Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi historia por khr

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno pues aquí teneis el capítulo. Espero que os guste y que me dejeis más reviews. Ya me habeis convencido para continuar el fic pero ánimos o ideas o lo que sea tampoco bienen mal XD   

 

Los personajes no me pertenecen. Disfruten el capitulo

El despertador sonó a las siete menos cuarto…nunca en mi vida me había levantado tan pronto pero valía la pena. Me fui directo a la ducha intentando abrir los ojos. No estaba seguro todavía de hacer lo que tenía pensado. Me parecía demasiado moñas y de chicas pero así no solo me quedaría más tranquilo sino que además a Sora también le gustaría. Solo espero que no monte un alboroto y llame la atención de la gente porque no conozco a Sora de mucho pero algo me dice que es de los que montan un alboroto cada dos por tres lo cual no me gusta mucho…es curioso como una persona tan diferente a mí me ha llegado a caer bien hasta el extremo de no pensar tanto en la pérdida de mis supuestos amigos. Todavía no sabía que hacer aun habiendo hablado con Sora de ello el sábado. Soy una persona que tiene que llegar a una solución por mí mismo, no me vale hacer lo que me otra persona me dice que haga. Esta actitud me ha traído más de un problema pero bueno, me dan igual. Cuando salí de la ducha me vestí con un chándal cualquiera y bajé a desayunar. Había sobrado un poco de pizza de la cena de anoche por lo que me la calenté y desayuné tranquilamente intentando no quedarme dormido apoyado en la mesa. Cogí la mochila y salí de casa al acabar pero no me puse rumbo al instituto sino hacia el otro sentido pues la casa de Sora quedaba para ese lado. Sí, había decidido ir a buscarle para ir al instituto, y también a la salida le acompañaría. Y eso todos los días para asegurarme de que no le pasara nada. Sé que puede parecer un poco de acosador pero estoy seguro que a Sora le gustará. Además, a su tío Cloud me imagino que también pues estoy seguro que cuando me encontró en la calle durmiendo se estaba asegurando de que el padre de Sora no estuviera por los alrededores. En fin dejaré de pensar en ese malnacido, cada vez que me acuerdo de las marcas en el cuerpo de Sora me pongo hecho una furia.


Cuando llegué a la puerta de la casa de Sora me apoyé en la pared que daba justo en frente. Joder, es demasiado pronto son solo las ocho menos diez. Me encendí un cigarro para esperar y así relajarme un poco pues tendría que volver a ver a Naminé hoy y sería un momento tenso estoy seguro…además, seguro que sueltan alguna gilipollez mis amigos al verme llegar con Sora y siendo amigos pues de fijo que Sora aprovechará para pregonarlo en todas las ocasiones que pueda. En ese sentido era muy infantil.


A los cinco minutos de acabarme el cigarro vi como salía Sora de su casa y miraba hacia ambos lados como buscando a alguien…pobre, el cabrón de su padre ha hecho que viva con miedo. No se lo perdonaré, no me gusta ver a Sora así pues él no es así, o por lo menos no creo que sea así pues también es cierto que nos conocemos de muy poco y ambos dos guardamos sorpresas para el otro todavía, estoy seguro. En cuanto Sora levantó la vista y me vio pareció obviarlo se giró para ir al instituto pero no dio ni dos pasos y se paró en seco y se volvió a girar y se me quedó mirando con la boca abierta. Por dios, que tonto podía ser el inútil. Yo solo le sonreí y levanté la mano en señal de saludo mientras me dirigía hacia él.


-Roxaaaas-me gritaba feliz mientras venía corriendo hacia mí y se me colgaba del hombro dándome un abrazo.

-Venga Sora suéltame o llegaremos tarde-le dije rojo como un tomate mientras me lo quitaba rápido de encima. El resto de gente que iba hacia el instituto nos estaba mirando y me ponían nervioso.

-Tú siempre tan vergonzoso-me dijo dedicándome una sonrisa mientras empezábamos a andar- ¿Y por qué me has venido a buscar? Me parece que tu casa queda más adelante.

-Pues porque me apetecía, no hay más.

-No soy ninguna chica que necesite protección Roxas. No lo hagas por lo que te conté el sábado-me dijo con un tono bastante serio.

-Venga no me pongas esa cara-le dije mientras pasaba mi brazo por encima de sus hombros- ¿Los buenos amigos van juntos al instituto no?



