∞ Titulo: "Alquimia."
∞ Autor:YUKI-NII.
∞ Género: Hurt/Comfort/Romance
∞Ranting NC17
∞ Pareja:Hayato Gokudera/Tsunayoshi Sawada
∞ N/ALos personajes de KHR no me pertenecen, todos son del gran sensei Akira Amano. Joder, que si fuese míos, eso es lo que los haría hacer.
∞ Resumen: Ser la mano derecha o ser el amante, no importa el título, solo quieres ser una parte de él.
Alquimia
Un día comenzaste a correr en una frenética fuga que no tenía una meta de paso medible. Comenzaste a modular tu voz y bajar tu explosivo humor. Abandonaste la antipatía por una media sonrisa. Adoptaste largos protocolos y rigurosos formalidades. Construiste a un modelo de buenas costumbres y mucha etiqueta. Te vestiste hasta los domingos de traje e intercambiaste 4 horas de sueño por 20 de esfuerzo.
Organizaste un de cayente teorema y movilizaste a dos países en una burocracia amplificada. Fuiste la excelencia y la nulidad del error. Ampliaste tu paciencia y concediste el perdón. Tu pago no era monetario sino palabras de tu centro gravitacional. Ese, que con los ojos cerrados hablaba sobre su fe en ti.
Ayudaste a cambiar las reglas, panoramas y una que otra realidad alterna. Diste más que una vida, te entregaste sin resoluciones a promesas de futuros e ilusiones de niño.
Y lo hiciste todo, hasta la insignificancia de tenerle siempre un vaso de agua sobre el escritorio y la grandeza de organizar una boda perfecta bajo deseos impropios que tú te encargaste de complacer.
Y con esa misma convicción estuviste el día a día, encerrado en una oficina o en la línea de acción cumpliendo una misión. Saturaste los límites de tu pólvora y creaste sistemas de defensa que pronto todos utilizarían.
Fuiste grande como un escudo y fuerte con un 45 mm bien recargado.
Miras los cristales del refractal de la ventana, esos que se encuentran junto al calendario que relata dos meses recién cumplidos de un divorcio estrepitoso y largas noches de alcohol.
Cierras los ojos no evitando preguntarte cuan imprescindible eres para la décima generación, y si un breve lapso sin ti, todo se iría a la mierda
Concluyes que la referencia de ser llamado "la mano derecha" más que el título que siempre buscaste y te encargas de realizar con una impoluta excelencia es ahora un alias de la puerta del despacho hacia fuera.
Gokudera- kun –
Sonríes con la mejilla puesta en la madera de un importado escritorio y con sus labios sobre tu oído.
Estas de piernas abiertas, el pantalón enredado en tus tobillos y con una obscena inclinación de tu blanco trasero.
Hay semen escurriendo entre tus muslos, y embestidas que te hacen afianzarte al agarre que tienes de las orillas del ostentoso mueble. Todo es sudor, ascendencia y una pura ebullición con su voz de fondo provisional y tus gimoteos en soprano opacados por tu cabello.
Aprietas los labios, incapaz de continuar pensando o siquiera contar los minutos que han pasado y el tiempo que resta a la siguiente reunión con Dino y Uni. Estas absorbido por la polla de Tsuna, su resplandeciente erección matinal ha encontrado un refugio en ti.
Y te encuentras de nuevo, exhalando aire cálido desde tus pulmones, mientras busca la manera correcta en ser llamado. Amante, suena demasiado imperfecto. El Décimo no te besa, ahí no hay amor. Cierras los ojos repitiéndote un mantra viejo y gastado.
Ese que has usado desde tus 15 años.
Eres un guardián, la mano derecha y esto como cada cosa pasada es una función, un requerimiento de un currículo inexistente que satisfaces con la vehemencia con la que realizas todo para él.
Con amor, unilateral, estereotipado y amargo, amor