a sudar frío.

 

-Cloud, Cloud para por Dios que soy yo-dije lo más rápido que pude.

 

-¿Roxas?-dijo mientras me quitaba la capucha y me giraba para verme la cara-¿Qué haces aquí?

 

-¿Te importa bajar la pistola?-dije con una sonrisa nerviosa.

 

-Ah, sí claro. Perdón-dijo mientras se la guardaba en la espalda-¿Tú sabes el susto que me has dado?

 

-¿Yo a ti?-dije atónito-Te recuerdo que tú me estabas apuntando a la cabeza con una pistola.

 

-Hombre, alguien con gabardina negra entera al que no se le reconoce es sospechoso.

 

-Esa era la idea, que no me pillaran al escaparme.

 

-¿Escaparte? ¿Te has ido del internado?-dijo asustado mientras me zarandeba del hombro con una mano-Roxas es peligroso que estés tú solo fuera. Ven. Te devolveré al internado antes de que sea más tarde.

 

-No, no pienso volver quiero estar cerca de Sora-dije mientras me alejaba de él.

 

-No Roxas, es peligroso para ti.

 

-¿Tú también me quieres apartar de él?-dije alzando la voz causando con ello que Cloud me la tapase y me empujase hacia una zona en penumbra desde donde no nos podrían ver desde las ventanas de las casas.

 

-Roxas no es lo que piensas. Hace un par de horas hemos recibido un mensaje de un espía infiltrado en la organización que lleva Sephirot.

 

-¿Organización? ¿A qué te refieres?-dije empezando a asustarme-¿no era un simple mafioso?

 

-No, Roxas. Por fin hemos averiguado qué ha estado haciendo todo el tiempo desde que el juez ordenó su busca y captura. Según parece, se ha asociado con socios del extranjero y han formado una organización terrorista. Jenova se hacen llamar.

 

-¿Terrorista? ¿Qué está pasando Cloud?

 

-Roxas como sabrás las cosas no están bien en el país. Ha habido ciertos ataques al rey Micky.

 

-¿Ataques? ¿A qué te refieres? No te estoy siguiendo nada Cloud.

 

-Eres un crío, no ves las noticias. Debido a las nuevas políticas anti corrupción, se ha apresado a bastantes defraudadores o mafiosos que maquillaban sus negocios sucios con empresas. Por eso la denuncia de Sora contra Sephirot fue tan rápida. Le llevaban siguiendo la pista bastantes años, y eso fue una excusa para investigarle.

 

-¿Qué ha estado haciendo Sephirot todo el tiempo? ¿Qué quieren los de Jenova?

 

-Ha estado cerrando tratos con paises no reconocidos por el resto para lograr refugiarse ahí. Al ser el líder de la organización Jenova ahora, no se le ha negado ese asilo político. Según nuestro espía a finales de esta semana se irá.

 

-¿Y? Mejor, ¿no? Así Sora estará a salvo-dije optimista.

 

-No. No es tan fácil. Si pone un pie en ese país será intocable. Y estallará una guerra si intentamos arrestarle. Que será bacteriológica seguramente. Las investigaciones de Sephirot que nos ha proporcionado nuestro espía apuntan hacia ese punto.

 

-Pues dejadle en paz y que se encarguen otros-no entendía lo que me quería decir.

 

-No, no lo entiendes aún. Está furioso con el rey. Le intentará asesinar. Y eso no lo podemos permitir Roxas, entiéndelo. Sephirot tiene que ser apresado o muerto en el intento. Pero…eso no es lo que más me preocupa a mí-suspiró.

 

-¿Qué te preocupa entonces?

 

-Sora. Sephirot te amenazó diciendo que se llevaría a Sora-Me quedé pálido. ¿Cómo pude haberlo olvidado? Supongo que tengo demasiadas cosas en la cabeza.

 

-¿Por eso no quieres que me mueva del internado?

 

-Exacto. El espía también nos ha dicho que Sephirot ya ha mandado a alguien a por su hijo, para llevárselo. Por eso hemos intensificado las guardias nocturnas.

 

-¿No sería mejor…que os fuerais? Así no me lo quitará-dije soltando una pequeña lágrima. Empezaba a tener miedo.

