La madre y el padre de Zelo se separaron cuando éste solo tenía 5 años de edad. Él no tenía otro lugar y a su vez no tenía otros parientes, sus abuelos murieron antes de que naciera.
Por suerte, un amigo de la familia, tuvo un hijo que es sólo 4 mayor que él. Rara vez habla con otras chicas porque aparte de ser pequeño, él es un buen chico y es algo tímido.
Ya han pasado 13 años desde que Zelo ha estado viviendo junto a la familia. Su hermanastro es ahora uno de los famosos miembros de una empresa de K-Pop llamada TS Ent. Él hizo una canción a dúo con una de las noonas de SECRET, Song Ji Eun.
A pesar de que ha estado lejos de él por un par de años, desde que comenzaron sus días de aprendiz en TS Ent, nunca han perdido el contacto. Al menos una vez al día, él le envía un mensaje texto o un mensaje de vídeo para que el menor no se sienta solo.
Cuando por fin Zelo se graduó de la escuela secundaria, se mudó a Seúl ya que sería matriculado en la Universidad de Seúl. Sí, él es un chico muy inteligente, no sólo es bonito y guapo, tiene un gran cerebro. Recibió una beca completa para dicha Universidad, pero como no quiere cargar a su familia de acogida de nuevo Y está ya en una edad legal (18), estaba seguro de que sus padres de acogida estarán de acuerdo con él y pronto se acostumbrarán a estar sin ellos.
El día que se fue a Seúl, su hermanastro le recogió porque tenía día libre, sin horarios. Al bajar del tren y encontrarle allí, lo abrazó con fuerza y tan pronto como terminó ese fuerte abrazo, comenzaron a hablar.
- Hyung... - Zelo estaba completamente ruborizado.
- Ooh... Has crecido maravillosamente - Dijo Yongguk y besó su frente.- Ahh... Ojalá pudiera comer igual para crecer como mi pequeño hermano. ¿Pero qué demonios comes que eres más alto que yo?
- Yah... Soy un ser humano... - Dijo Zelo riendo y más ruborizado que antes.- ¿Has venido aquí solo?
- Sí, en la empresa me dieron el día libre, puede que cuando vuelva haga otra canción a dúo con Song pero no estoy seguro... Bueno, vamos a llevarte a tu dormitorio. -Dijo cogiendo el bolso de Zelo y dirigiéndose al choche negro.
Zelo caminaba lentamente hacia el coche, cabizbajo, de hecho, estaba sintiendo un poco de vergüenza hacia Yongguk porque él le llama ''su hermano pequeño''.
Después de vivir 13 años bajo el mismo techo que Yongguk, siempre tan lindo y atento con él, sus sentimientos crecían por él cada día más. Para Zelo ya no era como un amor de hermano, sino como un amor de hombre a hombre. Yongguk siempre ha sido tan agradable y dulce con él, lo que le hizo muy difícil que pudiera borrar sus sentimientos. Él creía que enamorarse de un chico estaba mal, sobre todo si éste es su hermanastro. Pero Zelo fue creciendo y madurando y esa idea se le fue de la cabeza, ahora le daba igual gritarlo a los cuatro vientos, él amaba y sigue amando a su hermanastro Bang Yong Guk.
Montaron en el coche y se pusieron en marcha a la residencia de estudiantes de la Universidad de Artes y Perfomances de Seúl. No paraban de hablar, ya que Yongguk tenía muchas cosas que decirle y enseñarle.
Al llegar a la residencia de estudiantes, Yongguk le ayudó a verificar el dormitorio y llevó todas sus cosas a su habitación. Le ayudó incluso a poner todas sus cosas íntimas en el armario.
- Zelo-shi, me tengo que ir ahora. Nos vemos más tarde, ¿vale?
- Jo... Vale... Adiós hyung... - Dijo Zelo con un puchero.
- Aish... Hermanito... ~ ~ Por favor no hagas pucheros. Hyung te llevará con él más tarde ¿vale? Te lo prometo.
- ¿No puedes quedarte un poco más? Te echo de menos... - Replicó el menor con el semblante de puchero aún en su carita.
Yongguk se acercó peligrosamente, le puso la mano en la barbilla, le levantó la cara y le miró a los ojos. Zelo entró en pánico. No podía respirar con normalidad. La cara del mayor estaba demasiado cerca de la suya, quizás a 3 pulgadas de distancia. Podía sentir su cálida respiración golpeando su cara.
