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Between Heaven And Hell [Temp. 1] por Niiummy Sarang

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Notas del capitulo:

Owww Hola de nuevo!

Me hacía faltita estar por acá y al fin regresé.

Gracias por sus lindos Reviews, me alegro que les guste.

Les tengo una noticia... CON MAS DE CINCO REVIEWS ACTUALIZARÉ EL SABADO! (DENTRO DE DOS DIAS) ASI QUE NO DEJEN DE LEER Y COMENTAR SI QUIEREN QUE SUBA EL PROXIMO CAP EN DOS DIAS.

Gracias por todo.

Ah, y les cuento que ya actualicé TODOS mis otros Fics para quienes los leen, no dejen de hacerlo, gracias de nuevo *-*

Ahora sí las dejaré leer.

Between Heaven And Hell

CAPÍTULO 9

–Está bien –contestó al fin –seamos amigos, Jung Yunho. –El mencionado sonrió –Pero nada de hacer cosas extrañas –remató, soltando de golpe las manos del menor, aun recordaba aquellos besos que habían compartido antes. –Nada de besos ni cosas así, que te quede claro.

Una pequeña risita se le escapó a Yunho.

–De acuerdo –aceptó al fin –nada de cosas extrañas.

–Bien.

–Pero, entonces… –Se acercó un poco más a Jaejoong, haciendo que sus rostros quedaran realmente cerca – ¿Tanto te gustaron mis labios después del primer beso que quisiste más?

Los ojos de Jaejoong se dilataron, su corazón latía a toda prisa con aquella cercanía.

–¿Qué…?

–Bueno… –Fingió inocencia –después de que te besé, fuiste tú quien me besó a mí, querías más, ¡eh!

–¡Cállate! –Sin poder soportar más la vergüenza, se puso de pie –eres un tonto, ya no quiero ser tu amigo, retiro mis palabras anteriores….

Yunho sabía que el mayor bromeaba, sobre todo cuando lo vio huir de él a toda prisa.

–Días después–

Choi Pyo Joo era un chico difícil, un pandillero que gustaba de intimidar a los chicos de cursos inferiores, estudiantes nuevos o simplemente a quienes veía oportunidad de fastidiar. Y ahí iba de nuevo… intimidando a un chico indefenso junto a su pandilla, eran 5 contra uno.

–¡Hey, imbécil! –Comenzó a rodear al muchacho, lo habían acorralado en el baño – ¿Dónde está el  dinero que te pedí?

–¿Qué pasa, gusano? –Ladró otro de los pandilleros, rodeando también al muchacho, quien se notaba nervioso – ¿Crees que alguien te salvará?

–Cierto –Pyo Joo hizo un gesto –esta vez no tendrás tanta suerte como el otro día –sacó un sobre y dejó ver un par de fotos – ¿recuerdas esto? –El moreno al que intimidaban guardó silencio –oh, sí, yo sé que lo recuerdas, puta barata –se detuvo frente a él, quien permanecía inmóvil y se acercó exageradamente a su rostro – ¿Qué me darás para que no revele este material? –El otro chico permanecía en silencio, Pyo Joo se desesperó –ya sé –empezó a acariciar la mejilla del otro –acuéstate conmigo y ya veré si no revelo las fotografías.

–Vete a la mierda –al fin habló el moreno con evidente desdén.

–Con que así son las cosas, ¡eh! Está bien. Quiero 5.000 para el viernes –lo golpeó en el estómago, haciendo que se encorvara de dolor –no –rió con malicia –me equivoqué –agitó una mano –quiero 10.000 para mañana, o estarás en el tablero de anuncios del colegio y en todas las redes sociales. Entonces todos sabrán lo que haces después de clases, puto de mierda…

 

–Oye, estúpido, ¿Por qué no dejas de fastidiar a los demás? –oh, sí, ese era Kim Jaejoong, quien apareció en los baños por pura casualidad y no se quedaría de brazos cruzados viendo cómo Choi Pyo Joo se ensañaba con aquel estudiante nuevo de un grado inferior, ¿Cuál era su nombre? Intentó recordar, oh, sí, era Shim Changmin.

–¡No te entrometas en esto, no es tu problema! –Ladró Pyo Joo, mirándole con verdadera furia.

