-¿Señorita DO?
-¡Presente! Digo, aquí.
-Venga, la dirigiré hacia su entrevista - me levante y me acomode mi cabellera y me dirigí hacia la oficina del supuesto jefe de la empresa. Por dios, parezco tortuga caminando, el señor me dirige miradas extrañas, no es mi culpa no saber caminar con tacos, dado el hecho de que nunca en mi vida los use, ni planee usarlos. ¿Porque esto me toca a mí? Eso tiene una respuesta Dodo, una simple respuesta: Se debe a que perdiste la apuesta, la tonta apuesta, nunca más salgo a bebes y jugar póker con ellos NUNCA MAS.
---Flash Back---
-¿P-p-perdí? –Mire a mis compañeros, los cuales ya estaban totalmente perdidos y tirados en el piso de risa- ¡Oigan! -los llame- ¡No se vale! de seguro hicieron trampa –Murmure levantándome como pude de la silla, caminando hacia ChanYeol, o los ChanYeoles, en este instante veo tres-
-Hombre, tranquilízate –me agarró y me cargo como una damisela- Es solo una apuesta –mi miró riéndose
-¡¿Una apuesta?! ¡Tengo que ir travestido de mujer a mi entrevista! -le grite proporcionándoles pequeños golpes en su pecho-
-Esa era la apuesta –Baek se levantó del piso alejándome del grandulón- Perdiste así que tienes que abstenerte a las consecuencias Dodo –me miro sonriendo, les juro, que ha ambos le veo la maldad en sus ojos, buscare la forma de vengarme de ellos, lo prometo.
---Fin del Flash back---
-Es aquí señorita –me dijo clavándome la vista en mis pectorales, no sé si está tratando de buscar pecho alguno, ya que me negué usar relleno, me siento inhibido, por favor, alguien ayúdeme. El hombre se alejó y tome el mango de la puerta suspirando, era la hora ya. Entré y divise una amplia habitación, ordenada, con algunos cuadros en ella, un sillón rojo situado a uno de los costados del lugar, un escritorio negro brillante, y al fondo un gran ventanal que dejaba ver toda la ciudad Seúl, creo que me quede viendo demasiado tiempo la hermosa vista que no me percate que el jefe me estaba mirando fijamente.
-¿Usted es DO? –una voz profunda me saco de mis pensamientos, dirigí mi mirada hacia la única persona que se encontraba aparte de mí. Alto, una tez morena, cabello color chocolate, con unos ojos color negro; no sé si soy yo, pero parece que me estuviera clavando algo en el estómago por la forma de que me mira, o solo son los nervios de tener un jefe estúpidamente sexy...
-Vuelvo a repetir y esta vez quiero una respuesta, ¿Usted es Do Kyung Soo? –Ups, creo que lo hice enojar.
-Sí, soy yo –murmure bajando mi mirada hacia el piso.
-Venga, siéntese – me señalo la silla que yacía al frente suyo. No dude ni un segundo y prácticamente corrí hasta el lugar sentándome –Este es su primer trabajo como secretaria en una empresa - Ja, si claro, “Secretaria”, tonto Yeol- Pero veo que has estado contribuyendo como ayudante de varios profesores de su Universidad –volvió su vista hacia mi currículum.- 21, ¿Cierto? –preguntó mirándome de arriba hacia abajo.
-Si –asentí varias veces, nervioso, pero que le pasa a este tipo, ya, no quiero que me mire no soy un fenómeno, a no espera, soy un hombre con peluca y una falda un tanto corta que se está subiendo, mierda, justo ahora me pasa esto.
-Pareces de 17 – Torció su boca en una sonrisa, en una fuking sonrisa sexy, DODO, tranquilízate, que debe de pensar que si eres una mujer, y de seguro es hetero.