La cara del menor se puso roja cuando Yongguk acercó su cara más a la suya, como si él fuera a darle un beso en los labios. Rápidamente Zelo cerró los ojos, esperando a que ocurriera, su primer beso, con su hyung, seguro que sería tan mágico y tan perfecto... Sintió la respiración caliente de Yongguk en la nariz por un tiempo. Luego desapareció, y Zelo notó que su frente estaba caliente. Inmediatamente abrió los ojos, mirando a Yongguk quien también estaba ruborizándose locamente.
- No hagas eso de nuevo. ¿De acuerdo? Yo... Y-yo no podría...
- Tu... ¿No podrías... El qué hyung?... Preguntó Zelo con temor.
- Me tengo que ir. Te llamo más tarde. Adiós, mi hermanito lindo.- Yongguk besa su frente una vez más antes de salir corriendo al coche que luego se alejó, dejando un efecto borroso.
- ¿Qué acaba de suceder? - Se preguntó Zelo tocando su frente lentamente.
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Ya han pasado 2 meses desde que Zelo ha empezado las clases. También han pasado 2 meses desde que vio a Yongguk por última vez. Ni siquiera le envió un mensaje de texto o mensajes de vídeo como siempre. Nada.
El pequeño Zelo lo extrañaba mucho. Quería verlo, pero no podía. Todos los días, miraba su teléfono, esperando algo de él, pero no recibía nada.
Su pequeño corazón le duele. A veces se le rompe. Seguro que se estaría en los espectáculos musicales y programas de variedades. Pero el Yongguk que el veía en televisión, no tenía ni punto de comparación al Yongguk que veía cuando estaba con él.
Un día, Zelo tomó una decisión. Cogió un taxi y pidió al conductor que lo llevara a TS Ent. Se aferraste a su teléfono con fuerza. En el camino, rezaba para que pudiese verlo. Al bajar, le dio al conductor unos wons y se encaminó para entrar en la empresa. Se podían ver fotos y carteles de SECRET colgados en la pared. Incluso Zelo pudo ver un cartel individual de Yongguk colgado. Encontró a su hyung raro en ese cartel, pues tenía el pelo rojo.
El menor se dispuso a llamar a Yongguk por teléfono para decirle que se encontraba ahí, pero no contestó. Lo intentó un par de veces más, pero todavía no hay ninguna respuesta. Estaba frustrado.
Cuando estaba a punto de darse por vencido, vio a Hyosung, la líder de SECRET, desde la puerta principal.
- Perdone, Hyosung noona. - Llamó Zelo acercándose.
- ¿Si? ¿Te conozco? - Preguntó ella extrañada.
- No lo creo. Me preguntaba dónde podría encontrar a Yongguk hyung. Soy su hermano, Choi Junhong. Traté de llamarlo, pero él no contesta su teléfono.
- ¡Ah! ¡Choi Junhong!. Es un placer conocerte.- Dijo sonriendo.- Yongguk oppa está aquí. Tal vez esté en el estudio de composición, como siempre. En el segundo piso, la cuarta puerta a la izquierda.
Zelo sonrió y se inclinó agradecido. - ¡Gracias noona! Un gusto conocerte.
Después de despedirse de Hyosung, Zelo salió corriendo a la segunda planta en busca de la puerta que ésta le dijo. Al llegar al segundo piso y encontrar la cuarta puerta a la izquierda se detuvo.
- Aquí es…- Dijo en un susurro apenas audible.
Giró el mango lentamente. Espió un poco para ver si había alguien allí. De repente oyó algo de ruido en el interior, pero no pudo ver a nadie, así que pasó al interior. Se adentró más en el estudio y caminó en dirección del sonido. Cerró la boca, sin pronunciar una palabra por si fue a la habitación equivocada. Por fin encontró al causante del sonido. Zelo se quedó congelado en su lugar, sus ojos se abrieron, su boca se secó, ni quiera podía abrir la boca para hablar. Se quedó completamente sin habla al ver a Yongguk, el chico supuestamente tímido, besándose con Song Ji Eun detrás de otra puerta en el estudio de composición.
- Yongguk... hyung...
Eso hizo que Yongguk se diera la vuelta mirando al menor con terror en sus ojos. Se puso rojo cuando vio que lo miraba con las lágrimas en los ojos que estaban a punto de caer.
- Junhong... Esto no es lo que parece. Ella...
