Haberme topado con un chico así, aquel motociclista, Kyle, como gritaba Marie cuando sabía que vendría, daba algo de miedo, gracias al cielo que Max, mi mejor amigo de la infancia me había defendido, todos creían que era agresivo pero no, era muy dulce y comprensivo, su novia Clau era genial, siempre me mimaba como si fuera una especie de bebe, y bueno, con mi cara no ayudaba mucho, ser confundido por una mujer era pan de cada día, por eso Max me iba a dejar a casa, en estos dos meses desde que entre a secundaria he sido atacado por chicos y viejos en las calles, lo he sabido afrontar muy bien pero hace poco había quedado algo traumado ya que un chico más grande y corpulento me apoyo en la pared y saco su “cosa” de su pantalón y lo refriego en mi trasero, gracias a Dios que Max me vio en esa situación, le golpeo tan fuerte que lo nockeo, el era mi salvador, le quería mucho.
Desde pequeños nos conocimos, Max es dos años mayor que yo pero repitió para estar en mi generación, prometió cuando pequeño que me protegería de todo aquel que quisiera hacerme daño, el por qué es que yo cuando era un niñito de seis años le consolé por la muerte de su hermanito, era de mi misma edad, había muerto por problemas al corazón, no sé como lo puedo recordar también, su pelo rubio, tan brillante como el sol, esa tez blanca que daba ganas de apretar, su sonrisa cálida. Sin duda hubiéramos sido grandes amigos, pero Dios, ese que está en cielo, se lo llevo antes.
Hoy era un día de paz, era jueves lo que quería decir que nada de motos afuera de la escuela, era un alivio, no quería ver a esos chicos que se creían los mejores del mundo, si supieran la dura realidad, que ellos no eran nada comparado con jóvenes que dejaban la escuela por motivos familiares, para luchar por ellos, y no para andar matando el tiempo tan valioso en cosa que tenias una vida por hacerlas, ellos solo eran una hormiguita tan pequeña e imperceptible comparados con luchadores del día a día.
Me senté en mi puesto al lado de la ventana, era la hora del almuerzo y todos estaban fuera de los salones, estaba solo, completamente solo en mi salón, esperaba a Marie que iba en mi mismo curso, estaba en el baño y me pasaría a buscar con Max y Clau, la puerta se abrió y vi a Bruno, me extrañaba porque este no era su salón de clases sino el de su hermano pequeño, se dirigió a mí con una sonrisa blanca, se sentó en un asiento y me miro
_Yuu, ¿Está bien tu brazo?_ pregunto y sinceramente me sorprendió, me preguntaba si todos sabían lo que había pasado
_ Si, gracias_ le sonreí mientras miraba mi brazo
_ Sabes vengo a decirte algo, no quiero que lo tomes a mal, y te pido que no se lo cuentes a Max, no quiero problemas_ hablo rápidamente, apenas pude captar la mitad de lo dicho
_ Claro, ¿Qué pasa?_ pregunte yo esta vez
_ Yuu, tú me gustas… Y mucho_ confeso, me sentí nervioso enseguida, esta era mi tercera confesión, una chica y un chico mayor, y ahora Bruno que también me llevaba por dos años, ahora que haría, no sabía que responder en esta situación, supuestamente todavía estoy pensando que responderé a las otras dos confesiones, no tengo idea que hacer, no quiero que se me declaren por semana, por dios, ni siquiera he pensado en tener a alguien, la verdad sé que soy gay desde pequeño y mis padres también lo saben, aunque jamás he probado con ninguno de los sexos, es solo que cuando tenía doce años sentía como palpitaba mi corazón por un chico, siento más atracción por un hombre que por una mujer, aunque estas últimas no me desagradan, ayy, que hago, que haré
_Yo lo pensare_ musite mirándole, este me miro con esperanza en sus ojos color chocolate, paso su mano por su cabello color cobre y lo alboroto, me miro con una sonrisa
_Espero tu respuesta_ dijo parándose al tiempo que se abría la puerta de la sala_ Nos vemos_ se despidió pasando por el lado de mis tres queridos amigos
_Nos vemos_ dije más para mí, tendría que dar explicaciones.
Ya en el césped de la escuela todo abrimos los potes de nuestra deliciosa comida, mi nana me había preparado sushi y ensalada, rico, saque mi jugo natural de manzana, tenía que reconocerlo, era muy sano a la hora de comer, jamás había probado la hamburguesa o las patatas fritas, tampoco la pizza, mis amigos presentes me decían que me perdía lo mejor de lo mejor, pero yo era feliz con mi sanidad.
