CAPITULO 3: DON’T SAY GOOD BYE
POV SUNGMIN
Viernes, 12:00 pm
Los días realmente pasan rápido cuando no quieres. Mientras los momentos que quieres que pasen sin luz ni sombra van tan lento.
Kyuhyun no había respondido a ninguna de mis llamadas y necesitaba verlo, ya era tiempo de que le entregara las correcciones y de recibir la siguiente parte del escrito, ya pronto lo acabaríamos y se mandaría a revisión general e impresión, la recta final ya estaba cerca, solo un poco más y mi tiempo con él terminaría, era cuestión de unos cuantos días más.
Y de nuevo, aquí estaba, frente a la puerta de aquel departamento, pese a que me había jurado no volver, aunque claro, estaba aquí no por las mismas causas por las que salí la vez anterior.
Una, dos y tres veces. La puerta no se abría. Intente abrirla por mi cuenta pero ni el intento valido la pena, la puerta se rehusó a abrirse, durante media hora toque una y otra vez.
Baje a la primera planta y busque al casero
-No he visto salir al joven Cho desde hace dos días –Esa había sido su respuesta. Y mientras volvía a subir en el elevador tome mi celular y comencé a llamar
Más te vale que contestes y abras esa maldita puerta. Murmuraba para mí mismo mientras recorría el pasillo y llegaba de nuevo frente a la puerta del departamento.
-¡Maldito Kyuhyun!
-¿No me vez en dos días y ya me maldices? –Hablaba con voz baja y carraspeando al terminar la pregunta. Su voz realmente sonaba mal y su rostro no reflejaba lo contrario – ¿Hyung? Parece que viste un fantasma, aun no planeo morir y menos por un resfriado, vamos entra antes de que le hagas un hoyo a la puerta –
Aun sin decir nada lo seguí mientras entraba, realmente se veía mal.
-Kyu…hyun, Kyuhyun…- ¿Ahora me ignoraba? - ¡Kyuhyun! Parece que le estoy hablando a la pared, ¡Hazme caso!-
-¿Qué quieres hyung?-
-¿Y ahora que te hice?-
-Nada, solo dame las correcciones, toma lo que está en la laptop y vete, quiero descansar, ya te sabes la contraseña, ¿no?-
-¡Pero qué demonios! ¿Apenas me haces entrar y ya me estas corriendo?
-Solo vienes a eso, ¿No, hyung? ¿O qué, venias por algo más?
-Mira no sé qué te pasa, no vengo en mal plan, tomaré por lo que vine y me iré, ¿Contento?
-No, pero ya qué. Cierra la puerta con llave cuando te vayas, puedes dejárselas al portero.
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Después de aquel encuentro con Kyuhyun había procurado salir lo más rápido posible de su departamento. Pero contrario a lo que me había dicho, no le había dejado la llave a nadie, por alguna razón no me podía quedar tranquilo y mientras bajaba por el ascensor más deseaba regresar arriba, sabía que algo no estaba bien pero no sabía el porqué.
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Ocho de la noche y aún no podía estar tranquilo.
Tomé un suéter y mis llaves, no sabía que iría a buscar o que ni a qué, solo no quería seguir sintiendo esta incertidumbre.
Tome un taxi directo a aquel edificio, saque las llaves y entre, el departamento estaba sumido en una oscuridad total. Encendí las luces de la entrada y luego las de la sala. A pesar de solo haber estado una vez aquí, podía recordar cada parte del departamento.
-¿Kyuhyun?- Intente llamarlo y ver si estaba despierto, comencé a recorrer cada habitación intentando buscarlo – ¿Kyuhyun? – Seguía intentando. Cuando llegue frente a la puerta de su habitación un escalofrío recorrió toda la extensión de mi columna vertebral.
Abrí la puerta poco a poco, tan despacio como en las películas de miedo.
