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Guardería. por KyuHyunnieHae

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Notas del fanfic:

Es un regalo que les hice :c me costó mucho adaptarlo, es dificl cuando es un manga o un Doujinshi. Lo hice 2min porque quedaba perfecto. Amenlo como yo lo hice <3 ;; y valoren mi esfuerzo, me dolio la mano.

ESTOY DE VACACIONES Y PRONTO ACTUALIZARÉ TODAS MIS COSAS. <3 

Notas del capitulo:

Pronto actualizaré todos mis trabajos, ahora que tengo pc y tiempo.

Muchos besos y amor.

 

Paciencia para mi ;A;

Guardería.

El día parece bastante normal en la guardería, los pequeños niños corrían de un lugar a otro luego de una reponedora siesta acompañada de los únicos adultos de aquel recinto. Sin embargo, Choi Minho, el más joven de los "maestros" se encontraba allí, absorto de los gritos de los pequeños, colgando las mantas húmedas que recientemente habían lavado a causa de los más pequeños.

"¿Cuándo dejarán de orinar mientras duermen?" Se cuestionó con diversión, colgando la ropa sin mayor interes que ese, aunque su calma se vio interrumpida por unas pequeñas manos que jalaban de aquel delantal que se le estaba obligado a usar.

-¡Minho Hyung! -Chilló el pequeño al captar la atención del alto, que más que sonreírle le miró aún sosteniendo una de las mantas, un tanto despreocupado-. ¿Qué haces, hyung?

-¿No te lo imaginas viendome? -Inquirió el alto con una ceja alzada, logrando que el pequeño niño inflara los mofletes-. Ay, Taemin.. -Resopló derrotado-, Estoy secando las sábanas, tú y los otros niños siempre las orinan encima.

El pequeño Taemin cubrió su rostro sonrojado con sus palmas, entrecerrado los ojos levemente apenado por la aclaración de su mayor. A Minho le causaba ternura, pero claro, eso el menor nunca lo sabría.

-Lamento muchísimo todo esto -Susurró Taemin-. No quiero causarle problemas a mi futuro esposo... Voy a echarle una mano.

Las palabras de Taemin siempre eran tan inocentes que Minho las dejaba pasar, a penas curvando una sonrisa y dejando que las pequeñas manos de Taemin se aferraran a las mantas para recibir su ayuda, siempre atento a él, a sus movimientos. Choi ya se había acostumbrado.

-Asegúrate de que estás agarrando fuerte el lado -Anunció Minho con voz rasposa, mientras miraba por el rabillo del ojo como Taemin jalaba la tela.

Era demasiado pequeño a su lado.

-¡Si, señor! -Exclamó el más bajo, como si realmente fuera de ayuda sus movimientos.

Lee Taemin era el más cercano a Minho en la guardería, desde que había llegado hace unos meses se pasaba colgado a Choi, dejando de lado a las maestras e incluso a sus compañeros, pero a Minho no le molestaba, su presencia ya era algo de lo cual se había acostumbrado a pesar de aquel excesivo amor que el castaño parecía mostrar mayor parte del tiempo hacia el alto. Era adorable, extremadamente adorable... y hay que decirlo, raro.

-Taemin.. -Pronunció el alto al inclinarse a la altura del pequeño, captando su total atención-. Hoy te has traído una sola bola de arroz de la tienda, ¿verdad?

La expresión del menor cambió rotundamente tras oír las palabras salir de la boca de su mayor, cayendo en cuenta de ello.

-¿Tu madre se durmió accidentalmente?

-Yo no tengo una mamá en casa.... -Susurró Taemin, sin mayor interés y Minho sintió como un balde de agua fría caía sobre él. Con razón nunca veía a la mujer venir a dejar al niño, solo a un hombre corpulento y de mirada dulce, como la de Tae.

-Hoy mi padre a ido de viaje de negocios.. Así que no tenía tiempo para hacerme el almuerzo. -Un pequeño puchero adornó los labios del niño.

-¿De viaje de negocios? -Cuestionó Choi-. ¿Eso significa que hoy no vendrá a casa? 

El castaño se apresuró en contestar esta vez.

-No volverá hasta muy tarde, pero.. puedo quedarme solo e ncasa...

Lee Taemin, un pequeño de tan solo cinco años queriendo ser independiente. "Curioso", pensó Minho.

-Ya veo...

***

La tarde en la pequeña guardería, o jardín como solían decirle algunos, pasó entre varios juegos y bromas entre los pequeños niños, pero ya se había hecho tarde por lo que la hora de despachar a todos los integrantes se había presentado, claro que se habían marchado por secciónes, y presicamente la de Minho había sido la última, con tan solo unos siente niños a su disposición, Taemin era uno de ellos.