Todos empezamos a comer callados, vi como se miraban extrañamente mis compañeros, siempre lo hacían, se comunicaban visualmente y hablaban por las mentes, jamás participaba en eso, ya que no sabía cómo se hacía. Mi mejor amigo luego de minutos me miro y hablo
_ Y dime, ¿de qué hablabas con Bruno?_ pregunto, trague cuidadosamente para no atorarme con lo que procesaba, tome jugo para aclararme la garganta y les mire
_Nada_ dije con una sonrisa tan falsa y mentirosa como mis palabras
_No nos mientas Yuu, somos tus amigos_ reclamo Marie con aquella voz de bebe que ponía para convencernos de hacer locuras y la cual era muy tierna
_Si Yuu, tengo que esta vez apoyar a Marie_ musito Clau calmadamente, ella era la más madura, claro que con su novio, mientras que yo y mi amiga voz de bebe éramos unos inmaduros de primera
_ ¿Acaso todos están en mi contra?_ pregunte poniendo aquella voz también de bebe que también convencía a mis amigos, estos me miraron maravillados, sin duda ese era mi don, salieron de su ensimismamiento y me miraron arrugando el ceño los tres, eso era gracioso
_No hagas eso delante de nadie a no ser que seamos nosotros_ me ordeno Max, ahora no entendía nada
_También apoyo a Max
_Igual_ hablo Marie
_Ok, no lo hare a no ser que sean ustedes y mis padres y mi hermosa nana_ dije sonriendo
_Ahora puedes responder o no nos quieres decir
_Bruno no me dijo nada, bueno, claro que me pregunto algo, pero me pidió que por favor no se lo digiera a nadie, pero como son ustedes lo diré, para que se queden calmados y no se preocupen por mi_ dije claramente, mentiría, por primera vez a mis amigos
_ Dinos ya Yuu_ dijo al borde de la desesperación Marie
_Está preocupado por su hermano, me dijo que estaba comportándose extraño en su casa y necesitaba que lo vigilaran por él, lo que no entendí es por qué me lo pidió a mí y me explico que no se lo podía pedir a sus amigos o si no lo sabría y no era la idea…Contentos, yo no debería haberles contado, es algo muy personal para él_ dije hasta yo creyéndome lo que acaba de decir
_Ohh… Pensé que era algo más interesante
_Pues yo lo encuentro muy interesante Marie
_Mmm, que raro_ sentencio Max y me dio pánico que no me creyera pero al parecer lo hizo
_Ey, se que te pregunte en la mañana pero está bien tu brazo_ pregunto mi amigo, ahora todo me miraron con mucha atención, como si yo fuera alguien demasiado importante y clave para todos
_Chicos, estoy bien, no se preocupen, papá me llevo a una consulta y salieron bien las radiografías, solo no tengo que hacer fuerza, además no soy tan frágil como ustedes creen, soy muy fuerte_ informe mirándoles, todos se acercaron y me abrazaron, recibí besos por parte de Clau y Marie, y un beso en la frente de Max, eso también lo recordaba, cuando se lo hacía a su hermano, Lucas , y yo me ponía para que lo hiciera conmigo, también me susurrón las chicas “eres tan tierno” “no te vamos a dar a nadie Yuu, eres de nosotros” y muchos besos más. Me sentía muy querido por todos los que me rodeaban y amaba esa sensación.
Al terminar las clases me apegue a Marie, ya que a nosotros no nos gustaba interrumpir la relación amorosa de nuestros amigos, caminamos lentamente hasta la esquina donde nos separábamos, hoy no me iría con Max, ya que tenía una cita con su novia, me dejaría en el autobús para que no me fuera tan solo, después de bajarme de este tendría que caminar cinco cuadras hasta mi casa, solamente algunas veces lo tomaba, ya que me encantaba caminar, de la escuela a mi casa habían 25 cuadras, lo que no era mucho, llegamos al paradero de buses, me despedí de Marie y los novios, y me dispuse a esperar el bus. Cuando venia paro y me subí, pague el pasaje y me senté solo. A la siguiente parada un hombre de unos 30 años se sentó conmigo, me miro de una forma inexplicable, como con ansias, si algo así, enseguida me invadió un escalofrió, aquel que siempre me alertaba cuando algo andaba mal, o cuando sabia que pasaría algo malo, una sensación incomoda, que no me gustaba nada, le pedí permiso para que me dejara pasar, lo hizo lentamente y me toco sin previo aviso mi pompis, me aleje rápidamente de él y toque el timbre para que me dejaran bajar, el bus paro y baje casi corriendo, el hombre bajo conmigo, empecé a caminar, mis manos temblaban y mi corazón latía demasiado rápido, no sabía qué hacer, el único alivio que tenia es que las calles estaban bastantes concurridas, mantuve el paso rápido, pero aún el venia de tras mío, tenía miedo, mucho miedo. Y era en estas circunstancias es cuando me odiaba, más bien odiaba mi apariencia, aquella que estaba al borde de la semejanza a una mujer y que hacía que hombres como el que me seguía me acechara. Me metí en un callejón para perder al hombre, tenia salida así que no había de que preocuparse, camine lentamente calmando mi respiración, escuche un estruendo, me gire y estaba él, aquel hombre, me horroricé, me miro de arriba a abajo, con una mirada de deseo, estaba paralizado y solo camine instintivamente cuando él lo hizo, daba un paso y yo retrocedía, cuando comenzó a correr hacia mi empecé a correr, quería alejarme de esa persona, mi cuerpo estaba temblando, por Dios no quería entrar en shock, si lo hacía estaría perdido, quizá que me haría, de solo pensarlo me daba miedo, tropecé y caí encima del brazo malo, dolía, ahora entendía por qué las victimas que corrían desesperadamente por salvarse dentro de las películas les ocurría algo como esto, porque al estar tan nerviosos en esta situación tu cuerpo se volvía tonto, me levante como pude y corrí nuevamente, desesperado.