Tal como esperaba nada más decirle eso puso una sonrisa de oreja a oreja y fuimos hablando de trivialidades y riéndonos el resto del trayecto. Por lo menos se le había pasado el medio cabreo. Ya se cabrearía del todo a la salida cuando me empeñe en acompañarle. Cuando llegamos a nuestra clase juntos todos se quedaron sorprendidos de vernos llegar juntos. Se asombraron de que Sora llegara riéndose con uno de los chavales más serios de clase y también por verme a mí llegar con una persona a clase, una persona como Sora tan…como es él, no hay otra definición y sobre todo por verme llegar sonriendo y riéndome. La más sorprendida fue Naminé, me miraba entre confusa para luego pasar a una expresión de profundo cabreo y hundirse en su asiento. No es para menos, a fin de cuentas muy normal no es que cuando mandes a tu amigo a tomar por culo al siguiente día que le veas le veas llegando incluso más contento que cuando erais amigos. Pero lo mejor fue la cara de Zack, esa sí que era un espectáculo. No se lo podía creer pues reconozco que él nunca me había visto así de contento y con esta sonrisa. No sé como pero esta sonrisa solo me la puede sacar Sora y no entiendo por qué…me estresa el no encontrarle respuesta a las cosas pero también es cierto que hay cosas que no tienen respuesta.



Nos fuimos al sitio donde nos sentamos el viernes, al que estaba en la mesa al lado del profesor. La única diferencia es que esta vez nos sentamos más juntos pues la última vez yo tenía la mesa separada. Al llegar el profesor Xigbar de matemáticas se sorprendió de verme hablando con alguien. Después de alguno de sus clásicos chistecitos de primeras hora empezó la clase. Al pobre Sora no se le daban nada bien las matemáticas. Se estresaba bastante y ponía caras que me hacían mucha gracia, tanto que no podía reprimir de vez en cuando alguna carcajada. Sora solamente se picaba conmigo y fingía estar cabreado pero en cuanto no entendía algo se le pasaba el cabreo y se ponía a mirar mi cuaderno y a pedirme que se lo explicara. Xigbar se había dado cuenta de que hablábamos pero al darse cuenta de que es que le explicaba las cosas dejó de preocuparse. En toda la hora no paraba de notar las miradas en mi espalda tanto de Naminé como de Zack. El pensar en lo confusos que tienen que estar solo me produce una sonrisa de satisfacción en la cara. Sé que está mal y que no me debería sentir bien pero no puedo evitarlo. El dejar a la gente con cara de imbécil al demostrarles que no eras como ellos se pensaban era una satisfacción que nunca había experimentado.

Nada más tocar Xigbar soltó la tiza y dejó un ejercicio a medio hacer en la pizarra. Dijo que lo termináramos y salió de clase ignorando las quejas de la gente.

-Oye, ¿crees que Naminé está muy molesta contigo?-me preguntó Sora en voz baja-Me he dado cuenta de cómo te mira.

-Pues la verdad, ni lo sé ni me importa. No quiero amargarme el día-le dije mientras le sonreía. …l solo me devolvió la sonrisa.

-ROOOOXY-por Dios, esa voz solo podía ser del gilipollas de Demyx.

-¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?-le dije mientras me levantaba y me quitaba el brazo que me había pasado por encima.

-Venga, me sentiría mal si fuera el causante de acabar con tu buen humor jajaja-me dijo Demyx con cara de falsa molestia.

-Mira que te…-no pude acabar la frase pues Sora me tapó la boca con la mano.

-¿Buen humor? Roxas no tiene de eso jajaja-dijo Sora mientras Demyx se alejaba riendo pues había llegado el profesor.

-¿Por qué me has tapado la boca?-le pregunté mientras nos sentábamos.

-Porque quiero que tengas más amigos y para eso tienes que ser más simpático.




Me quedé mudo. Nadie se había preocupado así por mí. Me hacía sentir…especial, como si le importara a alguien realmente. Después de que Sora se riera del sonrojo que me había provocado nos sentamos e intentamos prestar atención a la clase aunque como no parábamos de reírnos de la calva con cuatro pelos que tenía el profesor Xehanort nos acabó echando a los dos al pasillo. Una vez allí sí que nos pudimos reír a gusto y hacer un poco el tonto hasta que cuando tocó salió el profesor y nos echó una pequeña bronca pero bueno, siempre es así de sieso Xehanort. Al pasar cogimos las mochilas y nos separamos pues no tocaba en clases separadas y a mí en concreto me tocaba sentarme con Zack y a Sora con Naminé por lo que ambos dos seguramente tendremos información que compartir durante el recreo. Fui al baño e intenté tardar lo más que pude en llegar a clase. Cuando llegué fui directo a mi sitio y me senté. Zack estaba al lado analizándome con la mirada. Seguro que no tardaba mucho en hablar…



-Asique, ¿ya me has buscado sustituto?-me preguntó con un tono molesto.

