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QUÉDATE A MI LADO por Annis

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Notas del capitulo:

Hola! ^^ Cómo han estado? Espero que bien. Por favor cuiden su salud para no enfermar, no es divertido..

Después de tanto tiempo "emo" finalmente me animé a publicar este Oneshot que ya tenía terminado.

Enjoy!

QUÉDATE A MI LADO


 


”Tan cerca y tan lejos…”


La mente murmura.


Kang repasa las yemas de sus dedos sobre esa piel blanca. Al escuchar un suspiro detiene su acción para después buscar los labios que provocaron tal sonido.


 


El encuentro no fue una casualidad.. esos labios que han consumido secretos de otros, el número aún es incierto para Daesung y prefiere estar así, por iniciativa propia imita sus movimientos.


 


 


¿Quién lo diría?


Él, inmiscuido con uno de sus compañeros de grupo. Precisamente con el que se supone representa su polaridad inversa, el maknae.


 


 Los labios se cierran con pasión y decididos a no liberarse comienzan a consumir los alientos, marcar propiedades, y rebuscar los secretos más profundos; llegar al núcleo del alma. Ahí donde nadie ha podido llegar. El lugar más virginal de ambos. Intacto.


 


 Un lugar al que Daesung aspira aunque en el fondo sabe que no tocará. Y son esas ganas, las de adueñarse de algo para volverlo su más preciado tesoro, lo que impide que abandone la lucha. Porque lo ha visto… un par de ocasiones, vio ese “núcleo” en el maknae, este yace inerte, congelado a la espera de quien sea capaz de tomarlo.


 


Las palabras que piensa y siente, pero que no puede decir se reflejan en sus actos lascivos.


 


Sus manos fuertes que recorren con vehemencia << Te necesito >>


Los labios y dientes hambrientos << Te Amo >>


Y, la fiereza de su hombría << Mío >>


 


 


Infortunadamente, a la vista, dista mucho de ello. Solo se percibe un acto frívolo; un simple encuentro de cuerpos sudados que sacian su sed de lujuria.


 


 


Lo aferra contra su pecho, deseoso que escuche sus acelerados latidos, lo muerde con furia para atraer su atención. Las palabras mueren en sus gruñidos y gemidos rasposos…


Kan Daesung lo sabe, cuando todo termine debe abandonar el lecho. Debe irse antes que esos ojos regresen a ser fríos y la lengua filosa lastime más su corazón herido.


 


Por ello pone todo de sí, inútilmente se empeña en prolongar la conexión física; lo único a que puede acceder hacia ese chico, quien nublado en el placer no se percata de la sublime calidez que desprende.


 


¿Así fue con todas aquellas personas que le tuvieron?


 


¿Se entregó con esa misma fuerza?


 


¿Los besó con esa locura?


 


¿Gimió sus nombres con esa maldita excitación?


 


¿Permitió que le hicieran “suyo” de esa misma forma?


 


Se martirizaba…


 


 


<< Quédate a mi lado. >>


 


 Si quería experiencias nuevas, él se las daría.


No era necesario que se acostara todas las noches con alguien diferente.


 


Si quería romance, él estaba dispuesto a besarle una noche bajo la lluvia.


No era necesario buscara a una linda chica de ensueño.


 


Si quería ternura, él le llenaría de dulces palabras y pequeños detalles.


No era necesario que pidiera cariño a extraños que le dan un espejismo en medio del oscuro antro.


 


Si quería un compañero, él lo sería…


Pero… ¡Qué ya no busque más!


 


 


No más… ese cuerpo mezclado con alcohol, y decenas de perfumes tanto de dama como caballero.


No más… marcas ajenas.


Que deje su cuerpo impregnado en su esencia, que muestre sus mordidas, que solo sea él quien saboree la boca, solo él quien le desnude, quien le mire, quien le susurre frases, quien le acaricie, quien se apodere de su cuerpo… solo él.


 


 


El final llega con el mayor éxtasis en cuyo centro se filtró esa calidez no física que se esparce en el alma. Kang adora esa sensación; entre bienestar e incertidumbre, entre indomable necesidad y temor de pérdida, entre la convicción de lo “correcto” y lo “incorrecto”. Nunca antes había experimentado esa sensación con alguien… hasta que estuvo con Seungri.


Y como esa sensación es “especial”, Kang Daesung la nombró AMOR.


 


El cuerpo de su amante se ha cubierto con su esencia y sudor. Daesung lo admira idiotizado. La blanca piel salpicada de marcas resalta entre las sábanas revueltas.


Adora esa expresión, lujuria con paz interior… que dan como resultado una sublime “dulzura.”


 


En cuanto el menor atisbo de fisura se dibuja en el semblante favorito de Kang, recuerda que no son nada y no tiene razones para fascinarse con el maknae. Solo son dos hombres con “necesidades” que se ven obligados a satisfacer.


Con el corazón apretado da media vuelta, en lo que recupera la compostura de “Chico indiferente” y emprende la marcha lejos de ese cuerpo que ha sido tocado por innumerables manos, pero que para él… siempre será la primera vez.


 


 


 


 


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<< Quédate a mi lado. >>


Susurra internamente el alma, pero el orgullo impide decirlo a voz alta.


 


Él se aleja una vez más… lo abandona después de haber obtenido lo que ansiaba. Sin embargo, regresará, esa es la esperanza.


