Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Director y Yo por kawai13

[Reviews - 109]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

QnQ Si me dejaron algún mensaje en este fic, y no lo ven U.U Es porque se me borró por tonta Y lo estoy volviendo a PONER 

U.U LO SIENTO..

 

Doy gracias a que tengo todos los caps guardados en Word.

ADVERTENCIA: 

Lean esto y luego no quiero quejas x.X 

Amm PUESSS~~~ Este fic ya lo tengo publicado >w< Por eso solo lo edité un poquis~~ Pero!!! 
e.e Sasu está un poco twinki Y al leerlo puess x'D NO me ha agradado mucho ewe!!! NO SE PREOCUPEN!! Yo misma comente a una lectora mia en mi otro fic~~ Que Sasu no tiene caracter lindo ¬w¬ Su encanto es otro por lo que el OoC!!! DE ESTE FIC SE VA A ARREGLAR EN EL TRANSCURSO DE LOS CAPS n3n!!

 

Orgulloso y Uchiha x'D!! Es una aclaración x.X No quiero quejas de eso Porfa u.u

Notas del capitulo:

LEAN NO SE LO PASEN PORFA ewe!!

 

Porseaca no hayan leido antes hay OoC con sasu... Naru tambn pero no taaaanto solo está mas pervertido x'D!!! Ammm Pues Sasu va a ser el Sasu real poco a poco e3e No me gusta mucho el OoC Y si lo cometí acá es porque Es error de principiante u.u Tiene un buen tiempito escrito este fic~~

 

Otra cosa~~

 

Este cap es la Union del cap 1 y 2 COMO DIJE ANTES... es de mis principios y mis caps eran cortos n3n En el tres ya es mas cercano a mi escritura actual y aunque sasu es un uke ultrajado x'D!! Ya no se ve tanto el OoC!!

 

Advertencias del cap: Sasu un poco Twinki, Chan, Au, Pocas palabras vulgares incinuacion de inicio al acto sexual 

Disclamer: Los personajes de Naruto Manga/Anime no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto, solo los uso para darle vida a mis historias SIN FINES DE LUCRO.

 Cap I: Conociendonos

 

Miraba distraídamente por la ventana, un perfil perfecto y refinado, sin dejar de ser masculino, pero aun percibiendo ese perfecto toque infantil. A sus cortos 16 años, seguía siendo el mas codiciado por todas las tontas chicas alborotadas desquiciadamente por las hormonas, y porque no decirlo; por un gran puñado de hombres, Uchiha Sasuke. Ese era su nombre tan perfecto como el portador mismo. Muchos hombres deseaban que fuera un hermoso y encantador uke, tal y como lo decía su nombre, mientras que otro poco de entes masculinos y tooodas las chicas deseaban que fuese un apuesto y fuerte seme.  Aun así nadie sabía mucho de este personaje y eran pocos los que se encontraban es su circulo de “amistad”, Jugo, Karin  y Suigetsu.  Y aunque Karin no perdía las esperanzas de poder enamorarlo y Suigetsu era un loco de que en ocasiones le colmaba la paciencia,  la compañía de todos era agradable.

 

Y pensando justamente en eso se encontraba ese bello joven de piel nívea, con un hermoso conjunto de ojos color ónix y su cabello tan negro que se podía percibir un hermoso tono azulado refulgir al momento que la luz hacía su aparición por la ventana. Que exquisita combinación una piel tan clara en grupo a esos oscuros ojos y cabellera. En ese momento , un solo pensamiento divagaba por su juvenil mente; ¿por qué tanta tranquilidad? y no es que se quejara, pero el que hace poco mas de un mes la muchedumbre que generalmente lo atosigaban casi no existiera, era extremadamente raro. Y… no es que sintiera curiosidad, porque un Uchiha nunca la sentía, pero no por ello dejaría de investigar, o de recaudar un poco de información, ¿o si?

 

Siendo un Uchiha sabía que este repentino alboroto en toda la escuela y a su vez, tranquilidad en su entorno, debería estar completamente relacionado a la llegada del nuevo director, y no era necesario ser muy inteligente para ello, pues era mas que claro, ya que cada murmullo que escuchaba a su alrededor, mencionaba al nuevo director de la escuela RASENGAN.