-No sé de qué me hablas-le respondí mientras estaba sacando las cosas que necesitaría para la clase.

-Pues al hecho de que de repente me dejes de hablar y que a la semana vengas de amiguito con Sora, al que no soportabas la primera semana.

-Si por primera semana te refieres a martes y viernes, entonces tienes razón, no le soportaba esos días. Pero le he dado una oportunidad y ha merecido la pena-le respondí cortante. Puede fijarme como Demyx nos miraba de forma divertida imaginándose la conversación.

-¿Y a mí no me das la oportunidad de recuperar nuestra amistad? Quizás también te sorprendes-por Dios, que patético.

-No digas tonterías, te ves patético.

-Si por patético te refieres a interesado por recuperar a mi mejor amigo, entonces sí que soy patético-me respondió entre susurros pues el profesor había llegado y no podíamos hablar de continuo.

-Si por mejor amigo te refieres a la persona a la que le hables un día cada semana, a la que mientes, dejas sola, le ocultas las cosas y es el último en enterarse de algo como que tienes novio. Entonces sí que estamos de acuerdo a que eres patético.

-No estás siendo justo, no te conté lo de mi novia porque estábamos cabreados casi siempre y no encontraba el momento-me dijo apenado…me estaba poniendo enfermo.

-¿Cabreados por qué? Ah, ya me acuerdo. Porque eres un puto bipolar y paso de tus gilipolleces de hoy te hablo y mañana no.

-Roxas pareces mi exnovia tío-me dijo intentando hacerse el gracioso. Pero no contó con que eso me molestaría bastante.

-Y tú pareces un niño pequeño que se ha cabreado porque el juguete que no usaba ahora lo usa otro. Hazme un favor y déjame en paz-se me parte el alma diciéndole esto pero es lo mejor para ambos.

-No entiendo por qué hablas con suposiciones porque yo en ningún momento te he dicho eso.

-Pero tampoco me has dicho lo contrario y además, es lo que has demostrado hasta ahora-sentencié creando un silencio entre los dos. No sabéis lo que duele decirle esto a la persona que te gusta.

-Volvamos a empezar como que nada ha pasado. Dame otra oportunidad de ser un buen amigo-joder, sé que es mentira lo que dice pero aun así me duele el tener que negarme.

-¿Cuántas veces me has dicho eso? He perdido la cuenta ya.

-Esta vez es en serio.

-Entonces las últimas veces me, ¿me mentías? ¿Y si me mentías las anteriores quién me dice que no lo haces esta también?-le increpé aun sabiendo que no podría contestar a esas preguntas.

-Por Dios, ¿de verdad crees que Sora será mejor amigo que yo? En realidad no le conoces. Te oculta muchas cosas, estoy seguro.

-No te pongas celoso, das más pena todavía.

-Además solo te cae bien Sora porque no tienes nada mejor pues tú y yo ya no hablamos y tus amigos te han mandado a la mierda.

-No te atrevas a juzgar mi amistad con Sora, si quieres a una persona a la que mangonear y utilizar búscate a otra-le respondí mientras recogía mis cosas y salía por la puerta diciéndole al profesor que no me encontraba bien.




