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Between Heaven And Hell [Temp. 1] por Niiummy Sarang

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Notas del capitulo:

Hey! Bueno, he regresado después de tanto. Sinceramente lamento haberlas hecho esperar pero es que no tenía acceso a esta página por ciertas cosas y pues al fin pude entrar hoy, son las 12:30am pero pues me estoy trasnochando para entregarles este cap, espero que les guste.

Recuerden que con más de tres Reviews actualizo!

Between Heaven And Hell

CAPÍTULO 7

Pasaron dos meses increíblemente rápido y parecía que Yunho y Jaejoong habían empezado a ser mucho más cercanos que antes, aunque, claro, Jaejoong aun oponía una barrera en ciertos aspectos para no dejar que ni siquiera el mismo Yunho pudiera cruzarla, esa era su naturaleza ahora y parecía difícil deshacerse de ella.

–El amor no existe –declaró un día cualquiera Jaejoong, en medio de una de sus tantas discusiones filosóficas sobre la vida –es sólo una sensación de cercanía, una ilusión, el amor no es real.

–¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? –Refutó Yunho, sin poder creer en las frívolas palabras del otro.

–Es fácil, uno no puede creer en algo que nunca ha visto o experimentado, “ver para creer”, dijo Tomás.

Yunho entrecerró los ojos y rebatió:

– “Es fácil creer en el amor cuando se ama”, escribió Dumas en el capítulo XII de Los tres Mosqueteros, lo cual indica que si nunca se ha amado, es muy difícil o quizás imposible creer en el amor.

–Entonces dime, ¿Qué razones hay para “amar” –hizo comillas con las manos – a alguien? –Terminó cruzándose de brazos.

–Hay muchas razones, no sabría explicarte alguna, el amor no tiene una explicación certera, aunque sí muchas interpretaciones.

–No tendrá explicación porque no existe –sostuvo –es así de simple.

–¿En qué te basas para decir que no existe?

–¿En qué te basas tú para decir que existe? –Giró la pregunta.

–Bueno… yo amo a mis padres y a mi hermana, creo que el filial es el amor más real que existe.

–¿Cómo puedes estar tan seguro de que en verdad los amas?

Yunho enarcó una ceja ante tan atrevida pregunta, ¿Cómo la respondería?

–Todos tenemos una lista de personas prioritarias, ellos están en el primer lugar de la mía –omitió el hecho de que el mismo Jaejoong se encontraba también en aquel primer lugar –cuando están tristes, yo también lo estoy, cuando algo bueno les pasa, yo soy feliz por ellos; los amo sin importarme si me aman de vuelta o no, no espero nada a cambio de entregarles lo mejor de mí, por eso sé que los amo.

Jaejoong guardó silencio, los argumentos del castaño parecían convincentes, sin embargo, había algo de lo que aún dudaba.

–¿Qué hay cuando se traiciona a la persona que se “ama”? –Enfatizó la palabra con cierta sátira – ¿cómo se puede llegar a tal extremo?

Pregunta difícil… pero Yunho siempre encontraba una buena respuesta basándose en lo que había aprendido a lo largo de su corta vida.

–Algunos dicen que el que una persona te ame no significa que no te traicionará; que te traicione no significa que no te ame.

Jaejoong se quedó razonando lo que decía el castaño.

–Con que eso es lo que piensas… entonces, si el amor está construido sobre esta ambigüedad, ¿significa eso que cuanto mayor sea la traición, mayor sea el amor?

Yunho por poco queda sin habla ante el desconcierto que las palabras de Jaejoong le causaron. Al final lo único que pudo rebatir fue:

–De los errores se aprende, todo, incluso lo malo es importante, pero eso sólo lo sabes cuando ya te pasó. El amor también es perdonar, así que no sé si cuanto mayor sea la traición, mayor sea el amor, pero sí sé que si se es capaz de perdonar incluso las cosas más terribles, es amor. Por otro lado… aunque lo queramos o no, siempre nos debatiremos entre el amor y la traición.

–Detesto eso del amor, todas son puras cursilerías de gente chillona.

–Oh, vamos, Jaejoong, ¿tienes que actuar así siempre?

–¿Y tú tienes que actuar como uno de esos románticos chillones que defienden esa tontería del amor?

