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Kiss Kiss Me por Kristy

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Notas del capitulo:

Bueno, siento el retraso, pero aquí tenéis la segunda parte del Two Shot :3

Espero que os convezca. Veo que no hay muchas fans del Bachan por aquí. ¡Qué pena! :( Lo digo porque no hay ni un review, por lo que deduzco que no hay ninguna.

D:

¡A leer!

 

Baro estaba nervioso. Pero eran nervios de otra índole. El primer concierto de Amazing Store había salido perfecto y la respuesta había sido muy buena, así que no estaba preocupado por eso.

Era el segundo día los cinco conciertos que tenían programados de estos conciertos exclusivos que tanto les había costado preparar en los meses previos, entre el Comeback de disco de What’s happening y las actividades individuales.

Estaba nervioso porque iba a poner en práctica un plan casi suicida. Esperaba que las fans lo interpretaran como “un accidente” y luego pudiera “coger por banda” al maknae para decir lo que realmente tenía pensado decir. La oportunidad de su vida que también había planeado en secreto con la ayuda del resto de sus compañeros y que no podía cagarla porque sino… se moriría.

Nunca había esperado este giro del destino desde hacía unos meses para acá. Bueno, exactamente desde que se jodió la pierna. ¡Bendita lesión! Hasta entonces, el objeto de sus sueños, desvelos y deseo le había ignorado como si no sintiese nada por él más que simple amistad.

Porque Baro se había enamorado del maknae desde el mismo instante en que se conocieron, pero no hizo nada porque… bueno, por aquel entonces él estaba confuso y Chansik era demasiado pequeño e inocente como para entender el concepto de “enamorarse”. Así que decidió esperar, pacientemente, a ver qué derroteros tomaba el enano.

Sin embargo, el tiempo pasó y Gongchan no daba señales de que le gustase nadie ni le atrajese nadie. Intentó “atraerle” a su bando, pero siempre lo interpretaba de la manera incorrecta. Llegó a un punto en el que realmente cayó en depresión, de la que había salido con la ayuda de Sandeul. Gracias al cielo, Sandeul, su mejor amigo (y que ya sabía que estaba enamorado de Gongchan y siempre le había apoyado) siempre estaba a su lado, impidiéndole que se rindiese con el cachorro del grupo. La mayoría de planes que había puesto en práctica hasta el año pasado habían sido idea de Sandeul, pero sin reacción por parte del maknae. Fue tanto el desgaste, que le pidió por favor que dejase de intentarlo. Si el destino quería que se enamorase de él, perfecto, pero sino, tendría que encontrar la manera de convivir con este amor unilateral.

Aún recordaba lo que había pasado en aquellas semanas caóticas antes, durante y después de la lesión. De repente, Gongchan empezó a estar arisco, especialmente con Sandeul, como si de la noche a la mañana se hubiera convertido en su enemigo número uno. A pesar de que los cuatro habitantes de la casa habían intentado averiguar qué pasaba con el siempre tranquilo y alegre maknae, no hubo manera de saberlo. De repente, el cachorrito se había convertido en un pastor alemán que no solo ladraba, sino que mordía a base de bien. Un día, la gota que colmó el vaso, fue que empujó a Sandeul con tal fuerza que lo tiró al suelo en un ataque de furia incomprensible. A Baro le dio tal coraje, que no tuvo otra opción que meterse en medio y echarle la bronca del siglo. Decepción, incredulidad y enfado aparecieron por las bocas de ambos.

Gongchan optó, casi llorando, por esconderse en su cuarto. Apenas les habló durante dos días. Aquello que salía por su boca eran bufidos. Tristeza era una palabra demasiado pequeña para definir lo que había sentido Baro en esas 48 horas.

Le había dolido tanto… sentirse tan lejos, tan separado de la persona que amaba durante ese tiempo, como si fueran dos especies distintas que estuviesen condenadas a no  entenderse… Y  se refugió en Sandeul, quién al principio se enfadó con él, por ser tan pesimista, por darse por vencido al fin. Pero al día siguiente el pato se levantó con una energía y alegría inusitadas, como si hubiera hecho el descubrimiento del siglo (cosa que en verdad así fue, pero en ese momento, Baro no quiso creerlo para no acabar más lastimado de lo que ya estaba) e ignoró por completo la actitud de su compañero más joven. Empezó a hablar con sus Hyungs y dejándole solo. Al principio quería saber en qué estaba conspirando, pero le dijo que lo mejor era que no participase y no supiese nada.

