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El que ama no engaña... quizás. por Hikari02

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Notas del fanfic:

Es puro porno, de verdad, niños, no lo lean. niños menores de 16(?) yo a esa edad ya leía porno, así que por eso no le pongo que solo +18 pueden >:c hay que ser generoso(?)

Notas del capitulo:

Siempre había querido escribir un Minkey:c

Denme buenas respuestas...

Aquel peli-rubio era el alma de la fiesta, sus caderas se movían en medio de la pista de baile, llamaba la atención de medio bar, de los hombres, de las mujeres, deseoso de que ese chico fura suyo, de poder tocarlo y saborear, de saciar su lujuria en cada beso que le darían a esa pálida piel sudada y no es que él estuviera pensando lo mismo, solamente pensaba en lo que los demás pensaban, y cuando se dio cuenta bajo de su jeans ya se encontraba aquel bulto, verlo moverse de esa manera y el alcohol no le ayudaban, además de su deseo sexual que se le hacía notar por cada poro de su cuerpo, sudaba, estaba caliente, su entre-pierna palpitaba bajo sus pantalones, dolía, pero era un dolor que le causaba placer, quizás era algo masoquista.

 

Siempre había sido masoquista...

 

Deseaba a ese rubio, sus labios rosados, su delgada cintura, su marcado trasero y esas piernas enredadas a las suyas. El alcohol no te hace racionar, te hace camiar de parecer, saca lo mas profundo de tu ser. Se levantó de su asiento y camino hacía él, no le importaba nada, quería tener una caliente y sexual noche con él...

 

 

 

Sobre su cuerpo se movía frenéticamente, entraba y salía de su interior, sus gemidos le nublaban la mente, era estrecho y apretado, su pene demasiado grande para su cavidad anal, pero ¿Que importaba? Los dos disfrutaban, él menor le gemía mientras enterraba sus uñas en su espalda, lo rasguñaba, lo marcaba y mas le excitaba al castaño mas alto, más fuerte se movía, más a dentro llegaba y más sudaba.


El rubio alzaba su rostro para alcanzar el largo cuello de su acompañante por esa noche, sus labios absorbieron su piel jalándola, succionando-la y chupándola para dejarle notorias marcas rojizas que luego se volverían moradas y él podría recordarlo, recordar esa candente noche junto a él. Movía sus caderas en contra del mayor, le dolía, pero su cuerpo no reaccionaba le gustaba el dolor, le encantaba el dolor, y apretaba m
ás su entrada por reacción, su erección se estimulaba al rosar entre sus abdómenes calientes. Mierda, era todo tan excitante.

 

Sus labios entre-abiertos y sus manos apretando la sabanas de su cama, todo su cuerpo cedía ante ese chiquillo que despertaba todos sus sentidos sexuales, se movía desesperadamente porque no sabía cuando se vendría, y eso era lo que mas odiaba de ser hombre, no sabia cuando se correría, ningún hombre podía sentirlo. Y sudaba, gemía, lo penetraba fuertemente, estaba tan caliente que sentía que podía verse aquel vapor desprenderse de su anatomía.

Un orgasmo inundo la habitación, cansados se desplomaron en la cama, recuperando el aliento... quizás en unos minutos podrían volver a repetirlo...ah~

 

 

 

––Ah... ––Su respiración agitada se escucho en la habitación, sudado despertó, llevaba meses teniendo los mismo sueños, llegando al éxtasis en estos, su mano izquierda se poso sobre su frente, estaba ardiendo como en muchas noches, y bueno, aquel problema bajo sus boxer que latía pidiendo atención.

––A-amor... ¿Estas bien? ––La voz soñolienta del menor a su lado se hizo presente, el castaño se sentó en la cama, sus cabello caían por su rostro, su torso desnudo, demasiado sensual, pero no era ese rubio, aún así serviría.

––Tae... Es-estoy bien... ––Sonrió suave, casi con malicia, y bajo de las sabanas llevo una de sus manos a las delgadas piernas de su amante, más bien, de su novio, acaricio su muslo por el interior y la subió con lentitud, delicadeza, el castaño solo se mordió el labio soltando un leve suspiro––. Un poco caliente...

 

––Me gustaría bajarte esa calentura. ––Comentó con un tono bastante sensual.