Me salté la valla y fui al parque de al lado. Todavía quedan veinte minutos para que tocara la hora del recreo por lo que me puse a llorar tristemente y a descargar mi frustración e ira sobre el árbol dándole puñetazos hasta que no pude más y me sangraba la mano. Parecerá una tontería pero entendedme, la persona que me gusta me acaba de decir que le importo, que por favor le de otra oportunidad pero yo le he tenido que mandar a la mierda debido a que lo primero es que está mintiendo, seguro. Y lo segundo es que he de alejarme de él o lo pasaría fatal. No podría soportarlo el tenerle tan cerca pero no poder tenerlo. Sería una agonía incluso peor que la de ahora. Y por si fuera poco, el cabrón había empezado a avivar dudas sobre mi amistad con Sora que tenía ya, sí, pero que no había pensado. Ya sabía yo que Sora todavía me guardaba muchos secretos debajo de esa sonrisa, sobre todo relacionados con su padre. He estado pensando y Sora no me ha dicho ni su apellido, ni el nombre de su padre ni su apariencia. ¿Casualidad? No lo creo. Por lo que deduzco que es un hombre importante y bastante conocido pues para que quizás lo conozca yo. Y la pregunta es, ¿por qué lo ha hecho? Solo hay dos opciones: o bien para protegerme y entonces sí que le importaré a Sora. O bien porque no confía en mí y solo me dijo eso para que no preguntara más. Y luego estaba el tema de si a mí en verdad me cae bien Sora o solo es que no tengo más amigos y sumado a que me da lástima hace que quiera ser su amigo…la cabeza me va a explotar. Saqué el móvil y le mandé un mensaje a Sora diciéndole que estaba en el parque, que fuera cuando saliera. Mientras esperaba me encendí un cigarro y me lo fumé mientras esperaba intentando relajarme un rato, pero no lo conseguí. Además, la mano con la que había golpeado varias veces al árbol me estaba empezando a doler y sangraba más de lo que esperaba. A los cinco minutos de que tocara vi como llegaba Sora junto con… ¿NAMIN…? pero… ¿por qué motivo? Escondí la mano ensangrentada detrás de mi espalda y puse una mirada seria para cuando llegó Naminé.



-¿Qué quieres?-la pregunté de forma brusca.

-En resumidas cuentas, que dejes de utilizar a Sora. No te aproveches de él solo porque no tienes a nadie más.


Me quedé mudo. No me podía creer que de verdad me dijera esto pero lo que más me sorprendía era la actitud de Sora. Estaba con la vista baja y sin atreverse a mirarme. A saber lo que le habrá contado Naminé. Juro que me daban ganas de matar a esa zorra.


-Y tú, ¿crees lo que dice, Sora?-pregunté a Sora.

-…-ni tan siquiera levantó la mirada.

-Esto es el colmo. Que os jodan a todos-y acto seguido me fui rumbo a mi casa. Ya estaba harto, ahora encima perdía a Sora por la zorra de Naminé.




Pude escuchar como Sora gritaba mi nombre pero no me paré seguí andando intentando reprimir las lágrimas que podían aparecer en cualquier momento. La única persona por la que me he preocupado realmente desde que se fue mi hermano y a la que me había abierto, resulta ahora que tiene dudas de su amistad. Encima de que le cuento las cosas tan íntimas que le he contado y le voy hasta a buscar…menudo payaso, en fin, otro gilipollas más. Ya estaba harto de que todo fuera tan difícil. Cada vez se me complicaban más las cosas y ya sí que no sabía qué coño podía hacer. Justo cuando iba a pasar a casa vi cómo me tiraban suavemente del brazo y cuando me giré vi a Sora con signos de sofoco y mirándome con cara de lamentación.



-¿Qué quieres ahora?-le pregunté de forma dura.

-Por favor…no me hables en ese tono…ya me había acostumbrado a ese tono dulce con el que me hablas-me sonrojé de sobremanera…era realmente agradable este chico y tenía razón, ahora le hablaba en un tono menos fiera que el que utilizaba con el resto de la gente.

-Yo también me había acostumbrado a ser tu amigo y ahora me saltas con estas. Piensa en cómo me debo de sentir-le dije con la mirada baja.

-Lo siento mucho…pero es que Naminé me contó todas las cosas que les has hecho y me lo pintó de tal forma que yo era un sustituto nada más-me dijo con tono apenado.

-Yo he hablado con Zack, y me ha dicho que me escondes muchas cosas y aunque tenga razón, me da igual.

-Claro que te oculto cosas, nos conocemos de muy poco y no me ha dado cuenta a contártelo todo. De la misma forma de la que tú también me ocultas cosas.

-Pero que dudes de mi amistad hacia ti, encima de que te he contado cosas que no le he contado a nadie, que te trato mejor que al resto de la gente y voy hasta tu casa y demás…pues duele-le dije de forma bastante triste sin mirarle a los ojos. De repente sentí como unos brazos me rodeaban. Sora me estaba abrazando. Yo tímidamente le abracé también.

-Tranquilo, nunca te dejaré solo. No debes tener miedo de eso


Me dijo en un tono verdaderamente sincero. Yo solo me quedé sin habla mientras un par de lágrimas de felicidad salían de mis ojos. No puedo explicar, me sentía totalmente lleno y feliz al escucharle decir eso. Mi mayor miedo es ese, la soledad y él se ha dado cuenta de eso en poco tiempo. No sé qué le habrá contado Naminé para que Sora dude de mí pero lo importante es que ya está todo solucionado y cuanto más tiempo pasamos mejores amigos nos hacemos lo cual me alegra y me saca una sonrisita de idiota. Cuando nos separamos Sora no me soltó uno de mis abrazos y se acercó a mis manos, dándose cuenta de las heridas que tenía en los nudillos de la derecha.


