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Cuando el amor es suficiente por angiell

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Capitulo 6.- Pasado en el presente

 

 

 

- Ryu-chan!! Ven a jugar con nosotros!!! –decía Tsumori con evidente entusiasmo, con sus 10  años de edad

- Ya voy!! –decía un  Ryunosuke mostrando una gran sonrisa

- Donde está Nowaki?, se supone que vendría contigo

- El Señor lo mandó llamar, parece que le presentaran a algunas personas –respondió el pelirrojo mostrando sus dientes de leche

- Chicos! Lamento la espera –decía el pequeño peliazul mientras tomaba el aliento –pero miren ella es Takatsuki Risako –dijo Nowaki mostrando detrás de el una figura de una niña de tal vez doce años, cabello castaño y ojos grises

- Mucho gusto –dijo la niña con una sonrisa encantadora

- Igualmente, mi nombre es Tsumori y el de el –dijo señalando a Ryunosuke – es Ryu-chan! –presentó con alegría y entusiasmo el niño de cabellos rubios y el niño pelirrojo solo atinó a sonreírle a la niña

- Risako-chan juega con nosotros!!! –Gritó con alegría Nowaki

- SI!! –gritaron Tsumori y Ryu-chan entusiasmando así a la castaña ojigris

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Sus ojos se abrieron repentinamente debido al sol que se colaba por su ventana, suspiró al recordar lo que había soñado, no, eso no fue solo un sueño, una vez más recordaba el pasado, se sentía presionado debido a los recientes sucesos que acontecían  alrededor de su feudo, sabía que pronto todo podría dar un giro inesperado.

Sin duda alguna lo que más lo preocupaba es que desde hace un par de días su preciado ángel se sentía enfermo y con cansancio notorio, pero por más que insistía en llamar a un medico el castaño se negaba aduciendo todo al repentino cambio de clima, recordando que aunque hubiese sol  el verano podría hacer frio debido a las constantes lluvias eso anexado a la próxima llegada del otoño podría ser más que factible para un resfriado.

 

- Un sueño más… -dijo para sí mismo Nowaki   

 

Suspiró nuevamente y  besó la frente de su hermoso ángel, al poner en contacto sus labios con la frente del castaño se preocupó, Hiroki tenía fiebre. Nowaki se levantó rápidamente y salió de la habitación.

 

*+*+*

 

Caminó desde su habitación por los alrededores de la casa hasta que la vio, ella estaba preparando el almuerzo de ese día, se le veía tranquila y con serenidad, pero su semblante cambió a uno serio y preocupado.

 

- Que sucede, te encuentras bien? –preguntó con obvia preocupación la mujer

- Nozomi-san, Hiro-san tiene fiebre –respondió el Señor con miedo en sus palabras

- Tranquilo, ve nuevamente a la habitación, yo mandare llamar al médico –el dulce tono de voz utilizado en sus palabras consiguió que Nowaki se tranquilizara

- Esta bien y por favor no le diga nada a Misaki, no quiero preocuparlo

- El joven Misaki no se encuentra, hace un rato salió con el Señor Usami- informó la dulce señora con una gran sonrisa en su rostro

- Bien, esperaré al doctor en mi habitación

 

Con estas palabras dichas Nowaki salió del lugar y se dirigió nuevamente hacia su habitación, solo que al saber que el doctor haría una visita no pudo evitar una vez más que su mente se abrumara en los recuerdos.

 

La habitación era de un color café claro y un poco fría,  un niño de no más de doce yacía recostado en su cama con sus tres amigos alrededor de el.

 

- Nowaki te sientes mal? –preguntó inocentemente Ryunosuke al ver a su amigo tendido el lecho con su frente sudorosa y su nariz un poco roja

- Ryu-chan, si no sintiera mal no habrían llamado al médico –dijo con obviedad Tsumori haciendo que con sus palabras se semblante cambiara a uno de tristeza y preocupación

- Tranquilo Ryu-chan, cuando el médico venga le dará algo para que se cure y  pueda salir a jugar con nosotros –dijo Risako con suavidad para calmar a su amigo, el pelirrojo solo asintió y con una ligera sonrisa su buen ánimo regresó

 

La puerta se abrió y dejo ver a el señor Ryu padre de Ryunosuke y detrás de el venia un hombre algo mayor con su cabello castaño y algo canoso, de ojos negros y una tranquilizadora sonrisa; detrás y con el venia un niño de 15 años con el cabello castaño y ojos grises, su mirada era un poco tímida.