Sin esperar su explicación, Zelo salió corriendo de la habitación lo más rápido que pudo. Sus lágrimas se fueron corriendo por sus mejillas, no pudo aguantarlas por más tiempo en sus ojos.
Sus pasos frenaron cuando una mano fuerte tiró hacia atrás. El menor supo de inmediato a quién pertenecían esas manos, así que luchó para que le dejase ir. No tenía ganas de enfrentarse a su hyung ahora.
- ¡Suéltame! Podrías seguir con esa noona. ¡Sólo suéltame!
Yongguk tiraba de sus brazos. - Por favor Zelo... Por favor, escucha lo que tengo que decirte. Por favor. - Suplicaba el mayor aguantando varios golpes de Zelo.
- ¿Por qué tienes que explicármelo? No eres más que mi hyung. Puedes estar con cualquier persona que desees. Déjame ir. Me voy a casa. - Gritaba Zelo sin parar de forcejear para que su hyung lo soltase.
Yongguk pegó un tirón y provocó que sus cuerpos se pusieran pegados frente a frente. - Ella es la que me besa. Ella es la que hace esas cosas... Ella está enamorada de mí. Por favor, Zelo... Créeme. Por favor.
- Cállate y déjame ir. ¡No quiero escuchar nada más que me tengas que decir!- Seguía golpeando el pecho del mayor. - Estás demasiado ciego como para ver lo mucho que me preocupo por ti. ¡Nunca notas mis sentimientos por ti! ¡Para ti solo soy un estúpido crío! ¡Tu maldito hermanastro!
- No Zelo... Por favor no digas eso... Zelo, hermanito... Saranghae... Pero no el amor fraternal... Te amo como un hombre ama a otro hombre.
Esas palabras hicieron que Zelo se calmara un poco y dejara de golpearlo para luego mirarle a la cara con los ojos hinchados.
- Estás mintiendo... - Dijo el menor con semblante triste. Destrozado...
- No, yo no miento. Estoy muy enamorado de ti. Te quiero más que a nada. Tú significas todo para mí. Por favor. No amaré a ninguna chica tanto como te amo a ti.
- Hyung... Demuéstramelo... Por favor.
Y sin decir nada más, Yongguk agarró la mano de Zelo y lo arrastró hacia el coche para llevarlo al apartamento de estudiantes donde Zelo residía. Se bajaron del coche y subieron a la habitación sin decir ni una palabra.
Cuando entraron, el mayor, que entró segundo, cerró la puerta tras de sí y acorraló a Zelo contra ésta empezando a besarle. Unos besos lentos, dulces y dados totalmente con un sentimiento de puro amor.
- ¿Me crees ahora? - Preguntó Yongguk apoyando su frente con la del menor.
- Sí... - Susurró Zelo con la cara encendida de vergüenza. Por fin su hyung le besaba y lo hacía con un sentimiento de amor. Un amor de verdad.
- Te amo...
- Y yo a ti hyung... - Respondió Zelo abrazándole bien fuerte y comenzando otro beso, beso que empezó de manera inexperta y que luego se tornó en un beso totalmente pasional, necesitado.
El menor colgaba sus manos en el cuello del mayor mientras que sus bocas se movían en sintonía y sus lenguas empezaban a rozarse discretamente hasta que el menor dio permiso y el mayor invadió su boca con ese músculo húmedo que moría por probarla y explorarla. Zelo, para seguirle el ritmo comenzó a imitar los movimientos que su hyung hacía en su boca y ambas lenguas comenzaron a danzar juntas, deseándose, saboreándose jugando en círculos tanto dentro como fuera de ambas bocas, dándoles pequeños mordiscos, chupándolas hasta memorizar bien el sabor, emitiendo pequeños gemidos en la boca del contrario mientras que de las manos del mayor comenzaban a brotar caricias y el menor imitaba sus movimientos.
Las manos frías del mayor se colaron por la camiseta de Zelo haciéndole tiritar por el contraste del frío de las manos y su cuerpo caliente. El mayor notó cómo Zelo tembló y paró de besarle.
- Si quieres que lo dejemos aquí... No voy a hacer nada que tú no quieras... - Dijo el mayor y besó su frente.
- Pero yo si quiero hyung... - Susurró el menor agachando la cabeza para después notar cómo era subida por la mano del mayor.
Comenzaron a besarse otra vez, de la misma manera que antes e incluso con más pasión.