 


 


Sonríe y suelta palabras que en verdad no siente ni piensa. Pero es su mecanismo de defensa, lo usa para protegerse… y es que aunque no lo admita jamás, Kang Daesung llegó hasta dónde nadie lo había hecho, con ello tenía sus vulnerabilidades a la mano.


 


El gran Lee Seunghyun perdió su orgullo, cayó bajo…


Se había ofrecido, cual mujerzuela para “consolar” a su hyung que finalmente veía con sus propios ojos el engaño de su adorada novia.


 Obviamente cuándo lo dijo fue en broma, y no porque fuese su primera vez con un chico, sino por tratarse de Kang Daesung, su némesis. El único miembro con el que podía decir que no le agradaba.


Lo que jamás creyó es que Daesung aceptara, y acorralado, Seungri no retrocedió a su palabra…


45 minutos después estaban en un “Love Hotel” de los miles que abundan en Japón, y lo inevitable ocurrió de manera rápida.


 


¿Quién diría que un par de meses después continuarían acostándose?


 


Un curioso detalle era que Kang en ningún momento terminó con la chica y fingían una “perfecta relación”. Así que eso redujo a Lee Seunghyun como amante ocasional.


 


Demasiado tarde reaccionó, ya estaba prendado de Daesung de una manera enigmática que nada podía hacer para librarse. Entre más intentaba alejarse, más se veía obligado por el destino a cercarse.


 


 


¿Fue desde ese torpe primer beso con sabor a licor?


 


¿Acaso fue la mirada misteriosa recorriendo su cuerpo desnudo?


 


¿Fue la primera caricia furiosa sobre su piel?  


 


 


¿Cuál fue el detonante?


 


Aún en esos momentos de reflexión, no tiene una idea… “Ese algo”, seguramente.


No lo sabe, pero lo que sí sabe es que no puede vivir sin ese cuerpo caliente sobre el suyo. Todos los días recuerda sus noches, recrea perfectamente los gestos, y quiere hacerlo con él. Su deshago para la espera hasta el encuentro, es la pornografía… algo realmente patético.


 


Eso fue pasando, hasta que una de las tantas noches, las horas de intimidad le fueron insuficientes, ya no solo quería el cuerpo de Daesung, necesitaba de más… sabía que él podía proporcionarle ese “faltante”.


 


La duda que lo asaltaba: ¿Querría Daesung darle “más” de lo establecido?


 


Entonces  emergieron las letanías que justo en esos momentos torturaban su interior:


 


 


“No me des la espalda.”


“No te vayas.”


“Durmamos juntos.”


“No la busques”


 


“…quédate a mi lado…”


 


Más no lo detiene, lo dejar ir… ¿Cómo podría pedirle eso? Su “relación” solo era sexo, nada más que sexo. No cruzan palabras, no hacen conversación… tan solo llegan a la habitación del hotel y se entregan sin pensar en nada más.


 


Cómo le gustaría poder ver sus manos entrelazadas mientras lo hacen, cómo le gustaría escuchar decir su nombre siquiera una vez, cómo le fascinaría tener un poco más de tiempo para observarle. Al menos… un gesto gentil.


 


 


Cayó todavía más bajo, según su ego, debido a que con el paso de los meses el peso dentro en su interior doblegó el orgullo… y se decidiera a hacerlo, rompiendo sus políticas personales, todos los esquemas que se tenían de él:


 


 


-- No vayas con ella… quédate conmigo. –-Le abrazó por la espalda. Reaccionó en el momento en que el otro dejó la cama. El impulso de retenerle fue mucho más fuerte que el orgullo.


 


Daesung quedó en shock. Creyó que estaba alucinando... ¿Lee Seunghyun pidiéndole que se quedara?


 


-- Al menos esta noche… --Rogó de una manera tan triste, que Kang se sorprendió.—- …Quédate a mi lado.


 


El menor cerró los ojos, se había jugado la última carta. No podía con ese dolor perforando su corazón, no podía con la idea de saber que una vez que lo tuvo, Daesung borrará sus vestigios con esa mujer. No podía con la angustia instalada en su pecho y ese maldito muro que lo alejaba del rubio. Eso era todo, se dejó vulnerable a la vista del otro.


Quizás lo que hizo estuvo mal, porque destruía el pacto de ambos… se quedó callado a la espera de una respuesta. La que fuera.


 


 


Desde esa noche, Kang y Seungri se quedan juntos. No hablan mucho, pero al menos están uno a lado del otro… las manos yacen entrelazadas cuando el agotamiento se apodera de ellos, así como sus cuerpos buscan la tibieza a la que ya se han acostumbrado, compartiendo las mismas sabanas revueltas.


 


FIN. 

Notas finales:

MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTE FIC!

Espero que haya sido de su agrado.

Curiosamente, este One-shot comenzó con una frase que inundó mi cabeza una mañana, y antes de que se esfumara, la escribí... "Quédate Conmigo" aún al terminar el fic tenía ese título, hasta que cambió de tanto repetirla mentalmente, "Quédate a mi lado" y ustedes ahora saben por qué. ^^

  Espero que haya sido de su completo agrado, por favor no duden en enviar sus comentarios/Reviews, me interesa saber si les gustó y ¿qué tal les pareció? No tiene un final del todo "rosa", más bien tiene "gris" pero bueno, así lo cree...  Nos Leemos pronto! HASTA LUEGO!  ^n^/!


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