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Mi historia por khr

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Notas del capitulo:

Buenasss he vuelto. Aquí empieza la recta final del fic. Os aviso que no os va a gustar como termina el cap porque os vais quedar con ganas de saber mas jajaja

Pero tranqui, trataré de terminarlo cuanto antes...tengo una idea para un fic que me está rondando (no el otro que estaba escribiendo, ese al final lo he eliminado. No me gustaba nada) pero para eso, hay que terminar este. Y parece que no, pero es dificil darle un final jejeje He calculado y quedan tres caps más, como mucho cuatro...

Punto de vista de Sephirot

 

Maldito mocoso. No puedo creer que me esté dando tantos quebraderos de cabeza. Aunque me equivoco al maldecir. No es el chico, si no su maldito tío, mi cuñado…nunca imaginé que el tener un cuñado policía sería un problema. Incluso he pensado en abandonar al chico y dejarlo aquí pero no, Sora es mío. Todavía tiene mucho que sufrir y por lo que pagar, a fin de cuentas no se me olvida que fue su maldita culpa por lo que  murió mi esposa y me empujó a esto. Aunque he de admitir que la vida de ahora es mucho más divertida y estimulante que la que llevaba antes. Me he perdido tantas cosas por seguir la estricta “legalidad”. Una legalidad puesta nada más que por conveniencia y estereotipada cuyo máximo problema es el rey. Un rey que no hace nada ni deja hacer. ¿Qué sentido tiene un rey en el siglo XXI? Es un anacronismo hoy por hoy. Si el poder reside en los ciudadanos, ¿para qué tener un ciudadano mayor? ¿Para qué tenerlo si no tiene poder y el poder lo tiene el presidente? Sencillo. Para pagar. Para pagarle a él y a toda su familia. Pagar sus lujos, sus desmadres que después se ocultarán…Jeje, y me llaman a mí, Sephirot, criminal.

 

-Señor Sephirot, ha venido Xehanort-me informó mi secretaria desde la puerta.

-Hagale pasar inmediatamente-dije con pesadez. Desde que me convertí a fuerza de asesinatos en el líder de la organización terrorista Jenova, es todo más complicado. Y más con un traslado inminente.

-Vaya Sephirot, cualquiera diría que estás nervioso-puntualizó el anciano cuando pasó-o quizá… ¿asustado?

-Contrariado, más bien-este viejo siempre ha tenido delirios de grandeza-y lo que tú llamas nervios, es ira y ganas de matar a cierta persona. Pero si sigues hablando con tal soltura me veré en la obligación de asesinarte como remplazo.

-Nunca has tenido buena paciencia, sobrino-soltó riéndose.

-Que seas mi tío y te saquesa de prisión no significa que te tenga en gran estima, recuérdalo-odio cuando se pone en plan importante. Es una simple basura que saqué de entre rejas y que podría volver a meter si quisiese.

-El caso. Tengo avances-dijo con claros gestos de odio.

-Soy todo oidos. ¿Has averiguado cómo sacar de la cárcel a Ventus?

-No tiene cargos serios en contra suya. En cuanto sea el juicio será liberado el mismo día. Pero para eso faltan 24 horas.

-¿No se puede adelantar?-pregunté hastiado.

-Me temo que no. El juez está ensimismado en no adelantar el juicio.

-Cloud-ese maldito está detrás de esto. El y ese chiquillo, el tal Roxas.

-Exacto. El está detrás de todo esto. Pero hay más-dijo sonriendo-ha sacado a Roxas del internado para estar con tu hijito.

-Joder-grité mientras me levantaba preso de la furia-Ese chico era la llave para llegar a Sora dado que Ventus no está.

-Sí, lo sé. Y Cloud también lo sabía.

-¿No se puede hacer nada?

-Me temo que no. Pero, tengo algo que te gustará. He atrapado al espía, bueno, a la espía-dijo sonriendo maliciosamente.

-¿Quién? ¿Y cómo se ha ocultado tan bien?