 

 

Y es que MinHo nunca había podido resistirse a TaeMin, ni mucho menos a su hermano... KiBum, maldito, hijo de su... Llevaba meses torturándolo cada noche, desde aquella noche de fiesta en el boulevar, le había provocado tanto que no le importaba mandar todo al carajo, incluyendo al sensual TaeMin, pero cuando iba caminando hacía él, el castaño menor apareció frente a él rodeandole el cuello para comenzar a bailar, con él tuvo que quitarse ese deseo sexo. Y ese rubio, desde atrás de su novio... le miraba, lujurioso, candente, le seguía provocando pero no podía desquitarse con él si no con su hermano...

 

Y se había preguntado el porqué, después de todo era su cuñado, el novio de su hermanito menor y aún así le llamaba disimuladamente a que tuvieran sexo. Ah, se moría por cogerlo, pero se aguantaba, todo lo que podía... porque además debía lidiar al verlo cada mañana saliendo del baño con el cuerpo húmedo el cabello chorreándole y una diminuta toalla al rededor de sus caderas, esas que en algún momento partiría.

 

Debía aguantar además el desayuno junto a él, mientras TaeMin volvía a la mesa, ellos dos se encontraban frente a frente, Kibum comiendo sus Hotcakes, pasaba su dedo indice alrededor de la vajilla quitando el rastro de la miel para luego llevarlo a su boca y chuparlo con vehemencia, maldito chico provocandome erecciones tan temprano, sacaba y metía su dedo de la boca, volvía a tomar un poco de miel y volvía a lamer, ah~ Dios... ¿Por qué? Tengo novio... no deberías hacer que las personas caigan en la tentación. Además de aquella GRAN exhibición, por su pierna comenzó a sentir que algo subía directo a su muslo, por entre sus piernas, No jodas... con su píe iba tocando hasta apoyarse sobre su miembro dormido, bueno, ni tan dormido, porque su bulto estaba siendo bastante notorio desde que había estado jugando con su dedo. Bajo su rostro comiendo otro trozo de su desayuno, no podía negar que se sentía bastante bien, demasiado, ah~...



––Kibum-ah, ¿Quieres mas leche? ––La suave voz del menor proveniente desde la cocina, pronunciando que se acercaba, hizo que el peli-rubio se tranquilizara, limpiando su dedo con calma con la servilleta, pero seguía masajeandole en circulos––. Hay bastante, y como se que te encanta, te traje otro vaso. ––Indicó dejando el utensilio nombrado junto a él, mientras él mismo tomaba asiento junto a su novio.

 

––Muchas gracias, Tae, me la beberé toda. ––Una nueva sonrisa sobre sus labios se hizo presente, sus ojos seguían posados sobre el castaño mas alto, era un completo descarado, pero el mas pequeño de todos nunca desconfiaría de su hermano.

 

––Tae, amor, lo siento, ya me debo ir, recordé que tengo una reunión ahora. ¿Te veré después? ––Mas que una pregunta había sonado como una afirmación, se acercó besando los dulces labios de su amado, mientras por el rabillo de su ojo veía al problema de sus erecciones mañaneras, mientras con su mano por debajo del mantel hacía que quitará su píe de aquel lugar––. Cuidate ¿Si?, Ah, no vemos, Kibum-ah. Que te vaya bien en el trabajo.

 

––Gracias, MinHo-Ssi, suerte en tu reunión.

 

 

Y bueno, de ese modo, erectado, tuvo que comenzar su mañana, mientras conducía se tocaba sobre el pantalón un poco solo para suavizar el dolor que le provocaba no ser atendido, ya lo haría mejor al llegar al trabajo, con su mente concentrada en todos esos húmedos sueños que a tenido con su cuñado.

 

 

 

 

––MinHo-ah...

 

––Hola, bebé, ¿Qué sucede?

 

––Nada, nada. Quería decir que hoy llegaré mas tarde, debo terminar la tesis con mis compañeros de grupo. Ya sabes, JongHyun es bastante responsable con eso y quiere terminar lo antes posible así tendremos mas tiempo disponible para después.

 

––Esta bien, entiendo, ¿Quieres que te pase a buscar?

 

––No. Digo, dijo que me llevaría él después, además terminaremos tarde, Sulli es bastante lenta con todo, porque es muy perspicaz entonces nos hará revisar todo mil vece, por eso nos demorares kk

 

––Está bien, te veré en casa, cuidate. Te amo.

