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Chico Conoce a chico por Saga

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Notas del capitulo:

acá la conti, gracias a tamaouchija por el rw

n.n

espero les guste

 

Martin miraba atentamente al pequeño, y pudo notar su actitud, esto le hizo sentir confianza de la decisión que había tomado, y a la vez un sentimiento de felicidad (risa) abordo su ser.

Dispuesto a cambiar las cosas, se agachó y recogió el rollo que estaba justo en sus pies, sin dejar de mirar a Luciano, que para su sorpresa, se había levantado de su asiento, seguramente para recoger él mismo dicho objeto. A causa de ello, Martin desvió su mirada totalmente nerviosa.

Al ver que su rollo ya estaba en manos ajenas,  detuvo su actitud, regresando algo asustado a su asiento, algo extraño rondaba en su mente, es por esto que dejo de mirar a un Martin, quien ya estaba  arrepentido de cualquier cosa que le hubo hecho.

Luciano observaba como el chico alto llevaba en su mano izquierda el rollo, apretándolo con fuerza, no sabía si  se lo devolvería, no sabía cómo reaccionaría, sabía que él estaba ese día, pero algo le decía que se arriesgara.

Entonces el pequeño reunió todas sus fuerzas, y sin perder más tiempo se levantó, caminó lento hacia el joven de gorro, sin mirarlo a los ojos, sea por vergüenza, por miedo o lo que fuese.

 

Sin saberlo, Martin le miraba atentamente, viendo como se acercaba algo asustado, de pronto Luciano dio con los hermosos ojos color miel del otro, se sorprendió ante aquello, no pudo volver a desviar la mirada.

Apoyado en el barandal, Martin levantó su mano para entregarle el rollo al joven, con lentitud, sin apuro alguno el otro hizo lo mismo para tomar el rollo, y sin quererlo cuando toco la piel del más alto su cuerpo reaccionó al contacto, un calor invadió su estomago y un leve sonrojo se dibujó en sus mejillas. Soltó la mano del joven, con el objeto ya en su poder y dio media vuelta dejando de mirarlo.

Sin más regreso a su asiento por sus cosas dispuesto a sentarse, en ese instante una señora de edad avanzada subió al bus, Luciano le cedió su asiento como muestra de cortesía, se quedó de pie un poco más atrás en el bus y se quedó parado pensando en lo sucedido, no entendía nada, qué hacía él aquí, nada tenía sentido. Entonces por extrañas cosas sintió una presencia a su lado, miro en aquella dirección y con nervios, asombrado y con la boca abierta vio que tenía a su derecha al joven alto que hace poco estaba bastante alejado de él. Lo miro a los ojos, y el otro hizo lo mismo, pero con un deje de miedo el alto giro su rostro hacia la otra dirección.

Luciano sin saber qué hacer tomó la decisión más extraña de su vida, un deseo interno exigía que besara al más alto, un sentimiento sin sentido le decía que allí estaba la felicidad, arriésgate le proponía su corazón, pero su mente pudo más.

Se giro directo a la puerta, toco el timbre para que la micro se detuviera, sin mirando al chico que tenía de espaldas. Cuando lo hizo bajó en el paradero, y se dispuso a caminar sin mirar atrás.

Anduvo como si nada, deseando cosas en su interior, paso a paso iba pensando en aquel chico hermoso que se le había cruzado por segunda vez, obviamente esta ocasión fue mucho más extraña y encantadora.

Al rato se detuvo un segundo, su mente imaginaba la posibilidad de que el chico lindo se había bajado junto a él, que lo seguía de cerca, que estaba allí atrás, mirándolo, animándolo a mirarlo, pero su miedo fue mayor, solo se dispuso a seguir su camino, lento al principio, luego más rápido, quería sentir sus pasos, sentir su presencia, por eso a los segundos después  se detuvo por segunda vez, algo se escuchaba, pasos tras sí, felicidad era lo que sentía, se escuchaba algo allá, por eso se dispuso a caminar nuevamente como niño que va a comer helado, y así lo hizo por cerca de una cuadra, hasta que llego a una esquina, justo entrando a una plaza. Entro en ella, caminó un  tramo  más y poco a poco la curiosidad le fue ganando, sentía desesperación, quería comprobarlo todo, quería saber.

Eliminando todo sus miedos y viendo la necesidad de amor que pedía su alma, mientras su corazón se aceleraba decidió lo correcto, giro su cuerpo en dirección opuesta para ver lo que tras él aguardaba. 

Notas finales:

gracias por leer

saludos, y en unos dos días pego la conti


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