 

Pensaba en tratar de hablar con Karin, en el primer receso par poder recopilar dicha información, de una manera simple y despreocupada, para que no sospecharan que un Uchiha sentía cur…, NO, solo esta recaudando información, y es que mínimo un alumno debe de saber quien es el director de su escuela ¿verdad? ¿Qué clase de alumno sería si no sabe una información tan simple como esa?

 

El joven estudiante estaba tan inmerso  en sus pensamientos que no se había dado cuenta que las clases ya habían iniciado; aparte de ello, sus pensamientos y planes futuros eran interrumpidos por su compañero de carpeta, tan irritante como siempre, empezó a darle golpecitos por las costillas con un lápiz, claro esto era de forma cautelosa y oculta para que el profesor más estricto no se diera cuenta de lo que hacía, pero esto solo estaba irritando tremendamente al Uchiha, en el cual ya se podían apreciar ciertas venitas sobresaliendo por su frente y una gotita acompañándolo.

 

Si, Suigetsu era tedioso, odioso y escandaloso, pero en esta ocasión, y solo por esta ocasión, sus intenciones eran buenas, ya que el profesor estaba tomando la lista previa a las clases para comprobar la asistencia de los alumnos y si uno no le respondía al primer llamado sería castigado con tareas extras por no prestarle atención al profesor.

 

Pero su paciencia tenía un límite, y aunque las intenciones fueran buenas, el ignorar ese pequeño detalle, acompañado de que ni siquiera había notado la presencia del profesor Sarutobi Azuma, hicieron que  no se contuviera al responderle a su compañero.

 

– ¡QUE MIERDA TE PASA SUIGUETSU! – dijo  enfadado, alzando la voz y levantándose estrepitosamente de su asiento. Justo  ese fue el momento en el que se dio cuenta de que  tenía todas las miradas fijas en él, que estaban en clases, y por la mirada de Suigetsu, dedujo que solo quería sacarlo de su ensimismamiento y advertirle de que ya habían iniciado las clases hace unos cuantos minutos. Pero tarde reaccionó, y antes de poder disculparse y pedir clemencia al profesor, este se le adelantó.

 

– ¡UCHIHA SASUKE, A DIRECCIÓN, EN ESTE MISMO INSTANTE! – Exclamó furiosamente al alumno señalándole con su mano en dirección a la puerta, vio la duda en el rostro del Uchiha y como este se disponía a explicarle el porqué de su comportamiento, pero se le adelantó nuevamente al alumno – ¡Y NI SE ATREVA A RECLAMARME QUE LE IRÁ PEOR! –

 

La clase miraba de forma asombrada como el alumno ejemplar se retiraba con resignación de salón ¡es que era imposible! que el presuntuoso, ególatra, sabelotodo y perfecto Uchiha Sasuke, tuviera problemas. Pero no solo ellos estaban asombrados, aparte de que el profesor nunca hubiera pensado que castigaría al mejor de su clase, el que más descolocado de la situación era el mismo Sasuke.

 

No le podía estar pasando eso, ¿o si?, ¿acaso era una broma?, ¿un mal sueño?, ¿EL?, ¡¿Siendo reprendido por un profesor y mandado a la dirección?! Si era un sueño quería despertar en ese mismo instante; y si era una broma, rogaba porque ya acabara. Pero era la cruel y triste realidad y él lo sabía.

 

Y se podría  notar por primera vez el terror palpable en su rostro, pues le preocupaba tremendamente el cómo reaccionaría su padre. Fugaku Uchiha, aparte de ser uno de  los empresarios más importantes de toda Konoha, era un padre tremendamente estricto en cuanto se refiere a las notas.  Y el estar siempre bajo las sombras de su PERFECTO hermano mayor, no le ayudaba en nada.

 

Estaba MUERTO, ese era su pensamiento, y aunque alargó el tiempo de caminata entre su salón y la dirección, yendo tan lento como si se tratase de una procesión,  ya no había mas que hacer, tenía que entrar a esa oficina, abrir esa puerta, en la cual se podía apreciar un pequeño cartel con las letras DIRECTOR inscritas en el, y afrontar su castigo. Y pensar que iba en dirección a lo que le causo el problema.

 

Tocó la puerta esperando la indicación, de su superior para poder pasar, cada segundo que se demoraba le parecía una eternidad y el que estuviera tan ansioso no le ayudaba a controlar sus nervios.

