Between Heaven And Hell
CAPÍTULO 20
La zozobra carcomía a Jung Yunho, ¿Jaejoong estaba bien? El barco que se había hundido era el mismo en el que viajaría Jaejoong, ¿podría el destino ser tan cruel y arrebatarle por completo a la persona que tanto amaba?
El tiempo está llorando en tu pequeño corazón
Esto detendrá nuestro tiempo y mis sueños
¿Puedes ver las lágrimas fluyendo desde tus ojos?
Cuando el alma sale de tu cuerpo
Así que estás fuera por este tiempo
Intentó calmarse a toda costa y llegar a su habitación fingiendo estar bien para no preocupar a su familia. Lo primero que hizo fue conectarse a internet y buscar más noticias sobre el hundimiento del ferry, debía estar seguro de que realmente fuera ese el barco en el que Jaejoong viajaba.
La noticia se estaba difundiendo rápidamente por los medios, y había transcurrido una hora ya desde el infortunio. Uno de los artículos que encontró en la red fue éste:
<<El barco, de 6.800 toneladas, circulaba sobrecargado cuando se hundió. Los equipos de rescate han recuperado hasta el momento 289 cadáveres, aunque once personas continúan en paradero desaparecido.
La Oficina de Auditoría e Inspección asegura ahora que el organismo encargado del registro e inspección de los barcos no realizó las comprobaciones de seguridad oportunas. La Guardia Costera, por su parte, no mantuvo una comunicación adecuada con el ferry y cometió errores en la operación de rescate con los pasajeros, según la agencia oficial.
Hasta el momento nueve autoridades han sido denunciadas por posibles delitos de corrupción y la Oficina de Auditoría e Inspección analiza la posible adopción de medidas legales contra otros 40 funcionarios que podrían ser responsables indirectos del accidente.>>
Desesperado, se llevó una mano a la boca intentando reprimir el nudo que se hizo en su garganta y las lágrimas que estaban por caer; y meneó la cabeza. No quería pensar lo peor, y esperaba que aunque fuera, Jaejoong estuviera entre los once posibles sobrevivientes. Estaba seguro de que no concebiría su vida sin Jaejoong, aún quería pensar que el pelinegro estaba a salvo aunque ni él podía estar seguro de que realmente fuera así y las posibilidades fueran pocas.
Muchas veces
El amor nacerá de nuevo
Siempre regresa desde el doloroso profundo interior
Hasta que enfrentas la verdad
Y lentamente camina conmigo de manera habitual
–Dos horas antes. Nagoya, Japón–
Cuando el pelinegro estaba por abordar el barco unos hombres le prohibieron el paso a él y a otros pasajeros.
–¿Qué sucede? –Jaejoong estaba confundido y Hyunjoong observaba la situación de cerca.
–Lo sentimos, señores pasajeros –se disculpó una muchacha que trabajaba en la central de la Guardia Costera japonesa –hay sobrecupo en este barco, por eso les ofrecemos otra manera de viaje: tomar dos barcos, uno desde aquí hasta Tokio y otro hasta Busan, su destino final. Nos disculpamos por las molestias.
Algunos pasajeros se quejaron, otros como Jaejoong sólo se resignaron, lo que le interesaba al chico era regresar a Corea. Y el ferry Shinee partió con 300 pasajeros a bordo mientras Jaejoong esperaba por algún otro barco que pudiera dirigirlo a su Patria.
–Vaya… –suspiró Hyunjoong, acercándose al pelinegro –parece que tendrás que esperar un poco más.
–Eso parece –se resignó –sólo espero que todo salga bien, esto empieza a ponerme nervioso.
–¿Qué es lo que te pone tan nervioso?
–Que nos atrapen, que te metas en problemas por mi culpa, o peor aún…. Que no pueda salir de aquí. –Se desesperó.
–Cálmate, todo saldrá bien.
–Eso espero, Hyunjoong, porque no sé qué haré entonces –bajó la mirada, desanimado.