En este extraño ambiente les sorprendió el Comeback y los preparativos del concierto del Amazing Store, porque de repente, Jinyoung dijo que había que cambiar a los actores de los personajes. Que el plan inicial del badeul en el concierto no valía y que la compañía quería potenciar el bachan, además Sandeul estaba demasiado liado con el musical y la opción de que “actuase” solo era lo mejor para llegar a tiempo con los ensayos. El rapero se quedó a cuadros cuando se enteró. La cara de Gongchan reflejaba tal disgusto que le volvió a romper el corazón. ¿Tanto le odiaba? ¿En qué cojones estaba pensando el líder? Pero empezó a sospechar cuando vio las sonrisas de críos que han hecho una trastada de Sandeul y Shinwoo. No sabía qué se traían entre manos y cómo los había manejado su amigo, pero prefirió ser profesional y “dejarlo pasar”.  Bueno, de cara a la galería. Porque apenas dormía. Gongchan concentraba sus sueños y… ¡vaya sueños! Cuando se levantaba tenía que ser el primero en usar el baño si quería no traumatizar a sus compañeros y a la gente de la calle con aquel poste en alza.

Los stages se sucedían y de repente, justo antes terminar la promoción, su pierna hizo “crack”. Fue terrible. Dio el salto normal que hacía hacia de la mitad de la canción, cuando le tocaba su parte, cuando un tirón, como si un puñal interno le estuviese rajando la pierna y la rodilla entera, le atravesó. Falló al poner el pie en el suelo, cayendo, y dando un alarido que retumbó por todo el escenario.

No recordaba muy bien qué había pasado, porque en ese momento, todo era dolor, gente hablándole, gente llevándole a alguna parte y él solo quería que parase ese jodido dolor. Para su sorpresa, cuando logró mantenerse despierto lo suficiente sin que los calmantes para el dolor le atontasen, se encontró con la cara angustiada del maknae frente a la suya, pegado a él como una lapa. Estaba convencido de que se había notado demasiado su rubor, por la sonrisa que detectó en los otros tres rostros presentes en la habitación.

- ¡Lo sabía! –Un grito de felicidad absoluta, un brinco, aplausos…

Cabronazo, Sandeul y sus ideas. Le estuvo lavando el cerebro durante todo el tiempo que estuvo convaleciente de que realmente era correspondido por el maknae, lo cual parecía ser cierto. Pasó de un extremo a otro, monopolizándole todo el tiempo, cuidándole,  hasta que los demás, divertidos, decían que haber cuando les daba el número para poderse acercar un poco.

Gongchan había vuelto a su ser, siendo la persona alegre, dinámica de siempre y lo más sorprendente, no se separaba de  él hasta cuando se curó. Aquello le dio esperanzas y dio lugar a la idea loca que iba a poner en práctica en nada.

Salió por la puerta y empezó a hacer su actuación, en cuanto el Shinyoung, desde la parte superior del escenario, empezó a hacer su parte de la escena. Estaban más expectantes de lo normal, porque, evidentemente sabían lo iba a pasar. Casi podía notar a Sandeul al borde de un ataque de nervios, escondido entre bastidores, grabándolo todo, cual fangirl histérica. Todo iba desarrollándose según lo planeado. Ahora estaban en la parte en la cual “ensayaba el beso” con Gongchan. Ojalá reaccionase como él esperaba que reaccionase.

 Los dados estaban echados y que pasase lo que tuviese que pasar.

Así fue como Baro besó a Gongchan en su regazo, en un beso increíblemente corto, suave, casi rozándolo. Un beso de mil calambres, mil sensaciones, mil descargas hacia cierta parte de su anatomía que le dio pinchazo, empezando a despertar. Fue consciente del griterío, pero no podía apartar la mirada de Gongchan, sorprendida y sus mejillas encendidas. Pero sobre todo, no podía dejar de mirar aquellos labios, con su lunar, relamiéndose como si aquello que acababa de pasar fuese el manjar más exquisito que el maknae hubiera probado jamás.

Nunca supo cómo había conseguido mantener el autocontrol de esa manera para no volverle a atacar, pero lo consiguió.

El concierto discurrió sin problemas (aunque en las redes sociales aquel desliz, que luego se interpretó como “accidente”, se propagó a la velocidad de la luz) y los chicos fueron a sus camerinos con una sonrisa de satisfacción escrita en la cara. Bueno, para ser más exactos, los dejaron solos en el camerino. A dónde fueron Shinwoo, Jinyoung y Sandeul a cambiarse para ir al dormitorio, no lo supo. Pero lo agradeció en silencio por aquel momento que necesitaba para poder rematar su día perfecto.

-¡Qué ha pasado ahí, Sunwoo!