-¡KYUHYUN! –Estaba tirado en el piso, a un lado de su cama, corrí de prisa hasta quedar frente a él. Toque su frente y tan pronto como mi piel hizo contacto con la suya puede notar la temperatura tan alta que tenía – Kyuhyun, despierta, tenemos que ir a un hospital, vamos – Intente levantarlo
-No…hyung, yo…no –
-¡No seas terco! Estas ardiendo en fiebre -
-No quiero –
-Vamos, no me hagas esto, dijiste que no morirías por una gripa ¿no?-
-No lo voy a hacer pero no quiero ir –
- ¡Ah! ¡Ni enfermo dejas de ser tan cabezota! Vamos, mínimo tienes que acostarte en la cama –
-Pero no quiero…el piso…esta tan frio… -
-Eres peor que un niño –
Me levante del suelo y fui por una almohada, se la coloque debajo de su cabeza y luego fui en busca de algún trapo y agua fría para ponérselo como frazada e intentar quitarle la fiebre.
La noche se estaba yendo lenta, Kyuhyun estaba más que dormido pero por lo menos la fiebre bajaba de poco en poco. El sueño me vencía, pero no podía quedarme dormido…tenía que cuidarlo, no era mi responsabilidad, pero tenía que hacerlo.
POV KYUHYUN
Sábado por la mañana
El mejor descanso que había logrado tener en días, me sentía de maravilla y jamás me creerían que apenas una noche atrás estaba muriendo de un resfriado, intente moverme pero algo me lo impedía o mejor dicho alguien. Alguien que se veía tan tranquilo y lleno de paz pero sobre todo tan tierno. Era la primera vez que lo veía dormido ya que la última vez que había estado conmigo él había optado por huir antes de que despertara, esa mañana había sentido un especial vacío y la mañana de por sí fresca, se había sentido helada, daba igual si estaba en mi departamento en Seúl bajo diez mantas que si estaba en un iglú en el polo sur y con solo una ligera sabana para cubrirme.
Pero ahora lo tenía aquí, frente a mí y sin ningún indicio de que se fuera a salir huyendo en los próximos minutos.
Para muchos suena algo tonto, pero para la mayoría de los que no la pasamos entre historia e historia y de vida en vida, el soñar con que nos pueda pasar algo de todo lo que escribimos es algo permanente. Soñar con que estamos destinados a algo o que algo va a llegar de la nada a tu vida, es algo constante, pero la realidad nos trae de nuevo a la tierra, al lugar donde vivimos y donde las historias no siempre terminan bien.
Aquel día cuando lo vi entrar en la cafetería realmente lo creí mi destino y lo desee para mí. Al día siguiente, cuando desperté supe que quizás había cometido un error, las cosas se habían dado demasiado rápido. Y aunque ya no estamos en aquellas épocas donde el cortejo y el ‘’llegaremos vírgenes hasta el matrimonio’’ tampoco quería hacer de esto algo plenamente carnal. Esa noche, ese día, todas esas veces no solo eran sexo, había llegado a poner mis sentimientos en mis acciones, había hecho el amor con Sungmin.
Todo mi cuerpo se sentía entumecido, dormir en el suelo no había sido buena idea, me levante como pude y estiré un poco cada una de mis extremidades, luego alce a Sungmin y lo coloque en la cama, si para mí no había sido algo bueno, supongo que para él tampoco.
POV SUNGMIN
Aah- Bostezaba mientras estiraba mi cuerpo que se sentía como si hubiera sido doblado mil veces en una práctica frustrada de contorsioninsmo, me hice un ovillo en la cama y me acurruque, las mantas estaban calientitas y no me quería levantar, no quería ir a trabajar, quizá me reporte enfermo y trabaje desde casa…enfermo…
-¡Enfermo! – Kyuhyun, abrí de golpe mis ojos y busque por todos lados con la mirada, efectivamente, estaba en su habitación, pero estaba en su cama y él sin duda no estaba por ningún lado. Tan rápido como pude salí volado de la cama y de la propia habitación, recorrí la sala y donde estaba un pequeño comedor, luego fui hacia el baño y nada, solo me faltaba ir a la cocina y ahí estaba, de frente a la estufa haciendo un desayuno o intentando hacer uno, ya que todo lo estaba poniendo patas arriba, tenía un tiradero sobre la repisa y al parecer había intentado hacer hot cakes dejado un batidillo de harina y huevo
-Estúpido desayuno, porque no puedes quedar bien –Murmuraba como queriendo regañar a la masa deforme de la sartén. Su imagen concentrada y decidida lo hacía verse tan lindo y no pude evitar soltar una leve risa, cosa que no le pasó desapercibida.