-¿Qué has hecho pedazo de animal?-me preguntó con una expresión que mezclaba preocupación y diversión.

-He hablado con Zack y me ha sacado de quicio por lo que he salido antes de clase y pues bueno…he descargado adrenalina.

-Desde luego…Vamos a tu casa a que te limpie la herida y a pasar el rato, ya nos hemos saltado esta hora por lo que iremos a las últimas dos.



Pasamos entonces a mi casa pues estábamos en el portal. Lo primero que hice fue lavarme la herida, bueno, ‘’hice’’ pues fue Sora quien me la limpió a pesar de mis múltiples quejas. Lo hacía bastante bien la verdad. Aunque no pude evitar pensar en que sabía tan bien limpiar heridas debida a la cantidad de palizas que le dio su padre. Cerré mis puños y apreté mis dientes mientras sentía como el odio y la impotencia volvía a invadirme.


-Relájate, algo bueno tenía que tener ¿no?-me dijo con un intento demasiado forzoso de sonrisa.

-Es que cada vez que pienso en alguien haciéndote daño me pongo hecho una furia.

-Deja el pasado en su lugar, no quiero pensar que solo eres mi amigo por lástima-me dijo de forma tierna Sora mientras me vendaba la mano.

-Me ofende que dudes otra vez de mi amistad-le recriminé.

-Y a mí me ofende que me trates como si fuera una niña indefensa. Acepto que te preocupes por mí pero hasta cierto punto-me dijo de forma suave pero fuerte.




Únicamente me levanté y le cogí del brazo para llevarlo a la cocina mientras sacaba algo para picar. En cuanto acabamos nos volvimos al instituto. No hablamos durante todo el camino. Yo solo iba pensando en que es imposible lo rápido que me he acostumbrado a Sora. Su forma tan dulce de ser, sus promesas que estoy seguro que cumplirá y su simpatía tan contagiosa. Me daba hasta miedo el hecho de que Sora se volviera tan importante en mi vida demasiado rápido…el miedo a ser abandonado es algo que no creo poder superar. Es que Sora tenía un don especial para hacer amistades creo yo pues hasta Zack se había puesto celoso. Al llegar a clase me fijé en la molesta mirada de Zack y la mirada de decepción de Naminé al vernos llegar juntos a clase pero se notaba que había cierta tensión entre nosotros…panda de subnormales que se tienen que meter en mi vida y jorobar la amistad con Sora debido a los celos que sentían. Las últimas dos horas no presté atención Pensé solamente en el cabreo que tenía Zack y en lo ofendido que se sentía Sora debido a que me preocupaba por él…no sé qué puedo hacer sinceramente. Zack no se iba a dar por vencido tan fácilmente y Sora se cabrearía a la salida pues tenía decidido el acompañarle. En cuanto tocó recogí despacio pues no tenía prisa. Sora me estaba esperando sentado en la mesa observándome pensando en Dios sabe qué…



-¿Tienes pensado acompañarme a casa ahora verdad?-rompió el silencio Sora.

-Sí, por supuesto que tengo pensado acompañarte.

-Ya te dije que no me gusta que te preocupes tanto por mí-me dijo de forma molesta.

-Te acompaño porque me gusta pasar tiempo contigo Sora. No sé porque piensas así sinceramente. Solo se me ocurre que en algún momento creíste que alguien era tu amigo pero solo sentía lástima.

-¿Y qué si eso es así?

-Pues que debes superarlo y confiar en mí. Yo tampoco te dejaré solo nunca-le dije mirándole de forma decidida.

-Lo dices de forma demasiado fácil…

-Ya sé que no es fácil. Pero te aseguro que merecerá la pena-le dije mientras me ponía a su altura y le revolvía suavemente el cabello. …l solo cerró los ojos un momento y disfrutó del contacto.

-Bueno vámonos ¿no? Se nos va a hacer tarde-me dijo de forma despreocupada y feliz.