 

-No. Este era el mejor sitio en el que estar. Ya nos lo conocemos y lo tenemos vigilado. Además, Sora es un capricho para Sephirot. Si al final fuese muy arriesgado, no se lo llevaría.

 

-Pero…¿sigues permitiendo que Sora vaya al colegio aun pasando todo esto?-no me puedo creer que siendo esto tan peligroso le siga dejando hacer vida normal.

 

-Sora no sabe nada. Solo es lo que le faltaba ya. Además, un profesor tuyo es un agente infiltrado en el colegio.

 

-¿Quién? No llegó nadie nuevo al colegio en los últimos dos años.

 

-El agente Braig lleva infiltrado en tu colegio desde hace cuatro años. Vigilando a Xehanort. Está asociado con Sephirot. Teníamos indicios de que le proporcionaba drogas de Sephirot a los estudiantes y estudiantes a Sephirot para trata de blanca. Pero no ha hecho ningún movimiento en los últimos años, por eso sigue ahí y no en prisión-dijo con odio.

 

-Pero no hay ningún profesor que se llame Braig en el colegio…-dije dudando.

 

-Está con un alias: Xigbar se hace llamar.

 

-¿Qué? ¿Mi profesor de matemáticas? Ya decía yo que ese hombre no podía haber sido toda la vida maestro-dije anonadado. No puede ser que me esté enterando de tantas cosas en tan poco tiempo. Incluso me duele la cabeza un poco.

 

-Como sea. Por eso debes volver al internado, es un lugar seguro. El hombre que ha mandado Sephirot te podría usar a ti para llegar a Sora.

 

-No lo entiendes Cloud-dije mientras le quitaba de mi hombro el brazo que acababa de poner en mi hombro-Si no estoy con Sora, no dudará en irse con Sephirot. Lo sabes tan bien como yo. Si estoy con él y ve que estoy a salvo no hará ninguna tontería-al terminar de hablar se quedó callado un rato. Lo estaba sopesando.

 

-Roxas no es correcto. Tus padres te buscarán cuando el internado avise de que no está ahí. Sería como si te secuestrase.

 

-Habla con el director. Explícaselo. Lo entenderá, Xemnas es un hombre inteligente.

 

-Pero no creo que quiera arriesgarse a una posible denuncia Roxas, las cosas no funcionan así-dijo Cloud más para sí mismo que para mí. Como si intentase autoconvencerse.

 

-Mira Cloud, ya se habrá dado cuenta de que no estoy en el internado. No pierdes nada por proponérselo.

 

-¿Por qué no se lo explicas a tus padres mejor? Sería más legal-dijo como buscando soluciones.

 

-No puedo. Génesis tenía razón. Mi hermano trabajó para Sephirot.

 

-¿Cómo se lo has sacado?-dijo sorprendido.

 

-Le saqué de los nervios y me lo contó.

 

-Cuéntamelo absolutamente todo vamos-me dijo Cloud apoyándose en la pared después de mandar un mensaje con el móvil. Imagino que para pedir que otro terminase la guardia nocturna.

 

 

Y eso hice. Le conté todo. Toda la conversación que tuve con Ventus, mis suposiciones y conjeturas sobre él e incluso lo que acababa de ver hace un rato en la torre del reloj. Tras contarle todo, se quedó un rato pensando. Todo para decirme que haremos lo que yo había dicho. Que era la mejor opción que teníamos para proteger a Sora. Ya me encargaría yo de que mis padres no denunciasen ni nada al acabar todo esto. Acto seguido me acompañó a su casa para que me quedase ahí con Sora. También acordamos una excusa para que Sora no sospechase el que no fuese al colegio y el que pasase en su casa todo el tiempo. Le diremos que mis padres se han tenido que ir a la ciudad donde vive mi abuelo justo ahora porque se ha puesto muy enfermo. Que me habían expulsado del internado y como les daba miedo dejarme solo pues mi hermano no estaba, llamaron a Cloud para que se hiciese cargo de mí.

