Capitulo 5.- Un mes
El mes pasó volando, entre investigaciones y preparación para la posible guerra, al igual que el hecho de mantener a flote todas sus tierras y el simple hecho de seguir manteniendo en secreto los problemas a sus invitados.
Nowaki sentía gran frustración pues cada que enviaba a alguien para inspeccionar mas allá de la vereda del rio no llegaban a mas, según los informes de Tsumori no solo era él, el que les atacaba, tenía un aliado fuerte y poderoso, aun no sabían el nombre del otro enemigo y eso no le servía de nada, también le dijeron que no solo es un feudo, el líder de Snake ha ido tomando poco a poco el control de distintas tierras venciendo a Señores y tomando su lugar, tenían un problema y cada vez se volvía más grave.
- Nowaki
Escuchar esa voz le hacía sentirse mejor pues le recordaba que no podía darse por vencido, tenía que luchar para proteger a sus vasallos y dar incluso la vida por su hermoso ángel, sonrió al verlo entrar en el estudio y no dudo en ponerse de pie para darle un dulce y delicado beso que Hiroki no dudó en corresponder.
- Que sucede, mi hermoso ángel? –preguntó con voz suave el ojimiel
- Te traje un té –dijo el castaño mostrando el vaso entre sus manos
- Gracias –dijo el ojiazul tomando el vaso y colocándolo en el escritorio –pero porque lo has hecho tú, pudo haberlo hecho…
- Yo le pedí a Nozomi-san que me dejara hacerlo –dijo el ojimiel cortando lo que ya sabía le dirían, pues en el mes que llevaba ahí lo poco que hacía era porque el insistía
- De acuerdo, solo no te excedas quieres? –dijo Nowaki aceptando el hecho de que su hermoso ángel cuando se ponía de necio parecía un temible demonio
- Está bien… -el castaño no sabía si decir lo que tenía en mente y pareciera que Nowaki le leyó el pensamiento pues le dijo
- Que sucede, hay algo que quieras decirme? –preguntó con voz suave el Señor
- Estas bien? –Hiroki notó la mirada confundida de su pareja y decidió explicar –desde el funeral te veo tenso y pensativo, solo quería saber si estaba sucediendo algo
Nowaki sonrió con ternura al ver a su ángel ahí de pie ante él, con sus mejillas sonrojadas preocupándose por él, se acercó y lo encerró en un abrazo besando suavemente sus labios.
- No es nada, son solo problemas con unas tierras
- Esta todo bien? Hay algo en lo que pueda ayudar? –preguntó preocupado el ojimiel
- Claro que puedes ayudarme –dijo Nowaki abrazándolo con más fuerza para luego verle a los ojos y decirle –quédate a mi lado, dame tu amor, con eso es suficiente
Hiroki se sonrojó por la petición del más alto, pero no se aparto de él, por el contrario correspondió el abrazo rodeando su ancha espalda y acto seguido correspondió el beso del peliazul, se dio cuenta que el beso subía de nivel y se sintió dirigido al sofá, desde la primera vez no habían hecho nada y las caricias del Señor le hacían falta dejándose envolver por las sensaciones que este le otorgaba.
/*/+/*/+/*/+/*/+/*/
Hace dos semanas tuvo que regresar a sus tierras para dar la orden de aumentar la vigilancia en el feudo y al mismo tiempo prepara a los hombres para una posible guerra, le solicitó a sus dos hombres de mayor confianza se encargaran de ello y el después de asegurarse de haber dejado todo en orden se encaminó de regreso con su primo, pues cierto era que podría mantener comunicación con él a través de mensajeros pero más fuerte era su deseo de ver nuevamente a ese hermoso ángel de ojos verdes.
Akihiko recién llegaba después de dos largas semanas y aunque su mayor deseo era ver a Misaki primero debía ir con su primo a hablar sobre algo de información que le habían dado sus vasallos, caminaba entre los pasillo directo al estudio más en su caminar ahí lo vio, sentado en una banca viendo hacia el cielo, pudo notar el hecho de que se veía triste y el no deseaba eso, tenía que ir con su primo pero si primero vio a su hermoso ángel pues, según él, era cosa del destino.