–Realmente le amas, ¿no? –Comentó de repente.
–¿Huh? –Le devolvió el atisbo de inmediato.
–A ese chico que llamaste… realmente lo amas.
El pelinegro guardó silencio.
–Lo lamento, nuevamente me estoy inmiscuyendo en tu vida –hizo una reverencia –no volverá a pasar.
Un silencio apareció.
–Lo amo –contestó repentinamente –lo amo tanto que probablemente iré al infierno.
–¿Al infierno? –Le miró confundido.
–¿Haz escuchado la historia de Orfeo?
–¿Hablas de esa en la que un hombre recorre el infierno para encontrar a su esposa pero mientras lo hace no puede mirar hacia atrás?
–Ajá. Orfeo no cumplió la orden de los dioses, miró hacia atrás y perdió a su esposa, al final murió anhelándola.
–¿Quieres morir o algo? –Bromeó, no le gustaba ver a Jaejoong sumido en la melancolía.
Jaejoong sonrió y le dio un pequeño empujón al rubio.
–No seas tonto, es que me siento igual que Orfeo.
–¿Como un idiota desobediente? –Volvió a bromear, le gustaba ver sonreír al pelinegro.
–En realidad, sucede que lo amo. Lo amo aunque los demás puedan pensar que este es un amor que no sirve para nada. Lo amo tanto que sería capaz de venderle mi alma a alguna clase de ser de la oscuridad con tal de que él sea feliz. Lo amo infinitamente. Lo amo tanto, que definitivamente iré al infierno.
Estaré contigo
Nunca he amado a nadie así antes
En cualquier momento, Cada vez
Quiero estar contigo
No quiero decir adiós
Tengo miedo de perder tu amor
Nunca podré vivir sin ti
Pero mi tiempo no lo perdona
Kim Hyunjoong no pudo evitar sentirse extraño al escuchar las palabras de Jaejoong, ¿Por qué se sentía de esa manera tan rara? No tenía idea.
Repentinamente un chico con un chaleco naranja corrió hasta los guardias de seguridad de la estación marítima.
–¡El ferry Shinee se acaba de hundir! –Le escucharon decir los dos chicos a lo lejos –las labores de búsqueda y rescate han iniciado.
Acabó de pronunciar tales palabras cuando llegaron diferentes entidades como socorristas, Guardia Costera, Policía y demás.
–¿Cómo que se hundió? –Jae estaba inquieto, quería obtener respuestas, le preocupaba que además su escape se viera afectado.
–Aún se están investigando las causas del hundimiento, pero mientras eso sucede, no es seguro navegar.
–¿Cómo que no es seguro? ¡Tengo que llegar a Corea a como dé lugar! –Jaejoong estaba enloqueciendo, cada noticia parecía un golpe peor.
–Jaejoong, cálmate, por favor –Hyunjoong apareció a su lado y le habló con voz tranquila –ya te dijeron que no es seguro, es por tu bien.
–No me importa nada, incluso si la marea está alta y los fuertes vientos soplan, ¡tengo que regresar! Yunho me está esperando, ¡tengo que salir de aquí! Yo…
Las lágrimas se acumularon en los ojos del pelinegro, lleno de impotencia y frustración.
–Escucha, Jaejoong –tomó el rostro del mencionado entre sus manos para hacer que le mirara–, si tanto amas a esa persona, deberías cuidar primero de ti mismo. Porque si te ama tanto como tú a él, seguramente no querrá que estés en peligro.
–Pero… –Se quebró.
Hyunjoong lo abrazó. Así, sin más, instintivamente, como si estar a su lado y consolarlo fuera su trabajo.
Y aunque Jaejoong quiso rehusarse, Hyunjoong no dudó en conducirlo al auto y llevarlo de regreso a la propiedad Kim, su plan de escapar se vio frustrado.
–¿Qué haré ahora? –Musitó mientras iban de camino.