-La respuesta a la primera pregunta es sencilla. Aqua era la espía.

-¿Aqua? ¿Quién es esa mujer?

-La novia de uno de tus mejores trabajadores:Terra.

-Asi que Terra le contaba a su novia cosas que después su novia contaba a Cloud…-dije ocultando mi sorpresa por tal brillante plan-traeme a Terra cuanto antes.

-Eso está hecho. CHICOS-gritó hacia la puerta para que acto seguido irrumpiesen en la habitación dos hombres llevando a otro esposado. El esposado era alto y fuerte, con el pelo castaño peinado en una cresta.

-Sephirot, juro no tener nada que ver con esto-dijo el chico con miedo nada más entrar. No es para menos. Todos saben que no tolero la traición.

-Terra. Me decepcionas-dije sentándome en mi imponente mesa de escritorio-¿por qué le contabas todo a Aqua?

-Entiéndalo, es la mujer de mi vida y como nos dio permiso a llevarme a una persona conmigo tuve que sincerarme-dijo agachando la cabeza. Es curioso. Con lo fiero que es el chaval que ahora esté como un chiquillo después de hacer una travesura…me hace esbozar una sonrisa.

-¿Quieres salvarte? Es más-le corté justo cuando iba a responder-¿Quieres salvar a Aqua?

-Sí sí. Dígame que he de hacer y lo haré sin dudar-soltó atropelládamente.

-Traeme a mi hijo. Antes de mañana-dije levantándome. Ya iba tarde a mi próxima reunión-tienes desde las diez de la mañana veinticuatro horas exactamente para conseguir tu objetivo.

Xxxxx

Punto de vista de Roxas

Que pesado. No le bastaba a Cloud con el sacarme de la cama en mitad de la noche cuando estaba tan tranquilo durmiendo con Sora en mis brazos, si no que lleva ya media hora gritándome que soy un imprudente, que he actuado sin pensar, y de más gritos. Vale, reconozco que tiene razón en parte de lo que dice…o bueno, quizá en todo. La he cagado sí pero tampoco es como para que se tire media hora regañándome cuando ya he pedido perdón de todas las formas que sé.

 

-…y por si fuera poco, ni tan siquiera me estás escuchando-mierda, ha notado que me perdía en mis pensamientos

-¿Qué más quieres que te diga Cloud?

-Pues que muestres un poco de arrepentimiento.

-Uy sí, que las mil veces que te he pedido ya perdón no son suficientes ¿verdad?-pregunté alzando la voz. Mi paciencia se había agotado.

-¿Y encima me levantas la voz mocoso?-gritó aún más alto.

-Sí, porque entiendo tu cabreo pero yo no tengo la culpa de lo que está pasando-respondí en el mismo tono-por si no recuerdas, mis padres se enfrentan a una cadena perpetua y mi novio, lo único real en mi vida ahora mismo puede ser secuestrado.

 

Tras terminar los gritos se quedó un silencio sepulcral en la cocina. Ninguno decía nada. Solo nos mirábamos a los ojos. Ambos cabreados, preocupados…al final fue Cloud quien se dio cuenta de que ambos dos estabámos demasiado influenciados y decidió cortar la conversación yéndose de la cocina. Lo próximo que escuché fue la puerta de la casa cerrándose. Saldrá a patrullar. Ofuscado y cansado del día decidí volver a la cama.

Subí las escaleras y tras dar otro suspiro entré silenciosamente. Me acosté en mi lado de la cama y volví a abrazar a Sora. El se acomodó en una posición similar a la que estábamos antes.

 

-He oido gritos-escuché que decía en bajo. Casi un susurro.

-Hemos tenido un intercambio de ideas agresivo-respondí regañándome mentalmente por haberle despertado.

-¿Sobre qué discutíais?

-Horas de llegar a casa. Nada serio, descansa-dije dándole un suave beso en su cabecita.