-¡Hyung! Ya despertaste-
-Mmm, sí, eso creo –Le contestaba entre risa y risa no pudiendo evitarla y provocandole un sonrojo cosa que lo hacía aún más lindo y que lo quitaba totalmente del papel de niño malo que tenía ayer o la de enfermo -¿Ya estas mejor? –Dije conteniendo la risa lo mejor que pude
-Deja de reírte, no es tan malo como parece y si, ya estoy mejor, gracias a hyung – Contesto con una sonrisa de lado.
-Oh, vamos, no fue nada, al final termine quedándome dormido y de algún modo te deje solo en el suelo, deja que te ayude –
-Hyung se quedó conmigo toda la noche –Dijo pasándome la sartén y la espátula para continuar con los Hot Cakes -A mi lado –
-De manera que así fue como llegue a la cama –
-Sip –
-Más te vale que no te hayas aprovechado de mi inocente cuerpo –
-Yo no hice nada, tenías toda tu ropa ¿No? Además, ¿Quién me asegura que no fuiste tú el que se aprovechó de un inocente enfermo que probablemente no podría recordar nada al día siguiente?-
-Te recuerdo que ese enfermo no es tan inocente como dice-
- ¿A no?-
-No-
-Compruébalo –Decía retadoramente mientras acortaba la distancia más y mas
-¿Cómo? – Le conteste de misma manera solo que en lugar de acortar nuestras distancias, deje lo que traía en mis manos y me iba alejando de él, pero teniendo en cuanta el espacio y el lugar donde estábamos, pronto la distancia dejo de crecer, y Kyuhyun me dio alcance, casi juntando nuestros cuerpos. Lo tenía tan cerca, tan deliciosamente cerca, un paso más y la distancia seria nula, otro más y podía alcanzar sus labios con solo estirarme un poco hacia ellos, esos malditos labios que me traían locamente edicto, cuando fui consiente supe que mi lengua estaba recorriendo mis propios labios y una mueca sensual se instalaba en los de Kyuhyun.
-Hyung, me está provocando-
-Tu hyung no está haciendo nada-
-Claro que si –Un paso
-Mentira-
-Sabemos que no –Su aliento lo podía sentir en mi rostro
-¿Qué es lo que sabemos?- Le dije alzando la vista y poniéndome de puntitas para intentar igualar nuestras altura
-Esto –Un toque sensual y lento pero cargado de pasión y del otro algo que no me atrevía a nombrar. Suave, sus labios se sentían de nuevo suaves contra los míos. ¡Dios! Si tenía que volverme adicto a algo en definitiva tendría de que ser de esto
*No, no puedo, esto es…*
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Una mano comenzaba de deslizarse por debajo de su camisa y tocaba con la punta de sus dedos la piel de su abdomen, robándole un leve pero audible gemido, o al menos a Kyuhyun eso le pareció. Una semana había pasado y su cuerpo reconocía su tacto como si solo hubieran pasado horas desde la última vez que sus pieles habían tenido contacto.
Quemaba, su piel ardía en llamas y no creía que nada pudiera apagar ese fuego que lo abrazaba y lo comenzaba a llenar. Solo movimientos sensuales, nada parecía más, nada perecía menos, ambos cuerpos se complementaban y embonaban como si hubieran sido hechos a la medida.
Ahora Sungmin era el más alto, Kyuhyun lo había colocado sobre la encimera que había frente a ellos, sus manos alrededor del cuello y las del otro sobre su cintura, Sungmin había envuelto sus piernas alrededor del cuerpo del otro, acercándolos más y eliminando cualquier espacio existente donde ni la partícula más pequeña cabria.