-Te cuídas, Kyungsoo... hazle caso a tu madre, hm... -Pronunció al alto tras alborotar los oscuros cabellos del penúltimo niño que había despachado, su madre lo esperaba sonriente en la puerta del recinto.

Cuando se giró para ingresar nuevamente al interior de la casa, Taemin había recién salido, con esa sonrisita característica suya y sus mofletes en alto a la espera de que Minho le mimara un poco.

-Um... Yo también me voy a casa -murmuró Lee, tambaleándose sobre sus talones-. ¿Podemos despedirnos...?

-Tae.. ¿Podrías esperar un poco? Hasta que termine el trabajo... -Dijó al inclinarse para poder observarle-. Luego, podemos ir a casa juntos.

-¿Vas a llevarme a casa?

-No. Tú vas a venir a mi casa.

Taemin cambió su expresión al abrir sus ojos como platos tras oír aquellas palabras salir de la boca de quien, se suponía, era su "amor platónico", quien cuidaba de él día a día, de manañana a tarde. Le parecía extraño y emocionante a la vez.

-Ya he hablado con tu padre al respecto -Aclaró al no recibir respuesta de su reciente información-. Puedes venir conmigo siempre y cuando te traiga mañana a la guardería.

Taemin parpadeó tupido, sin prestar mayor atención a las palabras del alto, solo había entendido el "Tú vas a venir a mi casa" y desde allí, dejo de escuchar, y al parecer Minho lo notó.

-Presta atención cuando la gente te habla.

-¡Espera! Aún no hemos tenido nuestra primera cita...

-¿Qué? -Exclamó Minho ante las acusaciones del menor.

-¿De repente vas a llevarme a tu casa? -Volvió a ignorarlo-, ¿No estás yendo demasiado rápido?

Minho alzó las cejas y separó los labios para aclarar las supuestas suposiciones que la pequeña e inexperta mente de Taemin había creado en su cabeza, sin poder dar crédito de eso.

-¡Espera! Creo que no llevo puesto los calzoncillos de la suerte -Chilló Taemin al darle la espalda al mayor, entre alarmado y nervioso, revisando bajo sus pequeños pantalones para ver si su ropa interior de esta mañana estaba intacta, pero no, solo encontró los de repuesto-. ¡No, solo tengo los de cambio! ah~

-Es porque te has meado en la cama.. -Susurró Minho, logrando que Taemin se cubriera el rostro debido a la vergüenza que estaba pasando con aquel que era el "amor de su vida"-. No importa... Te quedan bien.. -Agregó Minho ante el bochorno del pequeño, levantandose para ingresar a la recidencia e ir por sus cosas, restandole importancia al lio mental que parecía tener Taemin-. Prepárate para irnos y espérame...

Taemin se sentó en la escalera fuera de la puerta de entrada, golpeando sus pies contra sí al esperar mientras el mayor se arreglaba. Sentía su corazón retumbar en su pecho, sintiendolo en sus oídos mientras sus mejillas seguían calientes y rojas. Era su primera "pijamada", la primera fiesta de pijama con aquel joven.

***

-¿Nos vamos?

Minho apareció justo tras de Taemin, pasando a su lado y estirando una de sus manos hacia él luego de cerrar la puerta. Vestía impecable, sin el delantal celeste y esas ropas blancas que opacaban su masculinidad. Era la primera vez que Taemin le veía con ropa deportiva y fuera del recinto y ya le había encantado aún más.
Sin dudar demasiado, Taemin asintió suave con la cabeza, tomando la mano del alto con la suya pequeña, caminando junto a él, sintiendo nuevamente ese palpitar en sus oídos y sus mejillas exageradamente rojas.

-¿Te apetece comer algo en especial a la cena, Taemin? -Preguntó Minho con cortesía, con la mirada en la acera, ya que caminando llegaba más rápido a su hogar.

-¿En serio? -El pequeño alzó la mirada hacia el alto, con los ojos brillantes de emoción-. Ooh... Hm... ¡Quiero hamburguesas!

-Denegado.

Así como su emoción apareció, su fue tras la negativa del alto. ¿Qué no podía ser dulce siempre como lo era en la guardería?

-Es un lío hacer eso -Se excusó el mayor-. ¿Debería molestarme en hacerlo?

Taemin formó un puchero en protesta, intentado apartar su mano de la del alto, pero era un esfuerzo vano.