 

- Ijuuin-sensei adelante –dijo el señor Ryu dándole paso al medico

- Kyo, hijo necesito que me esperes afuera para poder revisar al joven Kusama –dijo con voz suave el médico al ver que su hijo lo había seguido hasta el interior de la habitación

 

Risako quien veía la escena junto con sus amigos decidieron con una mirada cómplice lo que debían hacer, se pusieron de pie y llegando a la puerta el pelirrojo tomó la mano de Kyo y ante la mirada celosa de Tsumori le dijo:

 

- Vamos a jugar mientras tu papá revisa a Nowaki

 

El joven asintió y salió del lugar donde su padre, solamente vio como se acercaba al lecho donde estaba el peliazul y comenzaba con su revisión…

 

*+*+*

 

Hiroki tenía la frente  bañada en sudor, su ceño fruncido debido al fuerte dolor que sentía y sus ojos cerrados fuertemente para así disminuir el dolor. Nowaki lo veía con impotencia deseando que poder sanar su dolor, pero el sabia que aunque fuese el feudal del lugar nada podría hacer, solo esperar la llegada del médico

 

- Nowaki el médico ha llegado – dijo el rubio entrando en la habitación

- Gracias Tsumori, hazlo pasar –respondió el peliazul a su amigo

 

Tsumori asintió y salió nuevamente de la recámara para ir en busca del médico. No pasaron más de cinco minutos cuando un joven alto de cabello castaño y ojos grises entraba a la habitación con una sonrisa.

 

- Kyo que bueno que estas aquí –dijo con alivio el peliazul

- Claro, pero si no eres tu el enfermo entonces quien? –cuestionó confundido el castaño

- Es el –respondió el Señor señalando la cama donde estaba su pareja

- Bien, pero quien es él? –quiso saber el ojigris mientras se acercaba a Hiroki

- Mi pareja

 Estas palabras sorprendieron al médico pero como buen profesional solo asintió con la cabeza decidido a comenzar la revisión –Nowaki necesito que salgas de aquí

 

Nowaki asintió y salió del lugar esperando que su pareja no tuviera nada grave, no quería perder a alguien importante nuevamente, esta vez no lo soportaría.

 

 

Hace diez años “La Peste” atacó a varios feudos provocando grandes pérdidas en distintos puntos y pueblos, muchos fueron infectados y bajo las circunstancias aislados para evitar el contagio. La también conocida “Muerte Negra” acabó con miles de muertes una década atrás, entre ellos: los Señores Kusama.

 

- Porque no puedo ver a mis papas?, yo quiero verlos! –decía un peliazul de 15 años

- Nowaki tú sabes bien que eso no será posible –respondió un joven de cabello negro, vestía con una enorme bata blanca y artículos higiénicos para evitar el contagio: cubre bocas, guantes, gorro.

- Pero Miyagi tu si puedes entras y yo no, porque? Yo soy su hijo! –Gritó molesto el ojiazul –si me pongo uno de esos trajes podre pasar, dile a Ijuuin-sensei que quiero pasar!

- Nowaki basta!, Tsumori y Ryunosuke llévenlo a su habitación –ordenó con seriedad el pelinegro

Tsumori y Ryunosuke se llevaron a Nowaki por la fuerza, el joven quería ver a sus papás, el solo quería despedirse, era consciente de la enfermedad que ellos padecían pero no se le permitía entrar. La única persona que tenía acceso completo era el médico Ijuuin, padre de Kyo, pero esa noche los señores Kusama habían mandado llamar a Miyagi Yoh.

 

- Que fue lo que te dijeron? –cuestionó un joven de cabellos plateados

- Me dejaron a cargo de todo hasta que Nowaki tenga la edad suficiente para asumir el cargo como Señor –respondió con tristeza el pelinegro

- Ya veo, iré a hablar con Nowaki –dijo el peliplata

- Akihiko, que vamos a hacer, tu tienes 17 casi 18 y pronto asumirás el cargo de Estrella Blanca, yo puedo hacerme cargo pero aun así sabes que muchos feudos no desaprovecharan esta oportunidad para algún ataque, Nowaki solo tiene 15 el no puede asumir el cargo como Señor

- Ya lo has dicho tu, tomarás el mando y te encargaras de que Nowaki aprenda todo lo necesario para ser un buen líder, sobre los posibles ataque enemigos no te preocupes, Estrella Blanca los protegerá –respondió con firmeza Akihiko

 

La puerta se abrió y con ella salió Ijuuin Kyo, Nowaki le veía con preocupación, no quería que esa fiebre se  debiera a la enfermedad que atacó a sus padres hace diez años, pero su semblante se tranquilizo al ver la sonrisa en el rostro de su amigo.