-Roxas-la seriedad de esa llamada me puso alerta-si algo me pasase…si desaparezco tú…

-Sora para-supliqué abrazándole más mientras notaba como lágrimas amenazaban con caer de mis ojos.

-No me busques-ya está. Me había escuchado. Seguro. ¿Por qué pensaría eso si no?-vuelve a hacer tu vida con otro…con alguien que te merezca y te de esa felicidad que tanto has estado buscando.

-No-sentía como las lágrimas ya corrían por mis mejillas. Esto no podía estar pasando-¿por qué piensas ahora en eso?

-No sé…esta sensación ya la había tenido antes, como de que algo malo va a ocurrir…

 

Nos quedamos en silencio. Yo no quería seguir hablando y él al rato se volvió a dormir. No le podía hacer caso. El rehacer mi vida no seria tan fácil, sería imposible. No solo porque no estaría él. Mis padres seguramente no saldrán de prisión, mi hermano es un asesino y… ¿entonces que me quedaría? Nada. La soledad. La muerte…no es algo que me disguste la verdad. A pesar de todo lo que confío en Cloud, ya me había puesto en lo peor. Es una manía que tengo. Si siempre pienso en lo peor que pueda pasar, ya nada podría sorprenderme. Y lo peor que podría pasarme sería eso, el que Sora desapareciese, que se fuese…la única solución a la que he llegado contando con todas las variables que hay ahora mismo, es la muerte. Suena hasta romántico, un mundo sin poder volver a ver esos ojos azules y esa piel canela que tanto me encanta…no merecería la pena. Es así. Algunos dirán que es una opción cobarde, otros que es una tontería…yo lo veo como un método para dejar de sufrir y serle fiel a la persona que no solo se ganó mi corazón, si no que logró llenarme de luz…

 

 

 

-Sora-grité alterado en la cama mientras me incorporaba mirando hacia todos lados buscándole. No estaba. Había tenido otra pesadilla. Ya había luz. Sería tarde…ya se habría ido Sora al colegio

-No sabía nada de tus pesadillas-oí que me hablaban desde la puerta. Me giré y pude ver a Cloud apoyado en el marco de la puerta. Mirándome. No veo rastros del cabreo de anoche.

-Ultimamente son más recurrentes-le resté importancia. Me levanté y me empecé a cambiar. Saldría a dar una vuelta. No quiero estar en la casa.

-Roxas, siento que quizás anoche me pusiese algo histérico-no respondí al instante. Me había pillado desprevenido.

-Siento haber sido tan irresponsable. No fue muy inteligente de mi parte-respondí mientras cogía un chandal de Sora. No me había traido mi ropa al final.

-Ponte algo más elegante por favor-me giré a observarle. Llevaba en sus brazos un traje. Era mío. De mi casa.

-¿Por qué lo tienes?-dije haciendo referencia al traje.

-Póntelo y ven al coche. Llegamos tarde.

 

Le hice caso sin rechistar. Me vestí lo más rápido posible, me peiné como pude y salí de la casa. Ni tan siquiera desayuné. Notaba que tenía cerrado el estómago. El esperaba en el coche. Que estaba ya encendido y todo. Me monté y sin tan siquiera esperar a que me pusiese el cinturón aceleró para poner rumbo cuanto antes Dios sabe donde.

 

-¿A qué vienen tantas prisas?-pregunté nervioso.

-Sephirot trama algo. El juez de tus padres es dentro de quince minutos ahora mismo.

-¿Quince minutos? ¿A primera hora? Si son las 9:45 de la mañana-dije sin entender-creí que pasaría algo más de tiempo.

-Bueno, pues parece que no será así. Escuchame bien. El juez te llamará como testigo. Tienes que defender a tus padres, cuentale todo lo que sabes de tu hermano, tus sospechas, la conversación con Zack que escuchaste…cualquier cosa que se te ocurra. Tienes que conseguir que se salven y que sea tu hermano el que se vea incriminado.

-Pero…-me había saturado-esto no es real, sigo soñando.

