::…Simplemente Amigos…::
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By Baek.
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Besos, caricias y más besos, sentir sus labios contra los míos, deslizándose por mí cuello, su fuerte respiración contra mí oreja y sus grandes manos sostenerme de la cintura, acariciándome la cadera, mis muslos, mí trasero… todo era tocado por él. Me alzo en sus brazos y me dejo sin escapatoria, entre la fría pared y su fornido cuerpo, lo encadene a mí con mis brazos y piernas alrededor de su cuerpo, no había distancia entre nosotros. “Baekhyun…” me susurro, enviando una corriente eléctrica por todo mí cuerpo.
Nuestras lenguas acariciándose una a la otra, ambos tratando de recorrer hasta el último rincón de la boca contraria, era como si este fuera nuestro primer beso pero estaba lejos de serlo; siempre era como la primera vez, más besos que me dejaban sin aliento y más caricias que me hacían perder la razón. Era tanta la desesperación por poseer al otro, era tanta la necesidad que ahora nos encontrábamos escondidos en uno de los cubículos del baño de la universidad a la que ambos asistíamos. Mí amado Chanyeol, porque sí, la persona que me provocaba tanto placer no era más que un hombre… mí hombre…
*~ Siempre, cómo ya es costumbre día a día es igual
No hay nada que decir ante la gente es asi
Amigos simplemente amigos y nada más.
Pero quién sabe en realidad, lo que sucede entre los dos
Si cada quién llegando la noche finge un adiós. ~*
Salgo yo primero del baño en el que nos encontrábamos, tratando de aparentar que nada había pasado, caminando rápido para alejarme de ese lugar e ir a clases. Escuche que a mis espaldas alguien llamaba a Chanyeol y su risa escandalosa, pero no me voltee, solamente apreté los libros en mis brazos contra mi pecho siguiendo mi camino, frente a todos así tenía que ser.
…__...
Al finalizar las clases, corría a la salida pero me detuve porque lo vi; ahí estaba Chanyeol, se encontraba de pie cargando en su espalda el estuche con su inseparable guitarra. Estaba fumando un cigarrillo y su mirada estaba perdida en la nada y a mí mente vino el pensamiento de que Chanyeol era una persona realmente sexy. Me acerque hasta llegar a su lado, cuando me vio sonrió de esa manera en la que solo él puede hacerlo, le devolví la sonrisa.
-¿Nos vamos? –me pregunto, yo solo le respondí con un asentimiento de cabeza.
Caminábamos el uno al lado del otro, sin hablar, como de costumbre. Chanyeol y yo trabajabamos en el mismo lugar, de hecho fue ahí donde nos conocimos. Yo era un mesero en un bar, trabajaba porque necesitaba dinero para abastecerme, estaba bastante lejos de mí hogar porque me mude solo para así ganar la oportunidad de entrar a una buena universidad en la enorme Seúl.
Ese trabajo fue lo mejor que encontré, no me quejaba pues la paga era buena y no chocaba con mí horario de clases, pero un día él llegó inesperadamente al local, buscando un empleo pero le dijo al jefe que era muy torpe para ser un mesero, que si le daba la oportunidad de tocar ahí como forma de entretenimiento, tal vez eso llamará más a la clientela y él podría llevarse alguna propina, solo eso pedía pero el jefe se negó. Fue entonces que mi corazón reaccionó, fue su mirada, había una gran determinación en ella, una que me atrajo. Chanyeol se había subido al pequeño escenario y empezó a entonar una canción sin el permiso del jefe quién ya lo iba a echar pero se detuvo cuando lo escucho.
A kilometros se le podía notar su pasión por la música, a los clientes les gustó, al jefe también le gusto… a mí me gustó, mientras tocaba una hermosa melodía su mirada por primera vez se conectó con la mía, yo me sonroje tanto que parecía tomate maduro, Chanyeol me había sonreído y no me dejo de ver hasta que la canción terminó. Después de aquello empezaron a llegar más clientes, Chanyeol se ganó poco a poco el cariño del jefe, nos habíamos conocido y llegar a ser amigos y después algo más, nos habíamos enamorado de alguien prohibido, nos habíamos convertido en amantes… mucho más que eso.