Las manos de Yongguk comenzaron a colarse otra vez por la camiseta del menor, acariciando sus costados, acariciando su pecho, rozando sus pezones, descendiendo de nuevo al abdomen plano y liso del menor y luego las llevándolas hasta su espalda baja, descendiendo y posando ambas manos sobre su trasero, comenzando a acariciarlo levemente, introduciendo las manos en el pantalón...
Zelo, al notar eso, emitió un pequeño gemido y guió sus manos a los pezones del mayor para darles atención, acariciándolos en círculos con las yemas de sus dedos y rasgando en ocasiones levemente con sus uñas. Llevó de nuevo su boca a la boca del mayor, comenzando otro beso apasionado y desenfrenado, se comían mutuamente.
El mayor de deshizo de la camiseta del menor dejándole con el pecho al descubierto y llevando ambas manos a los pezones del menor, pellizcándolos suavemente y haciendo que el menor se derritiera en sus brazos.
Llevó las manos a su cintura, empujando al menor hasta la habitación, pues aún seguían apoyados en la puerta del apartamento. Una vez allí, el mayor se quitó la camiseta mientras Zelo se subía lentamente en la cama esperando a que el mayor se deshiciera de su ropa. Solo se quitó la camiseta y los pantalones y se fue directo a la cama con Zelo para deshacerse de sus pantalones también, quedando ambos chicos en ropa interior.
El mayor se posicionó encima de Zelo, bien situado entre sus piernas mientras se seguían besando con amor y hasta con algo de lujuria, llevando una de sus manos por todo un recorrido en el cuerpo de Zelo, la otra se encontraba en la cama apoyada para no echar todo el peso sobre el cuerpo del menor. El menor acariciaba su espalda mientras jadeaba en la boca de Yongguk, lo estaba volviendo loco. Ambos se volvían locos.
Yongguk fue descendiendo por el pecho del menor haciendo un camino de besos deteniéndose en el ombligo del menor, besándolo, rodeando esa pequeña cavidad con la lengua, llevando sus manos al elástico del bóxer para liberar el palpitante miembro del menor. Siguió bajando por el pubis del menor, besándolo y llegando a la base del miembro de éste. Lo tomó en sus manos haciendo al menor jadear, le lamió la punta y llevó su lengua por toda su extensión para volver de nuevo a la punta, ya húmeda, y engullirlo sin previo aviso haciendo que el menor soltara un pequeño gemido que por vergüenza, calló muy rápido.
- No te contengas Zelo... Me gusta oírte disfrutar... - Dijo el mayor para acto seguido volver a llevarse el miembro del menor a la boca.
Zelo gimió de nuevo emitiendo un sonido largo y agudo que estremeció y provocó que el mayor se excitara mucho. Siguió con su vaivén atacando la erección de Zelo y acariciando sus testículos con las manos mientras el menor, balbuceaba incoherencias y gemía alto, muy alto.
- Aaaah~ Hyung... No... n-no aguanto m-mucho máaas~aaaah... - Dijo Zelo totalmente cegado por el placer, su espalda arqueada, su cabeza hacia detrás, sus ojos cerrados fuertemente, su boca entreabierta y sus manos agarrando fuertemente las sábanas de la cama.
El mayor, al escuchar eso, se violentó contra el miembro del menor haciendo que éste se corriera en su boca mientras emitía otro fuerte gemido que seguramente se abría escuchado en todo el edificio. Yongguk trago todo y se lamió las comisuras para limpiar cualquier rastro del menor. Luego subió por su cuerpo de nuevo y se estacionó en los labios de Zelo para volver a besarle. Más tarde Yongguk finalizó el beso y llevó tres dedos a la boca del menor para que éste los lamiera y los lubricara mientras él le observaba con excitación. Sus miradas estaban fijas la una en la otra, mientras Zelo lamía de forma sexy los dedos del mayor, gimiendo levemente y sin parar de mirarle con amor y lujuria.
Una vez que los dedos estuvieron lo suficientemente lubricado, el mayor los sacó y los llevó al trasero de Zelo para comenzar introduciendo uno muy lentamente y así evitar hacerle daño al menor.
Zelo, al sentir la intromisión, dejó sonar un pequeño quejido debido a la pequeña molestia que ese dedo en su interior causaba. Era la primera vez por lo que tenía que acostumbrase.
- ¿Te duele? - Preguntó el mayor a pocos centímetros de la boca del menor.