Gongchan le asaltó, totalmente exaltado, agarrándole de la camisa, en un ataque casi amenazador. Sin embargo, pudo comprobar, sin poder evitar una sonrisa, que sólo estaba asustado. Tanto, que le había llamado por su nombre y se había dejado el Hyung en el baúl de los recuerdos. Eso estaba bien, porque prefería lidiar con un Chansik asustado, que con uno predispuesto a estar serio y en modo racional. A ver si de esta manera, entendía de una buena vez que clase de relación quería tener con él.

-  Que te he besado.

- ¡Eso ya lo sé, joder! ¡¿Pero por qué lo has hecho?! –Gongchan estaba enfadado… MUY ENFADADO. Baro empezó a dudar un poco en su interior, ¿se habría equivocado? -¡Maldita sea, Hyung! ¡No ha tenido gracia, joder!

Baro pudo haber reaccionado acobardándose, pero ese no era su estilo. Llevaba demasiados años ignorando todo esto y soñando cómo sería besar aquellos labios que, ahora que ya lo había probado, no tenía intención alguna de dejarlo escapar.

 Así que decidió ser totalmente obvio.

Aprovechando que estaba cerca, agarrándole por la camisa, Baro le abrazó y, pillándole desprevenido por segunda vez en aquel día, lo besó. Sintió cómo estaba tenso y rígido. Así que Baro decidió morderle la parte inferior de aquel jugoso labio, para hacerle reaccionar. Al poco tiempo, Channie abrió, más por acto reflejo que por otra cosa, y decidió lamer aquella húmeda cavidad. No pasó nada de tiempo cuando sintió que su compañero aflojaba el agarre y bajaba aquellas traviesas manos a su cintura y aquel beso dejaba de ser tierno para ganar en pasión.

Pronto se quedaron sin aire y tuvieron que interrumpir aquel beso, entre jadeos.

Precioso. Era simplemente precioso. Aquellos ojos brillantes, esa mirada entre tímida y camaleónica y la risa nerviosa del maknae. Todo era simplemente precioso, para Baro.

- Lo he hecho porque te quiero. –Confesó Baro, alto y claro. No quería más confusiones de aquí para adelante.- ¡Porque estoy hasta las narices de que te líes, que te enteres de una vez que yo estoy colgado de ti hasta el infinito y el más allá y quiero que seas mío!  

Sin soltarse y sin dejarse de mirar, pudo asistir a la sonrisa más grande y hermosa que jamás había esbozado Chansik después de todos los años que se conocían.

- ¡Eres un idiota, Hyung! –Le dio un puñetazo que dolió un poco, pero que sabía que era de broma.

- ¿Idiota yo? ¡Idiota tú que no te enterabas de nada! ¡Mira lo que me has obligado a hacer! –Le devolvió el puñetazo.

Su genuina risa invadió aquel espacio, calentándole el corazón.

- De acuerdo, lo dejamos en empate… -Volvió a mostrar aquella sonrisa, un poco más ¿diabólica? Que empezó a temer porque empezaba a notarse duro. - Entonces… ¿estamos saliendo?

Baro dejó los ojos en blanco al principio, de pura exasperación, hasta que le observó y se dio cuenta que sólo estaba jugando con él. Más bien sería ronroneando con él, como si fuese un gatito.

-  ¿Tú qué crees?  –Le retó el rapero, mientras sentía aquellos largos dedos bajar hasta el cinturón de sus pantalones. Por dios, que parase a ahí. ¡No quería que su primera vez fuese ahí! ¡Tenía otros planes muchos más excitantes y geniales que montárselo con su AHORA NOVIO en el camerino de prisa y corriendo! Aunque, bueno… no sería tan mala idea…

De pronto aquellas manos volvieron al cuello de la camiseta y se volvió a pegar lo más posible a Baro. Sintió aquellos labios posarse en los suyos con calma, como si fuesen de cristal. Paró, dejando un espacio milimétrico entre ambas bocas.

- Acepto, pero ahora… ¡Bésame, bésame!

Oh, dios… Channie y su adorable voz porno. ¡Claro que lo iba a besar!

Hasta que sus labios se fueran a desgastar.

Ahora y siempre.

Notas finales:

Hello, people! Bueno, pues aquí está la cutre segunda parte melosa del bachan.  Espero que os haya gustado. Esto va de besos y no de montárselo, así que será en otra ocasión (?).

Siempre me digo a mí misma que no sé hacer finales. Me reitero en ello D:

Este Twoshot se lo dedico con cariño a dos personas que conozco, muy fans del bachan y que siempre se quejan de que no tienen fic de esta pareja, a Sara y a Arantxa, que son dos monadas de niñas. ¡Algún día haré la versión porno!

Mientras, nos veremos en el fic de Only One, con el shinyoung y el badeul, a ver qué les pasa a estos chicos.

¡Nos vemos!

 


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