 

––Te amo, Bye.

 


––Ah, en casa... solo. ––Un suspiro salió de sus labios, giro la llave del auto para ponerlo en marcha y condujo a su casa con calma, no estaba apurado tampoco, de todos modos Taemin no estaría, pero... ––. Maldita sea, Taemin, ¿Por qué? ––En ningún momento se le había pasado por la cabeza que estar en casa solo sería un problema, pero si, lo sería, estaría solo... con Kibum.

¿Qué debería hacer? ¿No llegar? O mejor... ¿Encerrarse en su alcoba y no salir hasta que el pequeño llegue? Quizás esa era la mejor opción, tampoco podía ir a beber por allí porque mañana trabajaba, y bueno, le gustaba el alcohol y no lo dejaría tan fácil.

 

 

 

 

Entro a la casa con cuidado, paso a paso, calmado y en silencio, el auto del rubio no estaba afuera así que no debía preocuparse, pero... ¿Y si llego sin el carro a casa? También podía ser, pero por lo visto, al estar todas las luces apagadas, no había nadie. Subió las escaleras a su alcoba, se quito la chaqueta, la corbata y se desamarro la corbata, termino sacándose el calzado con sus propios píes e igualmente desabrocho el cinturón para bajar la cremallera, se acercó a su ropero, donde también estaban las toallas guardadas al final de los cajones, se inclino tomando dos, una para el cuerpo y la otra para el cabello, salio relajado hacía el baño; Dio el agua caliente y termino de sacarse la ropa, estaba completamente desnudo. Temperó el agua y por fin se adentro.

 

Bajo del agua su cuerpo se humedecía, su cabello, su rostro, sentía toda la relajación bajando desde sus hombros, había andado un poco tensado por lo de la mañana pero todo estaba mejor ahora que por fin podía estar tranquilo––. No hay nada mejor que esto...

 

––¿Seguro? ––Maldición, él...

 

––Kibum, ¿Que haces aquí? ––Sólo trato de cerrar el agua y algo torpe, estiro su brazo para tomar una de las toallas, cosa que no logró, porque el mas bajo le atajo la mano, su vista se poso en él y su sonrisa, esa sonrisa juguetona junto a esos ojos que solo derrochaban lujuria y deseo al estar mirando su cuerpo desnudo, le calentaba con solo ver como le observaba––. No deberías estar aquí.

 

––Claro que si, claro que debo estar aquí. ––Su lengua salio por un costado de sus labios, desde su comisura, y humedeció estos tan lentamente, que imagino como sería sentir aquella extremidad lamiendo el pene, mierda...

 

––Debo vestirme.

 

––Vamos, MinHo, no puedes seguir arrancando. Disfrutemos mientras Taemin no esta. ––Y luego de sus palabras se quito su playera, se comenzó a desabrochar el jeans a la vez que se quitaba el calzado, bajo su pantalón junto a su bóxer y en segundos ya estaba completamente desnudo, siendo recorrido por la mirada del mas alto––. Dame un lado, también debemos ahorrar agua, ¿No? ––Rió con suavidad, y él lo sabía, sabía que ya todo estaba perdido y que su fidelidad hasta ahí había llegado. Detrás de Kibum recorría su blanquecina piel, su espalda hasta la curva de su trasero, y esté que se acercaba, mas bien, que acercaba su trasero al ir inclinándose hacia delante––. Siempre has querido que te mueva el culo justo allí... Juguemos. ––Simples palabras para dar paso a grandes acciones, de arriba abajo movió su trasero sobre su hombría, el castaño solo apoyo sus manos sobre la fría cerámica, el agua volvía a correr sobre sus cuerpos, su pene se metía entre sus nalgas mientras este lo despertaba, se fue poniendo muy duro en cosa de segundos, y un suspiro...

 

––Te voy a partir en dos, Kibum, como siempre has querido... como siempre envidiaste a Taemin. ––Susurró.

 

––Ah~... hazlo, follame hasta que te canses, que llevo meses, años, esperando por este momento. ––Y el movimiento aumento, aumentó por parte de los dos, solo movimientos de un lado a otro, y una de las manos de Minho bajo, se apoyo sobre su hombro y bajo por su espalda para luego desviarla por la altura de su cintura hacía su plano abdomen y siguió bajando, más, hasta llegar a su miembro que se encontraba igual de erectado que el suyo, su mano se deslizo por el largo de este acariciando con lentitud y suavidad, su pelvis se movía contra su trasero simulando penetraciones que aún no eran conseguidas.