–No quería entrometerme –sonrió divertido, quitándose los audífonos de las orejas –pero ustedes se lo han buscado.

Era una verdadera suerte que Jaejoong hubiese tomado clases de defensa personal junto a los guardaespaldas de la familia, eso, claro, a escondidas de su padre, quien detestaba que se mezclara con los empleados, el solo hecho de que les hablara lo molestaba. Pero este era otro caso aparte. Jaejoong comenzó a golpear a los pandilleros a todos con verdadera maestría, y Changmin, claro, no dudó en ayudarlo como pudo, al menos ahora eran dos contra cinco, no estaba tan mal, ¡eh! Y mientras peleaba Jaejoong recordó la violencia entre sus padres y el abandono de su propia madre, cada recuerdo doloroso se hizo presente y solo quería golpear a los otros cinco, se había convertido en una máquina de furia dispuesta a herir y acabar con todo a su paso.

Fue en esas cuando otros estudiantes aparecieron, y dos maestros llegaron –uno de ellos era el maestro Sang Hyun–, para detener la pelea. Al final resultó que Pyo Joo y su pandilla tendrían que ser remitidos al hospital más cercano porque casi todos tenían un par de costillas rotas, hemorragias internas y otra clase de lesiones.

–¡¿Qué es todo esto?! –Se exalto el maestro Sang Hyun.

–Todo lo hice yo –confesó Jaejoong, omitiendo el hecho de que Changmin también se había visto involucrado.

–¿Por qué? –Frunció el ceño.

–Tengo mis razones –se encogió de hombros.

Los paramédicos de la institución se encargaron de sacar del baño a los cinco chicos en camillas para posteriormente remitirlos al hospital más cercano.

Yoon Sang Hyun hizo una mueca de desagrado.

–¡Vengan los dos a mi oficina!

Los dos chicos lo siguieron en silencio.

–¿Cuáles son esas razones por las que golpeaste a esos chicos, Kim Jaejoong? ¡Explícame porque no entiendo!

Jaejoong guardó silencio y desvió la mirada, bien parecía que no tenía ninguna intención de hablar.

–Fue por defenderme –confesó Changmin, fue en ese momento que Yunho llegó al lugar, agitado por correr a toda prisa después de escuchar que Kim Jaejoong se había visto involucrado en una pelea –todo lo hizo por defenderme, esos cinco chicos me estaban golpeando y... amenazaron con revelar ciertas fotografías de mi vida privada si no les entregaba 10.000 dólares para mañana.

–¿Qué clase de fotografías, Shim? –Indagó Sang Hyun.

–¿No ha escuchado? –Jaejoong habló al fin –son de su vida privada, a nadie le importa eso más que a él mismo. –Volvió a desviar la mirada.

El maestro hizo un gesto y volvió a mirar a Changmin.

–Puedes retirarte, Shim.

–Gracias, señor –contestó el moreno –pero, ¿y Jaejoong Sunbae?

–Él se quedará aquí un rato más –declaró –al menos hasta que me explique ciertas cosas.

–Pero… –Changmin quiso insistir.

–Sólo vete –dijo Jaejoong sin siquiera mirarlo –no pasa nada.

–Gracias por todo, sunbae –Changmin hizo una reverencia a Jaejoong, quien la vio de reojo, y luego otra al maestro para después retirarse.

Afuera se encontraba Yunho, con los nervios crispados.

–Changmin –se acercó a él de inmediato – ¿Qué fue lo que sucedió?

–Era Choi Pyo Joo y su pandilla de nuevo –contestó –me golpearon y Jaejoong sunbae me defendió, fue por eso que los golpeó y tuvieron que llevárselos al hospital. No sé por qué Jaejoong sunbae no dice que fue en defensa propia o por defenderme, insiste en no dar las razones por las cuales los golpeó, en definitiva no quiere hablar.

Yunho se revolvió los cabellos, ¿Por qué Jaejoong actuaba de esa manera, acaso no se daba cuenta de que se podría meter en problemas graves si no hablaba?

Entretanto, en la oficina, Yoon Sang Hyun intentaba hacer que Jaejoong le hablara de lo sucedido:

–¿Me hablarás de lo que pasó?