- No... Es que es la primera vez y tengo que acostumbrarme... - Dijo Zelo mirándole a los ojos con algo de vergüenza. - Puedes meter el segundo...
Y dicho esto, Yongguk introdujo el segundo dedo dentro del cuerpo del menor, simulando un movimiento de tijeras para dilatar su entrada. Zelo ya se iba acostumbrando por lo que sin pensarlo, metió el tercer dedo y comenzó a embestirlo lentamente con la mano para que el menor cogiera costumbre.
- Hyung~hh... En-entra ya... Por favor... - Dijo Zelo con el ceño fruncido y la espalda arqueada.
Yongguk sacó los tres dedos del trasero del menor y se llevó su miembro a acariciar la entrada de éste para que se fuese haciendo a la idea. Introdujo su palpitante erección poco a poco, notando cómo las paredes del menor ejercían presión, sintiendo ese apretado interior tan caliente, tan estrecho, tan jodidamente delicioso. Empujaba contra el trasero del menor poco a poco y lentamente, cada vez más hasta que se encontró dentro por completo y decidió quedar así hasta que el menor le diera indicios de que ya estaba acostumbrado su gran miembro.
Pocos minutos después, Zelo comenzó a hacer movimientos circulares y eróticos con las caderas avisando al mayor de que podía empezar a embestirle cuando éste quisiera. Y las embestidas lentas y delicadas no se hicieron de rogar, pues el mayor comenzó moverse lentamente, a ritmo tortuoso para terminar de adaptar la entrada del menor. Así, con ese ritmo estuvo unos minutos haciendo al menor jadear sonoramente, pero el mayor no se conformaba con escucharle jadear, quería oírle gemir fuerte mientras pronunciaba su nombre. Las embestidas aumentaron un poco el ritmo haciendo a Zelo enloquecer y sus jadeos notorios se convirtieron en gemidos sonoros que sonaban a gloria para los oídos del mayor.
Zelo levantó su cuerpo, que se encontraba tumbado, apoyándose en las manos para llegar a besar al mayor mientras las embestidas rápidas no tenían la menor intención de cesar. El menor gemía en los labios del mayor, gemidos que mayoritariamente quedaban ahogados en los labios de Yongguk.
Yongguk lo sujetó por la espalda y Zelo se aferró con ambos brazos al cuello del mayor quedando sentado a horcajadas encima de su regazo. Comenzó a morder sus labios haciendo que estos se hincharan un poco más de lo que ya estaban. Siguió mordiendo su cuello, haciendo gemir al menor, haciéndolo jadear, haciéndolo gritar su nombre.
Cuando separó su boca del cuello del menor, éste, apoyó la cabeza en el hombro del mayor quedando de tal manera, que a cada gemido que conseguía arrancarle el mayor, éste iba a parar directamente a su oreja, oreja que el menor comenzó a moder mientras gemía excitando de un modo extremo al mayor.
Ahora las embestidas, aparte de ser violentamente rápidas, eran muy profundas y llegaban a tocar el punto mágico en el interior de Zelo.
- ¡AAAAAH!~ ¡¡Hyung!! ¡Ahí! ¡Mmmmmhhhh! ¡Dale más ahí! ¡Oooh Dios!
Yongguk acató la orden y comenzó a chocar contra ese punto haciendo que el menor enloqueciera y se corriera por segunda vez en el abdomen de ambos. Los espasmos que su interior daban debido al orgasmo, volvieron loco al mayor, quien tras pocas embestidas más, acabo corriéndose en el interior de Zelo, emitiendo un gruñido muy placentero.
Tras terminar con todo, Yongguk salió del interior de Zelo y quedaron ambos acostados en la cama, abrazados, muy pegaditos, desnudos, con sus cuerpos sudorosos, exhaustos e intentando recobrar un ritmo respiratorio medianamente normal.
- Ha sido totalmente increíble hyung...- Dijo Zelo mientras se acurrucaba más en el pecho se su hyung.
- Sí... Lo ha sido... - Dijo y luego dejó un tierno beso en la frente de su pequeño ''hermano''. - Te amo... Quiero estar contigo para el resto de mi vida... - Volvió a decir.
El menor sonrió ampliamente y le miró a los ojos levantando un poco la cabeza. - Yo también quiero estar contigo siempre hyung. Yo también te amo. Mucho... Only you, hyung...
Y tras esas palabras de amor, ambos se quedaron profundamente dormidos sin soltar sus abrazos...
♥ FIN♥