Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Kommátia por HokutoSexy

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

III. GÉMINIS

 

SIDE A

It's my own desire
it's my own reward.
help me to decide
help me make the most of freedom
and our pleasure
nothing ever last forever.
everybody wants to rule the world.

Everybody wants to rule the world, Tears for fears.

 

En la casa de Géminis, siempre son dos… pase lo que pase, siempre son dos…

 

Esa era la sentencia perdida en la inmensa vulgaridad de la ordinariez del mundo, así, sus rutas se mantendrán paralelas, como las de Castor y Pólux.

 

Saga se piensa a sí mismo como un indigente mental, inválido genial, víctima de su tiempo, atrapado por deseos inconfesables y por pensamientos cada vez más pecaminosos, la disociación de su propia personalidad dan al traste con lo que más quiere ocultar: a su hermano gemelo, a Kanon… Kanon que representa todo aquello que él sería incapaz de hacer, pero que alguna vez ha pensado.

 

El dolor de cabeza a menudo le ataca, en especial en esos episodios en los cuales escucha la voz… la voz gutural que se ha clavado en lo más profundo del cerebro, que el arranca poco a poco lo que le queda de cordura, a veces, se encuentra desvanecido en el piso sin recordar bien por qué es que está ahí tirado.

 

A Kanon, aquello la primera vez le hizo gracia, observaba con ojos avispados, cristalinos, acusadores y algo murmuró acerca de ser un “recipiente”, pero entonces Saga no entendió del todo esas palabras.

 

El único que en ese entonces sabía de esa dualidad era Shion, el Strategos.

 

—Cabrón, hijo de la gran puta —farfulló mientras caminaba escaleras arriba, hacia Sagitario. Era un secreto a grandes voces que Shion deseaba que el siguiente custodio fuese otro caballero protector del fuego de Prometeo—, por mí todos y cada uno de ustedes, hijos del fuego, pueden arder en la hoguera… —maldijo.

 

Algunas veces se preguntaba porque es que tanto le afectaba el saber eso, mustio entendía que ese poder lo quería para sí… el poder de gobernar el mundo… de deshacerse de todo aquello que estorbe a sus deseos impíos… todo.

 

De mal talente subía hasta el templo del centauro, del sabio, del tocado por los dioses: Aioros, y en momentos como ese, sólo iba a verle para obtener  la osadía de los hombres guerreros, el mundo del placer y su saciedad calamitosa.

 

Sus labios carnosos… deshacerlo en un beso como la muerte, aplastarlo, comérselo en un delirio hambriento, hacerse desaparecer hasta la absorción recíproca y total. Va imaginando el encuentro sexual extendiéndose así hasta su conclusión, en la emoción sensual, deslumbrante como la amplitud majestuosa de un oratorio.

 

La fuerza del cuerpo entregada por completo a su placer.

 

Porque en ese sometimiento, en esa franca agresión sexual, encontraba la manera de castigarle por ser mejor, por ser perfecto y por demostrarle que no es un sacrosanto hijo del fuego, sino un depravado ansioso por ser follado y venirse como loco.

 

Pasó francamente agresivo por el templo que le separaba de su destino: Capricornio, y aunque Shura no le cerró el paso, tampoco le invitó a continuar, dejaron entrever la antipatía que sentían el uno por el otro…

 

El hecho de pensar en todo lo que le haría a Aioros había bastado para endurecer su sexo hasta el borde del dolor, la ropa le apretaba tratando de contener la visible erección.

 

Las puertas de Sagitario…

 

Se adentró sin anunciarse, con una sonrisa, la vestimenta y el cuerpo parecen indisociables, trascendidos por el andar etéreo, de una soltura sobrecogedora, nueva.

 

Una extraño presentimiento le hizo mantenerse oculto, entre las sombras, incluso disfrazando su cosmos al máximo… y había hecho bien… gemidos, susurros, pequeños ronroneos que provenían de la cámara privada…

 

Pequeña puta…”, pensó para sus adentros, a saber con quién carajo se estaba revolcando Aioros.

 

Conocía a su acompañante, lo conocía, le era familiar… antes de verlo ya lo había reconocido… se apresuró con el corazón trémulo… se apresuró para morir ante la imagen…

 

Aioros de rodillas, con las manos apoyadas en el piso jadeaba, emitía esa clase de ruidillos que él conocía, así a cuatro puntos se sometía a los deseos de otro hombre, era nada más y nada menos que Kanon, su otra mitad, su gran secreto.  Se lo follaba con fuerza, haciendo que los músculos del cuerpo de Aioros se tensaran…

 

De entrada, lo que primeramente deseó, fue matarlos a los dos… despedazarlos y enviar los pedazos a otra dimensión, desaparecer para siempre sus restos, después sintió el dolor de la culpa cuando escuchó al Arconte de Sagitario.

 

—Saga… —murmuró entrecortadamente.

 

¿Saga?”, inquirió.

 

—Menuda broma… estúpido Kanon… —la respuesta era obvia: Kanon se estaba haciendo pasar por él; Aioros febrilmente se entregaba al placer en ese polvo de miedo.

 

Ardió en furia… y la parte más humana que aún le quedaba tembló de desconcierto y de pena, conocía el corazón oscuro y rencoroso de Kanon, sabía con certeza que aquello era otra más de sus jodidas venganzas para hacerle ver que “todo lo suyo le pertenecía”, eso era lo último que le había dicho, “mío, así tenga que destrozar todo lo que está a tu alrededor”… y lo estaba haciendo…

 

Saga tragó saliva, apretó los puños… con todo, no podía dejar de observar, no podía dejar de sentirse fascinado por la imagen de aquella copia suya montándose el polvo del siglo… era como verse a sí mismo follándose a Aioros, y siendo él, como espectador, la síntesis del placer… la erección en su cuerpo no amainó, al contrario, crecía, se endurecía más… le masacraba...

 

Al mismo tiempo su cabello brillante empezaba a volverse ceniciento, ondeaba siniestro a su alrededor mientras la sonrisa espeluznante se dibuja en los labios.

 

—Ya tendré tiempo de encargarme de los dos… —siseó.

 

 

SIDE B

Things could be so different now
it used to be so civilized
you will always wonder how
it could have been if you'd only lied
it's too late to change events
it's time to face the consequence
for delivering the proof
in the policy of truth.

Policy of truth, Depeche Mode.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).