-Ojalá Roxas-soltó Cloud al aire-esperemos que sea rápido y todo salga bien. En cuanto esto termine iré a por Sora al instituto y nos iremos de aquí. Tu te quedarás con tus padres y con una escolta policial.

-¿Y si sale mal el juicio?-pregunté al borde de la histeria.

-Pues vendrás con nosotros.

 

La conversación se dio por finalizada. Estábamos ya casi llegando y yo únicamente estaba pensando bien las palabras que debía emplear para la defensa de mis padres. Esto ha sido demasiado repentino… ¿y si la extraña sensación de Sora de anoche fuese un aviso a esto?

Aparté esas ideas de mi mente al llegar a los juzgados. Me bajé del coche y seguí a Cloud a dentro. Pasamos un par de pasillos y subimos unas escaleras. Un guardia de seguridad trató de frenarnos pero Cloud mostró su placa y le dijo algo que no llegué a escuchar pero bastó para que el guardia se alejase con una cara entre odio y miedo. Al llegar frente a la puerta de la sala 13 se detuvo.

 

-Siéntate ahí Roxas, los testigos no pueden seguir el juicio. En un rato saldrán a llamarte para declarar.

 

Y sin decir más entró a la sala. Y yo me senté. Quien sabe cuanto tendría que esperar a que me llamasen como testigo. Mientras, volví a repasar mentalmente lo que iba a decirle al juez. Tenía que cuidar muy bien mis palabras. Cualquier malentendido o algo más explicado podría condenar a mis padres.

 

-Roxas Mukeino-preguntó un hombre alto y robusto que había salido de la sala.

-Yo señor-notaba como me tamblaba la voz. A fin de cuentas también hacía casi un mes que no hablaba con mis padres.

-Pasa hijo-dijo con gesto amable. Conmovido por mi corta edad supongo.

 

Entré a la sala. Miré a todos lados. No había mucha gente. Un jurado compuesto por trece personas, un par de periodistas en los bancos…un juez de pelo blanco y ojos ambarinos vestido entero de negro…se parecía a Xemnas, no solo por la apariencia física si no por el aire oscuro que emanaba su presencia. Y ahí, en el banquillo de los acusados estaban mis padres. Se les veía asustados. Al verme, sonrieron y suspiraron aliviados, como su ya se fuese a solucionar este malentendido. En los bancos para los abogados se encontraban en uno Cloud junto con Axel y en el otro un hombre al que no había visto nunca…el fiscal del distrito imagino. Cuando volví a mirar al frente me encontré con la penetrante mirada del juez. Se le veía impaciente porque llegase de una vez al frente. Asi que, aunque no sentía mis piernas logré llegar todo lo digno que pude a sentarme en lugar correspondiente de los que fuesen a declarar.

 

-Bien, la defensa puede empezar-dijo aburrido el juez. Tenía una voz juvenil pero firme y aterradora.

-Gracias señoría-dije Axel mientras se levantaba. Nunca me hubiese imaginado que también fuese abogado. Ese pelirrojo no lo parece-bien Roxas, cuentame. ¿Dirías que tus padres son buenos padres?

-Sí. Sin dudarlo-respondí firme.

-Cuentanos cómo son tus padres más al detalle por favor.

-Pues, padres al fin y al cabo. Se preocupan por ti…hacen las cosas de la casa…te ragañan cuando es necesario pero ante todo se preocupan por ti y en ningún momento, por lo menos mis padres, comerciarían con estupefaciente. No les pega. Ellos son buenas personas, no criminales.

-¿Qué hicieron tus padres cuando desapareció tu hermano, Roxas?-preguntó Axel. No le veía relación a esa pregunta con el caso. Pero al mirarle y ver como me guiñaba un ojo no me hice de rogar y respondí.

-Fueron en su busca durante seis meses. Lo dejaron todo por él, a pesar de que les había dado la espalda-respondí con dificultad. Me resultaba difícil hablar de ello. Aunque noté como el fiscal del distrito me miraba divertido-pero en ningún momento me dejaron desatendido-rectifiqué rápido al ver que la habías fastidiado siendo tan sincero-me dejaron dinero de sobra y me llamaban todos los días.