Al fin parece que las cosas han vuelto a la normalidad. Volvíamos a ir riéndonos de tonterías o hablando del instituto y de lo coñazo que eran algunos profesores. Al llegar a la casa de Sora nos despedimos y me fui de vuelta a mi casa. A partir de ahí el día fue como siempre: un completo aburrimiento. Comí, me eché mi típica siesta y lo de todos los días. No miré el móvil hasta por la noche por lo que no vi el mensaje que envió Sora por la tarde diciéndome que mañana no podría ir al instituto. Ya era muy tarde, no podía llamarle para preguntarle el motivo por lo que únicamente me dormí aunque un poco deprimido.

--


Me desperté más tarde que ayer pues como Sora no iría hoy al instituto pues no tenía que ir antes a ningún sitio por lo que estaba más descansado. Después de vestirme y asearme bajé a desayunar tranquilamente un par de tostadas con mermelada. Salí de casa bastante tarde, faltaban nada más que dos minutos para que tocara pero, ¿qué más da? Total, no me esperaba nada interesante en el instituto. Salí de mi casa y lo primero que hice fue encenderme un cigarro y empecé a andar tranquilamente hacia el instituto.


-No me gusta que fumes ¿sabes?-me dijo una voz a mis espaldas. Me giré y vi a Sora sonriéndome.

-¿Pero no decías que hoy no vendrías?-le pregunté entre molesto y sorprendido.

-Decidí darte una sorpresa y venir a buscarte-me respondió con una sonrisa mientras me empujaba para empezar a andar.

Pasamos el camino andando rápido y contándonos lo que estuvimos haciendo ayer. Al llegar a clase el profesor nos dejó pasar por los pelos y llegamos y nos sentamos. Al acabar la primera hora impresionantemente, se me acercaron a hablar un par de personas de la clase con la que hasta ahora no había tenido trato. No eran tan insoportables como me pensaba en un principio. Según Sora se han acercado porque ya no tengo tanta pinta de borde y sonrío y me río más. Quién sabe, quizás tiene razón. Llegó la hora del recreo y no le di tiempo a Sora a recoger nada. Le cogí del brazo y me lo llevé al parque de al lado.



-¿A qué viene tanta prisa?-me preguntó sorprendido.

-Para que te dé tiempo a contarme la historia de ese supuesto amigo tuyo pero que solo le dabas lástima-le solté de buenas a primeras. Sora se quedó callado.

-¿Eres mi mejor amigo?-me preguntó mirándome.

-Te dije que fuéramos poco a poco…

-Pues cuando lo seas, te lo contaré-mierda… ¿estoy dispuesto a arriesgarme yo siendo su mejor amigo para que Sora suelte todo lo que le preocupa?

-De acuerdo, eres mi mejor amigo. Venga cuéntamelo.

-Demuéstramelo-me soltó de forma infantil. Demonios, tendré que soltar la artillería pesada…

-¿Quieres quedarte este viernes a dormir en mi casa?

-Siiiiii-me respondió con los ojos brillantes y sonriéndome tontamente.

-Bueno venga, que se nos agota el tiempo.

-A ver…cuando me escapé de casa de mi padre y viene aquí con mi tío pues había un chaval alto y con pelo gris hasta los ojos que se portaba bien conmigo y pensaba que en verdad le importaba pero…en realidad no. Solo sentía lástima por mí al verme tan vulnerable. Por eso desde ese momento decidí ocultar todo mi dolor tras una sonrisa fingida-lo último lo dijo con una mirada un tanto apagada. Joder, parece ser que al final Sora y yo nos parecemos bastante.

-Prométeme que a mí nunca me ocultarás cómo te sientes y que si te apetece sonreír sonreirás y si te apetece llorar llorarás. Para eso están los amigos.



Sora se quedó con una cara sorprendida de que le dijera esas cosas tan moñas. Después de darme las gracias y sonreírme como solo él sabe, se pasó el resto del recreo riéndose de lo moñas que me había vuelto en tan poco tiempo. Yo solo me sonrojé y cambié de tema. Las dos horas siguientes transcurrieron de forma normal, sin nada que destacar. Bueno sí, Sora seguía sin saber nada de matemáticas y se estresaba. Pero lo peor había llegado, en la última hora me tocaba sentarme con Zack pues volvíamos a ir a clases separadas Sora y yo. Pero en cuanto pasé a la clase noté como alguien me tiraba de la mochila y me sentó en un sitio.

-¿Pero qué cojones pasa?-pregunté confundido.

-Pues pasa que te vas a sentar conmigo. Ya me he reído bastante de ti viendo lo mal que lo pasas sentado con Zack jajaja-me respondió Demyx de forma divertida mientras se sentaba a mi lado.

