Capitulo # 7
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¿La verdad? Esto ya no es divertido…
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Harry Potter y demás personajes pertenecen a J. K. Rowling, esta historia está hecha sin fines de lucro y no se gana nada con la misma.
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-Eso es genial; pasen, queridos, hay que tomarles medidas ji, ji, ji.-Decía la madre de Kira mientras arrastraba un par de telas y estiraba la cinta métrica.
Escalofriante, eso era lo que era.
Todos menos las chicas fueron retrocediendo poco a poco, con miedo. Sin embargo, lamentablemente, Kira halo de Draco hasta que estuviera a la total disposición de su madre. La verdad, todo paso muy rápido.
La mujer lo subió en una plataforma y el metro, gracias a la magia, serpenteo y paso por el cuerpo de Draco. Mientras, ella empezó a lanzarle telas por en cima y, en lo que el metro media las telas sobre el cuerpo, las tijeras empezaron a cortar.
En eso, la aguja empezó a unir las partes de varias telas, colores, diseños y trajes. Apenas paso y Draco salió tambaleándose del remolino de hilo. Estaba desconcertado pues esa fue una de las sesiones más raras de toda su vida. Aun mareado aprovecho para empujar a Theo, que estaba muy ocupado abrazando disimuladamente a un abochornado Nev. Gracias a Merlín, aun con lo desconcertado que el rubio estaba, noto como el pobre peli-café trataba disimuladamente de sacárselo de encima.
-Tu turno…-le susurró mientras le tocaba el hombro. Entonces, al fin, El pobre mago logro que Theodore lo soltase. Prefería la sesión del infierno a ser manoseado por un pervertido. Si lo quería tendría que ganárselo.
Avanzó con cautela y miedo, pero de nada le sirvió ser precavido. De igual modo fue empujado por Kira hacia su madre para que esta le hiciese lo que quisiese; en otras palabras, hacerle un revoltijo en el estomago, claro está.
Cuando el salió del mar de telas estaba más pálido que Nick Casi Decapitado y sus pequeñas manos temblaban. Su cabello estaba un poco encrespado por el movimiento e irremediablemente parecía un tierno gatito. Harry se rio por lo bajo al igual que Ron. Eso hasta que el rubio le piso el pie a su guardián y se callaron, uno por miedo y el otro del dolor.
Finalmente fue el tuno de Ron. Esta vez fue Gemma la que lo empujo hacia la plataforma. De los tres fue el quien más sufrió. Estaba tan aterrado que empezó a gritar y a moverse lo cual ocasiono que se enredara en las telas. Tanto así que hasta se pincho con las agujas.
Fue por eso que salió casi llorando, con las mejillas sonrojadas y muy alterado.
-Oye, ¿Qué es lo que sale de tu dedo?- Preguntó interesada Hermione en cuanto se dio cuenta. Eso NO era normal. A pesar de su aspecto viscoso la sustancia no se miraba asquerosa, al contrario, era muy… linda, por decirse así. Su color era naranja, tenía brillos y fluía desde la piel del pelirrojo.
- Es mi sangre. Cambió cuando mi parte Henna despertó.- Informó malhumorado. Le dolía y, a pesar de que ya habían pasado esos días, aun estaba un poco sensible.
-¡muy bien, creo que eso es todo por hoy! ¡Gracias por ser mis modelos, sweets honeys!-Alegaba la mujer muy contenta. Saltaba de un lado a otro cortando y dando algunas puntadas mientras las piezas y trajes flotaban en círculo alrededor de ella. Parecía encantada, todo lo contrario a su hija, que refunfuñaba un poco alejada mientras terminaba uno de los bordados de uno de los trajes. Todos pensaron por un momento que eran muy raras.
Bueno, no raras, si no especiales…-Se corrigió Neville. Su abuela siempre le decía que no había personas raras, solo personas especiales que la sociedad nunca comprende. Claro, era una forma no directa de decir que nunca serían aceptadas en su entorno. Aunque Neville nunca pensó eso, el, simplemente, era demasiado ingenuo para ver el sentido escondido entre las palabras.
-Mañana les entregaremos los trajes. Me quedare un momento a ayudar a mi madre, mientras tanto, vayan a merendar algo porque de seguro no han comido nada.- Empezó Kira- Nos veremos en 2 horas en el local de accesorios muggle, MM508, ¿de acuerdo?