-Señoría, ha quedado demostrado de la boca del testigo más fiable para este caso, el hijo de los acusados, que estas personas no son delincuentes. Se preocupan por los demás, sobre todo por sus hijos. Hasta por el que les da la espalda. Además, ¿alguien se imagina a unos enfermeros pasando droga? No les pega nada señoría.

-Protesto señoría-saltó el fiscal del distrito.

-Aceptada. Señor letrado-dijo dirigiéndose a Axel-si no tiene más preguntas sientese.

-Oh señoría sí que tengo otra. Roxas, ¿cómo crees que llegó la droga debajo de la cama de tus padres?

-Mi hermano Ventus-respondí sin dudar. Me fijé en las reacciones. Mis padres abrieron desmedidamente los ojos. Axel sonrió y el juez enarcó una ceja intrigado por la declaración.

-Espero que entiendas que es una acusación muy seria si no tienes pruebas-me reprendió el juez.

-Tengo pruebas señoría-respondí-a parte de que desapareció tres años sin dar una sola pista, hace un par de noches le escuché teniendo una conversación con Zack Fair sobre un plan de secuestro de Sora Masamune. El artífice de ese plan era Sephirot Masamune, el terrorista-dije mirando a ningún punto en particular. Observé a Axel y se le veía un poco descolocado por lo de su primo Zack. Pero al ver como Cloud me asentía con la cabeza me di satisfecho.

-Perfecto. No tengo más preguntas señoría-respondió Axel sentándose. Al verlo me levanté dispuesto a irme.

-¿A dónde vas chico? Me toca a mi ahora-oí que me decía el fiscal del distrito mientras se levantaba riéndose. Volví a sentarme. Cabreado por la forma que el fiscal había tenido-bien pequeño, veamos-dijo mientras se acercaba y se apoyaba en el sitio donde nos sentamos los testigos. Estaba demasiado cerca y olía a tabaco-tus padres han dicho que ninguno de sus hijos consume ningún tipo de droga. ¿Bebes? ¿Fumas?

-Pues…-me quedé en silencio. Era una pregunta extraña-no, no bebo. Y tampoco fumo.

-Está penado mentir en un tribunal chico. Beber sí bebes, fuiste ingresado por un coma etílico y si fumas, hay fotos-dijo mientras le pasaba un sobre con fotos me imagino al juez.

-No fue un coma etílico, fue por drogas-respondí cabreado.

-Luego sí que tomas drogas-dijo el fiscal mientras me daba la espalda y se ponía paser de un lado a otro de la estancia. Me estaba poniendo nervioso.

-Me la dieron a traición, un chico llamado Riku.

-Sí, el mismo Riku que nos reconoció que se la compró a tus padres-dijoel fiscal.

-ESO ES MENTIRA-grité mientras me incorporaba y golpeaba la mesa.

-Tranquilízate chiquillo, o te expulso de la sala y doy por nulo tu testimonio-amenazó el juez. Volví a sentarme cabreado mientras apretaba mis puños.

-Señoría, como puede apreciar en cuanto le preguntas al chico algo que no tenía ya pensado con una mentira convincente, se desmorona y te miente de forma automática. Está claro que su testimonio es nulo. Lo tenía preparado.

-Eso es..

-¿Tienes ganas de hablar a destiempo verdad chaval?-me cortó el fiscal sonriendo con sorna-de acuerdo, respóndeme a algo. ¿No odias a tus padres por olvidarse de ti e ir a buscar a tu hermano? Ese hermano que no quiso el amor de tus padres, y que a fin de cuentas se lo llevó todo. 

-No, no es verdad…-dije apartando la mirada. Observé de reojo a mi madre y vi como se ponía a llorar.

-Como puede ver, señoría, el poner como defensa que son buenos padres no sirve. Para empezar no tiene nada que ver con el caso y como ve…no son tan buenos padres como el testigo afirmaba…No hay más preguntas.