Era una historia un poco irreal pero…Sora nunca ha prestado mucha atención a explicaciones de algo bueno. O si no ya me aseguraría yo de que no prestase atención a eso. Al llegar a casa Cloud me abrió la puerta y se fue. No sin antes avisarme de que Sora mañana tiene clase, que no le molestase. Nunca le dije que le haría caso a todo lo que me dijera asique me dirigí a la habitación de Sora. La abrí y pasé, cerrando la puerta.

Había una pequeña lamparita roja encendida por lo que podía ver perfectamentesu habitación. Supongo que tendría miedo. Aunque no le guste demostrarlo es un poco asustadizo en algunas ocasiones. Otra cosa de él que me gusta.

Me acerqué hasta la cama y le observé dormir. No era como siempre. No tenía una sonrisa en la cara, sonrisa que me ayudaba a no aburrirme en las noches de insomnio cuando dormía con él. Tenía marcas en la cara de haber llorado. Incluso algún arañazo. Eso ya me asustó.Me acerqué y por como estaban hechas se las había hecho él. ¿Pero qué le ha pasado hoy? Cloud nunca mencionó nada de que se estuviese haciendo daño. Indagué un poco más en su rostro. El pelo lo tenía algo más largo. No le quedaba mal pero me gustaba cómo lo solía llevar antes. La sábana no me dejaba ver más. Pero pude ver que en la mano que asomaba tenía el móvl. Justo en ese momento no pude reprimirme a mirar qué estaba haciendo con él antes de dormir y lo cogí. Cloud había dicho algo de que escribía mensajes para mí que al final no mandaba…quizá aún estuviese escrito uno…en borradores no hay nada. Quizá si miro en mi contacto directamente:

Mensajes de Sora:

 “Perdóname no me odies”

 “Dime algo al menos, he hablado con Zack y…es cierto?”

 “Roxas en serio entiéndeme no es fácil para mí…dime algo al menos…”

 “Te quiero y te perdono pero por favor…háblame…necesito escucharte…o leerte al menos”

 “Te necesito…si me respondes mañana mismo voy…”

 “Te amo…no lo olvides nunca…”

 

Dejé el móvil sobre su mesilla de noche. Podía notar las lágrimas corriendo desde mis ojos. No eran llantos porque se hubiese descubierto mi secreto con Zack. Ni llantos por no haberle podido contestar al haber roto el móvil. Me sentía feliz. Me ama. Me sigue amando. Se me ha olvidado hasta todas las cosas que le tenía que reclamar. Hasta el peligro al que estábamos expuestos. Solo pensaba en lo que transmitían esos mensajes…cariño, preocuapación, nostalgia…amor.

No me pude contener más. Me acerqué a él y le moví un poco.

 

-Sora…despierta-le dije sonriendo a pesar de las lágrimas que tenía en mi cara.

 

-Déjame Cloud…-dijo girándose un poco-mañana tengo clase y no estoy de humor.

 

-¿Ya no reconoces mi voz?-le dije con voz tierna. Acto seguido como si tuviese un resorte se incorporó. Ni siquiera me miraba. Es como si procesase la información-Sora estoy aquí…

 

-No…tengo que estar soñando otra vez-dijo mientras se acercaba a encender la lámpara que tenía al otro lado. Al encenderla y girarse de la impresión se cayó de la cama.

 

-Jajaja ¿Estás bien?-le dije mientras me subía a la cama y me ponía de rodillas un poco inclinado hacia el lado por donde se había caído.

 

-¿Pero tú no estabas en el..?-no le dejé acabar y le besé. Había pasado tanto tiempo desde la última vez…

 

-Yo también te amo…y te perdono cualquier cosa que creas que me has hecho-le dije mientras él se subía también a la cama, quedando los dos sentados en las rodillas, mirándonos.

 

Me miraba como si no se acabase de creer que estaba ahí con él. Vale que fuese algo extraño, pero ningún sueño podía ser tan real creo yo. Sora  estaba con la boca medio abierta como tratando de decir algo, pero que no atinaba. Yo solo le sonreí como solía hacerlo mientras ponía mis manos en sus rodillas acercándome hasta que nuestras frentes se rozaron. El alzó sus manos y me tocó la cara, como para cerciorarse de que de verdad estaba ahí. Al sentir que mis mejillas estaban húmedas puso cara de preocupación. Yo solo le cogí la mano que tenía en mi mejilla y se la apreté de forma suave. Mientras la acercaba a mis labios para besarla, buscando así que no se preocupase por ello. Lo cual funcionó pues sonrió y poco a poco me acabó besando mientras yo le rodeaba con mis brazos y el se enganchaba a mi cuello.