 

– Adelante – finalmente escuchó la orden, y sin preámbulo alguno, tratando de no pensar mucho en lo que se le avecinaba abrió rápidamente la puerta.  Y su sorpresa fue tremenda al ver a la persona que se encontraba adentro. Ahora ya entendía el porqué de tanto alboroto en la escuela.

 

***Mi Director y yo ****


Podemos apreciar como un joven y apuesto rubio, mira con satisfacción y un poco de cansancio su nueva oficina; su nombre es Naruto Uzumaki, con tan solo 24 años se esta haciendo cargo del colegio Rasengan, suplantando a su ya jubilada abuela Tsunade. Ya con poco mas de un mes, recién culminaba de acomodar sus cosa, y es que hubiera acabado mucho mas rápido, sino fuera por que cada 5 minutos un alumno o alumna entraba a su oficina a ser “castigados/as” o simplemente ponían una tonta escusa para poder verlo .

 

Titulado en Literatura y Pedagogía de la mejor Universidad de todo Japón, es completamente apto de dirigir la renombrada escuela Rasengan. Pero… aunque; este apuesto y joven hombre, de piel tostada, de 1.85m de estatura, con un cuerpo marcado y bien formado, con un rostro que demostraba madurez y confianza, con dos gemas azules como ojos y el cabellos rubio como los rayos del sol, sin olvidarse de esas tres marquitas simétricas a cada lado de su rostro, haciéndolo ver como un feroz zorro; emanaba un aura de entera paz, tenía un pequeño y morboso secreto.

 

Este hombre, aun siendo tan joven, era respetado y admirado por muchos, pero pocos sabían de su bisexualidad nata, casi ninguna persona sabían la odiosa atracción que sentía si sus parejas eran… un poco menores, y nadie que no haya sido un encuentro fortuito para una sesión de sexo, sabia exactamente sus preferencias, para ser mas exactos, NADIE sabia que Namikaze Uzumaki Naruto, tenía ciertos gustos mal vistos por muchos y disfrutados por pocos, en el ámbito sexual.

 

Y el ser director de una escuela no le ayudaba en nada, claro, aparte de ser un pervertido contenido. Pero si quería que su familia siguiera teniendo el prestigio que tenía hasta estos momentos, debía controlarse, o… ser MUY DISCRETO.

 

Esa gran idea se le vino a la mente mientras se dirigía a su puesto como director detrás de ese gran escritorio  fino de roble, con acabados hechos a mano, y se sentaba en esa gran silla acolchada de un color guinda oscuro con respaldar alto. Miró nuevamente  la oficina,  era amplia, con grandes ventanas que le daban una gran iluminación, pero con persianas que le podían dar la privacidad y oscuridad que a él tanto le gustaba.  Mientras a su izquierda se podían los típicos organizadores de metal con 5 divisiones y un mullido sofá del largo de una persona que hacia juego con su silla,  por el otro lado se podían apreciar esos típicos helechos de decoración, que le daba un toque más cálido a la estancia, y finalmente concluyó viendo lo que había sobre su escritorio, papeles por revisar, notificaciones, su portátil que por el momento se encontraba cerrada y cuentas de la misma universidad. 

 

Votó un suspiro de cansancio, mientras cerraba los ojos, esperando que ningún alumno se “metiera” en problemas tan temprano, puso sus manos detrás de hermosa cabellera color dorado  y se recostó en el respaldar de su mullida silla. –Ahh – otro suspiro salió de sus labios, deseando poder tomar una pequeña siesta antes de retomar sus obligaciones; hasta que….

 

***

 

**

 

*

 

(Toc toc toc)

 

*

 

**

 

***

 

– *Rayos*– pensó para sí,  mientras una mueca de disgusto asomaba en su perfecto rostro y es que ni un minuto pudo cerrar los ojos, y ya iban a molestarlo, pero una sonrisa de lado se asomó por sus perfectos y carnosos labios, tal vez este alumno o alumna, podría servirle, y es que como ya casi todo el colegio había pasado por su oficina, y eran muy pocos los que lograban llamarle la atención, de repente, aquella personita que estuviera atrás  de esa puerta de madera sería diferente.

 

Salió de sus cavilaciones al darse cuenta de que, no había respondido al llamado de la puerta misma ubicada en frente de él, – Adelante – cortante y seguro con esa voz tan sensual que solo le podía pertenecerle.