 

Me bajé del estrado y me dirigí al lado de Cloud siguiendo sus indicaciones. No levantaba la vista. Ese maldito funcionario me había pillado por banda y me había hecho decir lo que él quería y como él quería. Al llegar Cloud cogió una de mis manos y me la pretó. Le miré con los ojos llorosos y me susurró que fuese fuerte, que lo había hecho bien.

 

-Siguiente testigo, por parte del fiscal-la voz del juez rompió el momento-Ventus Mukeino.

 

Me quedé en shock. Mi hermano. No. No puede ser que sea él mismo el que les de la patada a prisión a nuestros padres. Me giré y ahí le vi. Con la vista al frente. Serio y firme. Ni tan siquiera me miró. Y tampoco a nuestros padres. Iba esposado y vestido con ropa de hace un par de días. De cuando le detuvieron supongo. Cuando llegó al estrado y se sentó, cruzamos miradas. No cambió ni un ápice su expresión.

 

-Comenzamos pues-dijo el fiscal mientras se frotaba las manos-Ventus, cuéntanos. ¿Por qué te fuiste de casa?

-No podía seguir viviendo y mirando a la cara a los seres que vendían la droga a mi mejor amigo. La droga que le costó la vida-mintió descabelladamente. Como puede mentir de esa forma…-regresé a por mi hermano, él no se merecía esa vida. Como habreis podido ver no sabe nada de esta faceta de mis padres. Ya tenía todo preparado para marcharnos cuando mis padres consiguieron que ingiriese una droga y le mandaron a un internado lejos de mí. Son unos monstruos señoría.

-COMO PUEDES SER TAN MALNACIDO-grité mientras me levantaba y salía corriendo hacia él.

 

No llegué. Cloud me derribó desde atrás y me inmovilizó. Traté de levantarme pero no podía ni moverme. El agarre era muy fuerte. No paraba de forcejear y gritarle insultos a mi hermano. Cloud me levantó y me sacó de la sala. Pero no se detuve. Me llevó hasta el aparcamiento y ahí ya me soltó, haciendo que chocase contra el coche cayéndome al coche. Me volví a levantar para salir corriendo y volver a la sala pero Cloud me cerró el pasó. Frustrado apreté los puños y cerré con fuerza los ojos. Cuando los volví a abrir fijé mi vista en Cloud. El ni se inmutó. Seguió allí parado. Impasible como una roca a pesar de mi mirada de odio.

 

-Apártate Cloud, voy a molerlo a golpes-escupí con odio mal disimulado.

-Roxas tranquilízate por favor. Entiendo cómo te sientes…

-NO-grité mientras le agarraba del cuello de su camisa. Me era difícil dada la diferencia de altura-¿qué vas a entender tú de como me siento? Nadie se lo puede ni imaginar.

-Lo sé Roxas, lo sé. Pero manten la calma. Piensa con la cabeza.

-¿En qué quieres que piense Cloud? ¿EN QUE?

-En por qué tu hermano ha hecho esas declaraciones. Está claro que algo no cuadra. Algo quiere que estemos aquí, y no con Sora-dijo serio-Vámonos a por él. No esperaré más. Algo malo está pasando.

-Pero mis padres…no puedo dejarlos ahí sin…

-Roxas por favor entra en razón. Ya es tarde. Ya apelaremos. Pero tus padres de momento se han ganado la perpetua. Entre la declaración de tu hermano, la de Riku y las huellas en ese maletín con drogas…no hay nada que hacer.

-Aun así, ve tú con Sora-dije mientras le soltaba y apartaba mi mirada. Estaba hasta hiperventilando por tanto estrés-quiero decirles adios…

-No podrás. Una vez el juez les condené tú serás llevado a un correpcional. Y cuando salga tu hermano mañana te irás con él-me explicó- y todo se acabará para ti y para Sora. Ese debe ser el plan de Sephirot.