Estaban envueltos en su propia burbuja de fuego y pasión, ardiente y helada a la vez, dulce y necesitado, dos polos opuestos de un todo que se atraían tal cual imanes. La necesidad de sus cuerpos iba en total aumento y la urgencia de sus pieles por eliminar lo que les estorbaba y obtener un contacto directo se hacía presente. Los sonoros jadeos comenzaban a llenar la cocina, Kyuhyun rodeo con su mano el cuello de Sungmin por debajo de la camisa sosteniendo su cabeza en el ángulo perfecto para que pudiera invadir con su lengua aquella boquita que tanto lo volvía loco, haciéndola el campo de batalla entre ambos músculos. <Delicioso> Se repetía una y otra vez mientras con su mano descendía del cuello de su hyung hacia su pecho, hacia esos botones rosas que tanto anhelaba volver a probar.
Con delicadeza se separó de los labios de Sungmin y se dirigió hasta uno de esos botones, repartiendo besos húmedos por toda la piel expuesta y la que poco a poco iba descubriendo mientras retiraba la prenda que cubría su tesoro o mejor dicho, parte de el.
Fuego y pasión, ambas crecían en aquellos cuerpos junto a ciertas partes de sus anatomías.
Imposible de detenerse, Kyuhyun tomo a Sungmin en brazos haciendo que este pusiera más fuerza en sus piernas para poder sostenerse y a trompicones lo llevo hasta la habitación, no sin antes cerciorarse de haber apagado el fuego en la estufa antes de salir de la cocina. Para cuando hubieron llegado frente a la cama, mas tardaron en comenzar a desnudarse quitando aquellas prendas una a una sensualmente ante la mirada de su amante que en caer sobre ella sin ningún reparo en los quejidos chirriantes que soltó esta. Sentándose en ella, Kyuhyun coloco a Sungmin a horcajadas sobre él y comenzó a besarlo nuevamente, sus erecciones rozándose descaradamente una con la otra y haciendo que sus dueños dejaran salir de sus bocas suspiros llenos de placer. Sus manos intentando fundirlos en un tacto apasionado, derritiéndolos, uniéndolos y quemando todo a su paso.
Sungmin estaba seguro que no era algo plenamente carnal, que su entrega no era solo acto de pasión, pero no estaba seguro de querer ponerle un nombre a aquello que posiblemente sentía, vamos, era un hombre lleno de inseguridades que luchaba día a día contra lo incierto que podría serle el mañana, no podía permitirse a sí mismo aferrarse de nueva cuenta a un futuro de promesas, no podía, no luego de que todos sus sueños una vez se vieron rotos, no con todo el trabajo que le había costado recuperarse y salir de aquellas depresiones. Porque si, ya una vez se había enamorado para que aquel maldito bastardo lo abandonara luego de bajarle el cielo y las estrellas. Ya no era un adolecente de 18 años, ni siquiera era aquel muchacho de aquel entonces, pero sus miedos aún seguían presentes.
Mientras Sungmin pensaba y se dejaba llevar, los labios del menor habían abandonado su boca para dirigirse a otras zonas, lugares en los que se encargaría de dejar marcas que indicaran que aquel cuerpo era suyo, porque así lo creía o al menos eso quería pensar, mientras sus manos recorrían cada parte de aquella espalda hasta encontrar el sitio al que buscaba, tanteándolo introdujo dos dedos de golpe haciendo jadear al otro mientras se apoyaba sobre su hombro y dejaba un leve mordisco.
-Tuyo- le dijo al sentir que dejaría marca en su blanquecina piel.
Sungmin no respondió, solo seguía disfrutando de la sensación de los dedos de Kyuhyun imitando sutiles embestidas que en ocasiones llevaban a golpear su próstata dándole a su cuerpo golpes de placer momentáneo.
El no dijo nada pero lo necesitaba dentro, Kyuhyun solo lo sabía, retiro sus dedos que habían pasado de ser dos a ser tres y tomo su miembro dirigiéndolo a la entrada ya dilatada de Sungmin que lo recibió de la mejor manera posible, abriéndose a su paso y ajustándose a su tamaño, apretándolo y absorbiéndolo invitándolo a llegar cada vez más adentro. Y así lo hizo, claro que sí, hasta llegar a la base de su miembro, hasta llegar a lo más profundo de su ser.
Sus ojos se encontraron y como imanes que se atraían el uno al otro, la distancia entre sus labios volvió a ser nula una vez más, soltando un frenesí dentro de sus cuerpos, que habían comenzado a moverse en una completa sintonía y como si de un dejavú se tratara, una vez más se sentían completos.