Ninguno necesitábamos decir nada más. Con esos simples gestos ya habíamos demostrado lo que necesitábamos en ese momento. Ambos nos habíamos echado de menos. Ambos nos sentíamos completos ahora. No necesitábamos palabras para entendernos. Nos amamos y eso es suficiente por ahora.

Poco a poco fui recostando completamente a Sora en la cama quedando yo encima. Me separé de él y me quité la gabardina negra y la camiseta que llevaba debajo, quedándome solo con los pantalones. Sora solo me sonrió y tiró de mí para volver a besarle. No fui un beso romántico ni tierno como el último, si no un beso pasional. Nuestras  bocas abiertas mientras nuestras lenguas se peleaban por ser la más fuerte. Cuando el aire hizo necesario nos separámos.

 

-Tienes sangre en el labio-me dijo envoz baja cerca de mi boca para darme un corto beso. Su aliento me embriagaba y me hacía perder el control.

 

-Si no estás a mi lado tiendo a meterme en problemas-le respondí yo sonriendo tontamente-tú estás algo más delgado.

 

-Si no estás a mi lado me cuesta comer bien.

 

 

Me reí por la contestación mientras le mordía un moflete, causando que como venganza el me besase el cuello y lo mordiese. Sabe cómo pierdo el control si hace eso, y le da igual. Eso me dio la señal a hacer lo que según parece ambos dos habíamos anhelado estas semanas que hemos estado cabreados.

Le quité la camiseta y volví a besarle mientras le acariciaba la zona del abdomen con una mano y lo alto de la espalda con la otra. El solo se dejaba hacer y movía sus caderas buscando atención en su erección, bastante evidente ya en parte porque estaba en boxers. Decidí dejar de besarle para dedicarle una sonrisa lasciva para acto seguido bajar hasta esa zona que necesitaba atención. Iba lamiendo en el camino todo lo que tuviese al alcance. El lóbulo de su oreja izquierda, su cuello en el cual dejé una marca bastante notoria para enseñar al mundo que volvía a ser mío…sus pezones los cuales endurecí y lamí provocando que de su boca saliese un gemido con mi nombre. Alcé el rostro mirándole sorprendido por ellos.

 

-De qué te asombras…fue lo que acordamos, ¿no?-dijo sonriéndome con un cariño que echaba de menos.

 

Decidí dejar de hacerle sufrir y bajar de uno vez hasta su erección. Le quité los boxer (o se los rompí) y agarrando su miembro me lo llevé lentamente a la boca. Succionando de arriba y abajo mientras le masajeaba los huevos y le mastarbuba la base del pene. El solo gemía mi nombre mientras algunos espasmos suyos hacía que me atragantase, hecho que no me importó pues me ponía más. Le levanté una pierna permitiéndome tener a tiro su entrada rosada para lamerla un rato mientras le masturbaba. Si antes gemía, no se cómo llamar a lo de ahora. Empecé a imitar penetraciones con mi lengua causando que temblase entero al verse atendido en esa zona. Dejé de masturbarle para dedicar toda mi atención a esa zona. Lamí uno de mis dedos y comenzó a introducirlo en él. Todo mientras él se masturbaba y me rogaba por más. Al cabo de un rato se corrió soltando tal cantidad de semen que algunas gotas le mancharon hasta el rostro. Subí lamiendo toda esa esencia suya y tragándomela. Quería todo lo que fuese de Sora para mí. Al llegar a su cara se la lamí como si yo fuese un perro haciendo que riese me besase sin pensarlo más.

 

-Te he echado de menos-le dije al separarme e incorporarme un poco.

 

-Yo también…déjame demostrártelo.