-Pero…-no pude seguir hablando. Cloud recibió un mensaje. Nada más leerlo abrió grande los ojos-¿qué pasa?

-Al coche. Alguien ha asaltado a Sora en la puerta del instituto a la vuelta del recreo.

 

No esperé a que me explicase nada más y subí rápido. Mientras nos alejábamos toda velocidad volví la vista atrás. Mirando los juzgados. Rezaba porque mis padres me pudiesen perdonar por irme sin despedirme. Todo mientras una solitaria lágrima se deslizaba por mi mejilla.

Y así, en unos diez minutos llegamos al isntituto. Al parque de al lado más bien. Ahí estaba Sora. Sentado al lado de un hombre alto y robusto con el pelo castaño y en cresta. Le estaba consolando. En frente suyo estaba Xigbar, el profesor de matemáticas con alguien más…no le había visto en mi vida a esa persona. Estaba con un labio partido y maniatado. Imagino que será el que había intentado llevado a Sora. Un hombre de Sephirot.

Nos bajamos del coche rápidamente. Miré a Xigbar. El me devolvió la mirada. Cloud había ido a tranquilizar a Sora. Xigbar me devolvió la mirada. Era demasiado seria para mi gusto.

 

-¿Qué ha pasado Braig?-preguntó Cloud cuando se acercó.

-Justo cuando volvía de rescatar a un gato que no podía bajar de un árbol-ya se está inventando historias…supongo que no lo hacía únicamente con los alumnos-vi como aquí el amigo-señalando al hombre atado-trataba de llevarse a Sora. Llegué rápido y justo sacó un arma. Menos mal que apareció ese amigo de Terra, el tal Terra. Le desarmó.

-¿Quién te envía?-preguntó Cloud girándose al hombre atado.

-Dice que Xehanort. Me ha vendido esa información a cambio de no presentar cargos-explicó Xigbar…o Braig, ya no sé cómo llamarle.

-Pues vamos a detenerle, por fin-dijo Cloud mientras sacaba su arma.

-Sí, llevo demasiado tiempo dando clases aquí-dijo Braig sonriendo-Roxas, haz el favor de quedarte con Sora.

-Sí, iros a casa y encerraros en ella-dijo Cloud serio-en seguida voy y nos vamos.

 

Sin decir nada más se fueron rumbo al instituto. Esto no podía estar pasando. A plena luz del día…tratar de secuestrarle así…no era normal. Ese hombre, es un monstruo.

Me giré para mirar a Sora. Estaba aterrado…se lo notaba en los ojos. Pero estaba sereno. Tranquilo. Me miraba entre suplicante y ansioso. No me hice esperar y me acerqué a él. El tal Terra se levantó y se alejó un poco del banco. Para darnos intimidad.

Cuando estuve frente a Sora le abracé. El solo se dejó hacer y lloró silencioso en mi hombro. No pudo seguir manteniendo la compostura. Yo no le quería soltar. Notaba el peligro inminente. Como que en cuanto lo soltase me lo arrebatarían. Ya había perdido a mis padres hoy, no quiero perder a nadie más.

 

-Tranquilo Sora…estás a salvo-le susurré en el oido. El no respondió. Solo se apretó más contra mí-te amo, y nada ni nadie nos separará.

-Siento discrepar en eso-dijo Terra a mi espalda.

 

En seguida me tensé. Me giré para encararle pero no ví venir el golpe directo de su puño contra mi rostro. Me derribó. Oí la le voz de Sora gritando…pero demasiado lejos…en un momento se cortó su reclamo. Como pude me incorporé. Me había dado muy fuerte en la cabeza al caerme contra el suelo y lo veía todo nubloso. Pero pude apreciar como aparecía un coche entero negro al lado. Como salía una persona de la parte de atrás y cargaba a un Sora inconsciente al interior del coche.

 

-Sora…no…-dije inutilmente tratando de levantarme…algo que nunca conseguí. En un instante todo se volvió oscuro y sentí como me perdía en la inconsciencia. 


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