- Se puede saber qué es lo que ocupa los pensamientos de tan hermoso ser? –preguntó Akihiko susurrándole en el oído suavemente
- Usagi-san! –exclamó Misaki por demás asustado
- Te asuste? Perdón no fue mi intención –dijo con arrepentimiento el ojilila
- No, no se disculpe yo solo… estaba distraído –respondió con una ligera sonrisa el menor y después recordó que el hombre frente a el recién regresaba por lo que preguntó –como le ha ido en su viaje?
- Bien pequeño, quieres que te cuente lo que hice estos días? –preguntó el mayor sentándose a un lado del castaño
- Si no es inconveniente, me haría muy feliz escucharlo –respondió el ojiverde con algo de nerviosismo por lo cerca que se encontraba el mayor de el
- Pues bien arreglé asuntos con mis hombres de confianza pero bueno eso no fue lo importante
- A no? –dijo extrañado el menor
- No, durante estas dos semanas solo pensé en un hermoso ángel
- Oh ya veo –la nota de tristeza y decepción en la voz del castaño no pasó desapercibida por el mayor quien continuò con su relato
- Si, es hermoso, sus ojos son las esmeraldas más hermosas que he visto en mi vida, su sonrisa es tan dulce y siempre que lo veo lo encuentro mirando al cielo como si este tuviera las respuestas a todas sus preguntas, me gustaría saber qué es lo que invade sus pensamientos y si yo estoy en ellos, pues, tu mi pequeño niño no sales de los míos –dijo el mayor a la vez que tomaba delicadamente el rostro del ojiverde haciendo que le viese directamente a los ojos
- Usagi-san –Misaki se sintió conmovido por las palabras del mayor pero al mismo tiempo diversos recuerdos embargaron su mente haciendo que sus ojos se llenaran de lagrimas
- No llores pequeño, no fue mi intención el haberte hecho llorar –decía con voz suave y conciliadora el peliplata
- No se preocupe solo recordé algo…
- No es necesario que me digas –interrumpió el mayor al castaño y tratando de calmarle le propuso algo –Misaki te gustaría dar un paseo? Cerca de aquí hay un río y podríamos pasar el día ahí
La oferta fue tan tentadora que el menor aceptó, le dijo que se vestiría y el mayor le dijo que pediría preparan un almuerzo, Misaki asintió con una sonrisa y se dirigió a su habitación para arreglarse.
*+*+*+*+*+*+*+*+*
El camino fue en caballo y ambos subieron en su propio corcel, Misaki seguía de cerca al mayor que era quien le guiaba por el camino, anduvieron un rato mas hasta que el propio sonido del río les hizo saber que estaba cerca.
El lugar dejó asombrado a Misaki, seguramente estaban en la parte media del rio y lo profundo del lugar era notable mas se podía ver perfectamente el fondo, se veía tan azul como el cielo que se mostraba en ese momento, se podían ver algunos peces nadar tranquilamente, los arboles eran enormes y frondosos tan verdes rebosaban en la vida.
- Te gusta, pequeño? –en ese momento Misaki se dio cuenta que el mayor ya había bajado de su caballo e incluso lo había amarrado cerca del río para que bebiese un poco de agua
- Es hermoso –dijo casi en un susurro el menor
Akihiko extendió su mano, Misaki la tomó y el mayor le ayudo a bajar, al quedar en el suelo Misaki se sonrojo un poco y los nervios dispararon pues el mayor aun tenía firme el agarre a su cintura, Akihiko sonrió por la reacción del pequeño, no entendía el porqué se tensaba tan fácilmente pero se había decidido a enamorarlo y a borrar toda esa tristeza que yacía en sus ojos.
Caminaron durante un tiempo y Misaki escuchaba con una gran sonrisa en su rostro las historias que le contaba el mayor sobre su infancia y las diferentes bromas que le hacía, tiempo después regresaron al lugar donde habían dejado a los caballos y Misaki sirvió el almuerzo que les habían preparado, el mayor estaba extasiado con la hermosa vista del pequeño ángel que tenia frente a él.