 

Le hice caso y me quité los pantalones junto con los calzoncillos. Mi miembro estaba duro como una piedre y apuntaba directo a la cara de Sora. El me tumbó en la cama y se puso en posición de 69 quedando el con su cabeza a la altura de mi miembro y yo teniendo su ano frente a mi cara. Entendí el mensaje y volví a comenzar a lamérselo como hace un rato había hecho. El solo gimió, oportunidad que aproveché para levantar mis caderas y comenzar a penetrar su boca. El se dejaba hacer. Tan solo me masajeba mi entrada provocándome más placer. Yo ya tenía tres dedos dentro de él. Su miembro volvía a estar despierto.

De repente se levantó. Yo fui a hacer lo mismo pero me volvió a tumbar. Se dio la vuelta para verme a los ojos y me sujetaba las muñecas por encima de mi cabeza empezó a penetrarse. Todo viéndome a los ojos mientras hacía muecas excitantes. Se la metía a una velocidad tan lenta que era una tortura. Aun le faltaba más de la mitad y harto de esperar moví mi cadera provocando que se la clavesa entera. Sora al sentir que estaba toda dentro aguantó un gemido. Se quedó con la boca abierta para acto seguido cerrar los ojos y soltar un suspiro mientras comenzaba a mover sus caderas, autopenetrándose. Yo solo movía mis caderas provocando que de vez en cuando mi nombre saliese de sus labios. Aguanté poco. A los cinco minutos de estar así eyaculé dentro de él. Sora al sentir eso abrió los ojos sorprendido y sonriendo con cara de que era el ganador. Yo aparté la mirada con un sonrojo en las mejillas.

 

-No te preocupes…se me ocurre una forma para que recuperes las fuerzas-me dijo mientras se levantaba de mi miembro y se acercaba a mi ano.

 

 

No me dio tiempo a preguntar. Empezó a lamer la entrada y a masturbarme. Yo solo me retorcía. Parece que ambos deseábamos esto tanto que nos da igual que sean más de las tres de la mañana. Solo queremos sentirnos más. Cuando se cansó de lamer mi entrada me metió la punta de su miembro mientras continuaba masturbándome. Metía y sacaba solo la punta, provocando que al poco mi miembro volviese a estar en alto. Sora al verlo sonrió complacido, distracción que aproveché para ponerle a cuatro y metérsela de nuevo de una potente embestida que hizo que Sora tuviese que poner sus manos sobre la pared para no golpearse la cabeza. Todo mientras gritó mi nombre de una forma exageradamente alta.

Al tenerle de espaldas pude apreciar un par de golpes que tenía en su espalda. Eso me recordó a los arañazos de su cara. Mientras le acariciaba esas zonas que tenía rojas de golpes me acerqué a su oreja.

 

-No me gusta que te pegues-le jadeé de forma ronca por el placer.

 

-No me gusta estar lejos de ti-me dijo girando su rostro para besarme mientras movía sus caderas autopenetrándose otra vez.

 

 

Capté el mensaje de que no quería hablar de eso, asique empecé a embestirle de forma ruda. Buscando un punto dentro de él que no me costó encontrar pues al poco Sora me rogó porque golpease en ese punto de nuevo. Yo como chico obediente le penetré en esa dirección una y otra vez como un demente mientras repartía chupetones por su cuello. Al rato volví a masturbarle al ritmo de mis penetraciones hasta que en un fuerte gemido terminamos a la vez, yo de nuevo en su interior y él sobre el cabecero de su cama.

 

 

Estábamos extasiados, cansados. Pero complacidos. Tras semanas sin vernos nos habíamos reconciliado y recuperado parte del tiempo perdido. Después de que yo nos limpiase un poco con toallas que cogí del baño, me recosté al lado de Sora. Ya estaba casi dormido. Unicamente me acerqué a él y le di un beso en la nuca. El se giró y me abrazo para dormir en mis brazos. Yo no pude aguantar mucho mas y me dormí también.

Ninguno queríamos hablar de lo que había pasado entre nosotros. Ya teníamos bastante. Eso podía esperar a mañana. Lo importante es que ambos estábamos conformes con lo que había pasado. Eso, y que a pesar de lo pasado, nuestros sentimientos seguían siendo los mismos a fin de cuentas.

Notas finales:

Espero que os haya gustado y que dejen un review si puden :)

No se cuando volveré a actualizar...trataré que el próximo domingo, aunque no será tan largo el cap.

Nos leemos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).