Capitulo 3.- La primera noche
Después de esa charla en el estudio del peliazul los tres hombres se dirigieron al comedor, un enorme salón con una gran mesa en el centro de este, Nowaki y compañía notaron que aun no llegaban sus invitados.
- Nozomi-san- llamo el peliazul a su cuidadora y madre- podría llamar a Hiro-san, Misaki y Shinobu?- pidió con cortesía el Señor de la casa
- En un momento estarán aquí- respondió la mujer y enseguida salió del gran salón
///---/// En otro lado de la casa ///---///
El lugar era grande, con el piso e, color café y las paredes en blanco y dorado, una cama King size, sus sabanas color hueso y las almohadas de plumas mientras que a cada lado de la cama había dos pequeñas mesitas de noche con unas lámparas sobre ellas, del lado izquierdo había una cómoda con un espejo, del otro lado una mesa con una jarra de agua y un vaso de cristal a su lado, una puerta que guiaba al baño y un closet con diversas prendas.
Hiroki seguía explorando el interior de la que habían dicho sería su habitación, le parecía un poco extraño pues en esta había ropa y diversos objetos, parecía que la estaba habitando alguien. Se encontraba en sus pensamientos cuando el llamado de la puerta lo distrajo.
- Adelante- respondió Hiroki mientras veía atento una fotografía que se encontraba en una mesita
- Hiroki-sama, la cena esta lista- dijo con voz suave y gentil la anciana Nozomi
- Muchas gracias Nozomi-san, iré a decirle a Misaki- respondió Kamijou mientras dejaba la fotografía en la mesa nuevamente
- El joven Takahashi ya ha sido informado del banquete y ahora mismo se dirige al salón principal- informo con tranquilidad la señora
- Está bien- Hiroki salió de la habitación seguido de Nozomi, cuando Hiroki recordó algo- Nozomi-san esa es mi habitación?- pregunto extrañado el ojimiel
- Así es Hiroki-sama- respondió sin inmutarse la anciana- a que se debe su pregunta?
- Pues me pareció que ya ha sido habitada por alguien
- Eso es porque también es la habitación de Nowaki-sama- dijo con tranquilidad la señora, pero al ver el rostro extrañado del joven decidió explicar- cuando usted salió con Takahashi-sama el mando a ordenar usted fuera instalado en su habitación
Llegaron al salón principal y en efecto solo faltaba Hiroki, Miyagi se encontraba del lado derecho junto con Usami a su lado y del otro lado se encontraban Shinobu y Misaki, mas le extraño que entre el asiento principal, el cual ocupaba Nowaki, y el lugar donde se encontraba Misaki había un espacio vacío, Nowaki se puso de pie al ver a su hermoso ángel y con una linda sonrisa lo guió hasta el lugar que se encontraba a su lado, Hiroki se dejo llevar un poco confundido.
- Nozomi-san ya pueden traer la comida- dijo con tranquilidad el ojiazul una vez se coloco de nuevo en su puesto
- En seguida- con esto como respuesta Nozomi se perdió entre un enorme pasillo y dejo a los seis hombre en la mesa
- Hiro-san, te gusto la habitación?- preguntó con alegría al ojiazul
- Sí, pero porque pediste que me llevaran a la tuya?- respondió con tranquilidad el ojimiel
- Pues porque somos pareja y las parejas comparten la misma cama- la contestación que dio el peliazul fue tan simple pero a la vez certera que dejo provoco en todos algo de gracia al ver el sonrojo del ojimiel
- Misaki, te ha gustado el lugar?- pregunto amablemente Nowaki hacia el pequeño ojiverde
- …- al escuchar esta pregunta y sentir todas las miradas sobre él, Misaki se tenso y su nerviosismo aumento- s…si- respondió casi en susurro, mas una sonrisa sincera se dibujo en su rostro al sentir la mano de su hermano
- Tranquilo- susurro Hiroki para que solo él pudiera escucharle, lo Hiroki no sabía es que alguien más le vio
Nozomi llego seguido de unas sirvientas y en mesitas rodantes llevan los platillos, sin decir nada comenzaron a colocar los platos en sus respectivos lugares, las mujeres sonrieron y Nowaki les agradeció, una vez marchada la servidumbre los invitados agradecieron por la comida y comenzaron a comer.
