Estabas tan lejos para mi, y no precisamente porque te encontraras a una hora de mi casa, sino que todas sus acciones me hacían sentís cada vez más lejos. Era el único amigo que alguna vez había tenido, pues si iba al colegio, pero nadie allí parecía comprenderme, tenía amigos ocasionales con quienes pasaba mis clases, pero al salir estaba totalmente solo y eso cada día dolía más.
Recuerdo el día en que nos encontramos en la estación de tren, había mucho ruido y yo solo quería volver a casa, ahora por mi edad solo tenía un trabajo de medio tiempo que me ayudaba a sustentar mis gastos, me sentía inútil si no hacía nada teniendo la capacidad para poder hacerlo.
Vos ibas con unos jeans comunes y una remera que tenía sus mangas tan largas que cubrían hasta casi toda tu mano, yo aun vestía mi uniforme de trabajo, ese día no había tenido ganas de cambiarme.
Yo caminaba con tranquilidad yendo a pagar el boleto, hasta que me tope con vos, eras una torre de casi dos metros de altura y yo trague en seco sintiéndome el más enano del planeta. Nos chocamos por que ibas distraído, hablabas por teléfono e incluso pude ver como unas lagrimas escapaban de tus ojos y mi corazón se rompió, aunque eras un extraño tenia la maldita necesidad de en ese momento de abrazarte.
Me miraste a los ojos y todo a mí alrededor pareció desaparecer, no es que fueras algo del otro mundo, pero había algo en esos ojos café que me cautivo desde el primer momento, mi mochila se cayó de mis manos ,apresurado y nervioso me agache para agarrarla pero una mano tuya se anticipo y sonreí un poco avergonzado.
“Soy Kim Joon Myun, mucho gusto” dijiste con una voz un poco quebrada y me miraste, parecías un ángel al que solo quería abrazar por siempre.
“Myun mu mucho gusto, soy Byun Baek Hyun” susurre un poco nervioso tomando mi mochila y abrazándola contra mí.
El otro chico me sonrió triste y yo solo me limite a poner la mano sobre el hombro del otro para tranquilizarlo o intentar hacerlo.
Vi como el tren llegaba y comencé a caminar hacia él, Myun me seguía sin decir nada, yo tampoco lo hacía, era una tarde un poco lluviosa y el vagón no estaba muy lleno, incluso me sorprendí al darme cuenta que dos asientos estaban libres.
Me dirigí a uno de ellos y después de sentarme tome mi teléfono y mis auriculares comenzando a escuchar música aleatoria, me quedaban por lo menos cuarenta minutos de viaje y tenía que ocupar mi tiempo de alguna forma.
El alto se sentó a mi lado sin decir palabra alguna, vi como sacaba de una mochila un poco rota y barata un cuaderno y un lápiz, comenzó a dibujar.
Sus ojos se transformaron, como si lo único que existiera en ese lugar era su cuaderno tapa dura, dibujaba con unos trazos expertos que me sorprendían, me descubrí mirándolo fijo, me sonroje levemente y baje mi cabeza.
De repente sentí un suave golpe en mi hombro, Myun me estaba llamando, me saque uno de mis auriculares y lo mire esperando a que dijera algo.
“Siempre dibujo a las personas hermosas para nunca olvidarlas” susurro mirándome un poco triste a lo que yo me sorprendí y mi mejillas se encendieron en un tono rojo que solo quería esconder mi cabeza en la tierra como un avestruz.
“¿No tienes calor con esa remera? ¡Estamos cerca del verano!” le dije un poco divertido para cambiar de tema, el solo siguió dibujando con una expresión de angustia en su rostro, parecía que estaba aguantando sus lágrimas desde hace un tiempo.
“Solo no quiero que nadie diga que soy un idiota” susurro sin mirarme, al parecer ya no soportaba mas y lagrimas caían de su pálido rostro, lo agarre de su muñeca y un gesto de dolor apareció en su rostro.
No comprendía que estaba pasando, el solo con nerviosismo separo mi mano y siguió dibujando pero al parecer ahora no podía concentrarse, mi parada era la próxima así que me levante de mi asiento acercándome a la puerta.
El más alto me siguió y yo ya no entendía porque, su mano rozo la mía, como si estuviera pidiéndome ayuda, las puertas se abrieron y comencé a caminar con tranquilidad.
“¿Tienes lugar para uno más?” me pregunto saliendo detrás de mí y poniendo su mano sobre mi hombro.
“¿En mi casa? ¿Acaso no tenes a donde ir?” pregunte aun más preocupado, mi mirada parecía trasmitir lastima, y no quería que en verdad sea así.
“Solo hui de mi casa, sería solo una noche” susurro mirando al otro con ojos brillantes.
“¿Cuántos años tienes?, por cierto yo 18” le contesto sin darle importancia a lo que el otro dijo y por un impulso lo tomo de su mano, mirándolo a los ojos
“Yo tengo 19 Baek Hyun” susurro y apretó la mano del otro con fuerza.
Baek Hyun le dio un beso en la mejilla al otro sin pensarlo mucho, comenzó a caminar “Vamos a casa Myun” le dijo con una sonrisa que apenas se asomaba de sus pequeños labios.