 

- Kyo dime que no es lo que mató a nuestros padres –dijo casi suplicante el peliazul

- Tranquilo Nowaki, no es peste –esas palabras hicieron que Nowaki respirara con alivio y con una mirada incitó al médico a hablar –el esta embarazado, tiene cuatro semanas, la razón de su fiebre es por los cambios climáticos, puedo deducir que ha estado en la intemperie, cierto?

- Así es, él quería sembrar nuevas plantas y hace dos días calló una gran tormenta y se mojó –explicó temeroso Nowaki

- Esa es la causa de su fiebre, las defensas actuaron para proteger al bebé dejándolo vulnerable a algún virus –explicó con profesionalismo el castaño - Ya le he dado un medicamento, le dejaré a Nozomi-san las instrucciones para su cuidado –dijo Kyo con tranquilidad

- Si por favor

- Bien si eso es todo iré con Nozomi-san y de ahí me voy yendo a mi casa

- Por supuesto

Kyo dio media vuelta para irse por el gran pasillo, Nowaki se disponía a entrar nuevamente con su amado cuando el médico lo detuvo con las palabras: -felicidades por el bebé, será un gran heredero

- Gracias

*+*+*

 

El médico dejó dichas las indicaciones a la señora Nozomi al igual que los medicamentos necesarios para el cuidado de Hiroki, una vez hecho esto salió del lugar pero su vista se posicionó donde un hombre de cabellos plateados y ojos color lila, así que decidió ir a saludar.

 

- Akihiko cuanto tiempo sin verte –saludó Kyo con una sonrisa fingida

- Kyo que haces aquí –respondió con molestia el peliplata

- Vine a revisar a la pareja de Nowaki

- Hiroki está enfermo? –preguntó una dulce voz, en ese momento Kyo reparó en la presencia de un joven de cabellos castaños y unos hermosos ojos color esmeralda, su suave voz y su mirada llena de preocupación le hacían parecer un ángel

- No te preocupes pequeño, no es nada grave, por el contrario es una buena noticia –explicó con voz sumamente amable el medico

- Buena noticia?

- Así es, pero dime cuál es tu nombre –pidió con voz amable Kyo haciendo que el castaño se sonrojara y el peliplata se molestara

- Takahashi Misaki, un placer conocerlo –se presentó con timidez el ojiverde

- Ijuuin Kyo, el placer es todo mío –dijo con voz suave y una sonrisa seductora el ojigris, Akihiko molesto decidió tomar cartas en el asunto

- Misaki porque no vas con Hiroki para que te diga cuál es la buena noticia? –propuso el ojilila tratando de controlar su enojo

- Si!

 

Misaki marchó del lugar y se fue corriendo al interior de la casa para ir con su “hermano”, dejando solos a Akihiko y Kyo quienes se veían con clara molestia.

 

- Porque tan molesto, Akihiko? –Preguntó con arrogancia el castaño –será que ese hermoso niño es…

- Atrévete a decirlo y te arrepentirás –amenazó el peliplata con una clara mirada de advertencia

- Esta bien, pero más vale que le cuides, eres el Señor Feudal de Estrella Blanca no vaya a ser que algún enemigo lo utilice como debilidad –las palabras fueron dichas en un tono de advertencia que Akihiko tomó como amenaza

- El único idiota que se atreve a retarme eres tú, el está bien, ahora con permiso

 

Akihiko se dio la vuelta dejando a Ijuuin con una sonrisa en el rostro, ellos jamás se habían llevado bien y aunque convivían por el bien de Nowaki y los demás nunca sintieron siquiera empatía por el otro.

 

*+*+*

 

- Risako porque tardaste tanto? –preguntaba Tsumori con fingida molestia

- Lo siento, pero quiero que conozcan a alguien – Risako hecho su mano hacia su espalda y con algo de fuerza atrajo a su lado a un niño de 8 años, cabello rubio y ojos grises con piel blanquecina como la leche – el es mi hermano menor, Takatsuki Shinobu

- No sabíamos que tenías hermanos –dijo Ryunosuke con una sincera sonrisa

- Es cierto –secundó Tsumori viendo al pequeño quien tenía su mirada temerosa y sus mejillas sonrojadas

- Shinobu-chan quieres jugar con nosotros? –preguntó con alegría Nowaki, Shinobu solo lo vio y asintió con la cabeza dando la muestra de afirmación –bien vamos!

 

Shinobu se encontraba en su habitación con algunas lágrimas que salían de sus ojos, no importaba cuanto tiempo pasara siempre la habría de recordar.

 

-          Risako


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