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Like a fire por MagsKun

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Sabía que debería haber traído abrigo, lo sabía. Pero no, ahí voy de tonto nomás al salir sin chaqueta viendo la tormenta que se venía. Caminando bajo la lluvia con esta remera sin mangas y el pantalón con huecos me siento un idiota, de chiste si no me resfrío. Me la busqué yo solo, así que me merezco empaparme hasta los huesos ahora, lo mejor que puedo hacer es entrar en una tienda y esperar que pase la lluvia nada más.
Salí más tarde de lo que esperaba de la clase, tal vez si salía a horario llegaba a casa antes del aguacero. Todo por los ensayos... Esta obra me tiene a mal traer. Me dirijo rápidamente hasta Gio Cat, queda a unas cuantas calles de la academia pero es el primer lugar que se me ocurre, y por qué no, si es mi lugar favorito en toda la ciudad. Además, Kao me espera.
Entro en la cafetería y saludo a los meseros, todos amigos míos ya que llevo tiempo viniendo aquí. Me gané la categoría de cliente usual y favorito luego de salvarle la vida a Kao, el gato más antipático y odioso de todos los del lugar, cuando un camión casi lo arrolla. Lo tomé en brazos rápido y corrí con él lo más lejos de la calle posible, lastimándome un poco pero rescatándolo, de modo que obtuve su lealtad incondicional. Desde ese día me espera siempre en la mesa n°1 situada justo al lado de la puerta, desde donde veo todo el lugar. La mayoría del personal se sorprendió mucho al ver lo cariñoso que es conmigo, ya que con nadie más lo es, pero les alegra ver que hizo un amigo al fin; nadie se sentaba en la mesa por lo reacio que era el animal.
En cuanto entro el aroma a café y a pastel inunda todos mis sentidos y me siento cómodo instantáneamente. Rodeado de las paredes rojas de madera y ladrillo con gatitos negros dibujados aleatoriamente me siento a gusto. Dejó mis zapatillas en la entrada y tomo unas sandalias para dirigirme a la mesa. Siempre me pido lo mismo así que sólo me siento y espero que traigan mi capuccino y mi muffin de banana y nuez, mientras veo y escucho la lluvia caer contra el pavimento al otro lado de la ventana. Kao se sienta en mi regazo y ronronea pidiéndome una caricia detrás de las orejas, donde sé que le gusta. Debe estar ansioso también por la comida, creo que come más del muffin que yo.
Rebusco en mi mochila algún libro para leer mientras bebo mi café, entonces Onew, uno de los meseros y también mi mejor amigo, se acerca con mi pedido.
-Hola, hyung, gracias -le digo, tomando la taza y probando el café de a sorbos-. Delicioso. ¡Comeré bien!
-Que se aproveche -responde él, acariciando mi cabello-. El sábado es mi día libre, ¿te apetece hacer algo?
-Por supuesto -contesto, sonriendo-. ¿Karaoke?
-Haz la reserva en Itaewon -dice, yéndose-. Paso por ti a las 7.
Sonrío a Onew mientras se va a continuar trabajando. Qué chiste. El chico canta mejor que todos en mi clase de canto juntos, y aún así le da vergüenza estudiar por miedo a no ser lo suficientemente bueno. Es una pena.
Termino de cortar en trocitos pequeños el muffin para que Kao pueda comer y continúo en la búsqueda del último libro que adquirí de la biblioteca, "El Guardián entre el Centeno" de J. D. Salinger. Comienzo la lectura y me encuentro tan enfrascado en esta que no noto que entró alguien en la cafetería y se acercó a mí hasta que no oigo su voz y siento las gotas de lluvia cayendo en la mesa. Entonces levanto la vista y me encuentro cara a cara con Choi Min Ho, la estrella de la clase de actuación, y un miembro de la elite de la academia. Me sorprendo tanto de verlo que estoy a punto de caerme de la silla. Su cabello castaño está chorreando pequeñas gotitas de agua al igual que su gorro de lana, mientras que su musculosa blanca se le pego por completo al cuerpo, contorneando su forma.