Ambos caminaron sin decirse nada, pues el menor no se animaba a hablarle al otro y Myun bueno el solo iba a su lado con una mirada triste.
Pasaron aproximadamente quince minutos cuando llegaron a la casa de Baek, el chico saco sus llaves de de su mochila y abrió la puerta siendo recibido por sus padres.
Su madre estaba en la cocina haciendo la cena y su padre trabajaba en su computadora, el saludo a ambos pero Myun no reaccionaba, una familia tan feliz eso era lo que él siempre había querido.
“Mamá él es mi amigo Myun, solo tiene un año más que yo” señalo al otro que bajaba su cabeza en forma de saludo un poco avergonzado.
“Myun ¿Cómo estás? ¿Dónde se conocieron?” pregunto de forma rápida la madre de Baek, el chico pasó su brazo por encima del otro poniéndose en puntas de pies para llegar a la ancha espalda del otro.
“Nos conocimos un día en la estación de tren” Dijo Baek no especificando que eso solo había pasado hace unas horas.
“Su hijo es muy bueno señora” dijo Myun casi en un susurro mirando a la madre de Baek quien le mostro una sonrisa amplia.
“Si lo sé ¿Myun? ¿Puedo saber todo tu nombre?” rio levemente la mujer mirando la ropa que llevaba el otro y sorprendiéndose un poco.
“Kim Joon Myun me llamo señora, mucho gusto” dijo un poco más tranquilo el más alto.
La madre de Baek le sonrió y los invito a ambos a la mesa para cenar, el padre del chico en cambio miraba con desconfianza a Myun y el más joven se dio cuenta al instante.
“Parecen ser muy buenos amigos” comento un poco confundido el padre de Byun al ver la actitud protectora de su hijo hacia el más alto.
“Si lo somos ¿O no Myun?” dijo sonriente Baek mirando al otro. El más alto forzó una sonrisa y no hablaron más durante toda la cena.
Cuando terminaron de comer Baek se ofreció para lavar los platos, sus padres estaban cansados y aunque él lo estaba de igual forma sentía que tenía que ayudarlos.
Myun lo miraba al otro sin decir mucho, ese chico había confiado en él y ahora estaba en su casa como si lo conociera de toda la vida, se levanto y comenzó a secar los platos y cubiertos que el otro estaba lavando.
“Seguro tenes calor con esa ropa, vamos ¿Por qué no te sacas ese buzo?” le pregunto Baek a Myun sin mirarlo. El otro ya sin importarle se saco el buzo dejando ver que llevaba una musculosa y bueno otras cosas.
“¿Por qué te hiciste eso? ¿Duele Myun?” dijo Hyun mirándolo al mayor en los brazos, tenía demasiados cortes y algunos parecían ser recientes, el otro bajo su cabeza con vergüenza aun sin atreverse a hablar.
“Tranquilo no te voy a molestar si no quieres, pero tendrás que dejar que te cure” le susurro Baek mirando al otro y cerrando el grifo para llevar al otro al baño
“No no me cures, yo yo estoy bien” dijo Joon Myun mirando al otro, su voz se notaba un poco nerviosa pero luego accedió a dejarse curar y tomo la mano de Baek en forma de aceptación de la ayuda.
Baek sonrió amplio y se llevo al otro al baño sentándolo en el retrete, comenzó a buscar el botiquín que su madre solía tener, Myun estaba mirando al suelo y se le escaparon lágrimas.
“Otra vez no, ¿Por qué soy tan débil?” pensó el alto pasándose sus manos por su cara con frustración.
El dueño de casa al fin encontró el alcohol y un poco de algodón, al darse vuelta vio que el otro lloraba pero no dijo nada, solo le mostro lo que tenía en sus manos y el mayor comprendió dejando sus brazos a la vista del otro.
“Dolerá un poco, pero será por tu bien” le murmuro el más joven mirando a los ojos del otro, pero sin poder evitarlo antes de comenzar a curarlo dejo las cosas que tenia de lado y le seco con suavidad las lagrimas que aun le caían sin control.
“Gracias… Apenas me conoces y me cuidas tanto” murmuro Myun al sentir los dedos del otro recorriendo con cariño su rostro.
“No agradezcas nada, solo siento que debo cuidarte” el más bajo le sonrió amplio al otro comenzando a curarlo con el algodón.
“Hay uhm duele Baek Hyun” se quejo Joon Myun mirando al otro con un gesto de dolor, a pesar de ver eso, el menor no se detuvo y siguió curando los brazos del otro.
“Solamente te aviso, vos no sos de papel Kim Joon Myun” murmuro Baek mirándolo serio al otro para luego seguir curándolo.
“No no soy de papel ni de nada Baek” le dijo el otro sonriendo de lado y volviendo a hacer una mueca cuando sintió el alcohol caer en una de sus heridas recientes.
“Ya está, espera un poco y el ardor pasara” le dijo con tranquilidad el más bajo mirando al otro a los ojos para luego comenzar a soplar sobre las heridas, intentando que el dolor disminuya.