…__...
Mí turno ya había terminado así que me cambie para irme a mi hogar pero Chanyeol, como siempre, se iba a quedar hasta más tarde. Me despedí de él con un movimiento de mi mano y una pequeña sonrisa, Chanyeol solo asintió. Esa era nuestra fachada, nuestra máscara, nadie sabe lo que pasa entre nosotros dos, nadie sabía hasta donde habíamos llegado, ninguno conocía los límites que habíamos rebasado.
*~ Cuanto daría por gritarles nuestro amor
Decirles que al cerrar la puerta nos amamos sin control
Que despertamos abrazados, con ganas de seguí amándonos
Pero es que en realidad no aceptan nuestro amor. ~*
Me encontraba en la cocina preparando la cena mientras que Chanyeol estaba en la sala de estar mirando la televisión o eso creía hasta que sentí sus brazos abrazarme por la cintura y sus labios siendo presionados en mi cuello. Incline mi cabeza hacia atrás apoyándola en su hombro al tiempo que lo sentía succionar la piel mí clavícula, aquello dejaría marca pero poco me importo cuando sus manos se internaron debajo de mí camisa y sus dedos deslizándose desde mi ombligo hasta mis pezones, tocándolos tan desquiciadamente lento. En medio de suspiros apague la estufa y deje recargar mi espalda en su pecho llevando mis brazos atrás para enterrarlos en sus gruesos cabellos oscuros.
-Baekhyun… mí precioso Baek… -me susurro con esa voz tan exquisitamente profunda, un pequeño gemido se me escapo y me gire para atrapar sus labios en los míos, empecé a mover lentamente mis caderas, restregándolas, frotándolas con las suyas, sintiendo su creciente excitación.
No tengo ni idea de cómo llegamos a la habitación, tampoco me importaba estaba más concentrado en hacer desaparecer la ropa que se interponía entre nuestras pieles. Cuando ambos estuvimos desnudos, lo empuje para dejarlo postrado en la cama, para dejarlo a mí merced. El deseo y la lujuria se veían en nuestras miradas, yo viéndolo a él y él observando mi cuerpo, yo estaba encima de Chanyeol, besando su pecho dejando todas las marcas que podía, porque él era mío, solo mío y así podía desahogarme porque siempre me moría de ganas de gritarle a todos que lo que nos unía iba más allá de su imaginación.
Me frotaba contra él, era una tortura pero era una realmente deliciosa, Chanyeol, con sus manos en mis muslos, me miraba con tal adoración que me hinchaba el corazón, misma adoración que posiblemente estuviera reflejada en mí mirada. Cerré mis ojos con fuerza al sentir sus dedos internándose en mí entrada, mordiéndome el labio cuando los empezó a mover, ya no aguantaba, lo quería dentro de mí.
Puse mis manos en su pecho y el mi cintura, me alcé y me deje caer lentamente sobre su miembro, escuchándolo gruñir y a mi gemir una parte de dolor, pero más de placer. Tener dentro de mí, a mi Chanyeol era lo que más disfrutaba en mi vida. Comencé a mover mis caderas de arriba abajo, de adelanta hacia atrás, mis gemidos y suspiros se hacían cada vez más fuertes al tiempo que aumentaba la velocidad, Chanyeol me ayudaba pero pronto empecé a cansarme y él lo noto, asi que cambio de posiciones, ahora él arriba y yo abajo, salió completamente y volvió a penetrarme con violencia.