–¿Qué quiere que le diga si usted ya está enterado de todo? –Contestó con altanería –esos gusanos me provocaron y les di una paliza que los envió al hospital, ¿algo más?

–Shim Changmin ya dijo que fue por defenderte, tal y como sucedió la vez pasada. ¿Por qué no simplemente explicas las cosas para librarte de culpas y ya, por qué le abres paso a la duda con tu silencio?

–No soy ningún santo benefactor, los golpeé, no merezco un premio por ello.

–Por supuesto que no. Pero lo hiciste por proteger a alguien que no estaba en condiciones de defenderse, y ayudar al prójimo sí es algo bueno.

–Bien, como diga, entonces, ¿Por qué demonios insiste en tenerme en su oficina?

–Quiero que hablemos, Jaejoong, tu situación me preocupa.

–¿Qué le preocupa?

–Escuché que tu madre salió del país y nadie sabe dónde está, también que tu padre está siendo investigado por posible corrupción dentro del senado, eso, claro, es clasificado aun, pero no podemos descartar la posibilidad de que esa información se filtre a los medios de comunicación...

–¿Y qué hay con eso?

–Vamos, Jaejoong, baja la guardia por favor. Yo sólo quiero saber cómo estás, cómo te sientes.

–Estoy bien –dijo cortante –ahora –se puso de pie –si no tiene nada importante que decirme, yo me largo.

Y como Sang Hyun no podía rebatirle, simplemente abrió la puerta y abandonó el lugar sin siquiera mirar a Yunho y a Changmin. Los dos chicos ingresaron lentamente al despacho del maestro.

–Disculpe, maestro Yoon –habló Yunho –Lamento, de verdad –el castaño hizo una reverencia –como usted sabrá, Jaejoong es muy temperamental. Puede ponerlo a hacer alguna plana, algún quehacer… pero por favor no lo ponga en el expediente, ya sabe que tiene muchos problemas como para añadirle uno más.

–Tienes razón –reconoció Yoon, mirándolo fijamente –tal parece que tú y Park Yoochun son los únicos que han conseguido acercarse a él después de todo, pero tu tarea se facilita porque viven juntos y he notado que se han hecho cercanos –oh, sí, el maestro estaba bien informado –así que por favor cuida de él y no permitas que cometa alguna locura por ahí.

–No se preocupe, señor –dijo decidido –no lo haré.

–Gracias, te lo dejo a ti, entonces.

Así, Yunho y Changmin corrieron en busca de Jaejoong, hasta que finalmente lo encontraron sentado bajo la sombra de un árbol.

–Jaejoong… –Fue lo que dijo Yunho para llamar la atención del aludido, quien apenas y levantó la mirada para verlos.

–Gracias de nuevo, Jaejoong sunbae –espetó Changmin.

–Ya, ya –el pelinegro miró hacia el horizonte no hay nada que agradecer.

–Bien… –Aceptó el moreno – ¿Podemos hablar?

La pregunta de Changmin hizo que Jaejoong lo mirara con curiosidad, luego se encogió de hombros y ahora miró a Yunho.

–Ya escuchaste, Jung Yunho –señaló con un movimiento de cabeza –este chico quiere que te largues.

–¿Huh? –El castaño lo miró confundido.

–¿No lo has escuchado? –Contestó el mayor –dijo que quería hablar conmigo, o sea, quiere que te vayas.

–N-no fue eso lo que quise decir –Changmin, nervioso, negó con las manos, mirando avergonzado a Yunho –no de esa forma.

Yunho hizo un gesto, como razonando sobre dejarlos solos o no.

–Bien, me voy –dijo al fin, haciendo una mueca que definitivamente mostraba inconformidad –te veo al rato, Jaejoong.

El mencionado se encogió de hombros. Changmin se sentó a su lado y ambos vieron a Yunho alejarse.

–Vaya, casi que no se va –comentó Jaejoong, haciendo que Changmin sonriera –ese chico ruidoso.

–Se ve que realmente se preocupa por ti –contestó el moreno –es una buena persona, como tú.

Jaejoong no contestó, simplemente sacó de su morral un sobre de manila y se lo extendió a Changmin.

–Estoy seguro de que esto te pertenece –afirmó. –El imbécil de Pyo Joo es un verdadero fastidio cuando se lo propone.

