Capitulo # 2
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Yo no creo que esto funcione, ¡y eso que soy optimista…!
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Harry Potter y demás personajes pertenecen a J. K. Rowling, esta historia esta hecha sin fines de lucro y no se gana nada con la misma.
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-Hermosas…-la voz de los varones rompió la seriedad, mientras los que estaban en cama temblaron de rabia.
-Yo iba a decir magos fértiles, pero sí, podría usarse ese término…aunque de diferente manera-. Empezó la directora, siendo ignorada por los Gryffindors. Draco, Ron y Neville le vieron espantados mientras negaban con la cabeza. No, no. Eso no iba bien. ¡Se supone les explicaría la situación y haría que les ayudaran, no que los alentara a verlos como adorno para la cama!
-¿Y como se llama la princesa y hermosa rubia?- Harry olvido completamente por que estaba en la enfermería, a el solo le importaba la criatura que lo cautivo. «La rubia», como había decidido nombrarla el de lentes, volteo a verlo. O eso quiso suponer, pues no le veía los ojos por el flequillo.
-Cuida tu boca, Potter-Le siseo… ¡un momento, ¿Por qué su voz se parecía a la de Malfoy?! ; Eso les deformo la cara a todos. Parecía que les hubieran dado de comer un limón entero. Sus expresiones eran un poema.
-Eso esta del asco…-Rió la cabellera pelirroja. Aunque su voz sonó parecida a la de Ron. Todos le vieron, realmente sorprendidos. ¿Desde cuando la voz de Weasley sonaba así de cantarina y hermosa?
-No puedo creer que haya dicho eso; ¡pero se los dije, así que gane!-canturreó la de cabellos castaños, pero su tono fue el de Neville. Un poco menos tímido y apenado que el de costumbre pero el de Neville, al fin y al cabo. Hermione se tambaleo hacía atrás, siendo sostenida por la enfermera, quien le pregunto por lo bajo si necesitaba una silla, lo que la pelirroja negó en trance.
-¿Cómo…? Sus voces…¡pero si son lindas…!-Lloriqueó Theo, siendo secundado por los otros varones. Pansy negó levemente, confundida. Avanzó lentamente hacía la cama del que, suponía, era Draco. Se sentó al borde de la cama con sabanas negras, temerosa.
-¿D-Draco…?-Su voz y manos temblaban.
-¿Sí?-. Pansy dio un respingo, casi cayéndose de la cama. Trato de respirar acompasadamente, y con ojos acuosos de impresión le dirigió una mirada inquisidora a la directora, pidiéndole que les explicaran.
-Verán, como dije anteriormente, ellos son magos fértiles. Es muy difícil encontrar magos con esa capacidad, y cabe decir que solo nacen algunos cada 50 años. Esta vez tuvimos mucha suerte de encontrar 3 en Hogwarts.- Todos vieron con sumo interés a la directora, dando a entender que querían que siguiera con la explicación. Minerva se removió en su lugar, sin saber por donde podía seguir contando. No era un tema fácil.
-¿Y por qué tienen esas apariencias?-.Pregunto Hermione. Draco, Ron y Neville bajaron las cabezas, avergonzados de lo que tendrían que develar. No eran cosas bonitas, dentro de lo que cabe.
-Son temporales-Dijo la jefa de la casa de los leones- Sus apariencias se normalizaran cuando encuentren a su pareja; pero para eso falta mucho, así que por ahora deberán acostumbrarse a verlos así. No es una apariencia muy masculina, pero es lo que necesitan para enamorar a su futuro conyugue.- Los magos en cama tragaron grueso al escuchar eso, más por que había unas personas que los miraban insistentemente; los pobres se sentían como niños a los cuales quieren raptar para vender al mercado negro.
-¿Y para que estaban encerrados en la enfermería?-cuestiono Pansy. Los chicos en cuestión dieron un respingo. No querían que explicaran eso.
-Bueno…estaban en su primer periodo, era de esperarse que les doliera mucho. –Todos vieron a la directora con cara de que era un basilisco.
-¿Esta hablando de ese periodo? Es decir, ¿Del que tienen las chicas cuando…?-Blaise hablo. Dejo su pregunta flotando al aire, tratando de sonar delicado con ese tema.