Kyuhyun entraba y salía del cuerpo ajeno siguiendo la melodía de sus respiraciones, era la única música que sonaba y que podía seguirles el paso a los movimientos de sus cuerpos. Para cuando ambos acordaron, ya estaban acostados sobre la cama, Sungmin boca arriba y Kyuhyun sobre él, reposando parte de su peso sobre el otro. Ambos estaban ya cubiertos de sudor y el tiempo fuera de su burbuja podía seguir su curso pero dentro no, no donde ambos se perdían y fundían uno en el otro.
Los suaves jadeos que de vez en cuando salían de ambos pares de labios complementaban a la perfección la sintonía.
Sin previo aviso, Kyuhyun se sintió llegar, aquella sensación de explosión podía sentirla invadir la parte baja de su cuerpo, mientras que el cuerpo contrario sentía exactamente lo mismo, y al compás de las embestidas que recibía se dejó ir, junto con un sonoro grito de liberación, los dedos de sus pies se enroscaron sintiendo como el otro también se liberaba dentro suyo, jamás se habría imaginado tener una experiencia como aquella, ni aunque se hubiera acostado con todas sus antiguas parejas, simplemente era algo de Kyuhyun y él, podía sentirlo dentro de su ser y era lo que más miedo le daba, sentirse completo, sentirse lleno de él y no solo de forma física. Tenía miedo de intentarlo y perderlo. De lograr algo y luego lamentarlo y llorar la perdida.
Por otro lado Kyuhyun, quien en su vida se hubiera dejado liberar así, solo se sentía de forma correcta, en otra ocasión hubiera preferido decir algo, pero algo lo detuvo y simplemente se dejó descansar sobre el hombro de Sungmin y regular su respiración, reposando sobre él un poco de su peso, cuando se recuperó un poco invirtió las posiciones dejando a Sungmin sobre su cuerpo.
Sungmin solo se dejó caer sobre el cuerpo de su amante por un momento. Sintiéndolo aun dentro de él, se incorporó sobre sus brazos, observando el rostro sudoroso de Kyuhyun que mantenía los ojos cerrados y tenía sus brazos sobre su espalda. Solo lo observaba y así lo hizo hasta que sintió sus ojos cerrarse por el cansancio.
Cuando volvieron a despertar, Sungmin aun dormía encima de él, se habían quedado en esa misma posición y se sentía reconfortante saber que esta vez no se había ido, se sentía cómodo estando de esa forma con él, tan íntimo y como acto reflejo se abrazó a su cuerpo, llenándose de su aroma y deleitándose con la sensación.
POV SUNGMIN
Despertar de esta forma había sido una placentera forma de hacerlo, me sentía cómodo, pero no todo era un cuento de hadas.
-Kyu…Kyuhyun- Lo llame estando en la misma posición, sin voltear a verlo –Esto no va a funcionar…El lunes es mi último día como tu editor y hace tiempo que me han dicho de un curso en Inglaterra que comienza la próxima semana- Conforme le iba diciendo las cosas sentía como su cuerpo se iba tensando más y más debajo de mí.