Aquello me hizo arquearme completamente, había dado en el lugar que me hacía delirar y continúo dando ahí, una y otra vez con fuerza y profundo pero suave a la vez, me encantaba y yo lo único que podía hacer era retorcerme de placer, gemir y gritar su nombre, rogar por más, “Chanyeol… Chanyeol…” mi mente estaba por colapsar. Llevo una de mis piernas a su hombro y continúo embistiéndome, mi miembro rebotaba entre nuestros cuerpos y la cama rechinaba de tanta fuerza.
Un gemido gutural, un grito, esa espesa sustancia llenar mi interior y yo manchando su abdomen; un violento orgasmo nos golpeó. Chanyeol salió de mí, se recostó a mi lado, me abrazó y yo lo abracé de vuelta, recostando mi cabeza en su pecho escuchando sus latidos, enrolle mis piernas con las largas suyas y nos quedamos dormidos.
…__...
-Despierta tocino dormilón –al escuchar ese tonto apodo desperté de golpe, odiaba que me llamaran así. Lo vi ahí sonriendo burlón, fruncí el ceño y trate de golpearlo pero me tenía abrazado, inmovilizado. Hizo ojitos de cachorrito regañado pero aún sonriendo, yo suspire. La noche anterior fue genial, estaba de muy buen humor y jamás podría enojarme en serio con mi Channie, hice un puchero sabiendo que no se resistiría, me beso, un beso profundo y cargado de amor, más caricias y aquí vamos de nuevo, a veces parecemos ninfómanos y lo somos, siempre y cuando el sexo sea con el otro.
*~ Siempre, con miradas siempre nos damos todo el amor
Hablamos sin hablar todo es silencio en nuestro andar,
Amigos simplemente amigos y nada más
Pero quién sabe en realidad lo que sucede entre los dos
Si cada quién llegando la noche finge un adiós. ~*
El bar estaba medianamente lleno, yo estaba limpiando la barra y cuando levanté la mirada, vi a Chanyeol mirándome con una sonrisa, sus codos apoyados en la barra y la cara en sus manos, le sonreí casi imperceptiblemente pero sé que él lo noto, me di la vuelta y seguí con mi trabajo. Así era siempre, a pesar de que ambos éramos de esas personas que hablaban hasta por los codos, había veces o mejor dicho la mayoría del tiempo en el que estábamos juntos, que solo nos dedicábamos a mirarnos, entregando todo el amor que no podemos darnos en público con tan solo una mirada, era un nuevo idioma que solo nosotros entendíamos.
Era como si tuviéramos atadas nuestras alas, caminar el uno al lado del otro y ver pasar a una pareja al nuestro lado, susurrándose al oído, abrazándose, tomándose de la mano, besándose sin temor de estar en un lugar público y que les gritaran que eran unos degenerados, una aberración, porque ellos eran “normales” una pareja de un hombre y una mujer. Yo solo los miraba y sentía una inmensa e insana envidia, más aún cuando veía a Chanyeol bajar la cabeza triste, yo me podía ocultar porque no era de mostrar mucho mis verdaderas emociones a no ser que este con Chanyeol; pero él, él es alguien muy transparente si le pones atención solo por un momento, cualquiera se da cuenta.
¿Por qué tenía que ser así? ¿Era tan grande el pecado de enamorarse de alguien de tú mismo sexo? ¿De verdad era algo tan repulsivo? Y nosotros solo somos un par de cobardes con pasados demasiado oscuros, un cobarde tratando de esconderse en otro cobarde, ¡pero que importaban los demás! si lo tenía siempre para mí. Si tan solo hubiera nacido mujer, sonrío, claro que no, porque si hubiera sido así tal vez no hubiera sido como lo que tenemos ahora, tal vez no lo hubiera conocido y eso era algo que no puedo ni imaginar, porque Chanyeol se enamoró de mí, siendo yo un hombre.
Termina mi turno, un “hasta mañana” y una mirada que revela por una milésima de segundo nuestro secreto. ¿Cuánto aguantaríamos el ocultarnos de todos? Hasta que alguien notara que no éramos simples amigos.