Misaki al inicio se sentía cohibido y temeroso, pero conforme pasaba el tiempo se sentía en confianza con el mayor pues este le sonreía y le hacía sentir muy bien, disfrutó mucho de las anécdotas que le contaba el mayor, con gusto preparó el almuerzo para él y con una gran sonrisa había aceptado salir a pasear nuevamente.
Para Akihiko fue un día realmente agradable y se sentía feliz de haber pasado tiempo con el pequeño de ojos verdes, por su lado Misaki se dio cuenta que contrario a lo que pensaba, se sentía muy bien en compañía de aquel hombre aunque un poco temeroso al saber que el también era un Señor Feudal.
/*/+/*/+/*/+/*/+/*/
Hiroki se dio un baño que le fue de mucha ayuda después de haberse entregado una vez más a su pareja, él sabía que no todo estaba bien, que había un problema que nadie se atrevía decirle, suspiró con cansancio y buscó a la señora Nozomi para preguntarle el paradero de su “hermano”, grande sorpresa se llevó al saber que se había con el feudal de Estrella Blanca.
- Nowaki –llamó a su pareja que daba órdenes en unos campos de maíz
- Dime, Hiro-san –le dijo con una sonrisa y amabilidad el peliazul
- Misaki se fue con tu primo, si has hablado con el verdad? –el tono de preocupación en sus palabras no pasó desapercibido por el ojiazul que con una sonrisa le dijo
- Lo siento, he estado un poco ocupado y se me ha olvidado, yo creí que aun no regresaba de su viaje –claro el peliazul utilizó la palabras viaje pues no podían decirle porque el peliplata se había marchado un tiempo –pero en cuanto regrese hablaré con él, te puedo asegurar que el jamás lastimaría a Misaki y si me doy cuenta que no tiene buenas intenciones yo me haré cargo de todo
Hiroki se sentía preocupado por el pequeño pues temía que lo lastimaran nuevamente, así pasó la tarde ayudando con el jardín, que después de muchos pucheros y pequeñas pataletas había convencido a Nowaki que le permitiera encargarse de el, y este había dado la orden de que se le facilitara todo lo necesario para mantener unas lindas flores.
La tarde cayó y preocupado regresó al interior de la mansión esperando la llegada de su pequeño hermano, mas no pudo evitar mostrar una mueca de sorpresa al ver a su hermano frente a él.
/*/+/*/+/*/+/*/+/*/
Al ver que pronto anochecería habían decido regresar, lo primero que hicieron fue dejar a los caballos en los establos, Akihiko aprovechó que el camino para dirigirse a la casona seria a pie y tomando la mano de Misaki llegaron juntos hasta el jardín.
- Gracias por haberme dado el honor de tu compañía –dijo con una sonrisa suave y seductora el mayor
Misaki solo se sonrojó y bajo la mirada para evitar que notara su vergüenza, sintió como las frías y grandes manos de Usami tomaban su rostro entre ellas y al alzar la vista se encontró con las más dulce violetas que jamás hubiese visto, sintió como sus labios fueron apresados por los del mayor en un suave y delicado beso, un ligero contacto apenas perceptible sin mayores intenciones que demostrar los sentimientos que el mayor trataba de trasmitirle; Misaki se sintió un poco cohibido y temeroso pero el toque tan gentil le hizo sentirse relajado permitiéndose así cerrar sus ojos.
/*/+/*/+/*/+/*/+/*/
Vio a su “hermanito” siendo besado por aquel hombre, al inicio se tensó un poco temiendo por lo que le pudiera pasar al pequeño que tanto había protegido, decidió esperar y ver su reacción, se calmó un poco al ver como el beso terminaba pero Misaki solo le sonreía tímidamente al igual que el otro le decía algo en el oído y acto seguido ingresaban en el hogar, Hiroki suspiró y decidió entrar por otra puerta pues tenía que hablar con Misaki.
/*/+/*/+/*/+/*/+/*/
El beso se terminó y Akihiko pudo ver como su hermoso ángel le sonreía, se sintió dichoso de poder ver sus ojitos brillar y el hermoso sonrojo de sus mejillas le hacían ver aun mas tentador pero se decidió a dejarlo así por el momento, el presentía que el pequeño temía de algo o alguien pero como no sabía que lo mejor era ir paso a paso.
