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[KYUMIN] UNA CAFETERÍA LLAMADA SAPPHIRE BLUE por Hyo Byung

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Notas del fanfic:

Este será un seriado. 

1. KyuMin

2. EunHae

3. SiChul

Y hasta donde mi imaginación me de.

Iré publicandolo podo a poco, este fic se va creando de acuerdo a momentos y emociones, si encuentro algo con que escribir el capitulo puede y que se cree en un 2x3 :)

Notas del capitulo:

Disfruten del capitulo :)

CAPITULO 1:

WE MET AT A NIGHT OF JAZZ

 

A lo lejos estaba, tan bello a mis ojos, las luces del interior iluminaban la blanca piel de su rostro y una sensación extraña invadió mi pecho inmediatamente cuando lo vi cruzar la puerta del establecimiento. Nunca antes lo había visto a pesar de haber ya visitado la misma cafetería por incontables veces, cada tercer día o dos veces por semana visitaba la famosa ‘’Sapphire Blue’’ del centro de la ciudad. Siempre a la misma hora, siempre el mismo café moka bien cargado y de vez en vez un pastelillo de los que mostraban en el aparador. Era finales de otoño y aun siendo así era el otoño más frio de mi vida, nadie podria pensar que podríamos vivir a 10º bajo cero, pero era normal que lo estuviéramos viviendo, según los expertos de los noticiarios que pronosticaban un invierno aun mas frio. 6 de Noviembre, si, un mes antes del invierno pronosticado, las luces del interior iluminaban gran parte de la acera de enfrente, la hora anunciaba la pronta salida de los trabajadores de sus respectivas empresas y los paseos de los jóvenes afortunados que salían a pasear con sus novios o amigos a falta de tareas escolares que hacer o quizás ya las abrían terminado o simplemente no las harían, vaya, que tiempos tranquilos eran aquellos.

Dentro de la cafetería la calefacción no tardó en que la echaran a andar en cuanto el último rayo de sol dejo de iluminar el cielo, siempre mantenían a los clientes con música clásica o de vez en vez con música más movida durante las tardes y noches, a veces dejaban que pequeños grupos de jazz tocaran música en vivo, aquellas veces dejaban de lado las mesas y solo había un lugar donde sentarse en las barras puestas en las paredes. Hoy era un día de esos, mas tarde llegaría el grupo a tocar y por ahora todo se mantenía relajado, mas sin embargo la calidez que la calefacción otorgaba al habiente, hacía de la cafetería un lugar agradable y amena la espera.

Deje a un lado la computadora portátil donde escribía las locas ocurrencias que se me ocurrían, donde cada escrito estaba siendo creado poco a poco para luego convertirse en un nuevo libro, escribir era mi pasión. Tome un bocado del pastelillo de vainilla que tenía enfrente y lo saboree por un breve instante, no era mi favorito, pero el sabor que tenia era sumamente delicioso como cualquiera de los otros que tenían, luego tome la taza entre mis manos y bebí del café moka, este sí que era mi favorito, cerré los ojos y empine la taza hacia mi boca, saboree durante un buen rato el sabor amargo, delicioso, poco a poco abrí los ojos saliendo de mi ensueño, dejándolos aun entrecerrados…

-Hola-

El sabor seguía en mi boca y el olor aun lo sentía cerca…

-Hola-

Espera, este no es el aroma a café, aunque es un delicioso aroma...

-Hola-

El café no tiene voz…

-¡Hey!-

-¿Ah?-

-¿Eres Cho Kyuhyun?-

-Ah, Si….- Por fin terminaba de abrir los ojos -¡Aaah! ¡Tú!- La persona que tenía enfrente era el mismo que me había cautivado al momento que entro, el mismo que por andar pensando en el exquisito sabor de mi café había perdido de vista

-Sí, yo, supongo…-

-…-

-Me enviaron de la editorial, soy tu nuevo editor, Lee Sungmin-

-…-

-¿Me escuchas?-

- ¿Ah? Si, te escucho

-Y ¿entonces?

-¿Entonces qué?-

-¿Qué opinas?- Vaya, que conversación de lo más interesante estábamos llevando

-Que… ¡¿Por qué demonios no me avisaron que cambiaria de editor?!

-Oye, no es para tanto, además también ha sido una sorpresa para mí, apenas hoy me avisaron y solo será un tiempo mientras tu antiguo editor se recupera de su accidente

-A menos mal, espera… ¿Accidente? ¿Yesung se accidento? ¿Cómo fue eso?