–Todo estará bien, Jaejoong, hoy no se pudo, pero podrás regresar de alguna u otra manera en el futuro.
–¿Cómo lo sabes? ¿Qué tal si mi padre planea mantenerme aquí por mucho más?
–Piensa cosas positivas, no todo está perdido.
–Ay, Hyunjoong… –negó con la cabeza y miró vagamente por la ventana –cuando has vivido las cosas que yo, no piensas en cosas positivas. Ahora sí que estoy perdido…
Y lo estaba, porque ahora Yunho estaba enloqueciendo de la angustia, sin saber si seguía con vida o no.
No puedo entender porque mi corazón se cierra
Y no te puedes ir de mi alma
Tu amor permanecía igual
Sintiendo la voz resonando desde el futuro
Llorarás con sentimiento desde el alma
Tengo este amor y a ti por todos los medios
Cuando llegaron, el mayordomo Kim los estaba esperando y no parecía muy contento que digamos.
–¿Por qué tardaron tanto?
–Lo sentimos, señor Kim –intervino Jaejoong –le pedí que fuéramos a dar otro paseo.
–Ya veo… señor Kim, es muy tarde ya, puede retirarse a dormir.
–Sí –fue lo que contestó antes de alejarse lentamente, esperando que su amigo no estuviera en problemas por su culpa.
Y en cuanto se hubo metido en su habitación, el mayordomo Kim no dudó en increpar a su hijo con la mirada.
–¿Adónde fueron, Hyunjoong?
–Estábamos en la Torre de TV, padre –contestó el rubio.
–¡Mientes! –Gritó –Estuve allá hace poco y ustedes no estaban por ninguna parte, tampoco en los alrededores.
El chico guardó silencio, nunca fue bueno mintiendo y tampoco le gustaba hacerlo.
–También hallé un teléfono nuevo en tu habitación y una llamada a Corea en los registros –continuó el mayordomo –dime, Hyunjoong, ¿exactamente qué traman ustedes dos?
–Nada, padre. Llamé a un viejo amigo, eso es todo.
–¿Qué amigo?
–Uno que no conoces, basta de tratarme como un chiquillo, por favor.
El mayordomo Kim hizo un gesto de molestia.
–Sabes que estaré es muchos problemas si no se acatan las órdenes del señor Shin Hyo, ¿verdad?
–Sí, señor.
–Espero que te quede lo suficientemente claro. No me decepciones, por favor.
–No lo haré, padre.
Pero sin saberlo, Kim Jaejoong estaba despertando un extraño sentimiento en Hyunjoong, uno que lo instaría a ayudarlo y protegerlo incluso por encima de sus propios intereses personales.
Todo el tiempo
El amor nacerá de nuevo
Siempre regresa desde el doloroso profundo interior
Hasta que enfrentas la verdad
Y lentamente camina conmigo de forma habitual
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Así pasaron dos días y las labores de búsqueda continuaban, ya incluso habían identificado gran parte de los cuerpos, como Yunho sabía que el plan de escape de Jaejoong era un secreto, no le contó a nadie y soportó solo la pesada carga de morir por dentro sin tener noticias de Jaejoong, sin saber si se mantenía con vida o no. Pero no era fácil vivir con la angustia, día a día sentía que estaba enloqueciendo y sentía que debía hacer algo a como diera lugar.
Una noche su padre llegó a casa con un semblante no muy bueno, estaba pálido y parecía que incluso estaba temblando.
–¿Estás bien, cariño? –La señora Min Hee estaba preocupada al ver en tal estado a su esposo.
–S-sí… –apenas y logró decir –todo está bien.
Yunho también se inquietó por su padre; como si no tuviera suficientes preocupaciones ya…
Min Hee le llevó un té, y Dae Shik se sentó en el sofá de la modesta sala de estar, BoA se sentó a su lado, intentando calmar a su evidentemente alterado padre.
–¿Sucedió algo malo hoy, padre? –Indagó Yunho, sentándose al otro lado, junto a su padre.