-Sí, ahí nos veremos…-respondió Harry, complacido con la idea de ir a comer algo. Era cierto que habían salido sin desayunar y su estomago le reclamaba por eso.
-¡ay, Santo Mago Resucitado!- Se escucho de parte de la mujer que se paro a contemplar uno de los corsés a medio hacer para uno de los trajes.
-¿Qué pasa…?-se atrevió a preguntar Pansy. Todos se pusieron muy nerviosos. Entonces, la madre de Kira se volteo y les enseño la pieza. Todos quedaron muy impresionados.
-P-pero si son…-Balbuceo Gemma. Podría estar medio ciega pero eso lo notaba cualquiera. Draco, Ron y Neville bajaron la cabeza avergonzados.
-…son los chicos más delgados que he visto en toda mi vida…-Confirmaba mientras acariciaba la pieza sin que las agujas flotantes dejaran de bordar y juntar la tela. Rápidamente y aunque no estuviera terminada jalo a Neville y le probo el corsé. Le quedo incluso un poco flojo de cintura y ahí si que casi le da un ataque a la pobre. Se volvió hacia Ron y le probó también la prenda, obteniendo el mismo resultado. Probó con Draco y fue igual.
-¡Ustedes…! ¡¿Pero qué mandragoras les pasa?! ¡Necesitan subir de peso…!-Refunfuñaba y regañaba mientras los demás se limitaban a verlos espantados.
-¡P-pero si comemos normal!- Alego Ron.- Además, ahora bajamos un poco por el esfuerzo del cambio, otra cosa es que nunca se hayan fijado en nuestro peso…además, nuestras medidas son parecidas…-Sí, los tres estaban muy avergonzados.
-…poco más de 50 cm de cintura… ¡no me lo puedo creer!-Susurraba enojada.- Como tarea tendrán subir de peso; ¡¿Quedó claro?!- Su preocupación era más que evidente y, solo por eso, los pobres asintieron muy abochornados y conmovidos.
-Bien, si quieres que ‘se rellenen como pavo’ será mejor que los dejes marchar ya a comer, Madre- Decía Kira mientras ingresaba a la parte de atrás del local. La señora-Sin-Nombre suspiro y les dejo marchar con la advertencia de que les estaría vigilando.
Después de salir de allí todos estaban un poco incómodos, aun así, fueron en búsqueda del lugar adecuado. No les costo mucho encontrar el lugar perfecto: Cookies&Fabulous, en español Galletas&fabuloso o algo parecido, una tienda propiedad de una señorita rechoncha y muy agradable.
Se ubicaron en las mesas de afuera pues hacia un buen día y adentro estaba casi lleno. Se sentaron en silencio y pidieron su orden. Eso hasta que Blaise se atrevió a hablar.
-Oigan, no lo había pensado, pero la directora dijo algo acerca de registrarles en el Ministerio y presentarles, ¿no?...-Observó.
-Sí, lo dijo, pero no nos ha informado de más…-acoto Draco mientras tomaba el té recién traído por un camarero joven que, de paso, le había coqueteado. El simplemente le hizo una cara y le ignoro.
-No sé a que se refiere con ‘presentarnos’ pero no me gusta nada. Y, además, yo creo que—
-Err…Disculpa.- Les interrumpió un muchacho que venía acompañado de otros dos chicos. Más que brujo parecía un delincuente. Ni su cara le ayudaba.- Oye, tú, ¿Cómo se llaman sus amigas?-Le pregunto sugerente a Harry.
-No te lo diré…-contesto de mal humor.
-¡vamos, no seas aguafiestas! ¿Es que acaso son sus novias…? Yo…-Había empezado con sorna, sin embargo, gracias a un movimiento de cabeza y el aire, Harry dejo a la vista su cicatriz. Entonces ahí si titubeo un poco, pero pensó en responder.
-Ya, ya, ya, ya. Primero: No somos sus parejas…-Dijo Ron con furia mal contenida.-Y segundo:… ¡Tampoco somos chicas!- Grito rojo de la rabia. Nev estaba muy avergonzado y Draco empezó a girar su cabeza para ver a aquel idiota, aunque su nuevo corte se lo impidiera casi del todo.
Oh, sí, ellos terminaran muy mal. Muy, muy mal…
Continuara…