-Gracias…de verdad-le respondí. Nunca me habría esperado esto de algún compañero mío.

-Venga no seas moñas jajaja

-Tampoco te pases de listo-le respondí dándole un codazo y riéndome también.



El resto de la hora me lo pasé riendo bastante. No solo porque Demyx era un puto zumbado que no tenía idea buena. Sino porque Zack no paraba de mirarme de forma cabreada lo cual me causaba bastante gracia. Al salir de clase Demyx me dio su número y me dijo que le llamara el fin de semana si no tenía ningún plan. Vaya, había conseguido un nuevo amigo. No estaba mal esto. A la salida Sora me acompañó a casa y nos despedimos. Llegamos al acuerdo de que cada día sería uno quien fuera a buscar al otro y le acompañaría a casa. Y así pasó el resto de la semana hasta el viernes en el que Sora se quedaría a dormir en mi casa, y a comer y a cenar también. No sé cómo me había convencido para que le dejara pasar todo el día en mi casa…bueno sí lo sé, no puedo negarme a esa carita que me pone. Desde que estoy con él ya no pienso en Zack ni nada. Nos pasamos todo el viernes jugando a videojuegos y riéndonos de cualquier cosa. A mis padres les cayó bastante bien Sora. Pero a las nueve de la noche me llegó un mensaje de Naminé…






-¿Qué le vas a responder?-me preguntó Sora pues fue él quien cogió mi móvil en cuanto sonó.

-Nada. Estoy contigo.

-Tarde jajaja-me dijo enseñándome el mensaje que acababa de enviar.





-¿Por qué le mandas eso sin preguntarme antes?-le pregunté malhumorado, yo nunca respondía a los mensajes que no me interesaban y mucho menos pidiendo perdón.

-Porque me habrías dicho que no. Confía en mí, así no parecerá que eres tan borde y tus amigos te acabarán dando otra oportunidad.

-¿Quién ha dicho que quiera otra oportunidad?

-Ese es tu problema, cuando te llevas bien con alguien te olvidas del resto de la gente. Me halaga que te guste estar conmigo pero también debes tener más amigos-me explicó. No sé por qué pero me siento como decepcionado…

-Hablas como si no fueras a cumplir la promesa de que nunca me dejarás solo…

-No entiendas cosas raras anda, por supuesto que la cumpliré. Solo quiero quitarte problemas-me dijo de forma tierna. En eso volvió a sonar el móvil por la llegada de otro mensaje.





-¿Lo ves? Quieren darte otra oportunidad-me respondió Sora con una sonrisa mientras me pasaba el móvil.

-Me parece que no-respondí mientras enviaba yo otro mensaje.





-¿Para qué le mandas eso sin preguntarme antes?-me dijo mientras se abalanzaba sobre mí para quitarme el móvil. Era bastante infantil pero eso me gustaba.

-No sé…ah sí, PORQUE ES MI M”VIL-le chillé en la oreja para sacármelo de encima.

-Yo intentando que vuelvas a tener tus amigos y ahora lo echas todo por tierra…no entiendo lo que quieres.

-Pues de momento con quedar contigo y hablar con la gente de clase que se me acerca ahora me basta.




Tras esa declaración Sora solamente se calló y seguimos como si nada hubiera pasado jugando y riéndonos hasta que nos dio sueño y nos dormimos. Yo en mi cama y Sora en un colchón que le había puesto debajo. Me di cuenta de que Sora no se quiso cambiar delante de mí para que no le viera esas marcas de las palizas de su padre que tiene en su cuerpo. Sigue hirviéndome la sangre cada vez que pienso en ello. No sé qué me pasa con Sora pero soy demasiado protector y permisivo con él. Le tolero cosas que a nadie le habría tolerado como el hecho de que me coja el móvil o me pregunte cosas bastante personales. Aunque doy gracias a Dios al hecho de que me acordé de quitar las fotos de mi hermano Ventus que hay por casa. Me sentiría incómodo todavía al tenerle que contar toda la historia de mi hermano y las consecuencias que trato…Pero bueno, lo mejor será no rallarme. A la mañana siguiente Sora se fue a su casa y todo siguió como siempre.



