Capitulo 1
Se encontraba un joven rubio organizando unos archivos, cuando de pronto se escucho una puerta abrirse.
-¡Nathaniel!- gritó una chica entrando a gran velocidad para dirigirse a los brazos de este
-¿Qué pasa sucrette?- pregunto un tanto sorprendido por la acción tan brusca de aquella chica
- kyaa, soy tan feliz- decía emocionada la chica alejándose un poco de el rubio
-¿Y qué es lo que te tiene tan contenta si se puede saber?- dijo el rubio con una sonrisa ya que le gustaba ver a su amiga contenta
- ¡Invite a Castiel a salir y el acepto!- exclamo la chica dando saltitos de felicidad.
Al escuchar esta noticia Nathaniel sintió una punzada en su interior, entrando en un pequeño shock por aquella repentina noticia
-¿Qué sucede Nathaniel?- dijo una preocupada chica al ver la expresión de su amigo
-ah… nada solo me sorprendí un poco, pero estoy feliz por ti- respondió el chico con una sonrisa algo forzada en su rostro
-¿Estás seguro no pareces muy bien?- pregunto la chica dirigiendo la mirada a sus bellos ojos miel que parecían que estaban a punto de romper en llanto
-Enserio estoy bien, no hay nada de qué preocuparse, además ya se está haciendo tarde será mejor que vayas a casa- contesto el rubio tratando de ocultar su tristeza
-oh, es cierto me quede de ver con rosalya después de las clases, está bien adiós y si te ocurre algo no dudes en decírmelo- dijo la chica antes de salir velozmente hacia la salida
Al ver que sucrette ya se había ido se encerró en la sala de delegados, comenzando a sollozar por la noticia que había recibido anteriormente. Se fue deslizando lentamente contra la pared hasta quedar sentado abrazando sus piernas
-¿Por qué soy tan lamentable?- se preguntaba así mismo el rubio mientras comenzaba a sollozar más fuerte que antes
Él lo sabía, sabía que desde hace tiempo amaba a aquel pelirrojo pero nunca pudo demostrarle sus sentimientos por temor hacer rechazado y odiado más de lo que era ya, además no quería lastimar a sucrette con sus ridículos sentimientos que jamás serian correspondidos ella era una gran amiga que lo había apoyado en muchas cosas y él quería hacer lo mismo por ella, así que por más que le doliera la noticia la aceptaría
Paso unas cuantas horas sollozando en la sala hasta que se dio cuenta de que ya había anochecido
-oh no se me hace tarde, definitivamente el se enojara de nuevo- dijo el rubio preocupado por la hora
Se levanto rápidamente y arreglo sus cosas para dirigirse hacia su hogar. Ya tenía suficiente con la noticia que acababa de recibir y ahora soportar a ese tipo
-ahh, espero que no haya llegado aún- termino diciendo el rubio dirigiendo hacia su casa.
Corrió rápidamente por las calles de la ciudad hasta llegar en donde era su casa y abrió la puerta con una llave de repuesto que tenia con él, dio una mirada rápida por toda la casa y al no encontrarse con nadie de inmediato supo que “él” no había llegado aún
Subió rápidamente las escaleras para llegar a su habitación y encerrarse en ella, quería estar solo y meditar como debía actuar ante sucrette, no quería que se diera cuenta de sus sentimientos
Pasaron las horas pero mientras el trataba de pensar no podía evitar que las lagrimas recorrieran sus mejillas un tiempo después el cayo rendido en su cama….