-Ya es hora de que me vaya, te veré allá, no se te ocurra hacer alguna tontería-me volvía a repetir.
-No creo que pueda hacer algo-me refería a la seguridad.
-Min, si tú te comportas, yo también lo hare, así que pon de tu parte-me decía serio-ya sabes, estarán personas importantes, quiero que se lleven una buena impresión.
-Está bien.
-Bien…-me miro pensativo.
-Hum…-asentí.
-Me voy…y no quiero que llegues tarde-me advirtió recalcando estas palabras antes de salir. ¿Parecía un poco nervioso? Tal vez era mi imaginación.
Yéndose me puse el traje blanco. No era la gran cosa todo lo que tenía que hacer y en poco tiempo ya estaba casi listo, pero no quería salir todavía, bastaba con verme para saber lo que se aproximaba.
Kyuhyun como lo había dicho, esto del compromiso le traía a él consecuencias favorables, su imagen era la del empresario que lograba todo lo que se proponía, y todos hablaban bien de él aparentemente. Mientras que de mí, bueno a mí no me importaba lo que se hablara, me importaba lo que sería de nosotros…
-Min, ¿sigues en la casa?
-Si-seguía acomodándome el cuello de la camisa-deberías de estar durmiendo Eunhyuk, todavía es de madrugada allá.
-¡Hey! No podemos estar contigo este día, pero al menos Hae y yo estaremos por celular-decía razonablemente-Por cierto, él te habla-se escuchó un poco de movimiento y la voz de Donghae apareció-¡Min! ¿Cómo estás?
-Estoy bien, eso creo, Hae.
-Le dije a Eunhyuk que te llamara porque…supongo que estas un poco nervioso.
-…Un poco-admití con una risa nerviosa sin poder ocultarlo-pero al menos aquí habrá poca gente, así que no esta tan mal-dije tratando de restarle importancia.
Parecía que Donghae y Eunhyuk ya eran todos unos expertos en el tema y estuvimos platicando por un tiempo sobre estas cosas; me decían que necesitaba pensar positivo si quería que todo saliera bien y después de divertirme un rato escuchando muchos de sus inservibles consejos para “una boda perfecta” me sentía mucho más tranquilo.
-¡Vamos, Min! Alégrate-decía Eunhyuk algo decepcionado-no te escuchas muy entusiasmado.
-Si lo estoy, es solo que…
-¿Es por qué no va?-espero en la línea-Ayer hable con Kangin, me dijo que estaban distanciados.
-¿Él te dijo eso?
-Sí, no sé qué le esté pasando pero últimamente está haciendo muchas estupideces.
-¿Estupideces?
-El que no esté allá, no significa que no me entere de lo que pasa en la empresa. Dicen que hay fiestas en su departamento todo el tiempo.
-Entonces se la está pasando bien-dije conforme.
-Así parece, pero cuando regrese hablare seriamente con él-decía-El caso aquí es que sea por lo que sea que se hayan distanciado, tú no debes preocuparte por él en estos momentos. Min, esto no pasa todos los días-decía Donghae interrumpiéndolo-¡Tienes que estar feliz!
-Ok, Ok-les decía mientras me ponía el saco y bajaba por las escaleras-Chicos, ahora sí los tengo que dejar, me tengo que ir ya-podía ver desde la ventana como estaba oscureciéndose, la boda seria en la noche.
-No te preocupes, Min. Seguiremos hablando después, ahora dinos una cosa, ¿estas sonriendo?
-Lo estoy haciendo-siempre lograban sacarme una sonrisa esos dos.
-Bien, entonces ya cumplimos con nuestro propósito. Espero que te la pases muy bien, desde aquí Hae y yo te estaremos mandando buena vibra, no lo olvides. ¡Sí! ¡Sonríe! ¡Vamos! ¡Este es tu día, Min! ¡Solo tuyo!-después de esto no pude saber quién de los dos hablaba primero pues comenzaron con una especie de porra para darme ánimos.