 

Mientras esperaba que el o la alumna ingresara, se puso a acomodar sus papeles, hasta que sintió que la puerta se abría de una forma abrupta y más rápida de lo normal. Iba a reclamarle a la persona que fuese pero lo que vio lo dejó completamente impactado.

 

­–* Es hermoso* – pensaron ambos para sí mismos, quedándose sumergidos en los ojos del opuesto, zafiros contra gemas ónix, por breves segundos, el joven azabache se olvidó de ese gran problema, que lo acongojaba fuertemente, por breves segundos el apuesto rubio se quedó sumergido en esa oscuridad tan atrayente de su alumno, hasta que recordó esa palabra. Alumno. Es por eso que fue el primero en reaccionar y volver a la normalidad.

 

–Puede pasar alumno – esas palabras bastaron para que saliera de sus cavilaciones, y lo devolvieran a la triste realidad, y su rostro que hasta ahora solo reflejaba admiración, como si estuviera viendo a un ente divino, se esfumó, llenando su expresión de preocupación y angustia.

 

Resignado cerró la puerta y caminó hasta  una de las dos sillas puestas frente al escritorio del mayor y se sentó con pesadez.

 

Su mutismo duró por unos segundos, pero no fue el quien empezó a hablar

 

– Y dígame jovencito ¿qué lo trae por mi oficina tan temprano? – cuestionó el blondo que sentía una inmensa curiosidad por saber que acongojaba a ese pequeño angelito, pues el repentino cambio de expresión no paso de ser percibida por él – ¿o es que tendré que adivinarlo? – preguntó de forma dulce, acompañado de una sonrisa que derretiría asta el glacial mas grande y frio del mundo.

 

Las pálidas mejillas se colorearon sutilmente de un rosa exquisito, dejando una perfecta imagen del moreno para el rubio

 

No, es…que yo – tartamudeaba el alumno, al verse observado por un hombre tan apuesto me mando Sarutobi-sensei – finalizó resignado y agachando nuevamente la cabeza.

 

Era tan tierno y se lo quería violar en ese mismo instante pero tenía que seguir sereno si es que quería lograrlo – ¿Y se podría saber porque te mando a mi oficina? – el obtener una información que pudiera usar en contra del tierno azabache, le favorecería mucho.

 

Se armó de valor, ya no quería tartamudear, quería que todo se acabara y si era posible rogaría por que lo absolvieran por primera y única vez. Porque él era un Uchiha, y el comportamiento que había tenido hasta ese momento era completamente inaceptable. Subió su  mirada encontrándose con la expectante mirada azulina de su receptor – Me castigaron porque alce la voz en plena clase y en mi exaltación dije una palabra indebida para la institución, y menos en presencia de un profesor – Sí, lo dijo. Con el coraje a flote, pero mientras decía cada palabra, la potencia de su voz disminuyó poco a poco hasta concluir con un susurro. Pero lo había dicho y eso era lo que valía.

 

La sonrisa del rubio, siendo fugaz paso de ser percibida por el moreno, ahora solo tenía que confirmar sus cavilaciones con una simple frase y ese morenito sería suyo – Entonces me temo que tendré que mandarle una notificación a sus padres por su mala conducta –

 

– ¡¡NOOO!! –

 

*Bingo*

 

Gritó y se dio cuenta un poco tarde de su error – es… que, n-no… yo – No podía gesticular palabra alguna el miedo lo embargaba, al diablo con eso de que los Uchiha nunca lloran. Sus ojos adquirieron el brillo característico que solamente se obtienen cuando se empiezan a inundar de lágrimas contenidas – One-gai, no lo haga por favor – el tan solo pensar lo furioso que se pondrían sus padres, el imaginar que le volverían a pegar como lo hicieron a sus cortos 12 años tan solo por no tener una nota perfecta,  aun siendo la mas alta de su clase, que lo volvería a insultar diciéndole que era una deshonra para la familia le aterraba en demasía. Y ya no pudo seguir conteniendo las lágrimas, ya no quería seguir aguantándoselas.

 

Gota tras gota caía de esos pares de ónix, y es que el rubio esperaba tal reacción, pero no a tal extremo. Esto solo hizo que el deseo por poder tener a ese pequeño e indefenso azabache, bajo suyo o  cabalgando sobre el, mientras su pene se adentraba hasta lo  mas profundo de su ser, fuera más intenso. Su mirada de asombro y deseo, que la supo disimular perfectamente cuando era nuevamente observado por el menor, fue cambiada por una cara de seriedad e indiferencia. Pues debía de saber tratar con todo tipo de alumnos.

