Era un día muy agradable para salir a pasear por el pueblo, demasiado lindo y pacífico como para que la nueva pareja saliera en su primera cita, causando impresión a los habitantes del pueblo, pues desde hace tiempo que no veían al heredero de los Grantz tan tranquilo.
Adalberto caminaba de la mano de un hermoso rubio que portaba un pantalón celeste pegado a sus caderas, una camiseta blanca sin mangas y cuello de tortuga, tambien tenia unas aberturas en la espalda y unas botas con poco tacón, eso lo hacia ver lindo y sexy a la vez, haciendo que el mayor se sintiera aun mas nervioso.
Wolfram en ese momento estaba usando ropa de doncel y eso significaba... Adalberto se sonrojo un poco de solo pensarlo, ahora entendía el porque de la sentencia, Belefield y Grantz eran tierras poderosas por si solas pero juntas ambas familias podrían...
-a donde vamos Adalberto? -le interrumpió los pensamientos el rubio menor.
-será una sorpresa no desesperes pequeño- le sonrió un poco y lo tomo de la mano, Wolfram se sonrojó.
Caminaron por el pueblo tomados de la mano, hasta que a Wolfram le llamo la atención el mercado popular(1), pasaron por algunos puestos hasta que algo llamo la atención del rubio menor, era un collar con una cadena de plata y un diamante negro en forma de corazón.
-te gusta ese collar?- le pregunto algo divertido el rubio mayor al ver la mirada anhelante de Wolfram.
-si me encanta pero no traigo dinero.- le dijo algo decepcionado.
-no te preocupes por eso pequeño doncel yo te lo compraré.- le dijo con galantería.
El rubio se sonrojo nunca antes le habían dicho algo bonito acerca de ser un doncel, sus hermanos nunca hicieron caso de su condición y cuando se comprometió con el maho nadie lo tomo mucho en cuenta pues no representaba mucho peligro para su integridad, pero ahora todo era diferente y podía vestirse como su condición lo indicaba y eso en cierto punto lo emocionaba.
¬.¬ -------------- pacto de sangre
Aun no superaba que su tierno y dulce hermanito se haya ido de su lado para... Comprometerse con ese troglodítia, en que estaban pensando los "nobles" como para hacer esa atrocidad. El siempre se imagino escogiendo a el mejor prospecto para comprometer a Wolfram, pero todo cambio desde que llego el nuevo rey de Shin-makoku al principio enfureció cuando lo vio pedirle que se comprometiera, pero al darse cuenta que ese muchacho era demasiado tonto como para intentar algo con su adorado hermano, supuso que era lo mejor por el momento, que equivocado estaba Wolfram se había enamorado del maho y eso fue su perdición.
Wolfram era un doncel y eso siempre lo había sabido, pero si así vistiendo como un soldado era sumamente hermoso y llamaba la atención a donde quiera que iba ahora si se vestía como su condición lo indicaba tenia miedo de que se robaran a su tesoro mas preciado, nunca le enseño como debía de comportarse un doncel y ahora estaba seguro que lo odiaria por obligarlo a ocultar su condición.
El verdadero problema radicaba en que Yuuri Heika ahora que regreso estaba dispuesto a solucionar las cosas con Wolfram sin saber que sus propios actos pre juiciosos eran los que acabaron con ese mal sano compromiso. Ahora que iba hacer, no podía decirle que el pequeño rubio se casaría con alguien mas, no estaba seguro de como lo tomaría Yuuri pero el Maho se volvería loco al saber que su prometido estaría con otro y eso causaría miedo y terror, no estaban preparados para la verdadera furia del Maho, lo mejor seria seguir diciéndole que Wolfram no quiere regresar.
Si me preguntan de que lado estaría si Adalberto von Grantz y Yuuri Shibuya se enfrentan por mi hermano sin duda apostaría por el maho, en primera odio a Adalberto y se que mi pequeño doncel no será feliz con alguien tan tosco como el y otra si me opongo al rey no se que pueda suceder con mi familia. Que debo hacer?
^-^/ ----------------- Yuuri
No puedo creer lo que me dice Conrad como esta eso de que mi rubio no quiere regresar, debo de hacer algo para que se contente conmigo o si no me ira peor y no querrá regresar conmigo, el es muy berrinchudo pero no aquí hay algo que no me cuadra, siento como si me ocultaran algo .
Yo realmente quiero intentar algo con ese hermoso rubio que será mío muy pronto, mientras tanto debo preparar algunas cosas para atarlo realmente a mi, es hora de ponerme a leer la historia de este reino aunque sea para un beneficio propio.
Abecés necesitamos perder a nuestro ser amado para darnos cuenta de que lo que realmente sentimos, lastima que en este caso aun no se haya dado cuenta de que ya lo perdió.
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Estaba muy contento se la estaba pasando muy bien con Adalberto, ahora se dirigían a un campo y poder comer algo ahí cerca de un lago según le dijo su prometido, aun se sentía algo nervioso al lado de ese imponente hombre, pero poco a poco empezaba a acostumbrarse a el, seria muy tonto mentir que esta cita no estaba dando frutos.
Bien hemos llegado- le dijo el mayor.
-estan lindo.- le dijo maravillado por el lugar al que lo llevaron.
-este lago se llama corazón de fuego, se dice que aquí hace muchos años un noble mazoku dio su vida por salvar la de su amado.- le dijo sonriendo al ver la cara de curiosidad de Wolfram.
El lago en si era hermoso pues a su alrededor había muchos arboles y flores rojas, el agua era tan cristalina y sus plantas marinas eran de un color rojo que parecía fuego, un lago encantado a los ojos de Wolfram.
-yo quería decirte algo Wólfram.- el mayor se no taba nervioso.
-puedes decírmelo.-lo miraba con curiosidad.
-yo se que lo nuestro ha empezado por obligación pero… no quiero que sea así.- se acercó al rubio y tomo una de sus manos.- yo quiero pedírtelo por mi propia voluntad.- acaricio su mejilla lentamente y sin pensarlo lo abofeteo.
El rubio se quedó impactado pero segundos después sonrió y abrazo al mayor.- claro que acepto.- dijo entusiasmado, se separó un poco de él y le dio un beso en los labios, fue apenas y un rose que significo mucho para ambos.
Esto es algo nuevo para ambos pero están dispuestos a intentar algo juntos y tratar de sanar esos corazones heridos.