- Gracias, me has hecho muy feliz
En el rostro de Misaki el carmín se hizo aun más notorio al escuchar las palabras que le daba aquel hombre, solo asintió un poco temeroso y sintió como fue llevado delicadamente hasta el interior de la casa y ahí se encontraron con Nowaki y Hiroki quienes les veían con una ligera sonrisa.
- Primo porque no me dijiste que ya habías llegado –dijo con reproche fingido el peliazul
- Llegué hace unas horas y tú estabas ocupado –respondió con seriedad el peliplata, el no sabía que estuvo haciendo su primo pero era fácil deducir que con tantos problemas hubiese tenido tiempo libre y luego agregó en un tono sumamente serio –pero ya que estas aquí tengo algo que decirte
- Vamos a mi estudio –Nowaki entendió sobre que podría ser el asunto a tratar y de paso aprovecharía para hablar sobre lo que le había pedido su hermoso ángel, le dio un beso a Hiroki y se dirigió a su estudio
- Te veré en la cena pequeño –le dijo Akihiko a Misaki con una ligera sonrisa que este correspondió
- …- Hiroki se aseguró de que ambos hombres se hubiesen marchado y con gentileza le dijo al ojiverde –Misaki podemos hablar
- Está bien –respondió un poco nervioso el ojiverde
/*/+/*/+/*/+/*/+/*/
Nowaki y Akihiko entraron al estudio y cada uno tomó asiento en su respectivo lugar, se vieron como sabiendo que no solo hablarían de trabajo y Akihiko con el semblante serio en su rostro espero paciente a que su primo hiciese la pregunta del siglo.
- Que pretendes con Misaki?
Akihiko rió con algo de gracia pues su primo solía ser gentil pero cuando algo le importaba era frío y directo en cuanto a la situación correspondía, pero con seriedad comenzó a hablar…
/*/+/*/+/*/+/*/+/*/
En una parte de los viñedos dos hombres se besaban con amor, después de tantos años pensando en el otro por fin estaban juntos y el menor al recibir la propuesta de matrimonio de quien siempre estuvo en sus pensamientos sin dudarlo había aceptado gritando eufóricamente múltiples “si”, ahora se besaban con profundo amor, sabían que sería un poco difícil hablar con los padres del menor pero también estaban seguros que podrían convencerlos.
- Te amo –susurró con delicadeza el pelinegro
- Y yo a ti, Miyagi
El mayor sonrió, desde ese día no había podido sacarlo de sus pensamientos y el hecho de tenerlo el día de hoy entre sus brazos le hacía sumamente feliz, Miyagi tomó la mano del menor y besó el anillo que ahora adornaba su piel blanquecina, Shinobu sonrió pero acto seguido la tristeza adornó su rostro y Miyagi lo había notado.
- Que sucede pequeño? –preguntó por demás preocupado Miyagi
- Es solo que el día de la boda ella no estará –dijo con nostalgia el menor
- La extrañas?
- Cada día –respondió el rubio con sus ojitos bañados en lagrimas
- No llores pequeño, ella no querría eso
Shinobu dejó caer algunas lagrimas de sus ojos y entre los brazos de su ahora prometido, una vez más lloraba por la pérdida de ella.
/*/+/*/+/*/+/*/+/*/
La charla sobre el pequeño de ojos verdes dio por terminada de la mejor manera y ahora se disponían a hablar sobre asuntos que podrían ser de vida o muerte.
- Bien, que encontraron tus hombres? –preguntó con gran interés el peliazul
- Recuerdas lo que dijo Tsumori sobre que él no está solo? –Nowaki dio un asentimiento en modo de afirmación Akihiko prosiguió – aun no sabemos su nombre, pero le dicen “El maestro” el ha estado atacando distintos feudos de la cercanía a Night Rose, todos son para él, desconozco que tipo de acuerdo tengan pero en no más de dos meses estarán aquí, pero eso no es todo… -Akihiko soltó un suspiro y dijo –ese hombre al que llaman “El maestro” es el asesino de Risako