–Parece que no he vivido lo suficiente, hijo.
–¿A qué te refieres?
–Hoy he aprendido de lo que son capaces las personas con tal de alcanzar sus objetivos.
–¿De qué hablas?
Dae Shik bebió de un trago lo que le quedaba de té y negó con la cabeza.
–He tomado una decisión –parecía resuelto.
Hizo una pequeña pausa, como si aún dudara lo que estaba por hacer.
–¿Qué decisión? ¿Qué sucede, padre?
Y antes de que alguno pudiera replicar algo más, toda la familia Jung se halló en la sala de estar de la mansión Kim, frente a una señora Suk Won que parecía confundida con la repentina decisión del señor Jung Dae Shik.
–¿Por qué quieres renunciar tan repentinamente? –Indagó la señora Kim.
–Lo lamento, señora Suk Won. –Contestó respetuosamente Dae Shik –Agradezco su hospitalidad pero creo que es lo mejor.
La anciana suspiró largamente y se encogió de hombros.
–No es lo que desearía pero respeto tu decisión, aún así, debes saber que las puertas de esta casa siempre estarán abiertas para tu familia y para ti.
–Muchas gracias.
En esas Kim Shin Hyo llegó, parecía haber estado bebiendo; con las mejillas sonrojadas y la ropa algo revuelta, como un ebrio empedernido.
–¿Qué pasa aquí? –Articuló entre arrastrando palabras – ¿Por qué todos los Jung están aquí? ¿Hay una reunión de la que no me avisaron o algo?
Suk Won hizo una mueca de desagrado, el comportamiento de su hijo le parecía vergonzoso.
–Los Jung abandonan nuestra casa, el señor Jung está renunciando.
–Oh… ¿es así? ¿Nos dejan?
–Lo siento, señor Kim –habló Dae Shik –agradezco la oportunidad que nos brindaron y toda su colaboración –hizo una reverencia antes Shin Hyo.
Kim entrecerró los ojos un poco y puso una expresión suspicaz.
–Por cierto, Dae Shik… ¿Dónde dejaste las llaves?
–En su estudio, señor, en el lugar de siempre.
–Bien.
Y sin más, el viejo se dirigió a su estudio, sin siquiera preocuparse por una despedida cortés ni nada por el estilo.
La señora Suk Won negó con la cabeza y regresó la mirada a los Jung.
–Por favor disculpen a mi hijo, no sabe cómo comportarse a veces.
–Descuide, señora. Muchas gracias por todo.
–Si algún día necesitan ayuda, no duden en hacérmelo saber.
–De acuerdo, gracias de nuevo.
Sin estar muy seguros del por qué tenían que abandonar la casa de los Kim, Min Hee, BoA y Yunho hicieron una respetuosa reverencia y agradecieron a Suk Won antes de regresar a la que había sido su morada y empacar sus cosas.
–¿De verdad nos tenemos que ir? –Indagó la joven BoA –este lugar ya me gusta….
–Lo siento, hija –contestó Dae Shik –pero es necesario que nos vayamos.
Afortunadamente los señores Jung eran unos excelentes trabajadores y consiguieron un nuevo trabajo en otra mansión, esta vez era la de los Choi, una buena familia de personas nobles y gentiles a pesar de ser muy adinerados también.
Las clases estaban a punto de acabar y Yunho se encontraba en la biblioteca del colegio, pendiente de las últimas noticias respecto al ferry Shinee. Bien podía faltar al colegio ya que no tenía ánimos para asistir, pero, ¿qué excusa le daría a sus padres? Ellos creían que él estaba bien según lo que aparentaba aunque la realidad fuera otra.
Estaré contigo
No importa cuánto tiempo pase, Te amo
En cualquier momento, Cada vez
Quiero estar contigo
No quiero decir adiós
Tengo miedo de perder tu amor
Nunca podre vivir sin ti
Por siempre
En ese momento llegaron Changmin, Junsu y Yoochun, quienes lo habían estado buscando durante el receso; y es que el castaño había faltado incluso a todas las clases de ese día, todo por estar pendiente de las noticias del ferry.