-Gracias, supongo –murmuro bajando mi mirada hacia mis manos, las cuales estas entrelazadas entre sí sobre mi falda.-
-Estas contratada, empiezas a partir de mañana, si no te molesta, he tenido muchas coas últimamente y ya me vendría bien una secretaria, confió en que usted lo hará bien. Ahora, puede retirarse- Como alma que lo pincha el diablo me levante de la silla y salí a toda prisa hacia la puerta, que para mal mío no se abría o la habían cerrado para que ese degenerado me violara, pero se frustraría en el intento al saber que era hombre y—
-La estas abriendo mal –sentí su aliento chocar contra mi cuello, me estremecí ante la repentina aparición.- Tomas el picaporte de la puerta y lo tiras hacia afuera y luego hacia adentro, pero antes –se acercó más hacia contra mi acortando todo espacio existente entre nosotros y posó su mano en mi cintura apoyando su mentón sobre mi hombro- ¿Te he dicho que eres hermosa? –Y hay vamos, tratando de seducir a su secretaria, esto es el colmo, ¿Que se cree acaso? ¿Que podrá ligar con migo así de fácil? ¿Acaso ara eso siempre con sus secretarias y luego se acostaría con cada una de ellas? Pues, conmigo no lo ara, tota, si li intenta, descubrirá que soy hombre y correrá asustado y luego me despedirá… Mierda, okey, no es tan problemático puedes conseguir otro, pero ¿Y si pone que soy travesti o algo así? Adiós trabajo, tendré que pensar en otras formas de ganar dinero. Un beso en mi mejilla y la puerta abierta me sacó de mis pensamientos emo’s.
-Listo, ya te puedes retirar, la espero mañana señorita- Lo último que vi antes de salir como bala de allí, fue su sonrisa sumado a un giño. Me pare al frente de la puerta de los baños, ahora que hago, si entro al de los hombres todos me miraran raro, o saldré violado en el intento, pero si entro al de las mujeres, me verán acomodarme la peluca y su instinto les dirá que soy un hombre que las quiere espiar y terminare rasguñado, esto se soluciona de una manera fácil… Haciendo Ta Te Ti, bien dodo, eres un genio.
Luego de hacerlo, me toco el baño de mujeres, espero que este vacío, ¡1...2…3!
-¿Tu eres la nueva? ¿Eres la secretaria de JongIn? –apenas entre las pocas mujeres que se encontraban ya se me aba lanchaban a hablarme de JongIn, ¿Quién es ese?, a no espera, es el jefe, joder.
-Sí, soy ella... –respondí con inseguridad abriéndome paso, para dirigirme hacia el lavabo.
-Tienes suerte muchacha –me dijo una de ellas, mientras me analizaba con la mirada.
-¿Suerte? ¿Por qué ha de tener suerte? –pregunté acomodándome lo más disimuladamente la peluca.
-Pues, todos se mueren por él, ¿No viste lo que es ese hombre? Es un pecado andante- dijo una de ellas riendo pervertida mente, rayos, son todas unas calentonas.
-Dicen que es muy bueno en la cama y que es muy candente- ¿Pero qué? –se corre el rumor que la última secretaria que tuvo salió embarazada.
-¿Aun crees eso? De seguro es una mentira para que le pase dinero y esas cosas.
-Pues, ¿Ustedes creen el romance que tuvo con el chico de la administración?
-No lo sé, aunque del jefe puedo ver venir cualquier cosa, siempre anda coqueteando con todos, no le hace asco a nada- más mierda todavía, estoy jodido, ultra pero re. Salí del baño y me dirigí hacia la salida del edificio, allí me esperaba ChanYeol.
-¿Sabes que te pateare hasta dejarte estéril Yeol? –le dije lo más amenazador posible
-Ya cariño, no te me enojes –musitó aguantándose la risa- Ya entra al auto- dio unas cuantas palmaditas a mi espalda y me adentre en el auto echándome en el asiento, sacándome los zapatos, dios, como hacen para soportar esas cosas todos los días- ¿Y cómo te fue? –preguntó una vez en el carro, encendiéndolo, para luego arrancar.
-Pues, digamos que me toco un Jefe sexópata el cual no le hace asco a nada –bufé enojado- No te me rías, te veo la intención, si lo haces te tiro del auto.
-Ya, ya, no lo are, cielos, pareces una mujer en sus días –bromeó riendo.
-¡He dicho que te calles! -le proporcione un golpe en el brazo, el cual provocó que se riera aún más.
Estoy frito, no sé qué are en ese lugar, creo que tendré que ser más tosco con ese tipo, Dios, si estas allí, mándame un ángel caído del cielo para protegerme de ese maldito sexy depredador sexual.