Changmin tomó el sobre y echó una ojeada a su contenido sin llegar a sacarlo del sobre, apretó los labios y miró hacia el horizonte.

–Supongo que ahora conoces mi secreto –dijo.

Jaejoong frunció el ceño pero no llegó a mirarlo.

–¿De qué demonios hablas?

–D-del contenido del sobre –luchó por no balbucear aunque ante Jaejoong todo el mundo terminaba haciéndolo.

–Es tuyo, no mío. –Contestó con firmeza –No tengo ninguna razón para revisar un estúpido sobre que no me pertenece.

Al principio, Changmin se sorprendió ante las palabras del mayor, pero al final decidió sincerarse con él, por alguna razón le inspiraba verdadera confianza.

–Mi padre nos abandonó cuando yo tenía 10 años, desde entonces mi madre ha tenido que trabajar duro para mantenernos. –Empezó –Pero cuando cumplí 13 años la salud de mi madre fue de mal en peor, no teníamos dinero y nos habíamos quedado en la calle… fue entonces cuando alguien me ofreció trabajar en una casa de acompañantes sexuales, o prostitutos como bien podrían llamarnos, para que me prestaran el dinero suficiente para comprar las medicinas y el tratamiento que mi madre necesitaba, eso, claro, sin que ella lo supiera, ella pensaba que yo estaba trabajando en la plaza del mercado, cargando bultos y vendiendo cosas. –Jaejoong se sentía horrorizado con solo escuchar el relato lleno de dolor y eventos traumáticos que el joven narraba, pero se limitó a escucharlo atentamente en completo silencio, trasmitiéndole su secreto apoyo –la vida allí fue un verdadero infierno, no te lo imaginas… –negó con la cabeza –y así viví durante casi 3 años, porque poco después de que cumplí 16 logré terminar de pagar la deuda y gané una beca para entrar aquí. Sin embargo, hace poco tuve que regresar a aquella asquerosa casa para aclarar ciertas cosas con el dueño y que me dejara en paz de una buena vez, pero entonces resultó que ese hombre es amigo de la familia Pyo Joo, quien frecuenta ese lugar en busca de sexo, y así comenzó a chantajearme e intimidarme cada vez que quería para que yo hiciera lo que me pedía. No sé cuánto más habría aguantado todo eso, de no ser por ti y por lo que hiciste hoy. No sabes lo agradecido que estoy contigo.

Jaejoong guardó silencio y volvió a mirar al horizonte, causando que los nervios en Changmin aumentaran.

–Eres un chico muy valiente –dijo al fin, extrañando un poco a Changmin, quien no se esperaba tal afirmación –y así como has afrontado problemas más graves, debes afrontar a Pyo Joo, no dejes que te siga intimidando.

Changmin sonrió cuando Jaejoong le devolvió la mirada.

–No lo haré, sunbae, te lo prometo.

–Más te vale. Y no te preocupes, no te contaré a nadie lo que me acabas de decir.

–G-gracias… ¿pero, por qué?

–Porque sé lo que es tener una vida a la cual todos quieran convertir en un circo, revelando secretos y errores del pasado… además, todos tenemos un pasado, pero más importante aún, todos tenemos un futuro.

–Tienes razón –amplió su sonrisa –muchas gracias por todo, Jaejoong sunbae.

–Por otro lado… es conveniente que denuncies a ese hombre para que lo encierren y no siga dañando a jóvenes como tú.

–Yo también he pensado en eso, pero es que sinceramente no tengo pruebas y tengo miedo de que si lo acuso y sale libre tome represalias contra mí.

Jaejoong agudizó la mirada, como pensando en algo, como buscando una posible solución a tan grave problema.

–No te preocupes, hallaré la forma de que reunamos las pruebas suficientes, hablaré con los abogados de mi familia y si es necesario yo mismo intervendré, ¿te parece?

–¿H-hablas en serio? –El pelinegro asintió con la cabeza –vaya, muchas gracias –lo miró con ojos destellantes –nunca nadie se ha preocupado tanto por mí, ni me ha ayudado y defendido como tú.