–Con que aquí estabas –le dijo Yoochun mientras él y los otros chicos se sentaban en las sillas libres de la mesa frente a la que Yunho estaba sentado – ¿Qué es lo que tanto haces?
Yunho no respondió, parecía concentrado.
–¿De nuevo pendiente de las noticias del ferry Shinne? –Indagó Changmin, después de ver la pantalla del ordenador – ¿acaso conoces a alguien que viajara ahí?
Jung lo pensó un momento y al final negó con la cabeza.
–¿Entonces, qué te preocupa tanto? –Increpó Junsu. – ¿Por qué no mejor vamos a comer y…?
–¡Shh! –Yunho lo cortó de inmediato, necesitaba oír esta última parte.
El castaño estaba viendo los informes en vivo de la cadena de noticias internacional CNN, en la cual estaban dando los nombres de los únicos pasajeros que habían encontrado con vida en el ferry Shinee.
“Lee Chae-Jun. Park Gyuri. Kwon Ha-na. Kang Womin. Lee Jaerock. Han Sun Young. Cho Sehun, y hasta hace unas horas, la última sobreviviente: Choi Shinhye. Y eso es todo, las demás víctimas de este fatídico accidente ya han sido nombradas, no obstante aún hay cuerpos sin vida no identificados, a pesar de que se dice que algunos pasajeros se lanzaron al agua en medio de su desesperación y en el intento de salir con vida, pero no se encontraron náufragos con vida en la zona de la tragedia, por lo que se da por sentado que los únicos sobrevivientes son los anteriormente nombrados. Lamentamos las pérdidas de las familias de los fallecidos. Aquí, David Ramírez de CNN Noticias, reportando para que usted esté bien informado con lo que pasa en el mundo.”
Jung Yunho sintió que el mundo se le caía encima. Realmente ya no había posibilidades de que Jaejoong siguiera con vida.
El timbre sonó, anunciando que la jornada de clases había acabado. Acabado, así como toda ilusión en el corazón de Yunho, y toda vaga esperanza de que Jaejoong siguiera con vida.
Ante la mirada desconcertada de sus tres amigos, abandonó la biblioteca y después el colegio, caminando como loco sin rumbo fijo, y es que seguía en estado de shock, no podía pensar claramente, estaba enloqueciendo.
De repente, mientras caminaba, los rostros de las personas comenzaron a volverse borrosos y sus voces distantes, ¿qué sentido tendría su vida ahora que Kim Jaejoong no estaba en ella? No podía vivir sin él.
Nada tenía sentido para él ahora…
No tuvo noción del tiempo y no supo en qué momento había recorrido tanto, lo cierto es que se halló frente a las vías del tren que estaba a punto de pasar por allí a esa hora. Ah, sí, se encontraba en la estación del tren y mientras vio uno de los férreos transitar, se le ocurrió que lo mejor sería poner fin a su vida también, todo acabaría rápidamente si se lanzaba a las vías férreas. Y así, quizás podría encontrase al fin con su amado Jaejoong del otro lado, en un mundo en el que no existiera la tristeza ni el dolor.
Necesito tu amor
Nunca he amado a nadie así antes
Tu sonrisa, Tu alma, por favor una vez más
Podría quedarme. Te amo
El dolor de perder al ser amado
Nunca olvidaré cómo de manera habitual contigo
El tiempo se va-
Versailles –Love will born again
Uno, dos, tres…
Y el tren de las dos de la tarde que viajaba desde Seúl hasta Busan y que acababa de ser abordado, se empezó a acercar al lugar al que el castaño se encontraba a toda prisa.
Ese día, Jung Yunho acabaría con su vida, convencido de que Jaejoong no estaba en este mundo aunque no era así.