-Mi especialidades son el arroz frito y la carne azada -Aclaró-... Me gusta el arroz.

Los pasitos de Taemin se hicieron torpes de un momento a otro, observando como el alto le guiaba por la acera a paso lento y seguro, no como el propio que parecía más sumiso y delicado.

-Hyung... -susurró Taemin-. Si nos cogemos de las manos y caminamos así... ¿No crees que parecemos una pareja...?

-Su mirada se desvió ante su pregunta, avergonzado.

-Nop -Cortó Choi-. Da igual como lo mires, parecemos padre e hijo.

-Oh... -La desilución se dibujó en su pequeño y angelical rostro, aflojando el agarre de su mano mientras el moreno la hacía más firme. Las emociones del menor parecían estar en una montaña rusa.

-Taemin... ¿Realmente te gusto tanto? -Y esa era la pregunta que Minho siempre se cuestionaba ante el hostigamiento del castaño, de sus abrazos y de sus comentarios en plena clase o incluso entre sueños.

-¡SI! -Taemin no parecía avergonzado en admitirlo a pesar del sonrojo.

-...Exactamente.. ¿Qué es lo que te gusta de mi?

Y las preguntas continuaban. ¿Era normal todo eso? Minho creía ser solo un capricho de un niño y eso se mantenía en su cabeza.

-Uhm.. ¡Eres amable! -Exclamó el pequeño con la mirada en el alto-, y eres tan cool.. También eres alto... ¡El mejor de todos!

-Hm.. ¿Qué más? -La sonrisa en los labios de Minho aparecía con discresión, oculta ante la mirada lejana del pequeño.

-Oh... ¡Eres tan guapo, como un principe!
Minho soltó una carcajada y negó con la mirada, ingresando al interior de su residencia, mientras Taemin parecía saltar de emoción al haber llegado ya a tan deseado destino.

-Ya hemos llegado... -Minho introdujó la llave en la cerradura al soltar la mano del menor, mirándole con un poco de atención-. Las paredes del apartamento son muy finas, así que no metas mucho ruido.

-¡Yey! Voy a entrar.. -Taemin corrió al ingresar al apartamento del mayor, seguido del mismo que le dedicó una sonrisa antes de cerrar la puerta.

-Haré la cena en seguida, si quieres puedes sentarte allí...

-Señaló con una de sus manos un pequeño sofá que daba cerca de la puerta de su habitación antes de dirigirse a la cocina dejando al menor allí, solo e inconscientemente inquieto.

-El cuarto de hyung.. -Murmuró Taemin entre dientes al acercarse unos pequeños pasos, asomándose por la puerta al vislumbrar un pequeño montón de ropa junto a la cama.

Encontró curioso que el mayor mostrara cierto desorden en su hogar cuando en el jardín era tan atento y ordenado. Con cautela husmeó y se acercó al interior de la habitación del mayor, dejándose caer de rodillas y hundiendo sus manos sobre la ropa de alto.

-¡Hyung, hyung! -Chilló Taemin al girar el rostro, sin ver al mayor cerca.

-¿Qué quieres? -Gritó Minho desde la cocina, asomándose a penas desde el umbral, sin poder ver más allá.

-¿Puedo doblar la ropa que tienes aquí? -Las manos de Taemin seguían husmeando entre la ropa del mayor.

-Ah... ¡Te lo encargo! -Parecía abusar de las intenciones del pequeño, pero ya que lo había traído casa bien que podría ser de ayuda mientras cocinaba.

Ante la positiva que el mayor le había otorgado tomó una a una las prendas, doblandolas sin mucho cuidado con sus torpes manos hasta que vió una prenda oscura que captó totalmente su atención por la forma de esta.

"Esos son.. los calzoncillos de hyung" Pensó de forma fugaz, tomando la prenda entre sus manos con algo de miedo, acercándola dismuladamente a su rostro.

-Oh... -Pronunció ante el aroma dulce que expelía la prenda, olor a hombre, muy diferente al suyo. Se había quedado absorto oliendo la tela de ropa que ni cuenta se dió cuando el mayor apareció tras de él, pillándolo en plena acción "extraña".

-Tae...

-Tus.. tus partes bajas huelen mucho a flores.. -susurró Taemin para si mismo, sin sentir aún la presencia del mayor, hasta que una mano se posó sobre sus cabellos.

-Es el aroma del suavisante...

Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, asustándolo y haciendo soltar la prenda más que avergonzado, levántandose al instante del suelo para casi huír de la mirada del alto.

-La cena esta servida.

Pero como siempre, Minho lo dejaba pasar.