 

– Me temo que ese es el tramité para este tipos de caso, alumno…

 

– Uchiha, Sasuke Uchiha, director – bajando nuevamente la mirada, no quería que pasara, pero parece que no había otra forma de que eso cambiara.

 

Uchiha, eso lo aclaraba todo. Sabía como era su familia, pues era una de las socias de la suya. Namikaze y Uchiha, las dos empresas mas fuertes de todo Japón. Y si el rubio no estaba dirigiendo la empresa de Negocios internacionales de su familia es que realmente amaba la pedagogía, aparte de que su padre  todavía era joven, lo mismo sucedía en la familia Uchiha por ello Uchiha Itachi todavía no se hacia cargo de toda la empresa de su familia.

 

Y el tener dicho conocimiento implicaba que sabía lo estricto que era el padre de este precioso moreno, que mas podía pedir, ya lo tenía en sus manos, o mas bien dicho, en sus garras.

 

– Uchiha Sasuke, mmmm… me suena – fingía desconocer sobre su familia y le restaba importancia – vamos a ver tu expediente – habló mientras habría su portátil y buscaba en los expedientes del alumno – Mmmm…. Ajá, acá está Uchiha Sasuke; estudiante modelo, notas perfectas, ninguna inasistencia, ninguna tardanza y por lo que veo esta es su primera visita al director, ¿verdad?

 

-Ha- hai director-san – respondió el moreno mientras levantaba la mirada un poco esperanzado  –Onegai, debe de haber una forma para que mis padres no se enteren –

 

– ¿Entiende lo que usted me está pidiendo?, ¿en serio quiere que viole las normas de esta escuela solo por usted  y que lo deje como si nada? –

 

– N- no, no es eso, deje deberes extra, trabajos en el colegio, cualquier cosa, pero... – Nuevamente las lágrimas se acoplaban en sus ojos, ya no se reconocía ni a el mismo, tan orgulloso del control de sus emociones, porque estas lo habían traicionado hace mucho – Aré lo que usted me pida

 

Listo esas eran las palabras mágicas, eso era lo que estaba esperando que dijera SU lindo alumnito; si, ya era suyo y solo faltaban unas cuantas frases por parte de ambos para devorárselo enterito.

 

Hizo una inhalación ruidosa y voto todo el aire con pesadez, todo era parte de su teatro, uno el cual podía decir orgullosamente que le estaba funcionando a la perfección – Puede que sea posible joven Uchiha, y el que sea el mejor alumno de esta escuela influye mucho. Pero esto debemos hablarlo con mayor privacidad, así que le pido amablemente que cierre la puerta con seguro – Que malvado que era, se decía a si mismo, pero aun así conseguiría un gran premio.

 

Los ojos azabaches pasaron  de tener un brillo de resignación y tristeza, a obtener un fulgor  resplandeciente de felicidad y esperanza. Ni lento ni perezoso1 se paró de su asiento, casi  corriendo para poder cerrar la puerta tal y como le ordenaron.

 

Lo cual no fue desaprovechado por el mayor que miró lascivamente ese redondo y respingado traserito del menor, envuelto en ese pantaloncito negro de pinzas, típico de un colegio, pero con el diseño de líneas verticales azulinas que diferenciaban su escuela de las otras y siendo sujetado por una correa negra a juego con el pantalón… era perfecto y pronto seria suyo. Subió su mirada, apenas escucho el CLICK  del seguro y se encontró con una mirada llena de felicidad y una pequeñísima sonrisa que le parecía sumamente encantadora. Esta vez fijándose en la camisa de manga corta, por ser verano, color blanco con las costuras de azul a juego con el pantalón y en el único bolsillo ubicado en la parte  superior izquierda se podía apreciar, nuevamente bordada, la insignia de la escuela Rasengan; la cual le quedaba siendo un poco ceñida dejaba notar la grácil figura del menor a los ojos deseosos del oji-azul.