 

 

Sus labios se apoyaron sobre el hombro derecho del rubio, succiono su piel y la mordió con suavidad, provocó que un gemido por parte de esté inundara la habitación, su otra mano se había deslizado hasta su pecho, donde con sus dedos, indice y pulgar se había apoderado de uno de sus pezones para masajearlo hasta endurecerlo. Mas movimientos, mas bruscos, mas rápido, y en un abrir y cerrar de ojo había irrumpido su cavidad anal de una sola estocada, era pequeño, caliente, absorbente, un nuevo gemido agudo, una nueva sensación y nuevos movimientos.

 

Entraba y salia, una y otra vez, más y más rápido, chocaba sus testículos contra su los suyos, entraba tan adentro, tan profundo que se le hacía fácil llegar a su pelvis. Su cuerpo se estremecía y la calor que ya sentía no se comparaba con nada, había soñado tantas veces como sería cogerlo que sus sueños eran una mierda al lado de tenerlo de verdad.

––Ah, Minho... Sigues~ Mierda, me, me encanta... ah~

 

––Sigue gimiendo, sigue pidiéndome por más. ––Susurró a su oído, que luego atrapó con sus labios para humedecerla, atrapando también su lóbulo para jalarlo, morderlo, chuparlo. La rapidez de sus movimientos de caderas era sorprendente, sentía que le quemaba pero no había nada mas exquisito, dejaba de lado a tener sexo con Taemin. Taemin...

 

Estaba desesperado, completamente, sólo se movía contra su trasero que le pedía más, lo penetraba tan bruscamente que se le paso por la mente que lo dañaría, pero no, a él también le gustaba, le gustaba lo brusco que llegaba a ser.



Ah~ ¡Sigue!

Ah... más, Minho... no pares, ah~ Minho...

¡Mmh! Ah~... A-ah!

 

No era necesario detenerse, aún cuando se había venido dentro suyo y los dos habían llegado al orgasmo esperado, ese que les tenso el cuerpo y los relajo, con las respiraciones agitadas se separaron y por sus piernas bajo el semen de su amante, pero ¿Debían terminar allí? No, claro que no.

––Quiero... necesito, ah... deseo, chupártelo. ––Suspiro el rubio a la vez que se giraba hacía él, se arrodillo delante suyo con su mano derecha se apodero de su nuevamente dormido pene para apuntar a su boca, engullendo de inmediato, aún tenía residuos de su esencia pero no le importó, es más, le gusto, porqué además de haberlo recibido dentro de suyo, tenía el agrado de saborearlo, tan amargo y salado que lo disgusto como el mejor manjar de la vida. Con su lengua lo recorrió desde la base hasta la glande, volvía a crecer, volvía a endurecerse en su boca, y cada vez era mas grande, se notaban mas sus venas y con su lengua las marcaba; Lo sacaba y metía de su boca, masturbandolo de aquel modo a la vez que se ayudaba con su mano mientras la otra se dirigía sus testículos para masajearlos, literalmente se estaba comiendo su miembro, se lo devoraba, y para Minho sin duda era el menor oral que había recibido, el calor de su boca era como el de su entrada anal. Ah~ Ahora sus gemidos inundaban la habitación, su mano bajo hacía sus claros cabellos enredando sus dedos en estos para empujarlo más hacía su pene, ¡Mh! Caliente... Siguió empujando su cabeza, llegaba hasta su garganta, si tanto le apetecía chupárselo que lo hiciera por completo. 

 

––Pa-para... Ah, ne-necesito aire también, Ahh... ––Apenas pronunció las palabras, sus pulmones no habían recibido oxigeno y lo necesitaba de verdad, o si no, no lo hubiera soltado hasta que se corriese en su boca.