Con el tiempo justo llegue al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia, el salón había quedado muy al estilo de Kyuhyun y mi padre, pero aun así me gustaba como había quedado; habían bonitos adornos de estilo victoriano y telas de colores oscuros colgando desde el techo que resaltaban con la luz tenue que daban los candelabros que estaban por doquier, las luces eran muy sutiles así que daban un aspecto muy íntimo dentro, era todo muy elegante, pero era agradable, todo era muy armonioso.
Mientras iba pasando por los pasillos, al fin encontré el salón donde me esperaban para hacer mi entrada, mi papa más que listo ya estaba esperándome detrás de una gran puerta. Con un rápido abrazo me recibió.
-Sungmin te ves realmente bien-sonrió-por favor trata de hacer feliz a Kyuhyun, como él lo hará contigo-sonreí un poco en respuesta.
Las cosas no se habían dado de la mejor manera, ni estaban a la altura de lo deseado pero como habían dicho Eunhyuk y Donghae: debía ser feliz, y yo quería ser feliz con Kyuhyun lo más que se pudiese.
Pocas personas tenían la suerte de estar al lado de la persona que querían, así que después de todo no era tan malo, “no tenía que ser así” decía convenciéndome a mí mismo. Me gustaba tener esta actitud en este preciso momento y con esto en mente me anime para hacer lo siguiente.
Se abrieron las puertas y la música comenzó a sonar, casi la mayoría de caras que mis ojos iban recorriendo eran desconocidas para mí, jamás las había visto, sabía que Kyuhyun no se llevaba muy bien con su familia, así que no esperaba verlos aquí y en cuanto a la mía; alcanzaba ver unas señas que me hacia mi tía desde el inicio de todas las filas, más atrás de ella, hasta el fondo estaba Yesung, el amigo de Kyuhyun que me levantaba una ceja a forma de un rápido saludo, y a su lado esperándome, estaba Kyuhyun; ahí estaba elegante como me gustaba, con un traje negro.
Cuando por fin nos vimos a los ojos el me dedico una sonrisa como hacía mucho tiempo no veía, se sorprendió un poco cuando le respondí de la misma manera y se apresuró a poner su mirada en cualquier otro lugar, trataba de no ser tan obvio al reír disimuladamente. Tal vez estaba sorprendido de mi respuesta pues todo este tiempo había estado enojado con él, o tal vez era por lo que estábamos a punto de hacer. Eso era, estábamos completamente locos al estar aquí por nuestra propia voluntad. Bueno, mi voluntad era otra cosa, porque si estaba obligado desde el principio, lo hacía con gusto en este momento, bastaba con verlo para saber cómo a pesar de todo lo que hacía, mi corazón aun le respondía como la primera vez, verlo me animaba a pasar de todo, lo perdonaba tan rápido.
Llegue a su lugar y cuando comenzaron los votos Kyuhyun jamás volvió a mirarme a los ojos otra vez como yo tampoco quise hacerlo. No quería pensar en que si estábamos aquí era una farsa, porque no tenía que serlo. A veces Kyuhyun me hacía creer que él no era tan malo, me negaba a pensar que hubiera cambiado tanto de esa manera, no, no era tan malo.
Cerramos el trato con un rápido beso pero antes de apartarnos me dijo al oído:
-Ahora eres mi esposo-como era de esperarse lo decía de forma un tanto posesiva pero esta vez no quería pelear así que solo me limite a asentir.
Posteriormente pasamos a la recepción tomados de la mano, dedicamos un tiempo a fotos y a todos esos requisitos. Comenzamos con una fiesta muy formal y aunque me hubiera gustado ver personas cercanas a mí, solo eran extraños quienes me hablaban para felicitarme.
-¡Minnie!-sabía quién era.
-Tia-trate de devolverle el saludo con algo de la misma efusividad.
-Nunca digas nunca, Minnie-me decía alegre-te dije lo que pasaría pero ni tu ni Eunhyuk me quisieron creer.