 

Ya estaba apunto de sentarse nuevamente en las sillas hasta que el director lo detuvo – No, no, no – moviendo su dedo índice de un lado a otro – ven a mi costado que, como te dije antes, necesitamos una mayor privacidad y no lo puedo decir en voz alta

 

La confusión se reflejaba en su rostro, pero no le daba importancia. Si había una mínima posibilidad de que se salvara de una notificación con dirección  a su casa,  de verdad que no le importaba. Cambió su rumbo y se fue por el costado derecho de su superior Parándose justo cuando tenía la silla frente a él. Y es que al ver hacia donde se dirigía su alumno, giro su silla en la misma. Frente a frente el uno al otro, así es como se encontraban.

 

Di…dígame sensei, ¿qué es lo que debo hacer para que se absuelva de mandar la notificación? –dijo tímidamente.

 

Las persianas estaban cerradas, como a él le gustaban y agradecía internamente no haberlas abierto como siempre. – Je je je una sonrisa amistosa y cálida – primero que nada Sasu-chan, porque te puedo llamar así,  ¿verdad? – Recibiendo un asentimiento en respuesta – Siéntate aquí, para conversar mas amenamente – mientras palmeaba sus piernas.

 

Las pálidas mejillas nuevamente se colorearon de un rosa muy bajo – No… yo no podría

 

Je je je, vamos Sasu, que yo no muerdo *por lo menos ahora* – renuentemente, se sentó en el regazo del rubio, mientras su sonrojo se hacía más intenso – Jejeje, así me gusta  Sasu. Pero ahora pongámonos serios y de lo que respondas dependerá todo, ¿entendido? – Recibiendo otro asentimiento como contestación – Muy bien, Sasuke – su tono había cambiado nuevamente, era serio y maduro   ¿Estas dispuesto a hacer CUALQUIER COSA con tal de que tus padres no se enteren de tu mal comportamiento?

 

Bum-bum, bum-bum ese era el acelerado latir del menor, sentado en las piernas de un apuesto hombre, con la mirada gacha y las piernas juntas, mientras escuchaba esas palabras siendo susurradas en su oído. Pero no podía divagar en sus pensamientos, tenía que responderle y debería recobrar la compostura en este mismo instante, su respuesta debía ser firme y concisa que reflejara que como un digno Uchiha no se retractaría de sus palabras, aunque más adelante se arrepentiría de ello. Levantó la mirada fijándola en los helechos de la oficina – Cualquier cosa sensei, lo que usted me diga yo lo cumpliré y como todo Uchiha cumpliré con mi palabra, solo dígame que es lo que desea– esta última frase lo dijo girando su rostro en dirección al de rubio, el cual lo veía con una gran sonrisa en sus labios.

 

Muy buena respuesta U-chi-ha,  y espero que la cumplas – ya no era necesario ocultar sus deseos. Por lo que con su brazo izquierdo atrajo más el cuerpecito del menor – solo me tienes que obedecer en TODO lo que yo te diga  y lo que ahora quiero – dijo usando su otra mano para agarrar del mentón al menor viendo la sorpresa y vergüenza reflejadas en los ojos y sonrojo del menor – ES – acercándose lentamente – A – tan solo a milímetros de los finos y exquisitos labios del menor haciendo que sus alientos se confundan – TI – uniendo  sus labios finalmente.

 

Continuará…



Notas finales:

 

Alex-chan: xD sigo diciendo que soy mala MUAJAJAJA

 

Sasu: T/////T ya se le puso dura de nuevo, déjame bajarme do-be.

 

Naru: Jejeje mi lindo neko en el próximo capitulo me comeré tu culito entero

 

Alex-chan: xD, ven si les digo que soy mala es porque lo soy jajajajaj, pero tu e apoyas ¿verdad Naru?

 

Naru: Jajaja Claro que si como no apoyarte si me das tan delicioso bocadito para mi solito, muajajaja

 

Sasu: T///.///T *me sigue restregando su enorme paquete*

 

Alex: Jajaja, seeee pero con la condición de que me dejes verlo en primera fila, jjajaja y tu Sasu deberisa estar agradecido por ponerte a tu amor platónico de SEME

 

Sasu: O///////O *malnacida tenia que decirlo frente al dobe* no- no se de que hablas baka ¬///¬

 

Alex y Naru:  n.n’ *ni el mismo se lo cree*

 

Alex-chan: Bueno, chikis, espero que les haya gustado el capitulo que lo escribi de todo corazón.

 

Janee

Conversacion anterior. Traida gracias a Word. Lindo programa que me guardó todos mis cap x'D~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).