-Lo intentaré, haré que funcione.-
-No Kyu…no entiendes.-
-¿Qué es lo que no entiendo? – Dijo incorporándose, dejándome sobre su regazo y nuestras miradas por fin se enfrentaron –Todo esta tan claro, esto –Dijo levantando su mano y señalándonos con uno de sus dedos –No es solo sexo, sé que tú también lo sabes y…lo sientes, no te quiero por tu cuerpo, te quiero porque aunque no nos conocemos desde hace mucho ni sabemos nada de nuestras vidas, podemos lograr algo más que solo una aventura de una semana. Puedo luchar por ti, y voy a hacerlo, tenlo por seguro, no voy a dejar que te vayas tan fácilmente sin que antes haya dado batalla.-
-Kyu…no lo hagas.-
-¿Hacer qué? ¿Decir que lucharé o decir que he aprendido a quererte?...Hyung, no, Min, ¿A que le tienes miedo? -
-A todo Kyu, a todo lo que tú no entiendes.-
-Dime exactamente qué es lo que no entiendo e intentare hacerlo para que esto pueda funcionar.-
-No es tan simple.-
-¡Maldita sea Sungmin! Deja de ser tan pesimista y deme una sola oportunidad para luchar por ti.-
-Yo…no sé en qué pensar…ni siquiera sé que puedo decir, solo…que no estoy preparado.-
-Piénsalo Sungmin, no es como si fuera pedirte una respuesta hoy mismo, pero si puedo esperarte.-
-Gracias.-
Luego de eso, todo el día no la pasamos platicando, no volvimos a tener sexo, pero cada tema que hablábamos salía a flote con naturalidad, las pláticas que manteníamos nos hacían cada vez más cercanos, nos hacía conocernos un poco más y los detalles que se nos habían pasado a lo largo de la semana que llevábamos de conocernos, ahora los sabíamos. Cuando llego la noche me despedí de él y camine por un momento, realmente su casa no estaba lejos de la mía, eso lo había aprendido con las varias visitas que llevaba haciendo para las revisiones de su escrito, del cual, a pesar de no haber sido su editor desde un inicio, me sentía orgulloso. Necesitaba despejarme y pensar seriamente sobre todo y el aire frio que hacia mantenía mi cabeza a la misma temperatura. Pronto una lluvia atípica de noviembre comenzó a caer, empapándome por completo, ya faltaba poco para llegar a mi edificio así que seguí caminando, no tenía prisa, ni llevaba nada de valor que pudiera mojarse.
Tenía una semana para pensar en cada una de las palabras que Kyuhyun me había dicho. Yo soy el hyung pero ese chico pensaba como si él lo fuera. Se había dado cuenta de mis miedos aunque yo no los expresara o al menos no que yo me diera cuenta. Y tenía razón, en todo lo que me había dicho.
Cuando llegue a casa, hice toda la rutina de siempre, me quite los zapatos al entrar y revise la contestadora.
Usted tiene 8 nuevos mensajes
Había dicho aquella vocecilla del aparato
Mensaje 1: -Hola, mmm…Sungminnie-hyung, soy Ryeowook…creo que no estás en casa, llamare más tarde-
Mensaje 2: -Soy yo otra vez, llámame en cuanto puedas-
Mensaje 3: -Hola, soy Yesung, solo llamo para decirte que el lunes te veo en la editorial para entregar el manuscrito final y enviarlo a impresión-
Mensaje 4: -….Yo…bueno, creo que no has llegado, ¿Está todo bien?....llámame…-
Mensaje 5: -Amm…Creo que aún no has llegado, espero que no estés bajo la lluvia, quisiera decirte que lamento si dije algo por demás, pero no es así, llamare más tarde-
Mensaje 6: -¡Hyung! ¡Si no apareces antes de que finalice el día llamaré a la policía aunque Yeye no me deje!-
Mensaje 7: …..Bueno…creo que aún no llegas
Mensaje 8:………………………*Silencio*…………………………..-Te quiero-…………
Había escuchado con calma todos los mensajes mientras me quitaba la ropa mojada e iba a poner agua a hervir, pero en cuanto el último mensaje se escuchó o mejor dicho no se escuchaba salí a ver el porqué, para quedarme tal como una piedra en el lugar donde estaba al escuchar ‘’te quiero’’ con aquella voz que podía quebrar todo en un segundo, ¿En verdad lo había dicho? Y más importante aún ¿Por qué mi corazón no dejaba de palpitar e intentar salirse de su lugar? Era increíble como esas dos palabras junto con el dueño de esa voz estaban comenzando a poner mi mundo de patitas arriba.
Cuando recobre el sentido tome mi celular y comencé a escribir un mensaje para Ryeowook
Hola.
Tranquilo, Estoy bien y ya estoy en casa, tuve que salir de emergencia.
Lo siento si te preocupe.
Y luego con el celular en la mano…pensándolo muchas veces, busque hasta dar con su número. Preguntas como ¿Qué le diría una vez contestara? O ¿Cómo respondería a su último mensaje? Rondaron mi cabeza hasta que me quede dormido.