***

-¡Gracias por la comida!

Minho y Taemin degustaban del delicioso plato de arroz y carne que el mayor había preparado en ese momento con bastante esmero, dejando todo en una perfecta cocción que parecía casi portada de revista culinaria, sin dejar atrás que estaba delicosa, o eso demostraba Taemin con cada bocado que parecía tragar con desesperación.

-¡Está delicioso! -La voz baja y dulce de Lee, combinada con el hecho de que su boca estaba llena de comida hizo que sonara más divertida y adorable, y eso Minho lo demostró con una sutil sonrisa en sus carnosos labios.

-Me alegro que te halla gustado -Admitió el alto.

-Serás un buen esposo.. -"Mi esposo."

-...Eso.. ¿Ha sido una propuesta? -Bromeó Choi, con la mirada serena mientras llevaba un trozo de carne a su boca.

-Sí, eso es -Admitió el pequeño.

-Hyung.. ¿Quieres casate conmigo cuando sea adulto? -Otra vez sus ojitos brillantes y esa emoción en su voz. Pero Minho permanecía igual, casi exceptico.

-Creo que -Comentó-, ates de que te vuelvas un adulto, tus sentimientos habran cambiado. 

Su respuesta tenía lógica adulta y madurez, pero la cabecita de Taemin no comprendía, en ese instante al no recibir un "si" como respuesta le habia hecho sentir enfadado, como si todas sus muestras de afecto no fueran suficientes para demostrar lo que sentía por su mayor. 

-¡Mis sentimientos no van a cambiar! -Exclamó seguro, apoyándose sobre la mesa con la mirada fija en el moreno, desafiante-. Hablo muy enserio. ¡Por favor no me hagas a un lado y tengas aventuras a mis espaldas! -Chilló cual mujer casada, sumergido en esa fantasía en su cabeza. Esa fantasía de niño enamorado de un adulto.

-No estoy en ninguna relaciónm ni estoy engañando a nadie -Aclaró Choi, moviendo su arroz de un lado a otro.

¿Tan dificil era cortarle las alas a la ilusión del pequeño? Al parecer si.

-Eso.. me preocupa.. -Taemin bajó la mirada, decidido a lo que diría-. Es porque coqueteas con todo el mundo -Exageró-. como una puta.

"¿Puta, me dijo puta? ¿Qué clase de niño dice eso?"

-¡Oye, pequeña mierda! ¿Qué acabas de decir? -Cuestionó el moreno con el ceño fruncido y la mirada nada tranquila ni mucho menos dulce.

-Parece que no pierdes el tiempo en encariñarte con gente

-Continuó Lee, bastante celoso.

-Para tu información, Taemin. Mi sentido de la virtud no es tan débol como tu crees,

-Bueno, entonces prometamos que no vas a engañarme -El castaño alzó su mirada inocente hacia el alto que parecía mirarle perplejo ante sus cambios de comportamiento.

Choi resopló, rendido al razonar con el niño.

-Vale, prometo que no voy a enrrollarme con nadie...

Taemin estiró su diestra por sobre la mesa e indicó al mayor que lo hiciera, jutando su pequeño meñique junto al del mayor.

-Promesa del meñique jamás debe ser quebrantada, eh.. -

Advirtió con su sonrisa de niño mimado.

***

Minho estiró los brazos y sacudió un poco sus cabellos antes de introducir los pies en la cama al igual que el resto de su cuerpo, haciendose a un lado mientras observaba como Taemin seguía allí, de pie en el umbral de la puerta con ese camisón que el mismo le había prestado.

-¿Qué pasa, Tae? -Preguntó con los ojos entrecerrados, un tanto somnoliento al ver que el menor parecía dudoso al acercarse.

-Uhm.. Creo que eligiré dormir en el suelo.. -murmuró Taemin, frotando con sus pequeñas manos sus ojos.

-¿Y ahora por qué de pronto te sientes tan avergonzado? -Minho le miró con la mirada seria al sentarse sobre la cama y levantar las cobijas, sin dar crédito a la extraña timides que Taemin parecía demostrar en ese momento-. Siempre dormimos la siesta juntos en la guadería. Venga, entra.

-Pero... La guardería y tu casa no son lo mismo -Se defendió Taemin acariciando su brazo con su mano derecha.

-Vale.. entonces tu duermes en la cama, y yo en el suelo. -Suspiró el alto al mostrar intenciones de salir de la comodidade su cama.

-¿Qué? -Parpadeó Lee antes de acercarse rápidamente a la cama, negándose ante la idea-. N...No.. No lo hagas. Es tú casa, así que... ¡Por favor duerme en la cama!

