Organizando una fiesta
Miró nuevamente su departamento, lo había decorado con algunos delicados globos blancos y uno que otro detalle brillante que le daba un toque elegante al lugar. Mientras que en la cocina Kyungsoo y Jongin se encargaron del picoteo.
Su querido hyung, Jonghyun hyung le había prestado su IPOD; con una lista de reproducción de pura música bailable que duraba más de dos días, entre risa y risa Kibum hyung había confirmado la información.
Su departamento no era grande, pero podían entrar muy bien unas 20 - 25 personas.
Había corrido uno de sus sillones a su habitación y había puesto más asientos junto a sus otomano. En el lugar abundaban sus propios diseños con un toque rústico-romántico.
Entre el blanco y los colores pasteles hacen un buen contraste con la decoración de cumpleaños que había puesto.
Estaba ordenando uno de sus cojines cuando una risita muy coqueta se escapó de su cocina.
- Ah, no, Kyungsoo mi cocina es virgen, así que dile a tu hormonal y pervertido novio que se aleje de tí - Gritó hacia la cocina mientras encontraba a su mejor amigo arriba de su isla escondiendo su cara en el cuello de Jongin recibiendo unos calurosos besos en su cuello.
- Lo siento hyung - Dijo con un puchero Jongin mientras se separaba de Kyungsoo y este último intentaba bajar el color de sus mejillas. Al mirar a su amigo, se dio cuenta que tanto esmero le había puesto a la decoración que no se había cambiado la pijama desde que había despertado.
- Baek, no te has bañado - Kyungsoo reprocha al colorín mientras este se daba vuelta y miraba el espejo de su baño y se daba cuenta que seguía con aquella polera enorme y sus pantalones de pijama. Ni el pelo lo tenía ordenado.
- Oh, lo había olvidado, procura que todo esté ordenado, no hagan nada pervertido en mi cocina, me baño y no me demoro nada - Dijo mientras se dirigía a su habitación cerrándola con pestillo.
Recogió la ropa, dejándola perfectamente planchada en su cama, procurando no despertar a su pequeño gato - Gustav - y encendía su IPod junto a los parlantes que tenía en su baño. El vapor comenzó a salir y así Baek Hyun tenía planificado poder relajarse ante el inminente reencuentro con "Chanyeol"
Mientras en la cocina, Jongin seguía con la cadera totalmente recargada hacia la isla, no dejando que el mayor se bajase de allí.
- Jongin, Baek nos va a matar -
-Pero no tiene porqué saber hyung, anda - Dijo mientras mordisqueaba el lóbulo de la oreja del contrario y este gemía inconscientemente.
- Dijo que su cocina era virgen, no Jongin, en verdad, a mi también me molestaría - Dijo medio culpable.
- Pero es que tiene ese espejo, vas a poder ver mi trasero mientras te penetro hyung - Intentó interceder mientras ronroneaba en el cuello del mayor.
- Oh, por dios, ¿Desde cuándo eres tan sucio para hablar? - El tono de Kyungsoo ya no era lastimero o en un intento de convencerlo, sino que al revés, era un tono lujurioso lleno de impudicia, obscenidad y sensualidad.
- Hyung yo creo que el nuevo malo eres tú, yo era un niño tan bueno antes - la inocencia fingida de Jongin encendió algo en Kyungsoo.
- Soy un mal hyung Jonginnie, yo creo que deberías castigarme -
- ¿Castigarte? -
- Sí, yo creo que tu sabrás la mejor manera - Kyungsoo devoró los gruesos labios de Jongin en un par de segundos mientras no podía evitar mirar de reojo el espejo que había hablado Jongin y realmente podía ver su torneado trasero en el reflejo.
En ese momento la lucha de lenguas había comenzado y Jongin no tardó ni un minuto en comenzar a devorar el cuello del mayor que sólo se hacía hacia atrás arqueando su espalda, haciéndole la tarea más fácil. Besos por aquí y por allá, y Kyungsoo logró su cometido de sacar aquella sudadero del torneado cuerpo de Jongin.
- Por favor, nunca dejes de ir al gimnasio - Susurró Kyungsoo mientras sentía la gran mano de Jongin encerrando su miembro entre la tela de su bóxer y aquellas callosas manos que se sabían su cuerpo de memoria.
- Si es para verte así de excitado, nunca - Río Jongin al sentir la dureza de su hyung casi tan pétreo y sólido como el suyo.
Mordidas tan fuertes que dejaban marcas y miradas llenas de sensualidad dejaron el lugar impregnado a aquél aroma a sexo que a tantos les gustaba. Y este se intensificó cuando el menor logró arrancar el bóxer del mayor y comenzar a estimular aquella rosada y apretada entrada que poseía.
Los largos dedos de Jongin comenzaron a introducirse y a conquistar el interior de Kyungsoo tanteando como tantas veces. Aunque pensaba que tendría que llenar el lugar de saliva, entre jadeos Kyungsoo le explicó que la botella chica que tenía en el auto, la llevaba en su bolso.
Ni tonto ni perezoso, el Moreno buscó hasta encontrar el envase de lubricante que se dedicó a suministrar y adherir al cuerpo de Kyungsoo.
Un dedo
Dos dedos
Tres dedos
Tres dedos y un movimiento circular hicieron que encontrara el punto exacto donde seguir tocando. Un par de minutos estimulando el lugar, se dedicó a cuidadosamente a penetrar a Kyungsoo mientras reprimía los gemidos, con el temor de ser encontrados.
Y tenía razón Jongin, porque le encantó la vista del torneado trasero de Jongin mientras lo calaba su interior. Y vaya, nunca supo si fue la preparación, las embestidas o aquella vista que dos o tres minutos logró tocar el cielo y desvanecerse en la isla de granito que tanto cuidaba Baekhyun.
Rápidamente se vistieron y limpiaron aquél blanquecino desastre mientras volvían a arreglar su cabello, Kyungsoo se lavaba las manos para fijarse si el pan con ajo estaba listo y Jongin por su parte se lavaba la cara eliminando cualquier rastro de sonrojo.
Minutos después Baekhyun con una camisa blanca, humita y jeans aparecía en el lugar. Se había dejado el cabello medio rebelde, que Kyungsoo sabía que estaba cuidadosamente estudiado, y botas que le hacían ver casual, pero muy fashion.
- Sé que lo hicieron - Dijo mientras se miraba en el espejo de la cocina para verificar el cabello. - Agradezco no ver nada, pero algún día me vengaré - Dijo dejando completamente de piedra a Kyungsoo y a Jongin que intentaba evitar la mirada acusadora del mayor.
- Jongin, en el mueble bajo del lavaplatos, hay un desodorante ambiental, ¿Puedes pasar por la casa por favor? -
- Claro hyung -
Baekhyun iba a gritar a Kyungsoo, cuando escuchó el timbre, miró de manera amenazante a su amigo con un "después hablaremos seriamente" y caminó con una gran sonrisa.
Abrió la puerta allí estaba su amiga, Yura, Chanyeol y una muchacha "enorme" delgada y muy hermosa.
- Baekhyun... Hola- Sonrió Chanyeol entrando junto a las chicas - Te presento a mi prometida Sooyoung.