-¿Taemin? -dice la voz, y no puedo evitar que mi piel se erice cuando lo miro a los ojos-. ¿Te molesta si me siento contigo?
-Nn..no. No, en absoluto, sunbae -respondo, mirando a Minho con los ojos desorbitados de sorpresa-. Siéntese.
-¡Qué dices! -dice, sonriendo amablemente-. ¿Sunbae? ¿Acaso soy tu profesor? Sólo hyung está bien, Tae.
-De acuerdo, hyung.
-¿Vienes aquí a menudo? -pregunta, casual, mientras lee el menú y se frota la nariz enérgicamente. Luego me guiña un ojo. ¡ME GUIÑA UN OJO!-. Yo nunca entré. 
-Ss.. Si, vengo siempre -contesto, aturdido.
-¿Te comieron la lengua los gatos que tartamudeas? -se burla, luego vuelve a frotarse la nariz-. ¿No debería haber un gato en la mesa?
-Está aquí -digo, señalando mis piernas-. Se llama Kao.
-Simpático -dice, y luego estornuda-. Me dan alergia los gatos.
-¿Entonces qué haces aquí, hyung? -cuestiono, divertido y preocupado a la vez-. No pararás de estornudar.
-Te vi desde la acera y quise entrar a hablar contigo -dice, y luego ríe-. La lluvia me iba a terminar por ahogar de todos modos. Hasta que pare me quedaré aquí.
En eso se acerca nuevamente Onew y le toma la orden. Pide una torta de queso y un café con crema. También pide una tanda más de servilletas. Pues las necesitará, hasta a mí me da comezón en la nariz ver cómo se irritó la suya. Onew me mira con curiosidad, ya que no le dije que esperaba a alguien. Le hago un gesto con la mirada, intentando decirle "te explico luego". No sé si me entiende, pero se aleja para tomar más ordenes mientras deja el pedido de Minho en la caja. Mientras tanto miro a Minho incómodamente y acaricio a Kao sin estar seguro de qué hacer. Él me mira y sonríe casualmente, mientras observa todo el lugar.
Pasan unos minutos pues vemos a Onew volver con la orden de Minho y dejarla en la mesa. Cuando él se concentra en su comida, Onew pasa y me da un codazo disimuladamente. Lo fulmino con la mirada, ya verá luego. Mi acompañante se concentra en su comida, se ve que alguien no almorzó hoy. Hasta que no acaba una de las tres porciones de la bandeja no me dirige la palabra.
-Lo siento, no he comido nada en todo el día -se disculpa, luego de sonarse la nariz-. ¿Quieres una porción?
-No, ya comí con Kao, gracias -agradezco tímidamente-. ¿Vives en Seúl?
-Algo así -responde, bebiendo su café-. La casa de mis padres está lejos de aquí, pero por ahora estoy de pasada en una residencia estudiantil, cerca de la academia, con mi hermano Minsuk. ¿Tú?
-A unas cuantas calles de aquí, con mis padres y mi hermano Taesung, también.
Minho sonríe y sigue comiendo. Me quedo callado y termino lo que queda de mi capuccino. Entonces, la lluvia afloja y de a poco se detiene. Minho se percata de esto entonces mira su reloj.
-Bueno, la lluvia ya paró y tengo toque de queda, además si no me seco tal vez me enferme, así que mejor me voy -dice, levantándose y dejando dinero sobre la mesa-. Yo te pago. Si es más de la cuenta deja lo que sobre como propina. Adiós, fue un gusto estar contigo. Por cierto, ese libro que lees, es excelente. Es mi libro favorito. Si lo lees ya por mí podemos casarnos que estará bien. 
Dicho esto, ignora todas mis protestas, tira el dinero en la mesa y acaricia levemente mi cabello oscuro antes de salir de la cafetería. Qué terco, pagando mi comida como si fuera un bebé. ¿Y qué fue eso de casarnos? Dios, este chico me dará un infarto. Onew aparece en un parpadeo exigiéndome respuestas, pero lo único que puedo decirle es que aquel chico lindo y popular simplemente se sentó en mi mesa y comió conmigo sin haber hablado nunca antes.

Notas finales:

Espero que alguien lo lea y le guste 


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