–Yo creo en el amor porque amo, ¿tú no amas a nadie?

–¿Qué razones tendría para hacerlo?

–Ser amado es maravilloso, esa puede ser una buena razón.

–Y ser traicionado, en cambio, es doloroso.

En ese momento Yunho entendió la indirecta respuesta de Jaejoong: la razón por la que cerraba su corazón y temía amar era que tenía miedo de ser lastimado.

Aquel día, Yunho fue a una veterinaria y compró un gatito café de patas blancas y nariz rosada, el cual metió cuidadosamente en una caja que adornó con un elegante moño y se lo llevó a Jaejoong.

–Toma –dijo el castaño, extendiéndole la caja al más bajo.

–¿Qué es esto? –Le miró con curiosidad.

–Míralo por ti mismo.

Kim Jaejoong por poco se desmaya al levantar la tapa de la caja y descubrir de que se trataba de un lindo gatito que lo escrutaba con curiosidad.

–¡Pero qué tenemos aquí…! –Exclamó, sacando al gato de la caja y tomándolo entre sus manos. – ¡Qué lindo gatito…!

– ¿Te gusta? –Preguntó Yunho con una sonrisa, a lo que el otro asintió con la cabeza. –Pues me alegra, porque a partir de ahora será tuyo.

–¿Huh?

–Te lo regalo.

– ¿Hablas en serio?

–Sí –sin darle más espacio a preguntas innecesarias, mintió: –Tengo algunos asuntos pendientes, cuídalo bien.

–E-espera…

Y al verse solo e ignorado, Jaejoong acarició con ternura al gatito y lo miró a los ojos.

–Veamos, ¿Qué nombre te irá bien…? –Hizo un puchero y al final declaró: –Ya sé, será YiYi y yo soy tu nuevo amo.

Una semana después Jaejoong ya estaba desempeñando muy bien su papel de dueño, y una tarde, en la que harían tareas, Yunho lo encontró apachurrando y besando a su querido YiYi.

<<Quién fuera gato>>, pensó Yunho, envidiando profundamente al felino que él mismo se había encargado de llevar a la mansión de los Kim. Jaejoong notó una nueva presencia y al levantar la mirada vio al castaño, cruzado de brazos y recostado sobre el marco de la puerta de su habitación. Jaejoong carraspeó avergonzado, pero en cambio fingió desdén.

–¿Te cuesta mucho avisarme que has llegado?

–Toqué la puerta –mintió –pero estabas demasiado ocupado besando y consintiendo a YiYi.

Las mejillas del pelinegro se tiñeron de un adorable rosa carmín. Viró los ojos y se cruzó de brazos después de haber dejado ir a su gato.

–Tonto, empecemos con esto de una vez y luego lárgate rápido.

–Veo que de verdad te gustó mi regalo. –Comentó.

–Es un lindo gato, tú eres el ruidoso desagradable.

–Le has cogido cariño ya, no lo niegues. –Ignoró grosero comentario del pelinegro.

–¿Eh? –Las palabras del más alto lo turbaron.

–No puedes decir que el amor no existe, ya quieres a YiYi y se nota.

Jaejoong odiaba verse sin argumentos para callar a Yunho, siempre tan molesto…

–¡Cállate ya o lárgate y fin!

Sí, hacer tareas en la mansión Kim ya se había convertido en un hábito para ambos, eso claro, no le interesaba en absoluto a su madre y ni siquiera los sospechaba su padre, porque de ser así, otra sería la historia.

Llegó la noche y Yunho se fue a la casa en la que vivía con su familia, sus padres aun no terminaban de trabajar y la única en el lugar era BoA, quien hacía poco había llegado de cenar en la casa de una amiga. Ahora cenaban los dos hermanos, y quien rompió el silencio fue la hermosa castaña:

–¿De nuevo estuviste haciendo tareas en la casa de Jaejoong oppa?

–Así es –contestó Yunho con simpleza.

–Vaya –jugó con su espagueti en el plato para finalmente beber un poco de jugo –debió ser una tarea larga…

Yunho notó el tono de sarcasmo de su hermana, pero se limitó a contestar:

–Algo así, pero ya la terminamos por completo.

–¿Sabes? Me parece interesante la historia de ustedes dos.