-Si no mal recuerdo dijeron que fue un accidente casero, tiene un tobillo roto y tendrá que guardar reposo

-¡Me asustaste! Pensé que había sido algo mas grave

-No, para nada, pero mientras puede volver a sus actividades, yo estaré cubriendo algunas, entre ellas el ser tu editor

-ok

-¿Me puedo sentar?

-Claro, el café y el pastelillo son míos, la computadora es toda tuya

-Jejeje, entendido

Y como lo dijo, el chico llamado Lee Sungmin, se estaba sentando en el asiento de enfrente, el suéter que traía lo hacía ver más lindo de lo que se veía a distancia, si hace unos minutos era el ser más bello del planeta ahora era el ser más hermoso del universo.

Se veía tan concentrado mientras leía, como si no perdiera la pista de cualquier detalle, Yesung siempre decía que a un editor no se le debía pasar nada o podria cometer un error que cambiaria la historia del escritor por completo y llevaría al fracaso una buena historia. Llevaba escribiendo poco mas de 4 años, primero pequeñas historias publicadas en periódicos y revistas, luego pequeños libros en pequeñas editoriales, hasta llegar a la editorial S.M. donde Sooman había dicho que mis historias eran demasiado buenas para ser parte de pequeñas editoriales y para estar dirigidas por editores que no valían la pena, desde eso entonces había comenzado a trabajar con Leeteuk, el editor en jefe y con Siwon, mi editor asignado, a ambos les tengo mucho cariño pues son grandes personas y muy buenos amigos. Fuera de las horas de trabajo, siempre no la pasábamos bien, conocía a más escritores y aun veía a algunos compañeros de la universidad así que salíamos de vez en cuando a recopilar datos….ok no, a pasárnosla un rato fuera de nuestras actividades y del estrés diario.

El tiempo transcurría y había pedido una nueva taza de café, bueno, una para mí y una para Sungmin que seguía concentrado leyendo y marcando los errores en lo que había escrito en la semana. La música comenzaba a hacer su nocturna aparición, el jazz que tranquilizaba mi corazón y despeja mi mente luego de una larga jornada de trabajo.

Los dedos de mi mano habían comenzado una danza involuntaria sobre la mesa y uno de mis pies le hacía compañía sobre el suelo

-Me gusta-

-¿uhm?-

-El jazz-

-Ah-

-Siempre que llego a casa lo escucho y es como si todos mis males se fueran, me envuelve de a poco- Poco a poco comencé a ponerle atención a lo que decía, sus ojos brillaban y su bello semblante estaba más relajado y jovial

-Dejemos el trabajo por hoy, disfrutemos del jazz- dije

-Mmm…suena tentador

-Disculpa- Le dije a la camarera que pasaba por nuestra mesa en ese momento – ¿Nos podrías traer un poco de vino?

-Claro, ¿el de siempre?-

-Justo ese-

-Enseguida se los traigo-

-¿Vino? Esto es una cafetería-

-Una curiosa cafetería que transforma su ambiente en las noches de jazz-

-Vaya. Supongo que vienes muy seguido-

-Mmm…podria decirse, cada tercer día, pero en especial los viernes-

-¿En especial? -

-Aquí tienen- Se acerco la camarera y sirvió en dos copas el vino que había pedido

-Gracias- Y la chica se retiro

-El grupo de jazz que está tocando, su música me gusta y solo los viernes tocan aquí- Le dije mientras tomaba un sorbo del vino de mi copa

-Interesante-

-Durante un tiempo cante para un grupo, pero con el tiempo cada uno tomo caminos diferentes, nos disolvimos y jamás volví a cantar…su música me recuerda a aquellos tiempos…-

-Ya veo… ¿Y por qué no vuelves a cantar?-

-Hace mucho que perdí la inspiración para ello-

-Pero si eres escritor…-

-Sí, pero no canto mis historias-

-Buen punto-

-Quizás algún día…-

Las canciones pasaron de una en una hasta que llego el momento en que el grupo dejó de tocar y para eso entonces ya habíamos terminado con más de dos botellas de vino entre charlas y risas. Pague la cuenta y como pudimos llegamos a mi coche, llevaba cargando a Sungmin en mi espalda, el pobre no podía ni con su alma, encendí el auto y conduje hasta mi departamento e igual que como hace rato, lo lleve cargando hasta el 15vo. piso. Cuando llegamos frente al departamento lo baje para abrir la puerta y entro tambaleándose.

-Kyuhyuniee-

-¿Kyuhyuniee?- Le pregunte mientras avanzaba tras de él

-Kyu…Kyu…Kyu!!- Comenzó a gritar y a dar giros por toda la sala, hasta que…-¡Kyaaa!

¡Zaz!