 

––Vamos a la cama, Kibum, quiero probar cada centímetro de tu cuerpo. ––Lo halo del brazo levantándolo y salio de la tina, aunque estaba empapado no importaba, lo siguió halando fuera del baño pero fue detenido, unos seguidos, cuando se giro, el peli-rubio se tiro sobre su cuerpo, abrazándose a su cuello para alcanzar sus labios, lo estaba besando por primera vez, y que boca mas exquisita, si lo chupaba tan bien como no había pensando que sus besos eran igual de buenos. Lo rodeo por su cintura mientras él se abrazaba también a sus caderas con sus piernas, iba a ser un camino difícil. Chocaba contra la muralla y se demoraban los labios, descendiendo a su cuello donde le mordió y succiono, chupo y lamió hasta dejar su marca, volvió a sus labios con la misma sesión, morder, succionar, chupar y devorar, introduciendo su lengua para robarle hasta el último aliento, para robarse mas bien.

 

En medio de un ajetreo llegaron a la alcoba de Kibum, sobre la cama siguieron besándose, probándose el uno al otro, acariciándose con necesidad, como si realmente lo hubieran hecho anteriormente. Suspiros inundaban la habitación, lo húmedo de sus cuerpos desapareció por la calentura que sentían y comenzaron a humedecerse nuevamente, pero de sudor. Minho lamia su pecho, sus pezones con morbosidad, los jalaba y los mordía como si un caramelo fueran, su pelvis se movía contra la suya para crear la fricción entre sus miembros erectados, estaba seguro que jamás lo olvidaría.

 

––Ah~... Minho, metemela...ah...

 

––Estas desesperado por sexo, Kibum...

 

––No... solo quiero que me folles~...


Sonrió lascivo, sus manos viajaron por los costados de su anatomía y se separaron mas sus piernas, se levanto un poco para tomar una mejor postura y llevo su hombría con ayuda de su mano, posicionando-la nuevamente en su entrada. Empujó, lento, introduciendo solo su glande y allí se movió en círculos, lentos círculos, mientras que sus manos atajaban las ajenas y las apoyaba sobre la cama, entrelazo sus dedos y continuó con el movimiento tortuoso, tanto para él como para el rubio porque sabían, solo querían seguir follando hasta saciar todo ese deseo y excitación que tenía.

 

––No... Ah~ No quiero... no quiero jugar ¡Mh!

 

––¿Por que... no? ––Susurró, era la única forma que su voz no sonara entre-cortada por culpa de su agitada respiración. Se fue acercando a su amante, era lindo, su rostro colorado, su piel marcada por sus dientes, se veían los chupones que le dejo por su torso, y ese camino de saliva que había creado con su lengua, le excitaba aún más; Sus labios volvieron atacar su cuello besándolo con morbosidad y empujó, empujó con fuerza todo su miembro, el gemido contrarió le inundo los oídos haciendo que cerrara sus ojos. Se acercó a sus labios, sobre estos, saco su lengua delineandolos lentamente mientras empezaba a penetrarlo, suspiro sobre sus rojos labios y aumentó la velocidad.

 

Se besaron efusivamente, las estocadas eran constantes y fuertes, profundas y bruscas, sus cuerpos al chocar sonaban, todo inundaba la habitación, los gemidos, las respiraciones, y el ambiente estaba cargado, se sentía ese calor abrazador que los inundaba en este a esos dos cuerpos excitados, que ahora se giraban, que cambiaban de posición, Minho sentado y Kibum saltado como un enfermo sexual sobre su gran pene, lo sentía tan dentro y rico que le desesperaba que le diera tanto, apretaba su trasero contra este y lo sentía mas delicioso, se volvería loco y se preguntaba una y otra vez ¿Cómo deje pasar tanto tiempo sin probarlo? De seguro ahora aprovecharía cada instante libre que tenía para ir a coger. Sus manos se apoyaron sobre sus hombros, lo seguiría montando hasta que se corriera, quería todo su semen dentro suyo, llenándolo.

 

Ahh~... Salta, más... a-ah...

Mmh... Tan~ ah, estrecho...

 

Saltos, besos, lamidas, carias, respiraciones agitadas, lenguas entrelazadas, el calor de la habitación, todo era perfecto, mágico, el sexo era lo mejor, volvería a probar, volverían hacerlo, no podía más; Segundos pasaron y nuevamente en la punta del clímax, el orgamos que retumbo por todos lados, los cuerpos bañados en sudor, manchados con aquel liquido bizcoso que se pego entre sus abdómenes... Perfecto.

 

 


Un golpe...

 

Una voz...

 

 

––¡Llegue! ––Pronunció Taemin desde la entrada de la casa.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¡CHAN! ¿Qué les parecio? -u-

 

Se que aman el lemon, sucias.


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