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La cena transcurrió con tranquilidad y para bien de los nuevo invitados, no de habló de la principal razón de que Kusama y Usami estuvieran ahí, al terminar cada quien se dirigió a su respectiva habitación o eso era lo que todos creían.
Misaki salió a una pequeña terraza para observar la noche estrellada, Akihiko lo encontró mirando hacia el cielo con un aspecto soñador, la vista le parecía hermosa, pues ese pequeño ángel de ojos verdes contrastaba a la perfección con la luna, mas algo le hizo volver a sentir mal, una pequeña lagrima corrió por la mejilla de Misaki, tal vez no le conocía pero no le gustaba verlo sonreír, sigilosamente se acerco al joven castaño y lo abrazo por detrás.
- Nuevamente pregunto, porque llora este hermoso ángel?- cuestiono Akihiko mientras lo encerraba en un cálido abrazo
Misaki se exalto al sentir esos enormes brazos y más aun al escuchar la voz profundo del peliplata, su primera reacción fue tratar de soltarse pero el feudal de Estrella Blanca aplico un poco mas de fuerza, sin lastimarlo, y le susurró en el oído.
- Tranquilo, no te haré daño- dijo con voz sumamente gentil el mayor- solo un poco mas
Estas palabras bastaron para calmar al pequeño ojiverde, Akihiko aprovecho que la tensión en el menor había desaparecido y lo volteo para acunarlo en su pecho, el abrazo se mantuvo durante un rato mas hasta que Misaki se separo un poco mientras alzaba la vista y veía esos hermosos ojos color violeta.
- Ya es hora de dormir, te acompañaré a tu habitación- dijo con voz suave el peliplata, Misaki solo asintió y se dirigieron al interior de la casa
Caminaron por el interior de la casa y Usami lo llevo hasta el lugar de descanso del pequeño, Misaki abrió la habitación y antes de entrar le dirigió unas palabras al mayor.
- Gracias, Usagi-san- Akihiko rió ante lo dicho y Misaki reparó en su error- perdón! Discúlpeme Usami-san- pedía Misaki con un poco de alteración
- …- Akihiko sonrió ante los dicho por el ojiverde y con una sonrisa le dijo- tranquilo Misaki, es mas… me gusta- lo dicho por el mayor dejo a Misaki un poco sorprendido y Akihiko agregó algo mas- a partir de hoy puedes decirme así, Usagi-san, pero solo tú puedes llamarme así, ok?- condiciono con algo de gracia el ojilila
- Está bien, Usagi-san- respondió con tranquilidad el ojiverde
- …- Usami sonrió y con una sonrisa besó la frente del menor para después susurrarle- buenas noches
Akihiko se fue del lugar con una sonrisa pues había conseguido que el pequeño dejara de llorar, lo que él no sabía es que alguien lo había visto.
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Miyagi buscaba entre los pasillos del hogar a el pequeño ojigris, cuando unos delgados brazos rodearlo por detrás.
- Buscabas a alguien?- preguntó una voz suave detrás del el
- Shinobu-chin…- susurró tranquilo el pelinegro
- Veo que aun me recuerdas- respondió el rubio por detrás de el
- Como olvidar a el pequeño niño que lloró en mi regazo- en ese mismo momento Miyagi cayó en cuenta que lo que había dicho arruinó el momento
- …- Shinobu se tensó e inmediatamente soltó al pelinegro- ya es tarde, buenas noches
- Espera Shinobu!- llamo un poco exaltado la mano derecha del señor, el menor se detuvo y Miyagi aprovecho para decir unas palabras- todos los días pensé en ti
- …- Shinobu aun de espaldas al mayor sonrió y respondió- y yo en ti, buenas noches
En el rostro de Miyagi se dibujó una sonrisa al escuchar las palabras del joven rubio, vio como se marchaba y se perdía entre un pasillo, con esa misma sonrisa en su cara se dirigió a su respectiva habitación.