El mismo Kim Jaejoong llegó a preguntarse por qué sentía tanto interés en ayudar a Changmin, mucho más ahora que conocía su historia. Y entonces logró reconocer para sus adentros, que aunque él no había vivido esa clase de abusos, sí habían muchas heridas en su corazón y eventos traumáticos, algunos que aun debía superar. Sin embargo, él había tenido la fortuna de conocer a Jung Yunho, quien siempre estaba ahí para él, quien lo defendía y protegía, quien lo amaba como era y por quien era, no por lo que representaba o tenía. Ahora, aunque Jaejoong no estaba enamorado de Shim Changmin se sentía con el poder y casi que en la obligación de ayudarlo y sacarlo del mundo oscuro en el que vivía tal y como Yunho había hecho con él.

–Te ayudaré sin importar qué –dijo decidido –así que tú sólo preocúpate por hacerte más fuerte y no dejarte intimidar por esos bastardos.

–Sí, sunbae. Gracias de nuevo.

–Descuida –le sonrió, para luego ponerse de pie. –Ahora, me tengo que ir.

–Bien, hablaremos mañana, ¿te parece?

Jaejoong se encogió de hombros, luego puso sus dedos índice y corazón cerca de su cien para luego alejarlos hacia el frente en señal de despedida y comenzó a caminar a sabiendas de que el moreno aun lo observaba.

–Ah… –Se giró de repente para devolverle la mirada a un inquieto Changmin –y si tengo que soportar que me llames de alguna forma, prefiero que me llames “hyung”, porque la palabra “sunbae” me pone muy nervioso.

Changmin sonrió divertido.

–Muy bien, gracias, hyung.

–Adiós.

Jaejoong caminó hacia una de las puertas de la preparatoria, y sentado en una de las bancas halló a Yunho, quien se puso de pie en cuanto lo vio acercarse y se cruzó de brazos.

–Hasta que al fin llegas… –Mencionó con un ápice de sátira, quizás reproche. – ¿Qué tanto fue lo que hablaste con ese mocoso?

–Cosas… –Contestó despreocupado.

–¿Qué cosas? –Insistió.

–No seas entrometido, Jung Yunho, no es algo que te incumba. –El castaño frunció el ceño. Jaejoong se le quedó mirando y finalmente enarcó una ceja. –No me digas que estabas celoso… –Dijo entre divertido y curioso.

Yunho dilató los ojos al escuchar aquello, sorprendido de que lo descubriera tan rápido, ¿tanto se le notaba? Pero, ya qué más daba, se sinceraría con él. Hizo un gesto y finalmente rebatió:

–¿Y qué si lo estoy?

Jaejoong no podía creer lo que oía, ¿de verdad estaba celoso? Vaya, eso sí que no se lo esperaba.

–Eres un tonto. –Atinó a decir el mayor. – ¿Cómo puedes estar celoso, por qué? De verdad no sé qué demonios te pasa… y es que en serio, ¿Por qué no actúas más como una persona normal? No –enfatizó con ironía y molestia –tienes que ir y venir haciendo cosas extrañas, siguiéndome a todas partes, besándome de imprevisto, confundiéndome y…

Pero no pudo terminar sus frases de reproche y disgusto porque Yunho lo había estrechado contra su pecho, abrazándolo con fuerza, trasmitiéndole su calidez, el amor real que sentía por él.

–Te quiero, Jaejoong. Por eso no puedo actuar como una persona normal –confesó, hablando calmadamente y en voz baja cerca del oído del más bajo, quien no hizo nada por deshacer el contacto –si de mí dependiera pasaría todo el tiempo del mundo contigo –seguía hablándole sin mirarlo a los ojos, aun abrazándolo –por eso estoy celoso, porque me gustas, te quiero. Yo… –Lo separó de él sin llegar a deshacer el abrazo pero lo suficiente para mirarlo –te amo.

 

Notas finales:

Bueno, para quienes de pronto son nuevas en esto de los fics inspirados en Coreanos, les traigo una aclaración:

Hyung* Hermano o amigo mayor del hombre.

Sunbae* Estudiante o persona en un cargo o grado mayor.

Estoy pensando en subir otros fics que tengo por ahí, después les aviso jeje XD

PÁSENSE POR MIS OTROS FICS, Y COMENTEN MUCHO PARA QUE ACTUALICE EL SÁBADO!

Gracias de nuevo.

Bye!


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