Yunho enarcó una ceja.

–¿A qué te refieres?

–Oh, ya sabes, oppa. Eso de los dos chicos que se conocen por casualidades del destino; uno es amable y pobre y el otro es frívolo y millonario.

Yunho abrió los ojos de par en par.

–No me digas que has pensado en YAOI.

–Oh, oppa, me conocerías poco si pensaras lo contrario, ¡siempre pienso en YAOI!

<<Esta mocosa pervertida>> Yunho se mordió los labios del coraje, solo observando a su hermana, quien siempre se veía como un angelito aunque pensara y actuara como todo lo contrario.

–Ah, con que eso es lo que piensas, ¡eh! –La menor asintió con la cabeza –y según tú, ¿cómo acabará esta historia?

–Eso es lo que aun planeo averiguar. No sé por qué, pero siento que esta historia tiene mucho drama.

–¿Por qué piensas eso?

–Bueno, hay muchos factores en sus respectivas vidas que podrían separarlos.

Yunho guardó silencio, aun no podía decir a ciencia cierta si en verdad se había de Jaejoong, pero sí podía decir con plena seguridad que no le sería fácil amarlo.

–Eres una rareza, ¿sabes? –Quiso desviar el tema –a veces me pregunto si de verdad eres mi hermana.

–Jaja, qué gracioso –soltó con sarcasmo la castaña, enseñándole la lengua al mayor con un gesto infantil –y sí, eres el afortunado de ser mi hermano mayor, nos parecemos en muchas cosas.

–¿Ah, sí? Dime algunas.

–Bueno… lo admitas o no, tú también has asociado cosas al YAOI, o sea que eres tan pervertido como yo, y aparte de eso… Mmm, bueno… a ambos nos gustan los chicos.

–¡¿Que, qué?! –Se exaltó.

–No me lo quieras negar, ya sé que te gusta Jaejoong oppa.

Y ¿cómo lo negaría? Si es que cada vez que estaba con Jaejoong su corazón latía acelerado y las manos le sudaban, en ocasiones se quedaba sin habla cuando lo miraba fijamente con aquellas orbes oscuras y escrutadoras, e incluso repasaba varias veces en su cabeza la forma en la que lo saludaría o le diría alguna cosa en específico. Bueno, sí, no se lo negaría a sí mismo: le gustaba Jaejoong.

*****************************

Los exámenes se aproximaban y Jaejoong y Yunho habían ido a estudiar a la biblioteca privada de la mansión Kim.

–No pensé que en esta casa incluso hubiese una biblioteca –comentó Yunho, sentándose en el lugar elegido por Jaejoong.

–Bueno, mis abuelos querían cerciorarse de que las generaciones futuras contaran con buena educación y una vida mejor, con comodidades y lujos de los que ellos no disfrutaron cuando eran jóvenes.

–Ya veo. Debe ser genial vivir en un lugar así.

–Si tú lo dices…

Un poco confundido con el comentario despreocupado de Jaejoong, Yunho se limitó a comentar:

–Siempre actúas como si nada te importara –expuso –yo lo hago porque de verdad soy muy despistado a veces.

–Y que lo digas… –Viró los ojos –como la vez que nos tropezamos frente a aquella cafetería. Ibas tan distraído que por poco me haces caer.

–¿Eh? –Lo miró curioso – ¿Lo recuerdas?

– ¿Cómo podría olvidarlo? ¡Incluso me llamaste para que regresara! –Parecía incrédulo y negó con la cabeza –en serio que eres ruidoso –hizo un gesto y desvió la mirada –por cierto, ¿Qué esperabas, que regresara a ti?

Pero su corazón latió como loco, cuando al girar la cabeza, descubrió que el rostro de Yunho estaba peligrosamente cerca del suyo.

–Por supuesto que quería que regresaras a mí –se acercó un poco más, al punto en el que sus narices casi se rozan –porque incluso si quisieras irte, ya nunca más te dejaré ir.

Y antes de que Jaejoong pudiera contestar algo, Yunho se acercó lo que hacía falta para besar sus labios.

Fue entonces, cuando mientras lo besaba, Jung Yunho lo confirmó: se había enamorado perdidamente de Kim Jaejoong.

Notas finales:

Gracias por todo, os Quiero :D


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