-Para la próxima lo tomare en cuenta-sí que lo haría, pensé para mí.
-Tonto-me toco la punta de la nariz-Bien, ahora vuelvo, voy a felicitar a Kyu-me dijo antes de ir con él.
Mientras miraba como mi tía y Kyuhyun hablaban animados pensé en lo bueno que era este ganándose el favor de mi familia: primero Eunhyuk, después mi padre y ahora ella.
Deje de mirarlos cuando sentí que alguien se acercaba a mí de nuevo.
-Yesung-dije en modo de saludo cuando lo vi.
Aunque Kangin estuviera más que bien aún seguía resentido por lo que fuera que le haya hecho, pero él era una de las pocas personas que conocía así que no me quedaba otra opción más que hablar con él.
-Las cosas no han empezado bien entre nosotros-decía en forma de disculpa-pero espero que de ahora en adelante podamos llevarnos bien-no muy convencido con mi expresión, agrego-o lo mejor posible, sabes que Kyuhyun es mi amigo y si él necesita mi ayuda, lo hare.
-Lo sé-no sabía si lo estaba diciendo en forma de amenaza pero estaba demás decirlo.
-Bien-eso fue todo lo que dijo, se despidió con un ademan y se alejó.
Después de terminar de saludar a los invitados, Kyuhyun y yo estuvimos en la mesa principal por un tiempo más.
-Tengo que atender a un empresario, ahora vuelvo-se levantó de su lugar.
-Espera-lo tome del brazo-no me dejes solo-no veía ni a mi padre ni a mi tía por ninguna parte por lo que trataba de no sepárame tanto de él.
Empezó a reírse un poco asombrado.
-Vaya, que cambio tan radical has dado después de la boda, mira-señalo su brazo-ahora ni siquiera quieres soltarme-rápidamente deje su brazo para negar lo que decía.
-No conozco a nadie aquí-dije.
-No tardo-me aseguro antes de irse y me dio un beso.
Como prometió no tardó mucho en volver.
-¿Me extrañaste?-decía muy sonriente.
-Parece que estas muy bromista hoy-le comente-a ti también te cayó bien la boda.
-Tienes razón-comenzó a decir mirando a nuestro alrededor-Creo que es hora de irnos.
-Pero…pensé que querías que nos quedáramos más tiempo-no entendía porque quería irse tan rápido.
-¿Yo o tú?-sonrió levemente al verme-No, no quiero, ya cerré el negocio, me llegan otros proyectos pero por ahora lo que quería ya está-me aseguraba-Además, tengo que ahorrar fuerzas así que ya vámonos.
Me limite a mirarlo cuando me tomo de la mano, voltio hacia los invitados, dijo algunas palabras y sin necesidad de que salieran a despedirnos, salimos rápido de ahí yéndonos en su carro.
-Me gusto la actitud que tuviste conmigo en la boda-decía mientras iba conduciendo.
-Solo me comporte como quise hacerlo-esta vez me dedico una mirada seria regresando después al parabrisas.
-Quería que la pasáramos bien pero ya veo que no se podrá-dijo dejando las palabras en suspenso.
-Está bien, está bien-fui yo quien había pensado que no teníamos por qué seguir llevándonos mal-Yo también quiero empezar bien…esto de ser ahora…esposos.
-¿Entonces?-No sabía si lo estaba negociando.
-Pero tú también pondrás de tu parte-lo pensó por un momento.
-No.
-Ese trato es injusto y lo sabes-siempre tenía que ceder y no tenía otra opción.
-Si yo quiero hago lo que se me antoje con mi esposo-me volteo a ver-contigo…y sabes que no estás en condiciones para pedirme nada a cambio de nada.
Habíamos llegado al aeropuerto.
Él me había dicho que iríamos a un lugar donde iban “muchas parejas más” y me dijo que llevara en mi maleta abrigos. Aunque yo pensé que iríamos a París, más tarde descubrí que iríamos a Londres.