_Maldito mocoso, te atraparé…_ me grito
Seguí corriendo, era la primera vez que un callejón lo encontraba interminable, cuando salí de ahí choque con un chico, este me sostuvo de los brazos y yo mire hacia atrás, ahí estaba ese señor, acercándose, mire al joven y quede sorprendido, ahora no sabía si estar un poco más aliviado o tener miedo, sus ojos me escudriñaron, ahora que haría, no sabía quién era más peligroso, pero si tenía que elegir me quedaba con Kyle
_Sobrino, no corras así, no ves que no soy tan joven_ pronuncio el caballero que no conocía
_Usted no es nada mío_ respondí con el corazón en la mano
_Descuida hijo, te llevare a casa así que ven_ me dijo sujetándome por un brazo_ Joven lo siento, mi sobrino está un poco mal de la cabeza_ le dijo a Kyle con una sonrisa
_No se preocupe señor, es todo suyo_ me soltó el brazo y le mire suplicante, sin previo aviso las lagrimas me empezaron a salir, quería a Max, necesitaba su protección, tenia tanto miedo, quería que estuviera aquí
_Ven aquí mocoso_ susurro y me empezó arrastrar, vi a Kyle seguirnos, me tomo del brazo, mis lágrimas no paraban, solo podía pensar en Max
_Suelta al chico_ ordeno poco amigable
_Pero joven, tengo que llevarlo a casa_ dijo cordialmente el sujeto
_No me vengas con eso pervertido de mierda_ le insulto_ Vas a llevarlo a tu casa para violarlo como se te dé la gana_ afirmo enojado_ Lo conozco y si no desapareces en tres segundos_ advirtió_ Te matare_ amenazo, y hasta mi me dio miedo, el hombre me soltó bruscamente y camino rápidamente perdiéndose entre la multitud, Kyle me miro y luego miro a los alrededores
_Gracias…_ dije_ tenia tanto miedo_ hable con la voz quebrada y lágrimas
_Ey, no llores, los hombres no lloran_ me dijo, enseguida me limpie las lagrimas de los ojos, me daba algo de vergüenza que alguien me vea llorar_ ¿Siempre es así?_ pregunto de repente
_ ¿Qué cosa?_ musite ya con los ojos limpios de agua
_Que te persigan y quieran violar, y que llames tanto la atención como ahora_ dijo claramente más dócil, mire a mi alrededor y varias chicas y chicos nos observaban
_ No lo sé_ dije sinceramente, como siempre me venía con Max no tenia de que preocuparme
_Mierda_ insulto pero no sabía si era a mí, me miro fijamente_ ¿Dónde vives?_ interrogo
_En la calle Paris # 34 _ informe y me arrepentí un poco, al fin y al cabo ¿Kyle no era también un desconocido?
_Ven_ dijo con voz cansada_ te llevare, si no te llevo te atacaran de nuevo_ afirmo
_Gracias
_No agradezcas tanto, tendrás que pagarme los dos favores que te he hecho
_Está bien_ acepte.
Le seguí de cerca, se dirigió a una esquina, donde estaba un chico, llegamos al lado de él, este me miro sorprendido, entornando sus ojos pardos
_Luke, no le digas a nadie_ pidió
_Ok, pero deberías en prestar algún día_ le dijo
_No lo creo_ respondió Kyle_ No es mío para que te lo empreste
_Ey Kyle, sabes si se enteran los chicos estarás en problemas, ese niño que traes todos lo queremos y no me excluyo_ informo, hablaban de mi como si fuera una cosa.
_Por eso digo que no le digas a nadie
_Está bien_
Kyle se subió a la moto y me hizo un gesto para que me le acercara, lo hice, me puso un casco y me lo arreglo, luego me ordeno que me subiera y así lo hice, tomo mis brazos y me obligo a que los enrollara en su cintura, obedecí, después de unos minutos paramos, vi mi casa tan hermosa como siempre, me baje cuidadosamente sonriendo y en calma, Kyle me saco el casco rápidamente
_Gracias nuevamente_ musite
_Deja de hacerlo, lo tienes que pagar
_ ¿Qué quieres?_ pregunte
_Lo pensaré… Julián cuídate_ me reí enseguida, ese no era mi nombre_ ¿De qué te ríes niñato?_ se mosqueo
_Ese no es mi nombre, me llamo Yuu… Y me cuidare... creo
_Bueno Yuu, cuídate de violadores y pedófilos que buscan presas como tú
_Lo haré…
_Adiós entonces_ dijo haciendo partir la moto
_Adiós_ me despedí.
Saque las llaves y abrí la puerta, subí corriendo al segundo piso, a mi habitación. Cuando estuve ahí me recosté en la cama y me jure jamás confiar en gente adulta a no ser mis familiares. Mi brazo me dolía pero eso paso a segundo plano cuando Morfeo abrió sus brazos y me acuno como a un pequeño bebe.