-Es parecido, pero no igual. El de ellos es acompañado de cólicos sumamente dolorosos, aunque gracias a Merlín no lo tienen cada mes sino cada año. Para suerte de sus amigos ya se les paso, aunque es posible que sigan con unos cuantos dolores fuertes en los siguientes días.-La señorita MacGonagald camino hasta sentarse en la cama de Ron y ponerse a acariciar su cabeza, el otro solo la dejo hacer.
-¿Los demás…lo sabrán?-Pregunto Harry. Minerva volteo a verlo y pensó por unos momentos en silencio.
-Ha su debido tiempo, sí. Se les comunicara las reglas el lunes por la mañana, que es cuando ellos retomaran las clases, para con nuestras piedras preciosas.-Afirmo la directora.
-¿Piedras preciosas?... esperen, ¿Qué reglas?-fue lo que dijo Theo. El haber usado ese nombre lo confundió mucho más. Esta vez fue su turno de ser mirado por la jefa de los leones.
-Sí, piedras preciosas. Cada uno de ellos representara una, por lo tanto serán algo así como el Tesoro Más Valioso De Hogwarts, es por ello que necesitamos nuevas reglas.-La directora se aclaro la garganta para proseguir.- Por ejemplo: nadie puede propasarse con ellos, nadie puede agredirlos verbal o físicamente, nadie puede jugarles bromas pesadas y nadie puede hacer algo para con ellos si no dan su autorización. Esas serían las principales, y cualquiera que rompa con alguna de las condiciones será inmediatamente expulsado…-termino, seria.
-No en tiendo por que tanto cuidado- Se quejo Hermione.
-Es por que son…especiales; los magos de este tipo son realmente difíciles de encontrar, y eso que fue un milagro que hubieran tres en el mismo lugar. Generalmente son sangre pura, veelas y su belleza ha sido más valorada que la de los unicornios. Se les atribuyen muchas habilidades mágicas y…bueno, se dice que quien este al lado de uno alcanzara la verdadera felicidad.-Minerva uso un tono risueño que hizo que aunque lo haya dicho de forma buena a los pobres en cama los hiciera sentir como cosas.
-Supongo que tendrá un plan para que se cumplan todas las reglas, ¿o no?-Inquirió Draco con aquel tono altivo de siempre, aunque, siendo sinceros, oírlo con esa apariencia solo causaba ternura.
-Sí; de hecho, ellos son mi plan.- Miro a los jóvenes con una sonrisa. Los chicos se estremecieron. Eso no acabaría bien. No, no.
-Yo no creo que eso funcione…-susurró Harry, que miraba resignado la belleza que lo había cautivado y que termino siendo su némesis.
-Pero son mi mejor opción, así que…-la directora suspiro.- Desde hoy Harry Potter se convertirá en guardián de Draco Malfoy, Blaize Zabini será el guardián de Ron Weasley, Theodore Nott es asignado como el guardián de Neville Longgbotom y Hermione Granger y Pansy Parkinson se convertirán en las damas de compañía de los tres.- Todos se quedaron de piedra mientras Madame Pomfrey reía por lo bajo.
-S-señorita MacGonagald, concuerdo con Harry; no estoy seguro de que esto tenga buenos resultados…y no me deja de mirar~-susurro Neville mientras se metía bajo las sabanas bajo la insistente mirada de Theo. Minerva suspiro.
-Lo siento, ya esta decidido. –Se levanto y se dirigió a donde se encontraba Pomfrey, quien misteriosamente tenía unas prendas de color negro. La directora tomo una de ellas y dio la vuelta hacia los jóvenes mostrando un vestido negro con vuelos, de mangas largas y con ligeras bombachas, con correas en la parte de adelante, un adorno para en cuello, todo con encaje y en color negro.
-Pero antes tenemos que hacer algunos cambios; Draco, Ron y Neville, conozcan a sus nuevos uniformes-Sonrió casi imperceptiblemente, inflando el pecho al mostrar el uniforme oficial de las piedras preciosas, lo que un muggle nombraría como vestido-súper-corto-negro-gótico-actual.
-Yo no voy a ponerme eso…-dijeron los tres al mismo tiempo. Y ahí los guardianes y damas de compañía supieron que tendrían muchos, muchos problemas…
Continuara...