--


Las dos semanas siguientes teníamos los exámenes de evaluación por lo que estuvimos hasta arriba de exámenes y yo me pasaba todos los días en casa de Sora explicándole las asignaturas pues se tenía que poner al día. Eso sumado a que tanto matemáticas como física y química se le daban bastante mal pues digamos que más de un día entre semana me tocaba quedarme a dormir en casa de Sora pues nos quedábamos hasta tarde estudiando. A veces Sora me estresaba bastante. Odio repetir las cosas y cuando le explicaba algo casi siempre se lo tenía que repetir, pero no me podía cabrear con él…no me puedo negar a esa carita que me pone cuando intenta entender algo. Sumado a las expresiones tan graciosas que ponía cuando resolvía un ejercicio y no lo entendía, pues no estaba tan mal explicarle cosas. Además Zack ya ni me miraba en clase, parece que se había resignado a que volviéramos a ser amigos. Lo cual era un alivio pues ya no echaba nada de menos a Zack. Es más, cuando pensaba en él ya no sentía que me gustara, es decir, que ya no estoy enamorado de Zack. He pensado en ello y probablemente signifique que me auto convencí de que sí que me gustaba por miedo a quedarme solo pues por cada putada que me hacía le seguía aguantando más por eso. Y Naminé estaba bastante rara. De vez en cuando me hablaba en clase y todo de buenas. No la entendía. Y el ser menos borde sí que funcionaba. En clase se me acercaba más gente a hablar y ya no me veían como un ogro. Había llegado hasta tal punto que una chica se me declaró. No me aprendí ni su nombre, la rechacé de forma delicada con la típica excusa de que es que no quiero tener ninguna relación ahora mismo. Y de vez en cuando quedaba con Demyx para darnos una vuelta o tomarnos unas cervezas. Era aún más loco fuera del instituto que dentro, lo cual me preocupaba…seguro que me pasaría factura el juntarme con él. Lo único que no iba como debería es mi amistad con Sora. Iba bien, sí. Pero había ciertas actitudes que habían cambiado. Por ejemplo, ya no se me cuelga del hombro cuando tiene la oportunidad. Cuando me quedo en su casa separa las camas. Es solo medio metro que solo hace que ambos dos estemos más incómodos. Y por ejemplo cuando le conté que una chica se me había declarado me cambió de tema bruscamente. Eran tonterías pero se hacían notar…las echaba de menos y no entiendo por qué. Y sí, le he cogido mucho cariño a Sora. Le considero y sí que lo puedo decir sin miedo, mi mejor amigo. Es más, incluso el mejor que he tenido.




Habíamos acabado ya los exámenes y Sora y yo habíamos quedado con Demyx para ir a tomar algo y celebrarlo. Nos lo pasamos bastante bien, yo por lo menos. Sora se le veía distraído y pensando en sus cosas. Le pregunté que qué le pasaba y me dijo que ya me contaría volviendo a casa. Por lo que ahí estábamos, en la puerta de la casa de Sora esperando a que me contara lo que le pasaba. Dios no decía nada, únicamente estaba apoyado en la pared sin tan siquiera mirarme. Fui a encenderme un cigarro pero me di cuenta de que Sora me había quitado el paquete pues lo tenía en la mano y me lo enseñaba para que dejara de buscarlo. Decidí no discutir. No era la primera vez que me quitaba el paquete para que no fumara. Joder, no aguanto más este puto silencio, llevamos ya así cinco minutos y estoy demasiado preocupado por él como para seguir respetando su silencio. Nunca se me ha dado bien esperar.


-¿Y bien?-le pregunté de forma delicada para que no se sintiera demasiado presionado.

-No sé cómo decírtelo Roxas…

-Venga ya, me has contado bastantes cosas. Seguro que no es para tanto-le dije mientras me acercaba a él y nos quedábamos frente a frente.

-¿Te acuerdas de la promesa que me hiciste verdad?

-Por supuesto, y ya te he repetido varias veces que la pienso cumplir-últimamente me hace bastante que se lo repitiera, no sé a qué tiene miedo.

-Espero que te acuerdes…-me dijo mientras se separaba de la pared y se acercaba aún más a mí.

-Sora… ¿qué te ocurre? No entiendo que te pasa…

-Pues me pasas tú.

-¿Cómo?

-Que me gustas, Roxas



Me quedé en shock, sin poder moverme y entonces Sora se acercó más a mí y juntó sus labios con los míos y me robó un tierno besó que no fui capaz de corresponder pues me encontraba aturdido por la declaración. Al separarse vi como a Sora se le escapaba una lágrima y salió corriendo y se metió a su casa. Yo, todavía impactado por lo que había pasado también me fui a mi casa… ¿Sora me había besado?
Notas finales:

Espero que os haya gustado 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).