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Hiroki se dirigía a la habitación de su pequeño “hermano” para saber cómo se encontraba, grande fue sorpresa al verlo llegar al cuarto en compañía del primo de su pareja, se escondió tras una pared para que no fuera descubierto, vio como el pequeño decía algo y después se tensaba, Kamijou pensó que lo mejor sería interponerse más vio como el peliplata decía algo y después su hermanito se calmaba, mas frunció el ceño al ver como ese hombre besaba al niño que tanto había protegido.
El ojimiel se dio la media vuelta y se dirigió a su pieza, entro en el lugar y Nowaki ya le esperaba, sonrió un poco al verlo pero se preocupó al verlo con el ceño fruncido.
- Que sucede Hiro-san?- pregunto al verlo pensativo
- Tu primo- respondió Hiroki aun en su mundo
- Te hizo algo mi primo!?- pregunto exaltado el ojiazul
- Que!?- dijo Hiroki al escuchar lo dicho por el Señor
- Que si te hizo algo mi primo!?- volvió a preguntar el más alto
- No
- Entonces porque…
- Es solo que estaba con Misaki y…
- Hiro-san, viste a mi primo con Misaki?- pregunto con extrañez el ojiazul
- Si, iban llegando a la habitación de Misaki y tu primo le dio un beso en la frente- respondió con preocupación el ojimiel
- …- Nowaki sonrió ante la actitud preocupada de su ángel- te preocupa Misaki?- Hiroki solo asintió con la cabeza mientras dejaba que Nowaki lo encerrara en un abrazo- tranquilo, mi primo no es mala persona- trato de tranquilizarlo mientras lo acercaba más a su pecho
- Pero es que Misaki…
- Hiro-san- llamo Nowaki a su pareja y con el rostro del castaño entre sus manos lo alzo para tener contacto directo con sus ojos- no creo que Misaki corra peligro con mi primo, pero si te tranquiliza, hablare con Akihiko, te parece?- propuso con una sonrisa el jefe de la casa
- Está bien- con esa respuesta Nowaki aprovechó y le dio un suave y cálido beso a su castaño
El beso, que en un inicio fue suave, se volvió un poco mas demandante pues el peliazul con su lengua acarició los labios del castaño y este abrió su boca dándole paso, Nowaki atrajo mas el cuerpo del ojimiel tomándolo de sus caderas para pegarlo más a su cuerpo.
La falta de aire se hizo necesaria y el beso terminó mas con una sonrisa del peliazul volvió a besar al castaño, las manos del más alto comenzaron a subir y bajar por la espalda del ojimiel mientras Hiroki solo atino a rodear con sus brazos el cuello del peliazul para después comenzar a pasar entre sus dedos el sedoso cabello del Señor.
Nowaki fue guiándolo hasta la cama y lo recostó con sumo cuidado mientras volvía a atacar los labios de su amado ángel, con una mano comenzó a acariciar el pecho del mas bajo por sobre la tela de su camisa mientras con la otra tomaba delicadamente su cuello.
- Nowaki… para- pidió Hiroki con la poca cordura que le quedaba- lo que te dije… yo…
- Shh- Nowaki coloco delicadamente un dedo sobre la boca del ojimiel para después decir- nada me haría más feliz que tener un hijo contigo
Hiroki se calmó con estas palabras y dejo de lado todas sus dudas, las manos del ojiazul pasearon por todo el cuerpo del castaño mientras que este solo se perdía en el mar de sensaciones, Nowaki rompió el contacto con los labios del castaño y separándose un poco de este comenzó a sacarle la camisa para después retirar el pantalón, dejando al castaño solo en ropa interior.
Hiroki se avergonzó al saber lo que sucedería mas no quería que su amado peliazul se detuviera, así que alzando un poco sus brazos lo atrajo hacia sí y con los nervios al máximo retiro la playera de su novio dejándolo con el bien formado pecho descubierto, Hiroki con su mano comenzó a acariciar el torso del menor y Nowaki sonrió ante la reacción del castaño.
