Me desperté temprano, a las 6:05 hs.para ser exacta. Había sido una noche lluviosa como las que me gustan. Hacía poco me había mudado y ya me gustaba la nueva ciudad. Mi nombre es Alice Crimson, tengo 16 años y soy una chica bastante peculiar, ya que a veces no actúo como una. No soy alta, al contrario, soy bastante pequeña. Mi piel es morena y cabello es de un tono chocolate, lleno de rulos bien definidos que llegan hasta mis hombros, ya que hace días corté mi cabello. Vivo con mi familia en Tokio hace dos semanas, la cual se compone de mi madre, mi hermano menor y mi padrastro, que es prácticamente mi padre. Nos mudamos ya que mi tía insistió mucho en ello, así que ahora estamos cerca de ella y de su hijo... No es que me caiga mal, pero desde que llego a la adolescencia ha estado acosandome con su mirada de puber desesperado y se me a insinuado varias veces, las cuales negué rotundamente! Puedo ser una persona de mente muy abierta, pero el incesto no entra ahí... Ya iban a a ser las 6:10 cuano mi madre llamó detrás de la puerta. Le agradesco que lo haya hecho ya que de lo contrario hubiese dormido largo rato, y llegaría tarde a mi primer día en la nueva escuela. Mi cuarto era bastante grande para mi. La puerta era negra, llena de dibujos hechos por mi y por mi hermanito, y las paredes estaban cubiertas de posters y fotos de mis badas favoritas. En mi escritorio descansaba mi computadora, mis cd's y mis libros. Mamá llamó otra vez, debía salir de la cama... Miré hacia el ventanal gigante que da al valcón y noté como las gotas de lluvia golpeaba y caían por el ya humedecido vidrio que no las dejaba ingresar a mi cuarto. Me decidí a levantarme. Al tocar el suelo con mis pies me percaté de lo frío que estaba, así que entré al baño saltando. Tomé una ducha rápida, me cepillé el cabello y luego mis dientes. Al salir tomé el uniforme del colegio: una camisa blanca adornada con una corbata roja como la sangre, acompañadas de una pollera de tabla negra demasiado corta a mi parecer, me costaría adaptarme a aquello. Una vez vestida tomé mi abrigo, mi bolso y bajé a desayunar. Al entrar a la cocina vi a mi madre preparando el desayuno, y en la mesa sirvió todo para tres. Entonces la primera en hablar fue ella: -Lista para tu primer día de escuela?- dijo muy sonriente. -Si! Espero hacer amigos nuevos y conoc...-me percaté de que mi hermano no estaba- y Mateo? -El pequeño se fue, su padre lo llevó hace 5 minutos- dijo mientras servía jugo en los vasos. -Y el plato de sobra, entonces?- dije señalándolo. -Ah! Es que vino tu primo a buscarte así van juntos al colegio, así no te sientes tan sola. -¡Iupi!-desganadamente-El idiota vino a acompañarme... -Hey prima, te he oído! No deberías hablar mal de quienes te escuchan, jeje-dijo de manera pícara. Me sorprendí al verlo entrar, era la primera vez que lo veía desde años. Estaba diferente, no se notaba para nada los dos años mayor que era yo. Tushiro estaba alto, bastante musculoso y su cabello parecía muy bien cuidado. Aún así mi repulsió hacia él se incrementó, ya que además de mucho más grande, se había vuelto más... estúpido? Si, esa era la palabra... -Lo siento, primito. No puedo ocultar mi alegría al verte!-dije sarcásticamente. -Yo también me alegro de verte-dijo acercándose con sus brazos extendidos hasta rodearme, y en un susurro dijo-también a mi amiguito le alegra verte. Abrí mis ojos como platos y el calor subió a mis mejillas. Que demonios fue eso?? Definitivamente Tushiro era un maldito sexoso, esa era la palabra correcta. Lo miré fulminantemente y a él solo le cayó en gracia, y me dedico una sonrisita. -¿Qué sucede aquí?-dijo mamá-Tushiro, que le has dicho para que se ponga de esa manera?jajajja¿Qué te sucede pequeña? -Nada, mamá. Ya nos vamos.-solté un suspiro y él rió con ganas, maldito bastardo. Tomamos nuestras cosas y nos marchamos. Al salir quiso iniciar una conversación y lo ignoré completamente. Iba a ser la nueva en la escuela y la única persona que conocía era al incestuoso de mi primo, genial! Él seguía hablando sin ser oído por mi, cuando noté un hermoso Volvo negro como la noche y brillante como ninguno parado en el semáforo. Me gustaban mucho los autos, en especial los negros, así que me quedé embobada mirándolo. Me percaté de que habíamos llegado a la escuela y de que la hermosa nave había estacionado frente a ella. Mi primo se había ido charlando animadamente con un chico que no pude ver, supongo que notó que lo ignoraban y decidió irse, bien por él. Yo solo me quedé mirando ese hermoso auto, era tan hermoso! Estaba a una distancia de 10 metros, entonces pude ver que la puerta del copiloto se abrió y alguien descendió. Quedé totalmente idota ante lo que vi... Era una chica, de unos 19 años (creería, por su estatura), con cabello rosa chicle y pulseras con tachas. LLeva una mochila y un cuaderno en sus manos, ambos de una banda de rock japonés, y unas zapatillas negras. Soy una persona observadora, pero no podía quitar mi mirada de esa muchacha. Ella giró su cabeza y notó mis ojos sobre ella, giró los ojos, susurró algo que no llegué a oír y se fue. Me sentí una completa imbécil, desde cuando acoso a la gente con la mirada? Esa NO soy yo! Mientras pensaba que demonios me había pasado, escuché el timbre sonar y entré corriendo a clases, o llegaría tarde.