“Eres mi ángel Byun Baek Hyun, gracias” dijo el alto con lagrimas otra vez escapándose de sus ojos, sin pensarlo abrazo al más bajo contra él, no le importaban ya sus heridas, ahora tenía alguien, “alguien” eso pensó Myun, encontrando en el otro chico una luz de esperanza.
Sorprendido Baek correspondió el abrazo y comenzó a llorar, no sabía bien porque ¿Por qué sentía lastima del otro? ¿Por qué simplemente lo estaba comenzando a querer? ¿Por qué algo en su interior se estaba comenzando a despertar? Bueno el más bajo pensó que las dos últimas eran las razones más cercanas a lo que le estaba pasando.
“No llores por favor, no por mí, por favor” murmuro el más alto al sentir lagrimas que llegaban a sus hombros con lentitud
“Lo siento, creo que todo es demasiado para mi” dijo Baek entre sollozos.
Estuvieron ya no saben bien cuanto tiempo abrazados sintiendo uno el calor del otro, ya era tarde pero ninguno quería separarse. Al final el más bajo lo hizo y sin pensar nada de lo que su cuerpo hacia comenzó a dar besos cortos en los brazos del mayor.
Kim Joon Myun por primera vez se sentía querido por alguien y no tenía la menor idea de cómo expresar lo que pasaba en su interior, era extraño todo lo que le pasaba, el cariño era extraño para él, su corazón iba rápido y lo único que pudo hacer es cerrar un poco sus ojos, dejándose querer.
“Vamos a dormir Myun, te ves muy cansado” murmuro Baek al ver que el otro cerraba sus ojos un poco, comenzó a caminar con lentitud siendo seguido por el paso silencioso del gigante.
“Mira no tengo dos camas así que supongo que tenemos que compartir esta” le dijo sonriendo un poco nervioso Baek.
“Si te sientes incomodo puedo dormir en el suelo o en la silla que tienes ahí” murmuro Myun mirando al otro con una sonrisa.
“No digas estupideces Kim Joon Myun ven aquí” dijo Baek comenzando a abrir la cama. “Ahora te acuestas y esperas que me cambie” murmura mirando al otro.
El otro asiente divertido por las órdenes del otro y se acuesta en la cama mirando de reojo como se desvestía el otro.
Vio una marca que parecía de un beso en el cuerpo del más bajo y se quedo totalmente sorprendido. “¿Qué te paso ahí Baek?” murmuro sin mirarlo.
“Ah eso, eso fue ayer, digamos que tengo un amigo con derechos” rio bajo y se termino de poner una remera vieja para dormir.
“Ohm bueno” murmuro el otro esperando a que el más bajo vaya a donde él se encontraba.
“¿Te molesto si me quedo a vivir acá?” susurro el otro al sentir el cuerpo del otro meterse en la cama justo a su lado.
“Mmh a mi no me molestaría y a mi madre tampoco” murmura Baek para luego robarle un beso al otro.
Myun se sorprendió al sentir los labios del otro y repitió la acción del chico, quien le correspondió con tranquilidad y cariño.
“Ricos tus labio Myun” le dijo Baek cerca del rostro del otro para volver a besarlo otra vez pero haciendo ahora que el beso dure más.
Pero Myun había cerrado sus ojos y no lo había escuchado, con frustración Baek miro al otro y suspiro abrazándolo contra su cuerpo, si que era grande pero sentía que tenía que cuidarlo como sea.
Y una mañana nueva llego, ambos despertaron en un sábado lluvioso, se miraron a los ojos.
“Hola ángel mío” dijo Myun mirando al otro con sus ojos un poco cerrados.
“Hola torre mía Myunnnie~” le respondió robándole un beso al mayor.
“¿Myuniie? ¿Qué significa eso Byun Baek Hyun?” rio leve sobre los labios del otro.
“Si piensas vivir aquí te tendrás que acostumbrar a que te llame así el resto de los días” rio separándose del otro para estirar sus brazos bostezando.
“No te levantes, mira, es sábado, llueve a cantaros ¿No piensas que podríamos pasar todo el día en la cama?” lo mira a los ojos.
“¿Queras que me quede en la cama para que me violes?” le pregunto Baek con diversión mirándolo con un puchero.
“No te hagas el inocente ángel mío” rio bajo Myun dándole un fogoso beso.
El otro con una amplia sonrisa correspondió el beso y se sentó sobre las piernas del otro.
Y pasaron días y días que hicieron eso cada mañana de sábado y domingo, los otro días su “Ángel “estaba muy cansado por que terminaba la escuela y seguía con su trabajo.
Myun se quedaba en casa como si fuera su esposa y lo esperaba, había entablado una gran relación con su suegra que incluso ya lo llamaba “hijo” y a él se le iluminaba la mirada al escuchar eso.
Y solo una estación de trenes los había unido, quien sabe por cuánto tiempo, eso solo dependía de ellos y si es por Myun nunca soltaría a quien lo había salvado y ahí comprendió la frase que un día Byun Baek Hyun le había dicho.
“… Tranquilo Kim Joon Myun, después de la tormenta siempre sale el sol…”