*~ Cuanto daría por gritarles nuestro amor
Decirles que al cerrar la puerta nos amamos sin control
Que despertamos abrazados, con ganas de seguí amándonos
Pero es que en realidad no aceptan nuestro amor. ~*
Apretó mis puños enterrándome las uñas, tratando de calmarme, no podía hacer una escena, ¿con que derecho? El que mi amante secreto, corrijo Mí Novio, estuviera de lo más divertido con una chica resbalosa no tenía porque importarme, ante todos él no era más que mí amigo, tenía que aguantarme. Lo hice, camine a su lado como si nada pasara, saludándolo con un asentimiento de cabeza, me miro serio, pero yo seguí mi camino como si nada, tratando de no devolverme y gritar todo lo que tenía atorado en el pecho.
Me recargue en los casilleros, cerrando mis ojos, era tanta la impotencia, sentí alguien al frente de mí y abrí los ojos, la presión se hizo más grande. Chanyeol me miraba sin expresión en el rostro pero con los ojos brillantes, él se sentía igual o más impotente que yo. Y es que ¿Cuánto tiempo llevábamos así? Ya era demasiado para nosotros, nuestros sentimientos ya no podían contenerse en esas cuatro paredes en las que nos encerrábamos, en las que nos escondíamos para amarnos, ya no era suficiente. Ambos necesitábamos más…
El pasillo estaba desierto, Chanyeol se acercó a mí para abrazarme fuertemente por la cintura y escondiendo su rostro en mi cuello, alce mis brazos hacía su cuello, era un abrazo muy profundo, las lágrimas empezaron a brotar de nuestros ojos, yo empecé a temblar, porque era un gran peso que cargar el guardar este inmenso amor.
-¡Te amo, d-de verdad te amo Baekhyun! –me dijo y lo abrace más fuerte, si es que eso era posible, tratando de calmarlo, no me gustaba oírlo así.
-Yo también te amo… te amo tanto… -le susurre, estábamos sufriendo por callar, si seguíamos así, ¿Cómo terminaríamos? –C-Channie… tal vez… l-lo mejor es q-que nosotros…
-¡No te atrevas a decirlo! –se separo de mí y tomo mí rostro entre sus manos, ya no aguante y mis sollozos se desataron–. Tú eres lo más importante que tengo en la vida Baek y todo esto de escondernos es una mierda, pero yo no podría vivir si tú no estás a mí lado ¿entiendes?
-¡Pero mira cómo estamos! Me moría de los celos por verte con esa estúpida pero no puedo hacer nada…
-Créeme Baek que no eres el único con celos, pero yo soportaría absolutamente todo por ti –me dijo mirándome fijamente con esa determinación que tenía, yo también aguantaría todo por ti, pensé.
-Pero tenemos que estar ocultándonos, como si lo que sentimos fuera un crimen…
-Baek por favor no me d-dejes –su gruesa voz se quebró – ¡¿Qué mierda importan todos?! ¿Quieres que se lo digamos a todos? ¿Huimos juntos? Lo que sea y-yo
-Chanyeol me quedare a tú lado –le dije con gran seguridad –estaré a tú lado siempre que tú estés junto a mí, porque tienes razón ¡que mierda importan los demás! Yo no dejare de amart… –no termine de decir mí discurso porque esos labios que me hacían derretir atraparon los míos, correspondí gustoso.
…
Termina mi turno, me despido de todos, un “hasta mañana” y miradas que lo dicen todo…
En realidad, la sociedad en la que vivimos no acepta nuestro amor, pero eso ya no tiene importancia para mí, no mientras cada noche en mi cama estuviera Chanyeol ahí, para amarme y dejar huella en mí cuerpo.
Para muchos no somos más que simplemente amigos, pero para aquellos que observan bien no lo éramos, ellos sabían que había mucho, mucho más…
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