Minho soltó un bufido bajo y jaló al menor contra la cama, logrando que el pequeño cayera de bruces contra su regazo, chocando justó ahí, entre sus piernas, alzando el rostro avergonzado, con las mejillas llenas de aire y el rostro en estado de ebullición, sin nombrar el hecho de que su respiración ya se había hecho irregular.

-Ay.. Taemin, nunca cambias -Balbuceó el alto alborotando los cabellos claros de menor, acomodándose en la cama para darle espacio al menor a acomodarse-. Deberías dormir tranquilamente... Olisqueas la ropa interior de las personas como si nada, pero luego como un pequeño imbécil, actuas de forma extraña -Murmuró cansado, ante la mirada atenta del menor que parecía no comprender. Y esa era una ventaja, si no.. Taemin pasaría llorando.

-Uhm...

-Ya.. duerme.

Taemin asintió con levedad al ver como el alto le daba la espalda y se acomodaba en la cama, pero él no, seguía allí, mirando el techo una vez que se recostó, con los ojos abiertos y sintiendose nuevamente inquieto al tener al mayor tan cerca.

-Oye.. -Murmuró bajo-. ¿Sigues despierto?

-Si.. -refunfuñó Minho-. ¿Qué quieres?

-¿Te importaría acariciarme el estómago, como cuando haces durante la siesta?

El moreno soltó un suspiro y pensó antes de voltearse, quedando de costado junto al menor, apoyando su brazo sobre la colcha para sostener su cabeza mientras su mano restante se acomodaba sobre el regaso del menor, justo sobre su pequeño vientre, dejando sutiles caricias, mientras la mirada del menor seguía pegada a la de él, suspirando por ello.

-Tienes que dormir -Inquirió Choi.

-Hyung... -Le ignoró-. ¿Mañana también voy a quedarme aquí? -La esperanza salía desde sus labios, esperando una positiva.

-No, tu padre volverá mañana. Así que volverás a tu casa.

-Uhm... Supongo que la única opción es casarnos -Balbuceó para si, mientras la expresión de Minho volví a cambiar tras oír una vez más las incoherentes alucinaciones del menor y su obsesción con él.

-¿Para qué? -Preguntó sin pensarlo.

-Así siempre podré quedarme contigo -murmuró el pequeño ocultando la mitad de su rostro bajo las mantas.

-Ni hablar -suspiró el alto-, no quiero tener que vivir en un lugar tan pequeño como este después de casarnos -Y las palabras seguían saliendo antes de que pudidera filtrar o pensar bien las cosas... Tan solo hablaba, por hablar, por instinto.

-¡HYUNG! -Chilló el pequeño Lee, justo cuando Minho había vuelto a su posición inical sobre la cama, dispuesto a dormir-. Eso significa.. ¿Qué has aceptado?

-Metes demasiado ruido, ya duermete. -Ahora era el alto quien ignoraba las exigencias de atención del menor.

-¡No voy a causarte problemas! Así que podríamos abandonar esta diminuta pocilga y construirnos una casa de en sueño..

Minho sonrió para sus adentros, entre medio dormido y despierto, escuchando la voz chillona y baja del menor a su lado, pudiendo imaginarse en su cabeza, sin siquiera mirarlo, la emoción dibujada en las finas y lindas facciones del pequeño más ese rubor que caracterizaba a Taemin.

Lo meditó, lo estaba meditando... y eso no parecía ser malo, al menos no en ese momento. Una vida con Taemin.. ¿Por qué no?

-Si me dices lo mismo otra vez, dentro de diez años... Entonces podría pensarmelo.

Sí, acepto. Y claramente Taemin no pudo ocultar la emoción en chillidos fuertes, removiendose sobre la cama antes de abrazarse casi como un koala al cuerpo del alto, repartiendo besitos en su espalada y cabello, pero Minho parecía no reaccionar ante sus encantos inocentes e infantiles, por la simple razón que Taemin, seguía siendo un niño.

-Ya.. Taemin, duerme...

-¡Hyung! Lo que acabas de decir, ¿Podrías dejarlo por escrito? Ya sabes... por si luego cambias de opinión...

-¡Que ruidoso! Ah..

-¡HYUNG, MINHO HYUNG!

Taemin seguía molestando a Minho, se subía a su cuerpo y lo jalaba para que no se durmiera, para que le contestara, se quedara con el, lo mimara pero por sobre todo.. lo esperara esos diez años que parecían estar más cerca. O eso creía Taemin.

Fin~

Notas finales:

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