Un fuerte grito y un fuerte golpe, para cuando acorde había intentado sostener a Sungmin antes  de que cayera, pero al momento de correr hacia él termine cayendo de igual manera

-Yo…lo siento…­- Dijo debajo de mi, el espacio entre nuestros rostros había quedado demasiado pequeño, podía sentir claramente su reparación entrecortada, sus mejillas sonrojadas por los efectos del vino y como si el tiempo se fuera a  detener, lo bese, sin ningún movimiento, solo mis labios sobre los suyos, los segundos se volvieron eternos poco a poco me separe de él, pero tal y como los imanes se atraen, sus labios atrajeron a los míos, con cada beso, la intensidad aumentaba y un frenesí se apodero de nosotros haciéndonos incapaces de detenernos, como pudimos llegamos a la cama de mi habitación, dejando en el trayecto algunas prendas tiradas en algún lugar.

Nos dejamos caer sobre el colchón, él se encontraba debajo de mi y por razones bastante obvias la temperatura en la habitación comenzaba a subir a pesar de que afuera hiciera el frio más seco que pudiera existir, los besos que nos dábamos cada vez eran más intensos e incluso llegaban a haber pequeños mordiscos. No preguntábamos, ni siquiera hablábamos, todo se basaba en lo que sentíamos. Un sentimiento bastante primitivo si duda, nos atraíamos y que importaba lo demás por ahora, que importaba si lo que estábamos a punto de hacer estaba bien, para eso existía el mañana…

Comencé a besar su cuello y poco a poco fui descendiendo más y más, llegue a donde sus bóxers iniciaban que por extraño que pareciera aun no se habían desprendido de su cuerpo al igual que los míos. Regrese a sus labios y en el trayecto repartía pequeños besos o mordiscos causando que leves gemidos salieran de sus labios.  Cambie la posición y ahora él se encontraba encima de mí, mientras continuaba el beso, lo tome por la cintura y comencé a moverlo deliberadamente sobre mí haciendo que nuestras hombrías ya despiertas se rozaran por sobre las telas que los cubrían.

-Creo…que algo…nos…estorba- dije entrecortadamente y volviendo a cambiar las posiciones, causando que Sungmin soltara una risita

Tan rápido como pude retire las prendas de nuestros cuerpos y las mande a volar lejos…muy lejos, a quien sabe dónde.

Podía observar claramente su rostro gracias a que el ventanal de mi habitación no estaba cubierto por las cortinas dejando así que la luz de la luna se colara. Sus mejillas estaban sonrojadas, sus labios rojos e hinchados y un atisbo de pasión y lujuria iluminaba sus ojos.

Sin mentir, claramente podía sentir la chispa de un fuego interno incendiar mi cuerpo.

Tome una de sus piernas y la puse por sobre mi cadera, acariciaba su muslo, la posición que manteníamos era tan cercana que cada mínimo movimiento creábamos un roce exquisito. Delineaba su cuerpo con mis manos, su piel era tan suave y entre beso y beso leves gemidos salían de nuestras bocas, cada tanto arqueaba su espalda en busca de más contacto, el cual no le negaba.

Comencé a prepáralo e introduje uno de mis dedos en su entrada ganándome un quejido de su parte. Era tan estrecho, tanto que tuve que contenerme y prepararlo lentamente, no es como si tuviésemos prisa, nos dedicábamos a sentir, eso era lo que en este momento importaba, tan pronto como pude introduje un dedo mas y así hasta que sumaron tres, poco a poco se había relajado hasta el punto donde comenzaba a soltar uno que otro gemido, cuando lo consideré lo suficientemente preparado extraje mis dedos ganándome otro quejido de su parte.

-¿Estás listo?- Me posicione entre sus piernas y tome mi miembro para dirigirlo a su entrada, si esperar su respuesta comencé a adentrarme en él…*demonios* a pesar de la preparación él aun estaba demasiado estrecho, sentía como sus uñas se clavaban en mi espalda en respuesta a mi intromisión. Comencé a besarlo y a esperar a que se acostumbrara a mí, cuando lo hizo, movió ligeramente sus caderas comenzando así con un lento vaivén que con el tiempo se hizo más rápido y exigente.

Una extraña sensación invadía mi cuerpo, la pasión, la atracción y la excitación del momento me elevaba más allá de mis límites al igual que lo hacía con Sungmin, podía sentirlo, había una conexión por tonto y absurdo que sonara.

Piel con piel éramos uno en todo momento, moviéndonos en sincronía entre carisias y besos llegamos al clímax por primera vez en la noche, ambos sabíamos que esto no acabaría hasta que nuestros cuerpos cayeran vencidos por el cansancio y solo así nos detendríamos.

Notas finales:

Felices fiestas!! 

Espero sus lindos comentarios!! 


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