Nowaki se colocó sobre el cuerpo del ojimiel y con cuidado comenzó a besar el cuello y hombros del mayor, sus labios viajaban desde el cuello blanquecino hasta los hombros para después ir a un pezón del castaño, su lengua se movía ávidamente sobre el botón rozado mientras que su mano acariciaba con finura la cintura del ojimiel.
Hiroki dejo escapar algunos gemidos al sentir la lengua de su amante sobre su vientre mientras que las manos tocaban con delicadeza las piernas del mayor, sentía un cumulo de sensaciones las cuales solo podía expresar a través de los dulces y suaves gemidos que soltaba su boca.
Nowaki comenzó a descender por el estomago del castaño y con sus manos se ocupo de retirar la ultima prenda del ojimiel para después retirar su pantalón y quedarse en interiores, observó con una sonrisa en su rostro el delicado cuerpo de su amante, su piel sudorosa y el cabello desordenado mas esa mirada perdida entre el amor y el deseo, con una de sus manos comenzó a masajear el miembro del ojimiel para después de llevarlo a su boca, mientras que una de sus manos acariciaba sutilmente los glúteos del mayor, hasta llegar a la entrada de este y con mucho cuidado introdujo el primer dedo.
El sabía que era la primera vez de su preciado ángel debía hacerlo con cuidado pues no quería lastimarlo, con su lengua se ocupada del sexo del ojimiel para así distraerlo del dolor pues ahora se encontraba introduciendo el segundo dedo para comenzar a dar ligeros movimientos mientras su lengua recorría desde la base hasta punta, se movía en círculos y besaba delicadamente.
Los gemidos que escapaban de la boca del castaño eran el mejor de los incentivos para el ojiazul quien con delicadeza introdujo el tercer dedo en el interior del castaño, lo sintió tensarse debido al placer, Nowaki sabía que el momento llegaba, pero el aun no quería eso, así que detuvo los movimientos de su boca para después susúrrale.
- Solo espera un poco mas
Hiroki asintió avergonzado, más un gemido escapo de su boca al sentir como los tres dedos salían de su interior, Nowaki se retiro lo que le quedaba de ropa y se posicionó entre las piernas del castaño, le dio un delicado beso mientras entraba con sumo cuidado, cuando entro por completo sintió como el castaño se tensaba.
- Relájate, no te lastimare- pidió el peliazul
Besó delicadamente los labios del castaño mientras comenzaba a dar suaves pero constantes embestidas, Hiroki gemía el nombre de su amado perdido en tanto placer que se le daba, para Nowaki escucha su nombre en labios de su preciado ángel era lo mejor y mientras aumentaba delicadamente las embestidas sus labios se ocuparon de marcar el cuello del castaño y con sus manos mantenía firme la cadera del mayor.
Las embestías iban en aumento y Hiroki sentía como su cuerpo era amado de una nueva manera, los besos y caricias del feudal le hacían estremecer, para Nowaki poder demostrarle su amor a su lindo ángel de esa manera era lo mejor, le gustaba escuchar sus suaves gemidos, besar esa suave y tersa piel le enloquecía, estar dentro de el y sentir la estrechez y calidez de su amado lo hacían enloquecer.
El clímax llegaría, ambos lo sabían, Nowaki aumentó el movimiento de sus caderas mientras con una de sus manos se ocupaba de masajear el miembro del castaño, los gemidos iban en aumento y mientras se unían en un dulce y pasional beso, Hiroki lleno el pecho y mano de su amante mientras este se corrió en el interior del castaño.
Se recostaron en la cama para recuperar el aliento y Nowaki salió de su castaño con delicadeza, lo recostó en la cama mientras lo acunaba entre sus brazos, tomo las sábanas y cubrió ambos cuerpos.
- Te amo Hiro-san- dijo en un susurro pero cargado de amor el ojiazul
- Y yo a ti, Nowaki- Hiroki dijo con algo de vergüenza mientras se acurrucaba en el pecho del ojiazul
La felicidad les embargaba a los residentes de la casa, cuanto sería capaz de durarles al saber que una sombra de maldad y venganza les asecha?